CAPÍTULO XX. Sube al trono Felipe IV.—La pirateria.-Combates de nuestra marina contra la turca y la berberisca.-Naufragio de D. Juan de Austria.-Hazañas de Jaime Llorens y Pedro Flejes. Combates entre los Turcos y los Caballeros de la Orden.-Ataques á Mazaghán.-Sitio de la Mahamora.-Salidas y rebatos en Tánger, Mazaghán y Orán.—Expediciones contra las tribus de guerra por el Marqués de Flores Dávila.-Política y relaciones de los Gobernadores de Orán con los Moros sometidos. A Felipe III succedió su hijo Felipe IV, más mozo y más entretenido de lo que conviniera á monarquía tan contrastada como la española. Afortunadamente, habían concluído ya las grandes escuadras berberiscas; y las turcas, sus auxiliares, contenidas por las solas fuerzas de Venecianos y Malteses, apenas en corto número de velas, se atrevían á surcar los mares españoles. La piratería no era ya el arma de Estados poderosos, sino más bien el negocio de algunos particulares; bastante para saquear las costas con sorpresas, pero impotente para resistir el combate, y sin fuerzas con que mantener en lucha abierta su antiguo renombre de Reina de los mares. El blanco pabellón de nuestras galeras se reflejaba temido y respetado en todo el Mediterráneo: en el mismo Canal de Constantinopla, D. Pedro Cisneros hacía una soberbia presa en dos galeras, un navío y cinco caramuzales turcos. Al mismo tiempo, la gente de Pontevedra rechazaba una invasión de ocho naves berberiscas que habían abordado aquellas costas, y con la ayuda de tres vizcainas, capturó seis, salvándose las dos restantes por su ligereza; y en las aguas de Barcelona se apresó otra, libertando á más de 100 cautivos 2. El Duque de Pastrana, en 23 de Abril de 1623, teniendo noticia de corsarios, monta en dos galeras de Génova que estaban sin gente en el 1 Murieron 200 Turcos, se cautivaron más de 430, y se libertaron otros tantos Cristianos. Españoles murieron 70. Se distinguieron particularmente Cisneros y el Capitán Don Fernando de Barrionuevo, quienes, según la Relación impresa en Sevilla por la viuda de Clemente Hidalgo en 4624, y que existe en la Biblioteca de la Real Academia de la Historia; «derribaron tantos Turcos en los primeros golpes, como el segador espigas.>> 2 Relación impresa en Sevilla por la viuda de Clemente Hidalgo en 1624. Biblioteca de la Real Academia de la Historia. puerto de Barcelona, arma á sus criados, se enmara, y cautiva el 26 un bajel redondo con 50 Turcos «que parecían gigantes:» agólpanse los vencedores en la nave vencida para saquearla, y una mina que dejaba el Arráez, renegado mallorquín, vuela la nave con muerte de tres y heridos 30 Cristianos. Continuando en su empresa, al siguiente día, capturó el Duque un navío con 90 Turcos'. El 3 de Octubre D. Diego Pimentel, General de las galeras de Nápoles, al recorrer los mares italianos, acomete á seis bajeles berberiscos mandados por Hazán Calafate, y herido en la pelea, sigue dando órdenes. D. Francisco Manrique, que le reemplaza, se apodera de cinco naves enemigas, rescatando 150 cautivos y aprisionando otros tantos Turcos, con muerte de más de 100. Hazán vuela la Capitana, prefiriendo la muerte en el combate à sufrirla en el cadalso, y D. Diego Pimentel espira á las treinta horas, gozoso de perder la vida peleando contra los enemigos de su patria y de su fe 2. El 4, dos galeras de Malta y cuatro de Sicilia, mandadas aquéllas por Fr. Ludovico de Antalor, y éstas por el Capitán Lezcano, aprehendieron tres galeras turcas y afondaron otras dos 3: el corsario que las mandaba que era un Morisco de Osuna, llamado Lázaro, y entre los Infieles Mahomat Bético Sabiano; se ahorcó para librarse de los castigos que se imponían á los renegados. A poco los Berberiscos, junto á Arcilla, en nuevo combate, pierden cinco buques, y la guarnición de Tarifa coje dos barcos al Arráez Hamete Boalí, el 24 de Octubre. Uno de los corsarios más atrevidos era el Blanquillo, Morisco andaluz que, ladino en el lenguaje, práctico en el país, y avezado á las costumbres de los naturales, hacía continuas presas á favor de mil astucias y disfraces; hasta que el patrón del bergantín de Melilla, Juan Mellado, le mató en una de sus correrías 5. En Febrero de 1624, el Capitán Salmerón, junto á la baja Calabria, tomó tres galeotas berberiscas de Salé, mandadas por el renegado de Ciu Relación oficial y carta del doctor Ginés en Peñalver, sin nombre de impresor, ni lugar de impresión, y otras dos Relaciones oficiales impresas en Madrid por la viuda de Alonso Martin en 1623. Biblioteca de la Real Academia de la Historia. 