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CAPÍTULO VIII.

Barbarroja saquea á Cullera.—El Rey de Túnez pide á Carlos V favor contra Barbarroja.— Toma de Oné.-Barbarroja, Capudán Bajá de la marina turca.-Se alía con los Franceses. -Es proclamado Rey de Túnez.-Prepárase Carlos V para atacar á Barbarroja.-Descripción de Túnez y de la Goleta.-Peligro que corre el Emperador.-Escaramuzas.—Llegada de Hernando de Alarcón.-Peligro del Marqués de Mondéjar.-Ofrece un Moro envenenar á Barbarroja.—Muley-Hacén, Rey de Túnez, se presenta en el campamento.— Quejas de los soldados. -Espolonada de los Turcos.-Son rechazados.-Pérdidas de la jornada. Asalto general y toma de la Goleta.

Frustrada por entonces la expedición de Barbarroja, y despedidos los corsarios; en 10 de Agosto del año 1532, con 17 buques, aporta en Cullera, pueblo del reino de Valencia; desembarca 600 Turcos; corre la tierra y recoge 2.000 Moriscos, con cuanto pudieron enfardelar de ropa. y tesoros. Pocos meses antes, dos galeotas habían hecho otro tanto en el lugar de Pilas; de modo que sus continuas expediciones á los pueblos ribereños de España le proveían de abundante presa, cautivos para el remo y pobladores para las ciudades del litoral.

Sosegada Europa, determinó el Emperador su vuelta al Reino, examinó el campo de Pavía, y el recuerdo de la prisión del Monarca francés encendió en su pecho ansia de gloria. Embarcóse en Génova y fondeó en Barcelona el 22 de Abril de 1533 aclamado por los habitantes. Recibió allí mensajeros de Muley-Hacén, Rey de Túnez, ofreciéndosele por vasallo, si le amparaba contra Barbarroja. Benignamente escuchó Carlos la súplica, y envió con 10 galeras á D. Alvaro de Bazán, padre del famoso Marqués de Santa Cruz, para que favoreciese al partido de Muley-Hacén. Limitóse Bazán á embestir al pueblo de Oné, junto á Tremecén 2, y sa

4 Sandoval pone la venida de Carlos entre los sucesos del año 32; pero dice que Andrea Doria volvió á Génova, entrando el invierno de 1532; que el Emperador se aposentó en casa de Doria, quien le ofreció las tapicerías, y que por Abril llegó á Barcelona: debió, por lo tanto, ser en Abril de 1533.

2 San Miguel dice que D. Alvaro Bazán se apoderó en el año 1532 de Bona. Sospechamos si será equivocación con One; éste en la provincia de Tremecén, aquélla en la de Constantina.

quearlo, matando unos 600 Moros, cautivando 1.000 y apresando algunas fustas berberiscas de Xabán Arraez y otros piratas, que al volver encontró dispersas. Dejó suficiente presidio; mas no juzgando el Emperador importante conservar la plaza, ordenó al mismo D. Alvaro que la destruyese, lo que hizo, volando las fortificaciones é incendiando los edificios, que los Moros no volvieron á reedificar.

Al mismo tiempo ofreció Barbarroja el cetro de Túnez á Muley-alRaschid, hermano de Muley-Hacén, y con él marchó á Constantinopla, llamado por el Sultán, que le nombró Jefe de toda la marina.

Puesto á la cabeza de la armada turca, compuesta de 80 galeras, 20 fustas y 9.000 hombres, saqueó el litoral de Italia, quemó el astillero de Cátaro, donde se construían siete galeras para el Emperador, y á su paso por las costas de Francia tuvo conferencias con el Rey Francisco, de quien era aliado; aunque sólo se decía atreguado. En 15 de Agosto de 1534 fondeó en Biserta, y con voz de que llevaba en sus galeras á AlRaschid, amotinóse la plebe, que siempre cree mejorar con la mudanza, escapó el Rey Muley-Hacén, y el día 22 de Agosto se apoderó Barbarroja de Túnez como representante del Sultán. El desgraciado Al-Raschid, en cuyo nombre se hacía la guerra, fué detenido al embarcarse con Queredín en Constantinopla y encerrado en el Serrallo; donde probablemente moriría, pues que nada volvió á saberse de él. Al desengañarse los Tunecies de que Muley-al-Raschid no estaba en las galeras, conviértense á su Rey, ¡tan ligero el vulgo!, y dan sobre Barbarroja y los suyos: horrenda fué la carnicería, pero no vencido el pirata, se suspendieron las hostilidades, y de bueno á bueno, logró por fin que le proclamasen Soberano en nombre del Gran Turco Solimán. Dueño de Túnez, cubrió otra vez el mar con sus bajeles, sembró el espanto y la desolación por las riberas españolas, hasta el punto de que, despertada en el Emperador la memoria del mandato de su abuelo, el Rey Católico, y ofendido además en su amor propio, al ver que la protección concedida á MuleyHacén no había impedido que Barbarroja le desposeyera del reino; pensó seriamente en la conquista.

