ciara de que habia cañas en su ciudad é isla, siendo este un arbusto No será razon olvidar que en esta isla de Tartesso se criaban unos gatos muy grandes y de tan malas mañas, que no solo eran cazadores, mas con sus notables astucias causaban risa, de tal manera, que fué comun y celebrado refran para notar en los hombres tales acciones, y asi decian feles tartessia. Acá decimos la gata de Mari Ramos. De este género de gatos ladrones habló Aristophanes en la comedia llamada Avispas. «Nunc me uti felem rapta carne »observant gestantem verba ». Suidas dice que en esta isla ha : bia un animal que era ó conejo, gato ó comadreja, de mayor cuerpo que las ordinarias. «Cuniculus sive mutela sive feles Tar>> tessia. Tartesus urbs est extra columnas Herculis ad Occeanum >> ubi maxime nascuntur mustelæ». Celébralos tambien Luciano en los Diálogos y Erasmo en su Chiliadas, Parece que en las extendidas vegas donde acaba Guadalquivir, y muy cerca de donde antiguamente comenzaba esta isla de Tartesso, queda todavia alguna parte de su antiguo nombre, llamándose hoy los llanos de Tarsia ó Tarfia, habiéndolo mudado la luenga edad y varias lenguas que ocuparon á España; y no es mucho se haya corrompido algo el nombre, pues de la isla y ciudad ni aun las señales han quedado, sorbiéndolo todo la mar, propiedad ordinaria de este gran mónstruo del Océano, hacer agua lo que fué tierra, y tierra lo que fué mar profundo, que bien lo supo decir Ovidio: Vidi ego, quod fuerat quondam solidissima tellus, Et procul a pelago concha jacuere marinæ, Et vetus inventa est in montibus anchora summis. Yo vi, yo vi que la que antiguamente Y lejos vi del piélago espumoso Vi del monte erizado ser vecinas INSCRIPCIONES Y MEDALLAS DE LA CIUDAD DE ACINIPO, EN EL SITIO DE RONDA LA VIEJA. Al cap. 57 y 58 del lib. 3.o Tiénese por felicidad en estas letras, que lo que borró la luenga edad y el olvido lo alcance la conjetura, siquiera para hacerlo ve rísimil. Habiendo yo leido en algunos autores graves que Ronda la vieja era la ciudad de Munda, donde fué la batalla famosa entre Julio César y los hijos de Pompeyo, no pude conformarme con su parecer; porque conforme el discurrir de Plinio en la descripcion de las ciudades Célticas de esta banda izquierda del Guadalquivir, en el Convento jurídico de Sevilla, junta á Arunda y Acinipo; y asi escribí en mi Corografia que Ronda la vieja fué Acinipo. Despues de estampado mi libro, me escribió el licenciado D. Macario Fariñas, natural y vecino de la ciudad de Ronda, ingenio de muchas noticias y esperanzas, que habiéndolo leido con deseo de averiguar la verdad, habia hecho muchas diligencias leyendo inscripciones y sacándolas de debajo de tierra en las ruinas de Ronda la vieja y porque yo escribí que Arunda es Ronda la vieja, pondré primero la inscripcion de esta ciudad y luego las de Acinipo, copiadas con mucha diligencia y puntualidad por D. Macario Fariñas. La que se ve en Ronda está fija en una pared del Alhóndiga pública, y tiene estas letras: L. IVNIO. L. F. QVIR. IVNIANO. QVI. TESTAMENTO. SVO. CAVERAT ERE:::: :: ::: :::: Ya se ve aqui el nombre de la ciudad de Ronda con poca mu danza dei que tuvo, llamándose antiguamente Arunda, y esto por instrumento tan calificado de la antigüedad con que no queda duda alguna. Las letras que faltan por las injurias de la piedra suple con muy buen juicio D. Macario Fariñas. Gozará de ellas quien las viere dadas á la estampa con otras antigüedades singulares de aquella ciudad y su distrito. Las de Ronda la vieja son las siguientes, aunque de alli ban llevado otras muchas y gastádolas en edificios. La primera contiene el nombre gentil de Acinipo, si bien maltratada en otras partes. MARIAE::::: R FABIUS. VICTOR: : : : : : : : : : : PO : : : : : SV ORDO. ACINIPONENSIS ::::: LOCVM. DECREVIT. M. AEMILIVS S. P. T. D. S. Alli mismo está la siguiente: ::::: MARIO. M. F. M. N. : PO. ET. CALLII. II. VIR Una arula á la Victoria, que dedicó Proculo: VICTORIAE AVG E. PROCVLVS. Hállanse en este sitio entre sus ruinas muchas medallas que tienen por señal de la fertilidad de sus campos dos espigas, y en medio de ambas, claro el nombre de ACINIPO. En el reverso de una o dos que yo tengo, me habia parecido que tenia esculpida una hoja de higuera. Despues he visto otras medallas mas enteras y en ellas parece racimo de uvas: pudo tambien poner ambas cosas, porque donde se crian viñas, son muy propias las higueras. Restan en las ruinas de esta ciudad las reliquias de un anfiteatro con que se da á entender era ciudad magnífica y muy noble. Vénse alii mas de sesenta pedestales de jaspe y algunas estátuas y columnas de mármol. Conjeturan que fué una de las ciudades que asolaron los Vándalos, Alanos y Silingos; porque hallándose alli monedas de varios emperadores desde Octaviano Augusto, no pasan de los tiempos de Valentiniano, y de alli adelante no se hallan asi de romanos como de godos, con que la conjetura se ajusta, pues en el mismo tiempo fueron del todo destruidas Cartagena, Nescania y otras ciudades de España por la furia de aquellos crueles bárbaros que tanta sangre humana derramaron: y aqui se ajusta lo que dijo Sidonio Apolinar. ...Simul et reminiscitur illud, Quod tartessiaciis huius Wallia terris SEGEDA ES ZAFRA. Al cap. 69 del lib. 3. Lúcese tambien la bien encaminada conjetura de mi discurrir en este capítulo 69, en que afirmé por las pasos contados de Plinio que el lugar, que este autor llama Segeda, era la villa de Zafra, y despues se me remitió de esta villa una inscripcion de un mármol hallado alli cerca, con tales letras. D. M. S. L. E. SPERATA. SEGEDIENSIS. |