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villanos la rromía, y aviendoseme hecho fuertes alguna parte de aduares de la parcialidad de Uled-Zaher y retiradose á tres leguas de Tremecén, sagrado que ellos tomaron para eximirse de la paga, como lo suelen y acostumbran acer y an echo en muchas ocasiones que se les....... ; tuve noticia del retiro y guardando mu

cho secreto, di orden de mochila por cuatro dias, salí con la gente de guerra, marché la vuelta del puesto que estaban, sin saber nadie mi disinio, llegué al sitio en que les allé, siguros de que nadie les pudiese enquietar, sería dos oras antes de la mañana, cerquelos con la gente, hice que diferentes soldados pláticos les reconociesen y visasen sus asientos, entretuve la gente que estaba deseosa de saco y mormuravan muchos, que perdian y yo les quitaba el mayor interés que avian tenido, vino amaneciendo y la gente cresciendo la desesperacion de malográrseles tan lucida ocasion, llegó el dia, los moros alborotados del caso impenssado, se pusieron en huida, cubriose la campaña de cavallos que hacian guardia al retiro de sus mujeres y hijos; yo tuve la gente oprimida sin dejar que ninguno llegase á las tiendas, llamé á los moros alterados, con la usada señal; no se sosegavan ni atreviyan á venir á hablarme; envieles Mogataces que les digesen podian llegar á la gente sin recelo, pidieronme con estos, les diese un guante por siguro; cosa de que ellos se fian; dísele У vinieron á verme y estando juntos en presencia de la gente de guerra, les dije: Bien avreis echado de ver por este suceso, que he podido cautivaros y rrobaros sin que nadie me lo haya podido estorbar, y que lo teniais justamente merescido, pues no habeis cumplido con las obligaciones de nuestro siguro; y yo, teniendo mas atención á vuestra conservacion que á mi interés, he querido daros á entender, que no os puede valer contra las armas de S. M. ninguna fuerza ni retiro, y que pueden llegar á las partes que vosotros teneis por mas siguras. Quedaron convencidos y temerosos en tanto grado, que pagaron con mucha puntualidad, rretireme dellos y la gente mal contenta por el trabaxo que habian pasado, sentian el interés perdido, y porque en tales ocasiones desfalecen y no marchan con el ánimo que quando traen pressa; se le puse con decirles, que yo habia salido á castigar á alguna parte de aquellos moros y que eran en tan poco número, que quando se lograse el suceso no les podia tocar á ocho reales de parte, que yo se los daria por via de socorro: animaronse, llegué á la plaza, busqué dineros y cumpliles la palabra. Este discurso he echo para que se entienda lo que miré por la conservacion de aquellos alarbes: y por dar satisffacion á lo que me queda de cargo, digo: que el modo de tributos que alli ussan tiene dos partes; la una es que los caballeros toman siguro para un aduar de tantas tiendas, de cada una de las quales tienen obligación de dar á S. M. en su magasen, tantas doblas de trigo y tantas de cebada, las quales no son graciosas, sino que se las pagan de dinero de S. M., al precio que se a echo con ellos aquella cosecha; el otro, pagan los villanos y es demás del que pagan los cavalleros, como que dán en féudo tantos celemines de pan, de cada arado de los que siembran, y á este tributo llaman temin y el liquidarlo y ajustarlo toca á las lenguas y la cobranza á los officiales del sueldo; con que queda entendido que el General no tiene en esto parte: de lo que de el cargo mira; si rreservo de la rromía no cobrando por entero; esto se satisfface con lo que queda dicho y con decir que el Gobernador, á estos alarves no se ajusta como el cobrar las alcavalas y erbajes de España: es gente que puede mucho con ellos el agasaxo y que de no acersele, en una ora no son vasallos; porque cargan sus aduares y se retiran al Turco que siempre procura quitarlos á los

