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tro gran poder.» "El rey por el mismo interprete le respondió que bien tenia creydo lo que avia hecho era constreñido á ello mas por voluntad agena que por gana suya; pero que todo olvidado y presentes sus humildes suplicaciones, avia otorgado lo que Gonzalo Fernandez en su nombre le avia suplicado, y que si mas quedaba de se hacer lo mandaria proveer: y porque desseo todo vuestro bien os ruego que assi como days palabra de servir, tengays obra para la complir: y en buena ora vos yd á vuestro reyno, porque vuestra ausencia no de osadia á los vuestros para se juntar con vuestro tio y enemigo.» Buelto el rey de Granada á la ciudad de Loxa, y desocupada la fortaleza que está en el alcazaba della, se entregó la tenencia por mandado del rey á don Alvaro de Luna, señor de Fuente Dueña, en veynte y nueve de mayo de mil y quatrocientos ochenta y seys años. Este rey de Granada con los suyos se fue á las partes de Vera y Almeria, y los vecinos de Loxa con sus bienes á Granada. Este dia salieron gran numero de cativos christianos que estavan en esta ciudad á besar las manos al rey, el qual les mandó proveer de vestir y

de comer.

Cerco de la ciudad de Granada, y fuego del real.

Como el rey tuviessé mucho cuidado y vigilancia de no dejar á sus gentes criar molleja enemiga de la guerra, continuó la conquista comenzada contra el reino y rey de Granada para que sus cavalleros y súbditos se exercitassen en ella, y ganassen honra y provecho della; y sus rentas fuessen bien empleadas en guerra justa gastadas. Entró en la Vega de Granada á 27 de abril de noventa y un años

y passó al Padul: y de allí embió al marques de Villéna capitam general de su hueste al Val de Letrin con mucha gente de pie y de cavallo: y entrando en esta tierra, donde ay cantidad de aldeas, quemaron y robaron muchas riquezas que avia en ellas, do mataron muchos moros que estavan descuidados, admirados porque en sus edades no avian visto ni oydo aver entrado allí otros christianos sino aquellos que ellos y sus passados metian aherrojados: los quales peleaban con los christianos con todas fuerzas por defender sus bienes, hijos y mugeres, y vidas. E assi andando el rebato por el valle, de improviso se juntaron los moradores del, los quales fueron socorridos de muchos que de las Alpuxarras vinieron, y todos tan recio y tan en orden se metieron en los christianos peleando, quanto ellos con ánimos fuertes á muchos moros desbarataron y mataron: y como este valle fuesse grande y ricos los moradores del, los christianos por cobdicia de aver ricos despojos passaron mas adelante de aquel lugar que les era mandado por el marques. E como una quadrilla de cavalleros y peones se adelantasse encima del lugar de Beznar, á ellos vinieron muchos moros que se avian recogido en Lanjaron, y estos juntos ataxaron á los christianos que andavan robando sueltos y desmandados; y las vanderas enemigas cerca unas de otras, travaron el escaramuza y de poco principió: en breve rato fué tan recia y tan reñida, que de los unos y de los otros murieron gran parte de todos. Llegada la nueva á Gonzalo Fernandez que le dixeron en esta escaramuza era (a) muerto un cavallero page de la

(a) Este page se decia Avellaneda.

reyna, aguijó con la gente de su capitanía, y en el peligro se metió tanto que con los que llevó y halló apretó con los moros hasta los echar adelante de la puente de Tablate, donde á la priessa del passar los christianos tomaron y mataron muchos moros. E allí en esta puente se hicieron tan fuertes que no se pudo passar á ellos. El marques recogida y rica su gente de ricos despojos de seda, ganados, y moros, llegó al Padul do estava el rey que otro dia vino á assentar su real al Gozco que es junto de aquel lugar donde mandó labrar la villa de le Santa Fé, donde vino despues de muchos dias, que estava allí el real, la reyna : y estando rezando junto á la cama do estava el rey durmiendo, el ayre que por una ventana entrava en la cámara, meneava unas cortinas de seda que davan en la vela del candelero, y aquellas quemadas, dió en las ramadas de una en otra; se quemó gran parte del real y toda la tapecería del rey y de la reyna con mucha parte de la cámara. Doña María Manrique, que lo supo de improviso, de Yllora embió á la reyna muchas y buenas camas y rica tapecería, suplicándole se sirviesse dello, con mas camisas y cosas de lienzo labrado que á las infantas y damas dió que de todo el fuego les hizo falta. La reyna de su mano le escrivió; y en la carta y de palabra mucho agradecimiento le dió. E á la noche venido Gonzalo Fernandez de la guarda del campo, donde estuvo dende luego que el fuego dió rebato en el real, la reyna le dixo: "Gonzalo Fernandez, sabed que alcanzó el fuego de mi cámara en vuestra casa, que vuestra muger mas y mejor me embió que se me quemó.”

