Mequinenza con mil quinientos hombres : ocurrencia que no dejó de llamar mi atencion por lo que podria enredar los negocios de la patria y los de que yo estaba encargado en Cataluña. Y al mismo tiempo tambien el comandante general de Lérida, el general Bellido, me decia, con fecha del 27, que acababa de saber que Manso habia batido á las inmediaciones de Tortosa á una faccion de dos mil hombres que iban á aquella plaza, contando con algunas inteligencias con los de dentro, y persiguiéndolos en su huida, en Cherta habia acabado de derrotarlos. Ya he dicho que no debe causar admiracion que amaneciesen facciosos por todas partes en toda la cordillera de los Pirineos; lo primero, porque todo el país estaba en sublevacion, y lo segundo, porque si bien lográbamos echarlos fuera de España, volvian de nuevo á ella, asistidos y protegidos por nuestros ingratos vecinos. Antes de dar principio á los sucesos del nuevo año de 1823, ya que he terminado los del de 22, voy, como he ofrecido, á copiar algunos de los papeles, interceptados unos, y cogidos otros á la huida de la Regencia de Urgel.

APÉNDICE.

Rubio, 4 de julio de 1822.

El ayuntamiento, baile, regidores y síndico del lugar de »Rubio, corregimiento de Talarn : Certificamos haber mudado >el Ayuntamiento poniendo en su lugar el que lo era antes del >dia 9 de marzo de 1820; y haber arrancado y rompido la pie»dra de la Constitucion: todo lo que por ser así verdad, lo fir»mamos y sellamos con el de este comun.-Firmado.-José Manri, en nombre de todo el Ayuntamiento. »

Ripoll, 19 de agosto de 1822.

«D. Tomás Costa (conocido por Misas), coronel de los reales »ejércitos y comandante general de las divisiones de operacio>nes militares del ejército realista en Cataluña. Por cuanto Don »Jaime Birosta y Serradell, vecino de la villa de Vallfogona, de »este principado, sirvió en la guerra de la Independencia en la >clase de teniente y ayudante de la décima division de la reser»va, en la que se llevó fiel, enérgico y patriótico, así como he experimentado haberse distinguido imperiosamente en medio de los enemigos, los seductores y violadores constitucionales, contra el Rey y sagrada ley que profesamos: con todo haber>me pedido el comun realista de dicha villa el previo permiso >para que el inserto Birosta fomentase una compañía bajo el tí»tulo de reserva á fin de defender al Rey cautivo, nuestro amado

>Fernando el Sétimo, pública causa y tranquilidad de esta mon»taña, y en seguida efectuar partidas de guerrillas, y estas ince>>sante hacer guerra al enemigo del brazo sagrado, y malhe» chores perturbadores de la pacifiquez del país: y en esta aten>cion, he venido en nombrar á aquel capitan de dicha compa»ñía, la primera que me ha sido por el comun de la misma villa >propuesto y consultado. Y mando, etc.-Firma de estampi»lla. Tomás Costa, comandante.»

Ripoll, 3 de agosto de 1822.

Otronombramiento semejante en causales al anterior, en favor de José Veruedas y Beulovi, vecino de la misma villa de Vallfogona, que habia servido de sargento en la guerra de la Independencia, para el empleo de subteniente de la referida compañía.

Campamento á la vista de Cardona, 8 de setiembre de 1822.

Sr. D. Ramon Gayan.-Mui Sr. mio: El concepto que tengo >formado de la rectitud de V. y de sus anteriores servicios, las relaciones de V. con mi primo Tarin y la casa de Frasno de Ca»riñena, y una cierta inclinacion concebida en favor de V. hace >mucho tiempo, me obligan á dirigirle proposiciones de amis>tad, de honor y de justicia, con secreta confianza de que serán >oidas. El voto general de la Europa, pronunciando la justicia de »nuestra causa, ha declarado por subversivos los defensores de »la Constitucion. Prescindiendo de la legitimidad con que se es»tableció entre nosotros este sistema, lo cierto es que una ley »deja de ser obligatoria cuando no es observada imparcial y jui»ciosamente. Es preciso negarse á la evidencia de los hechos para >>no confesar que ha sido infringida por sistema, tanto en las >propiedades como en las personas, de un modo escandaloso, >tratando solo de favorecer una faccion tenebrosa que, sobre mil >tratamientos injustos, ha abrumado de insultos soeces al resto » de la nacion. Esto no necesita pruebas, y aun cuando faltasen, no se podria dudar que un rey vilipendiado, un rey sin liber»tad y sin poder, no es el rey que nos ofrecia la Constitucion. El pueblo que se pronuncia contra tamaños atentados es el