Cristianos y muchas veces con las armas, y es mejor con el buen trato fixar quatro derechos, que no aventurar ciento dudosos; demás que llega un Xeque y pide un siguro para veinte tiendas y tiene quarenta, paga de las veinte y se reserva las oltras. Por esta causa, aunque lo cita la condicion del siguro hubiesen de hacer jornada, nadie le tomaria y assi se ha experimentado despues que yo salí de aquella ciudad; pues por falta de atencion se le ha siguido á S. M. en su rreal hacienda gran daño; pues siendo la cosecha de aquel año mucho mas aventaxada que la de los dos años de mi gobierno, no han podido dar las rraciones de trigo á la gente, si no es aviendolo traido de España, á tan subidos precios, que si se le hubiera de acer las cuentas que el me a echo para hacerme cargos, se conoceria la diferencia; pues hice dos provisiones con mucha falta de dineros, á precio la primera de 57 mrs. la ffanega de trigo y á 28 mrs. la de cevada; que los moros estuvieron con temor y respeto á las banderas de S. M. y la plaza estubo muy proveyda de todo lo que oy le falta.

CARGO 27.

Que llevé á la plaza dos Moros rrehenes de paz de los de Uled-avdala llamados el Abaz-ben-Hamú y Mahomete-ben-Belgasén, soltando otros dos de guerra que hirieron en el campo al Alferez Benito Hernandez y Salvador Rrubio soldado; los cuales rrehenes vendi a S. M. en mil rreales de á ocho, suponiendo que eran de Yaho Çaportas, no siendo esclavos, sino rrehenes, y tocando la pena que debian tener, a S. M.; no los hice proceso y que los di con los de guerra, para que la Zaffina pagase la ganancia al Turco, en que intervinieron paños y otras cossas, y que esta cantidad se cobró de su Magestad en plata doble.

RRESPUESTA.-A este cargo se contesta confessando el número de las personas y negando el de las calidades. No fueron rrehenes, siendo esclavos y atribúyeseme accidentes en la paga que me son de alabanza y no de culpa, como se verá en lo que sigue. Entre los Capitanes generales que an governado aquellas plazas, avido diferente opinion, concediendo unos permision á los alarves de siguro para que tomasen la xequia del Turco, en su caveza y se obligasse por ssi a cobrar un género de tributo que alá se llama garrama: el General que no lo consiente, dará su rrazon; pero yo lo allé permitido por mis antecesores y no solo lo seguí por esto; mas soy de parecer que conviene, y en mi tiempo fué necesario.

Este tributo se paga por cantidades rrepartidas en todas las parcialidades del Rreyno cargando la mayor suma á los villanos, que son dos parcialidades por nombre las Zafinas de Xaffa, y Amayán, los más vecinos y domésticos á Orán y que ordinariamente meten todos los bastimentos para el sustento de aquellas plazas, y tan afectos á ellas, que conservandolos con esta atencion, rrara vez dexan de ser tan leales, que se pueden reputar por vasallos. Y al de al de la ciudad pagan por su rrepartimiento, como queda dicho, cierta cantidad. Supongamos que sean dos mill doblas: este año de 628 quisieron los que tenian la Xequia que pagasen tres mill; no tenian caudal como dar satisffacion, de que era fuerza moverse inquietudes en el Rreyno; porque los cavalleros avian de ser obedescidos de los villanos ó les arían guerra; con que era fuerça que los villanos se rretirasen entre Orán y Mazarquivir, sitio corto para ellos y sus ganados, perdiendolos por la falta de pastos y otros muchos accidentes que se siguen á estos inconvenientes, que uno dellos se levantara,