4 Item, porque todas las otras virtudes sin la fé son nada..... mandamos al dicho ilustrísimo Príncipe nuestro nieto, muy estrechamente, que siempre sea gran celador, defendedor é ensalzador de nuestra sancta fé católica; ayude, defienda é favorezca la Iglesia de Dios, é trabaje en destruir, é extirpar con todas sus fuerzas la herejía de nuestros reynos, é así tenga muy gran celo en la destruición de la secta mahometana, y en cuanto buenamente pudiese, trabaje en hacer guerra á los Moros, con que no la haga con destruición y grande daño de sus súbditos y vasallos.» Testamento del Rey Fernando el Católico de 22 de Enero de 1516, otorgado en Madrigalejo ante Miguel Velázquez Clemente.

puer

Envió para indagar las cosas de la tierra al Genovés Luis de Presendes, que hablaba algarabía por haber vivido en Fez algún tiempo, con instrucciones que, reveladas por un Morisco su criado al terrible Barbarroja; le costaron la vida. Al mismo tiempo, el Emperador mandó abastecer las costas de Nápoles, Cerdeña y Sicilia; secretamente previno á sus Virreyes apercibiesen pertrechos y vituallas; avisó á Andrea Doria, al Marqués del Vasto y á Antonio de Leiba; almacenó víveres en Andalucía, y llamó tropas de Italia y de Alemania. Todo preparado, declaró la guerra contra Infieles. La nobleza en masa acudió al apellido, y en representación de Portugal el Infante D. Luis. El día 30 de Mayo de 1535, al estrépito de la artillería y al repique de las campanas, salió del to de Barcelona la armada compuesta de multitud de transportes y 30 galeras. En la magnífica de 104 remos, la Bastarda, montaba el Emperador, que tocó en las Baleares por el mal tiempo, y en Cáller se reunió la escuadra española con la siciliana, regida por el Marqués del Vasto 2. El 15 de Junio, 300 buques, que algunos aumentan á 700, dieron anclaje en Puerto-Farina, junto á la famosa Útica. Encalló la Capitana al entrar, pero Doria logró que volviese á tomar el agua, cargando toda la marinería á una banda, con lo que siguió el Emperador su rumbo hacia Túnez. Apresurábase á fin de que Barbarroja no se escapase y otro era el pensamiento del Argelino; que si bien receloso al ver el nublado que se le echaba encima, que nunca lo creyera, ni menos que el mismo Emperador en persona le visitase; juntó sus Capitanes y opinaron por la defensa, fiados en el calor del país en aquella estación y en la escasez de bastimentos para ejército tan numeroso.

Está Túnez asentada cerca de un estero de poca profundidad que comunica con el mar, y sobre una sierra por la parte de Poniente; pero dominada por algunas alturas, que tomadas, enflaquecen mucho la defensa;

4 Apéndice núm. 7.

2 Alfonso de Ávalos, Marqués del Vasto, nació en Nápoles en 1502; hizo sus primeras armas con su tio el famoso Marqués de Pescara, Fernando de Ávalos, que murió en 1525, succediéndole aquél en el mando de los ejércitos de Carlos V. En 1532 pasó á Austria para defender el país contra Solimán; después al Africa, donde el Emperador le confirió el mando del ejército expedicionario y luego de Embajador á Venecia. Muerto Antonio de Leiva, fué nombrado Capitán General del Ducado de Milán. Murió en Vigévano en 4546. Una media armadura suya se conserva en la Real Armería, cuadro 32, núm. 975. Llámasele también Marqués del Gasto y del Guasto. Fué valiente, de inteligencia no escasa, y tenido en mucho del Emperador. Tacharonle de vanidoso y áspero. Brantome, hablando de él dice: il etoit fort dameret, habillant toujours fort bien et se perfumant fort, tant en paix qu'en guerre, jusqu'aux selles de ses chevaux.

delante de sí, hacia el mar, la ribera es llana y tendida; poco más á la izquierda, tierra áspera y doblada; su fortificación, por la naturaleza del sitio, débil. Por eso Barbarroja reconcentró su empeño en la Goleta ó Alcalvel, torre cuadrada de ladrillo, que servía antes de aduana y que puesta en la gola ó estrechura por donde comunica el estero con el mar, en punto llano, calvo y arenisco, impide la aproximación á Túnez, de que es por allí único reparo. Apenas se esparció el rumor de la ida del César, Queredín aumentó las defensas, uniéndolas por medio de una cortina con la torre del Agua; levantó bastiones y rebellines, que artilló convenientemente, cercándolo todo con anchísima cava. Con el objeto de abrigar la flota, construyó un baluarte, guarnecido con 30 piezas gruesas por la parte del campo español, y otro desde el mar al estero, con un canal de 15 á 16 pasos y puente levadizo, á fin de pasar de un lado á otro. Por medio de chalupas que cruzaban el estero, tenía comunicación desde Túnez con la Goleta, enviándola socorros y refuerzos según el peligro. Acumuló provisiones, sacó las galeras á tierra, defendiéndolas con baterías interpoladas, é hizo cuanto podía esperarse de tan extremado Capitán.