2 Relación impresa en Madrid por Juan Delgado, en 1624. Idem. 3 Relación impresa en Montilla por Pedro Navarro, en 1623. Idem. 4 Relación impresa en Málaga por Juan Rene, en 1623. Idem. 5 Relación impresa en Jerez de la Frontera por Fernando Rey, año 1623. Idem. Cánovas del Castillo, en sus Apuntes para la Historia de Marruecos, atribuye la captura del atrevido corsario á D. Jorge Mascarenhas, Gobernador de Tánger, que persiguiéndole con dos medias galeras, le obligó á embarrancar en la playa. dad-Real, Merut-Kebir-Guadiano, libra 60 cautivos y aprehende 80 Turcos. Al Capitán, con todos los renegados que llevaba, se les ahorcó incontinenti, que tales eran entonces las leyes de la guerra 1. Los Monjes del Monasterio de Nuestra Señora de Oya, situado á la orilla del mar, tenían fortificado el recinto contra piratas, con un murallón que guardaban nueve piezas. El 20 de Abril de 1624, paseando por la esplanada, vieron cuatro navíos turcos, que daban caza á dos portugueses y á un francés, que á todo trapo venían á refugiarse al abrigo de la artillería del Monasterio. Faltó el viento, y los Turcos montaron en las lanchas para el abordaje. Las distancias se estrechaban y el cautiverio de los fugitivos era inevitable; cuando el lego Pablo Lezcano, que antes había sido artillero, diciendo: «esta va en nombre de la Virgen María de Oya y de mi padre San Bernardo,» botó fuego á un cañón, con tan acertada puntería, que echó á pique á la Capitana: retiráronse temerosos los demás buques, y los Cristianos cautivaron nueve Turcos, que en lucha con las olas, pudieron salvarse á nado, prefiriendo perder la libertad á la vida 2. El 20 de Mayo, zarpa de Palermo el Marqués de Santa Cruz con 28 galeras; á los cuatro días alcanza á 13 de Biserta y Argel, en las aguas del Adriático; echa á pique siete, y se apodera del resto con 400 Cristianos que rescata del cautiverio 3. Hallábase en Tavira para correr toros y cañas; el Marqués de Ayamonte D. Francisco de Guzmán y Zúñiga, y teniendo aviso al acabar la función de que bajeles enemigos corrían la ribera, armó al momento unos barcos y logra, á las once de la noche del 25 de Junio, capturar una saetía turca 4. El 26 de Julio sale el Duque de Fernandina de las costas de Andalucía, boja el Cabo Espartel, y el 27, sobre Arenas gordas; rinde cuatro navíos que mandaba el Arráez Calafate, aprisionando 300 Moros y ahorcando á 20 renegados; aunque con la pérdida del Capitán de la galera San Pedro, D. Francisco Sáez, y quedando heridos Pedro Surias y 4 Relación impresa en Sevilla en 4624, por Juan Serrano de Vargas. Biblioteca de la Real Academia de la Historia. 2 Relación impresa en Sevilla por Francisco de Lyra, en 1624. Idem. 3 Relación impresa en Sevilla en 1624 por Juan de Cabrera. Idem. En otra Relación del mismo, cuenta otra victoria obtenida por el Marqués de Santa Cruz en 13 de Julio, contra las galeras de Biserta y Argel: sospechamos que es la misma de 24 de Mayo, atendida la identidad de los principales sucesos. Por esto no la insertamos. 4 Relación impresa en Sevilla en 1624 por Francisco de Lyra. Idem. Diego de Biedma, que lo eran de la Capitana y de la Santa Catalina 1. Otra expedición hizo el Duque en Agosto del siguiente año, en la que sólo pudo lograr un bergantín enemigo. El 6 de Mayo de 1625, el General de las naos del Almirantazgo Real de Sevilla zarpa en Sanlúcar con bastimentos para la Mahamora, y quemada la Capitana de Argel, apresada otra y hecho embarrancar dos; da la vuelta á España, contrariado en sus ulteriores empresas por lo grueso de la mar y forzadísimo tiempo. En el mismo año, las galeras de Florencia apresaron un galeón turco en las aguas de Barcelona, y en 3 de Septiembre de 1632, á la vista de los Alfaques, tres galeras españolas sostuvieron un recio choque contra cuatro navíos turcos, que sufrieron la pérdida de 160 hombres muertos y 256 cautivos. Eu 1638, los piratas de Túnez, Argel y Biserta, con 18 galeazas y bergantines, osaron correr las costas de Nápoles y Sicilia. Cautivadas 