para poner mucho cuidado en escusar tantos daños, que era faltar enteramente el comercio y la provision. En fin, suponiendo que los villanos no tenian con que pagar y que era fuerza y convenia que pagasen y que los cavalleros me pedian graciosamente estos dos esclavos y se les avian de dar por el servicio de S. M.; no se ofreció otro modo de composesion, que la que tomé contra mi en materia de maravedies y fué poner estos dos esclavos en poder de Yaho Çaportas y mandar á los officiales de su Magestad los comprasen por su Rreal cuenta y les diesen á los caveças del rreyno por merced que en su nombre se les hacia, y el dinero que procedió de estos esclavos, dí permision á dicho Yaho Çaportas que el por ssi, le diese á las Zafinas graciosamente por acellas amistad; con que quité el mal sonido que tuviera, si de las arcas rreales diera á los villanos moneda con que pagar el tributo al Turco: con esto se consiguió la quietud que se deseaba y quedaron contentos los cavalleros y villanos y yo solo el perdidoso en los esclavos con que he satisfecho al interés. Aora trataré de ligitimar el derecho que tuve á estos dos esclavos, y es que estando en campaña haciendo guardia á los moros de paz en sus mismos aduares la infanteria, y conmigo la cavalleria, una legua apartados dellos; me avisaron que Aron Cansino, lengua de S. M., habia topado dos moros de guerra en uno de dichos aduares y defendiendosse por no ser pressos, se mostraron tan de guerra que puestos en defensa, hirieron un Alferez y otro soldado aventaxado antes que les prendiessen: llegué con la mayor brevedad que pude, rrecoxí los dos moros trayendomelos por esclavos; a cuya sazón los dichos dos que cita el cargo se offrecieron por esclavos á toda su voluntad, porque dexase libres á los dos referidos delincuentes y de guerra: esto se trató conmigo por mano del Capitán D. Hernando de Navarrete, viniendo marchando todos juntos la vuelta de Orán y persuadiendome los moros á ello, y para que estos dos no ignorasen nada, les dixe muchas veces: que se entregaban por tan esclavos mios y tan á mi dispossicion y voluntad, que quando quisiesse los enviaria á vender á España; condicion que ellos aceptaron voluntariamente expuestos á todo rrigor; y en esta conformidad di libertad á los dos primeros y ttruxe los sigundos, sin forma de rrescate ni sombra de rrehen. Este es el echo y el modo como hube estos esclavos y si son ligitimamente mios ó no, toca generalmente al cargo que se me ace de aber aplicado para mi, los mostrencos; á que se a satisfecho y respondido en su lugar.

CARGO 31.

Que siendo venido á la plaza un moro cavallero de los Vled-Brahen á pedir siguro para dos aduares de los del Xeque Buseid-de-Beniagub que estaban sentados en Tajela, aviendo entrado en la ciudad, con siguro; no solo no se lo quise dar para los dichos dos aduares, sino que dexandole detenido salí con la gente de guerra, di en ellos á los 7 de Junio de mill y seiscientos y veinte y siete y truxe cautivos ducientos cincuenta y dos esclavos y mucho ganado, no deviendo lo hacer.

Rrespuesta........ el siguro, es poder entrar en la jurisdiccion sin peligro; pero entrar en ella y por ser descubierto pedir siguro, es maniffiesto fraude y dolo á la soberania de S. M. y de su hacienda; siendo permitido para el buen gobierno, al Capitán general la eleccion de los siguros, por aber mostrado la espiriencia cuanto daño se sigue de aduares que con esta maña gozan y no pagan; y todo se entiende facilmente en esta manera: mas de mes y medio antes de que se hefetuasse esta

