La verdad es sinfónica: Aspectos del pluralismo cristiano

Portada
Encuentro, 1979 M01 1 - 160 páginas
«Se habla hoy mucho de pluralismo. Pero es legítimo preguntarse si ha habido una época menos pluralista que la que estamos viviendo. En la actual crisis de la Iglesia, los programas y las consignas habituales, por más dispares que sean, se presentan en cada caso como una panacea. La verdad cristiana es sinfónica. Proclamarlo a los cuatro vientos y tenerlo siempre presente nos parece quizá la tarea más necesaria del momento actual. Pero la sinfonía no supone en modo alguno una armonía almibarada y sin tensiones. La música más profunda y sublime es siempre drmaática, es acumulación y resolución (a un nivel más elevado) de tensiones, de conflictos. Pero la disonancia no tiene nada que ver con la cacofonía. Tampoco es el único medio de poner en marcha la tensión sinfónica. En la primera parte de este libro se tratan de manera informal algunos aspectos del pluralismo teológico, haciendo un recorrido a través de la revelación cristiana. En la segunda parte se muestra con algunos ejemplos cómo la pluralidad emana en cada caso de la unidad, se justifica a partir de ella y puede ser reintegrada siempre en ella». (Fragmentos del prólogo del autor, Hans Urs von Balthasar)

Dentro del libro

Páginas seleccionadas

Términos y frases comunes

Pasajes populares

Página 71 - Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos».
Página 104 - Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuese, el Cosolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré.
Página 82 - De cierto, de cierto os digo, 'que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, él solo queda; mas si muriere, mucho fruto lleva.
Página 63 - No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.
Página 82 - El te afligió y te hizo pasar hambre, y te alimentó con el maná que no conocieron tus padres, para que aprendieras que no sólo de pan vive el hombre, sino de cuanto procede de la boca de Yahwé.
Página 71 - Así, pues, os exhorto yo, preso en el Señor, a andar de una manera digna de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad, mansedumbre y longanimidad, soportándoos los unos a los otros con caridad, solícitos de conservar la unidad del espíritu mediante el vínculo de la paz.
Página 81 - ... que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno...
Página 133 - Más aún, nos gloriamos hasta de las mismas tribulaciones, porque sabemos que la tribulación produce la constancia; la constancia, la virtud probada, y la virtud probada, la esperanza.
Página 93 - No todo el que dice: ¡Señor, Señor!, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre, que está en los cielos.
Página 133 - Y la esperanza no quedará confundida, pues el amor de Dios se ha derramado en nuestros corazones por virtud del Espíritu Santo, que nos ha sido dado.

Información bibliográfica