»pueblo fiel, el pueblo justo, y los que los sostienen no pueden Den rigorosa justicia ser considerados sino como satélites de una >>tiranía popular. Yo considero á V. bastante ilustrado para reconocer estos principios, y lleno de esta confianza, le abro »á V. el camino de manifestarlos, haciéndose digno del aprecio del Rey y de la consideracion de todos los sensatos. Tiene V. á su cargo una fortaleza importante y una guarnicion que per>tenece a otro dueño del que sirve. Si V. la llama á su deber, proporcionándome la ocupacion de ese fuerte, yo le ofrezco »á V. solemnemente tanto como individuo de la Regencia del >Reino, como capitan general de este ejército y principado, el >perdon de todos los milicianos que sirven á sus órdenes, y el > admitir en sus mismos destinos á todos los oficiales y tropa que componen la guarnicion, reservándome aun agraciar á aquellos que tengan algun mérito particular. Si V. me avisa que hay disposicion para admitir este partido, yo enviaré un parlamento para dar principio al tratado; V. me enviará dos oficiales de >su confianza, y todo se arreglará de un modo franco y amisto»so. No quiero aminorar el valor del servicio que VV. harán al Rey y á su patria manifestándoles lo crítico de su situacion, tanto la suma dificultad que hay de que VV. puedan recibir socorros, como porque tenemos una seguridad de que por todo >este mes entrarán en España setenta y cinco mil franceses por »tres distintos puntos. A mas de tener de ello avisos oficiales, ofrezco presentar á los señores que vengan á tratar conmigo, gacetas francesas que tengo en mi poder, en que hablan de la 'expedicion á España como de una cosa acordada ya por los so>beranos de Europa. En nuestra mano está el evitar á la patria >muchas lágrimas y desgracias. Yo me prometo que hará V. lo >posible dando el ejemplo de lo que deben hacer otros, y V. pue›de estar firmemente persuadido de que la suerte suya y de la ›guarnicion confiada á mis manos estará en manos de su pro>tector. Hablo á V. con la ingenuidad que jamás he desmentido. >Contésteme V. con igual franqueza, y plegue á Dios que pueda >titularme en breve su muy afecto servidor, amigo y compa»ñero, Q. B. S. M.-El baron de Eroles.»

'por

NOTA. Esta es una minuta hallada entre otros papeles inter

ceptados al Baron. Bien hacia su excelencia de fundar la esperanza de que los extranjeros cubririan su traicion y la de cuantos seguian su bando, pues que no debia desconocer que su valor y fuerza no era capaz de resistir la de los que defendian las libertades de la patria y la felicidad del mismo Rey, mas noblemente amado de los honrados constitucionales que de los malos españoles que se habian ligado por ambicion con aquellos enemigos contra quienes hacia pocos años habian peleado y adquirido lauros que marchitaban con su actual conducta.

Castellfullit, 15 de setiembre de 1822.

«Aviso al público.-D. Francisco Badals, mariscal de campo ›de los reales ejércitos, primer comandante general de la pro>vincia de Aragon, y segundo de la de Cataluña.-Por el pre»sente ordeno y mando á todo viajante y demás personas que »sea menester, se abstengan de entrar cualquiera clase de co»mestibles, ya sea de pan, trigo, cebada, vino, aceite y demás, > como ni dinero, á la villa de Igualada y ciudad de Manresa, desde el dia 17 del que rige en adelante, pues se dan dichos »géneros de comiso, y á mas se aplicará á los contraventores aquella pena que por la inobediencia se juzguen acreedores; » de todo lo que celarán las justicias y demás autoridades á quienes corresponde: y para que llegue à noticia de todos y nadie pueda alegar ignorancia, se manda publicar y fijar este en los parajes públicos y estilados de los pueblos de esta provincia.» Badals. »

NOTA. Fué arrancado en el mismo Castellfullit, y lo conservo con las mismas obleas con que estaba pegado.

Balaguer, 21 de octubre de 1822.

Cuatro oficiales de la secretaría de aquel gobierno acudieron al Gobernador, haciéndole presente que con su corto sueldo no podian mantenerse y mantener á sus familias, y pedian se les acordase la gracia de la racion de campaña, y el Gober