jornada procuré traer espias de moros confidentes sobre algunos aduares de Beniagub, creyendo que retirados de los de Benarax por no pagarles algunos tributos, se arrimarian algo á Orán, y teniendolos espiados por mano de D. Juan de Navarrete y con inteligencia de Yaho Çaportas, di orden de cerrar las puertas y de mochila por tres días, estando dentro de la ciudad muchos moros assi esclavos como libres de paz, que es cosa muy ordinaria en tales casos; porque no solo se pueden dexar salir entonces, antes se suele inviar infanteria á las torres para que los que llegasen no dexen de entrar; porque desde allí, con el rumor de la ciudad ó en otra señal que les ha dado la costumbre, conocen que la gente sale y con que un moro de Berberia, dé esta noticia, basta para perderse la ocasion; y siempre que esto se executa assi, discurren los moros que se allan en Orán, assi los que á poco entraron, como los de más asistencia, á que aduares parece ser la salida, y como mas pláticos en la Berberia y de noticias mas ffrescas y mas ciertas, pocas veces dexan de rreconocer la parte á quien se encamina el General y para estorbarlo suben al punto al Alcaçaba á pedir siguro, diciendo que vinieron á este efecto y no á otro ninguno; y muchas veces como estas salidas se tratan con los Judios y Moros esclavos suyos, les llegan á los demás moros tratantes en Orán algunos indicios del casso; con que en viendo que se va dispuniendo, intentan la misma diligencia; como ha sucedido con otros Generales, que yendo á salir, an llegado á pedir el siguro y los an mandado detener en la Ciudad y marchado la buelta de los aduares determinados y echo la jornada: demás, que en este casso el Moro que dizen intentó el siguro, como lo acusa el cargo, no abló conmigo; entendí despues, que las lenguas rreiendose del, por el conocimiento que tienen de semejante cautela, le despidieron y que no tan solamente les apretó en la plática, sinó que descó ser partícipe del interés de la venta de la jornada; y si el Visitador busca modos interesados en la Berberia, podrá hacer el cargo que quisiere, y más enbiandolos a llamar y agasajandoles para este efecto, y el interés propio, les acen decir lo que quieren, y nadie vale por testigo; y en caso que pidiessen el dicho siguro, le deben pedir desde su tierra y parte donde no esté en otra voluntad la de su daño; y el cargo confiessa fué en Tajela, la parte de mas aprovechamiento por el pasto para los Moros, y la razon de conveniencia que tienen en pastar la jurisdicion de Orán, en que no pueden entrar sin consentimiento del General, rrimite que ponen las armas de su majestad en la Berberia, más ó menos poderosas, conforme quien las maneja y fuerzas con que se allan.

APÉNDICE NÚM. 21.

(Pág. 254.)

MANERA DE REPARTIR LAS PRESAS.

La forma que se tiene en el asimiento de las pressas que en las plaças de Orán se acen en los Moros de guerra, así en el veneficio, reconocimiento y venta, como en el rrepartimiento y otras diligencias tocantes á ellas:

1.

Hecha la pressa en el campo; como se ofrece la comodidad, algunas veces á dos leguas de la ciudad, otras á menos y cerca de ella; se toma muestra á la gente de guerra y bentureros por una lista sacada de los oficios del sueldo, que lleva uno de los Oficiales reales, listando por compañias, resignando quien pasa á cavallo, quien moxquetero y los de á pié, borando en aquella lista los que no parecen á ella, que se quedaron en aquellas plaças y notando todo lo que allí se ofrece que se debe advertir.

2. La cavalleria pocas veces se le toma muestra; unas, por falta de tiempo, y otras, por mala introducción: conviene que todos la pasen porque algunos den..... con justificacion, aunque para esto se toma por dos ó tres manos.

De tiempo á esta parte no se recoxe el ganado mayor ó menor, como se acostumbrava y queda para pressa y robo de los atrevidos ó licenciosos, sin que venga á colacion ni particion con lo demas de la pressa; en que se defrauda gran cossa y suma considerable cossa, que no se debe permitir y reducir á horden y ajustar tan depravada manera de rovar, con grandes penas que se executen.

3. Lo mismo subcede en las bestias, cavallos, yeguas y bagaxes, que en algunas jornadas se trae buen número, y al juntarle, no se halla la décima parte y estos se venden á precios baxos.

4.

Llegados á la Ciudad se entrega la pressa al Thessorero poniendo las personas en un baño que es corral fuerte en el alcaçaba, con quenta y razón: la forma que se tiene, es la que se deve guardar por ser lisa y sin dolo y alli se les prové de lo necessario á sus oras con puntualidad. Desde aquí se encierran y entriegan, hasta que se acava la venta dellos.

Luego se trata de nombrar quadrilleros para beneficiar la pressa por botos, en lo qual se guardava la hórden que se dió al Conde de Aguilar en el año de 608, quando vino a servir este cargo, ques la que se sigue

En cada compañia de cavalleria bota el Capitán Alferez y tres quadrilleros, los dos de plaça y uno sin ella.

En cada compañia de Ynfanteria bota el Capitan, Alferez y Sargento.

En los castillos y fuerças que ay banderas, los mismos botos.

En el castillo de Sant Gregorio, bota el Alcayde y su teniente.

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