Imágenes de páginas
PDF
EPUB

mero, se ve que se llama imágen❞ una expresion compuesta solo de palabras que signifiquen objetos visibles, pues estos son los únicos que se pueden pintar. En órden á lo segundo, se ve tambien que, si el objeto de que se trata es material en sí mismo, las palabras que compongan la expresion podrán estar tomadas en sentido propio, y por consiguiente que las imágenes son cosa distinta de las metáforas. Finalmente, es claro que una expresion puede ser enérgica sin que forme imágen, pues lo será siempre que presente las cualidades mas interesantes del objeto, aunque estas sean expresadas por palabras que signifiquen ideas abstractas. Los ejemplos aclararán estas tres observaciones. Ciceron en la oracion pro Milone, despues de enumerar las maldades que Clodio meditaba y hubiera ejecutado si no hubiese quedado muerto en el encuentro con Milon, continúa en estos términos: Quamobrem, si, cruentum gladium tenens, clamaret T. Annius &c. »Por tanto, si Milon, teniendo en la mano la es>>pada ensangrentada &c." En esta cláusula hay una valiente imágen en la expresion cruentum gladium tenens, pues un hombre que tiene en la mano una espada ensangrentada, es, como se ve, un objeto que se puede pintar. Supongamos que Ciceron hubiese dicho, post mortem P. Clodii, » despues de la muerte de Clodio”; aquí no habria imágen, pues aunque pudiera pintarse un hombre muerto, no puede pintarse el objeto desig-, nado por la palabra post, signo de una relacion,

[blocks in formation]

es decir, de una idea abstracta. De este solo ejemplo resulta: lo primero, que para que una expresion forme imágen, es menester que no haya en ella palabra alguna que signifique ideas abstractas ú objetos invisibles; y lo segundo, que puede haber imágen sin metáfora, pues la que acabamos de ver es literal ó de sentido propio. En cuanto á que puede tambien ser una expresion enérgica sin formar imágen, no hay mas que recordar aquellas enérgicas palabras que Virgilio pone en boca de Dido, improperando á Eneas su perfidia. Nec tibi Diva parens; generis nec Dardanus auctor, perfide.

Ni es tu madre una Diosa, ni desciendes
¡ pérfido! del linage esclarecido

de Dárdano.

No cabe mas energía: son palabras de fuego, por decirlo así. Sin embargo, no forman imágen, porque una negacion no se puede pintar. Que las imágenes propiamente dichas contribuyen admirablemente á dar energía á las expresiones, queda demostrado con la citada de Ciceron. ¿ Cuánto mas ¿ enérgico es >> con la espada ensangrentada en la "mano" que despues de la muerte de Clodio?" Así, no daré mas ejemplos, ni me extenderé mas sobre este punto; y tambien, porque todavía volveré á tocarle cuando hable de la diferencia entre el lenguage poético y el prosáico.

ARTICULO VIII.

Decencia.

Lo que se ha dicho de la claridad y energía se ha de tener presente y observarse, cuando las ideas que deseamos comunicar son tales, que no puede haber inconveniente en nombrar cada cosa por su nombre. Pero cuando se trata de cosas asquerosas, ό que puedan ofender el respeto debido á las personas, y sobre todo el pudor; lejos de escoger la expresion mas clara y enérgica, debemos al contrario explicarnos con alguna oscuridad, de jando ver en una luz muy confusa lo que expuesto á las claras podria parecer menos decente á unos oidos delicados y puros, cuales debemos suponer los de los oyentes ó lectores. Como este principio no es de retórica, sino de moral y buena crianza, solo añadiré que, si en las expresiones se tiene cuenta con el respeto debido á las costumbres y con las atenciones que exige la civilidad, conservan la denominacion general de decentes; pero que si faltan á esta regla, toman nombres particulares, segun el modo con que la quebrantan. Así, las que excitan ideas asquerosas, se llaman indecentes; las que son contrarias á la buena crianza, groseras; y las que ofenden el pudor, torpes; en cuyas tres especies puede haber varios grados y darse á cada uno su denominacion particular, pero seria inútil prolijidad. Algunos de nuestros

escritores se descuidaron en esta parte. Los ejemplos lo probarán.

Expresiones indecentes por excitar ideas desagradables ó asquerosas.

Muchos pasages pudiera copiar de autores nuestros de prosa que se descuidaron en esta parte, y no tuvieron reparo en nombrar con sus nombres propios los órganos del cuerpo humano destinados á funciones no muy limpias ; pero se

ria

yo mas culpable, si aun para ejemplo copiase sus inmundas expresiones. Así, solo citaré un pasage de Valbuena que, sin llegar á tanto, tiene palabras que excitan ideas algo puercas. Es otra pintura de Arleta, cuando deshecho ya el encanto se dejó ver á Ferragut en toda su deformidad. El poeta, despues de haber dicho que aquella mágica habia sido

en su florida edad de agrado y gusto,
aunque altiva en su trato y
deshonesta;

Continúa así:

Mas el tiempo, que todo lo consume,
dió y tomó, como en otras, en sus cosas:
dióle males que cuente, años que sume,
en ferias de las perlas y las rosas;
quedándose tan vana, que presume
que aun pueden ser al gusto apetitosas
las fruncidas arrugas y lagañas

I

I En la última edicion corregida se lee, las sañas; pero

es evidente que Valbuena escribió, lagañas.

de los húmedos ojos sin pestañas.
Tirando de la edad cuanto mas pudo
la ponzoña del tiempo y del afeite,
el turbio rostro le dejó sañudo,
de unciones lleno, destilando aceite,

y el débil cuerpo, de raices nudo,

con las vivas memorias del deleite,
mártir de nuevas aguas y legías,

que en reumas trueca el uso de sus dias. No nos detengamos en la expresion baja de dar y tomar, en la torpemente equívoca con que acaba aquel verso, en la otra mas que familiar dar en ferias, en la cuenta y la suma; en las apetitosas arrugas y lagañas de los ojos húmedos, en el tirar de la edad; y dígasenos si pueden buscarse expresiones mas nauseabundas que unciones, destilar aceite, legías, reumas. Y esto ¡en una epopeya! ¡qué falta de gusto! ¡qué ignorancia, hasta de los primeros elementos del arte!

de

Expresiones groseras.

Góngora nos suministrará una buena prueba que varios de los nuestros se olvidaron alguna vez de lo que exige la buena crianza. En su cancion al armamento de Felipe II. contra Inglaterra, apostrofa á esta Isla, y dice:

[ocr errors]

ya Isla católica y potente,

madre dichosa, y obediente sierva,

de Arturos, de Eduardos, y de Enricos,

« AnteriorContinuar »