El desbarato que en los moros se hizo donde dellos fueron muchos muertos y cativos, y el que ellos hicieron el mismo dia en los christianos.

En la Vega y heredades della á tercer dia la gente del real repartida por capitanias, hacian talas do eran contino escaramuzas. E como el rey llevasse un dia á la reyna á las ver, buelta la rebuelta de una aguijada (a) que se dió, hizo muy grande daño en los moros. Los christianos pensaron ardid que llegada la gente al real volverian descuydados á llevar los muertos, que era gran numero. Don Juan Tellez Giron, conde de Ureña, y don Alonso Fernandez de Córdova, cuya fue la casa de Aguilar, y don Diego de Castrillo, comendador mayor de Calatrava, capitan de los continos del rey y de la reyna, y otros muchos cavalleros y capitanes metidos cerca de Armilla, tras unas paredes que estan allí, de un atalaya puesta en un álamo fueron vistos por los moros, que con desesperacion atrevidos arremetien diciendo: fenezcamos oy nuestros trabajos con el presente peligro, pues guarda es de la vida el menosprecio de la muerte, y bolvamos que cerca de los christianos no ay oy igual menosprecio

(2) Este daño que este dia los moros recibieron aunque aqui apriessa se corre fue asaz grande y el principal que en la guerra en campo en ellos se hizo. Ca dejado la prision del rey mozo y el desbarato de la de Lopera, que ambos fueron mucho y lo mas recio de la conquista del reyno de Granada, esta aguijada que á los moros se dió, que llaman la del Rubit, y por otro nombre el dia de la reyna, mayor fue que la del Cenete de Guadix, estando el rey sobre Baza y la de la sierra de Bentoniz, teniendo cercado á Velez-Malaga, que fueron ambos assaz grandes des– baratos.

que nosotros; porque veen se nos hacen las cosas de mal. Apriessa, ca si nos mezclamos con ellos sofriremos menos afrenta y ellos recibirán mayor daño: los quales con mas forasteros que les vinieron del Alpuxarra y de Val de Lecrin rebolvieron sobre el ardid en tal guisa, que la gran vitoria pasada en la mañana, á la tarde con menos peligro y mas seguridad los peones y cavalleros moros, por ser muchos mas, apretaron la quistion en tal manera, que (a) con las armas y cavallos de los christianos muertos matavan los vivos, sin perdonar á ninguna edad: y los que quedavan reputavan ser aquel dia postrero de su vida, porque con tal furia se defendian, que la necessidad de se desenredar de los moros, era causa de mas pelear: muchos ovo que aviendo respeto á su acostumbrada virtud, dejaban de huir de manifiesto: ca rempujandose unos á otros se dañavan cayendo con muchas heridas que recibian, y no daban pocas los nobles, que quanto mas los suyos los dejavan, tanto mas cerca de los enemigos se hallavan. Gonzalo Fernandez puesto en un passo estrecho de un acequia, que las hazas no se (b) andaban por el agua de que las avian llenado los contrarios, con manos y lengua los detenie diciendo: "gozemos oy, señores, del error de los enemigos que tan descaudillados vienen y seamos capitaneados de vergüenza y no de temor, que si comunicamos el ardid, no participemos el huir: y nuestra huida bolva

(a) Con estos muertos deste dia mataron dos buenos cavalleros; á Juan Rodriguez Manjarrez y á Tristan de las Casas al cayde de Osuna que con la gente della y de Moron se metieron en la furia del peligro por sacar del al conde de Urueña, cuyos criados eran.

(b) Muchas veces los moros echavan en la Vega el agua de los rios Darro y Genil, quando para mas ofender ó mejor defender les convenia.

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