El César mandó desembarcar la gente en la playa del Cabo de Cartago, sin que pudieran impedirlo los Tunecíes; que los tiros de la artillería se lo vedaban. Acampó el ejército en las ruinas de Cartago, y en el mismo día el Marqués del Vasto, con 22 galeras, hizo un reconocimiento sobre la Goleta, y al siguiente, 16 de Junio, desembarcaron 15.000 infantes y aventureros, y el César en persona delante, á pié, y con una pica en la mano. Escuadronáronse en Campo Santo, donde acudían las tropas conforme desembarcaban, siendo el primero el Capitán Jaén. Aparecieron algunos Moros por las cercanías; pero el César, temeroso de celadas, mandó recoger la gente. Enviáronse después corredores que calasen la tierra, pero toparon con algunos Alárabes, que los hicieron retroceder con bastante daño.

El día 17 de Junio acabó de desembarcar el ejército; ganóse la torre del Agua por tres galeras de Andrea Doria, y siguió el avance hacia Túnez, ocupando al pasar, algunos caseríos abandonados por los moradores.

No decaía un punto el ánimo de Barbarroja: de día y de noche reforzaba los puntos débiles de la ciudad; llamó en su ayuda al villanaje de los campos; encerró á los cautivos cristianos en la Alcazaba, y aun trató de degollarlos para que no le embarazase su guarda, mas logró disuadirle Sinán; envió á Argel dos naos cargadas de riquezas, por si se

perdía Túnez; avitualló la plaza; echó á todos los que consumían inútilmente; reforzó la guarnición de la Goleta, y encomendóla al mismo Sinán, Judío eunuco, diciéndole: «Defiéndela; en ella está la flota, el reino, la honra y la vida.» Prometiólo Sinán y lo cumplió.

Resuelto en Consejo atacar primero á la Goleta que á Túnez, principiaron los aproches para evitar la pérdida de gente. En vez de la pica y el arcabuz, diéronse los soldados al azadón y á la pala, alentándolos el Emperador con su presencia. Ni de día ni de noche reposaban un momento; las algaras eran continuas; las escaramuzas incesantes. Maltrataron los Turcos á las fuerzas Italianas, que ocupaban el punto más expuesto, envidiado por ello de los Españoles que holgaron del daño; pero al día siguiente fueron sorprendidos, y á su vez los Italianos sonreían gozosos. A todo puso orden el César, que mandó la mayor vigilancia; prohibió las escaramuzas, y que se pasase más adelante de las trincheras; orden desobedecida algunas veces por la lozanía de los soldados, que en gran número perecieron en las emboscadas que les tendían los enemigos.

Diariamente se engrosaba el campo de los sitiadores y el de la ciudad sitiada. Barbarroja, que al principio pasó alarde á 8.000 Turcos con 800 Genízaros, nervio del ejército; 7.000 flecheros Moros, otros 7.000 con gorguces y azagayas, y 8.000 caballos; llegó á reunir más adelante. 100.000 peones y 30.000 caballos; gente, en verdad, agregadiza; pero buena para escaramuzas, emboscadas y sorpresas, con que fatigaban continuamente á los Españoles. El César reunió, con los marineros y chusma, hasta 54.000 hombres; los 45.000 de buena pelea 1.

Gran peligro corrió el Emperador: para que gente de tantas naciones no promoviese alborotos, era rígida la disciplina. Sujetábanse todos, menos los Tudescos, á quienes la abundancia del vino, sobre su natural bravura, aumentaba el atrevimiento. Quiso el César cierto día hacer volver

4 Según M. Pelissier, en sus Memorias históricas y geográficas sobre la Argelia, el ejército se componía de 25.000 infantes y 1.500 caballos, además de la gente de la armada. Era ésta de 239 galeras y navios. Hallábase dividida en la forma siguiente: Ejército.-Infanteria: división española veterana, 4.000; General, el Marqués del Vasto.-División española de bisoños, 8.000; General, el Duque de Alba.-División alemana, 7.000; General, Maximiliano Piedrabuena (ó Piedralla). —División italiana, 4.000; General, el Príncipe de Salerno. -División portuguesa, 2.000; General, el Infante Luis de Portugal.-Caballería: voluntarios nobles de varias naciones, 1.000; caballería española, 300.-Flota: escuadra de España, Génova y Flandes, 54 galeras, 70 navíos gruesos y 24 briks; Almirante, Andrea Doria.-Escuadra de Portugal, 27 navios; Almirante, Saldanha.-Escuadra de Italia y Malta, 36 galeras y 28 navíos gruesos; General, D. Alvaro Bazán.-Además, los transportes.

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