300 personas en la Calabria, se metieron por el Adriático, cayendo toda la escuadra berberisca en poder de 28 buques venecianos; que afondaron tres y apresaron el resto, libertando cerca de 4.000 cautivos. Sintióse extremadamente el Sultán, que estaba en tregua con la República; pidió reparación del daño, y que se le devolviesen las naves, amenazando con ir en persona á vengar á sus vasallos. Sospechando inteligencias en un Bajá que no impidió la agresión, mandóle degollar á presencia del Embajador Veneciano, y tan cerca de él, que le salpicó la ropa con la sangre; mas la ejecución no respondió á las amenazas, que harto tenía la Puerta con defenderse de los que le atacaban, para pensar en nuevas guerras. Por este tiempo, 28 bajeles suyos andaban por las cercanías de Tánger: armados apresuradamente varios buques mercantes y tripulados por gente de las guarniciones de aquella plaza, Mazaghán, Ceuta y Melilla, el 26 de Octubre apresaron tres con 190 Turcos, huyendo muy maltratado el resto de la escuadra 3. A pique estuvo de quedar cautivo un ilustre Español, D. Juan de Austria, hijo natural de Felipe IV, nombrado Gobernador de Flandes. Se 4 Relación impresa en Sevilla en 4624 por Juan de Cabrera. Biblioteca de la Real Academia de la Historia. 2 La Santa Clara, San Pedro y Santa Bárbara, de la escuadra del Principe Cardenal. Relación impresa en Madrid en casa de Francisco Ocampo, año 1632. Idem. 3 Relación impresa en Madrid por Diego Díaz, en 1638. Idem. En una carta de D. José de Acunha, que manuscrita existe en la Biblioteca de la Real Academia de la Historia, se pone este combate en el día 46 de Octubre. embarcó en 1656 en la galera San Juan, que llevaba en conserva á la Santa Ágatha. Una furiosa tempestad las sorprende, se pierde la Santa Ágatha, y la San Juan es arrojada entre cuatro navíos corsarios; pero tan valientemente se defendió, que rechazado el abordaje, si bien con pérdida del Marqués Francisco Serra, pudo continuar su derrotero. Para repeler á los corsarios berberiscos, á últimos de Septiembre de 1658, se destacan de las Islas Baleares, tres divisiones; la principal, mandada por Jaime Llorens, recorre los mares de España é Italia; aprehende tres buques piráticos, y saquea la costa desde Salé hasta Bona. El 15 de Abril del siguiente año 59, ataca á tres corsarios ingleses y los rinde; pero una bala de cañón le lleva el brazo, falleciendo de sus resultas el 7 de Mayo siguiente. No equivalió la presa, con ser buena, á la pérdida que con su muerte sufrieron los marinos españoles. Ninguno, empero, como Pedro Flejes, que con cuatro naves, en solo dos años, apresó más de 300 embarcaciones turcas, berberiscas, inglesas, francesas y holandesas; que toda la hez de estas naciones hacía causa común contra España. No reposaban en tanto los Caballeros de la Orden: en 6 de Diciembre de 1623, D. Fr. Luis de Cárdenas, pariente del Duque de Maqueda, General de las galeras de Malta, echa á pique siete caramuzales turcos, rindiendo otros siete y un navío 1. Al siguiente año, en otro encuentro, gana dos galeras turcas y echa á pique cuatro. El día de la Concepción, en reñida pelea desde las ocho de la mañana hasta las cuatro de la tarde, los Caballeros apresan 10 galeras con muerte de 300 Turcos y rescate de 400 cautivos ?. Un desgraciado suceso tuvo que lamentar poco después la Cristiandad. El 26 de Junio de 1625 marcaron rumbo hacia Mesina cinco galeras de Malta, y en la boca del puerto de Siracusa toparon con seis de Biserta que las esperaban. Sangriento fué el combate en que la Orden perdió dos buques y casi toda la tripulación, muertos entre otros, los Caballeros castellanos D. Rodrigo de Aldana, los hermanos D. Juan y Don Teodomiro de la Vega y D. Lorenzo Aisas; el Mallorquín Fuster, los Ara 4 Los Caballeros Españoles que más se distinguieron fueron el Capitán D. Fr. Antonio de Quiñones, Astudillo, Valenzuela, Sástago, Grijalba, los Capitanes D. Fr. Francisco Dávalos y D. Fr. Juan Ponce de León, Peraza, Quijada, Vergara, Pichardo, Montejo, Ávila, Zomudio, D. Fr. García Jofré, D. Juan Ferrer, Ariño y Franco. Biblioteca de la Real Academia de la Historia. Relación impresa en Sevilla por Juan Serrano de Vargas, en 1623. Idem. 2 Relación impresa en Jerez de la Frontera por Hernando Rey, en 1625. Idem. |