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mosla en ira y demos buelta.» E como fuesse la mas gente de rebaños y no conocida y los mas de perrochas, pocos le siguieron, y con algunos nobles por salvar á Diego Ximenez, adalid, que aunque con esfuerzo faltavale sangre y fuerza, le hirieron y el cavallo muerto. Mendoza de que lo vido salpicado de sudor y sangre, tomad, señor, dijo él, este, ca de pie no vos podreys salvar lo que yo sí." E como arreziase el peligro, los christianos ni guardavan capitan, ni acatavan dignidad, antes assi como los unos el lugar que vivo tomavan, muerto lo ocupavan, assi otros davan lugar á las arremetidas de los moros, el peligro de los quales Gonzalo Fernandez en poco tenia por conservar el honor de la capitania. Ca como á los otros capitanes recibido reves menoscabavan en autoridad, este de tal manera en la quistion se avia que crecia su mandar. Salidos de alli algo mas adelante fue tan recia el aguijada que los moros, que ocupados los animos en la matanza tenian dieron, que aquel (a) Mendoza mataron; la muger del qual Gonzalo Fernandez contino sostiene, y á sus hijas dotó largo. Por consiguiente en el real essa noche ovo tristeza: pero no mayor que llanto en la ciudad. Otras muchas cosas que seria obra no ligera de contar, hizo en las dichas guerras este Gonzalo Fernandez, continuando las entradas y almogavarias y escaramuzas, cercos y combates, assi yendo con el rey como con capitanes generales que en el Andalucia ovo en aquel tiempo, y muchas entradas por si con su gente y veces con mas allegadiza y el recabdo que puso mediante el peligro en que estuvo, con

(a) Este Yñigo de Mendoza era de Baeza hijo de un cavallero de aquella ciudad que decian Rodrigo de Mendoza.

trecientas lanzas y mil peones para assegurar las recuas que yvan al real donde el rey estava sobre Coin y Cártama; y el sobrepujar que tuvo su esfuerzo con osadia quando entró por mandado del rey y la reyna (a) en Alhama dende Antequera con gente suya y della y de los capitanes Rodrigo de Torres y Miguel de Ansa, teniendola cercada Muley Bulahacen rey de Granada la segunda vez, la entrada del qual quanto á los moros pesó los cercados se fortificaron, por el provecho que á su necessidad les vino, no menos de gente que de la polvora y almacen que les metió, que tenian gran falta sus vallestas y tiros: que tan menos le conocian, tirandole quanto á los moros que juntos todos llegaron á la puerta de la fortaleza por donde entró al alva del dia; y de la salida que escapó cuando tentó (6) de sacar del corral de Granada los cativos el año que la embidia obró su oficio, y lo desvió segun suele estorvar las grandes hazañas.

de

Trato de la entrega de Granada.

Como durasse el sitio sobre Granada ovo lugar muchas veces de saver Gonzalo Fernandez del rey della, al qual certificava era su tam servidor como quando tenia

(a) Esta entrada en Alhama fue por avril de mil y cuatrocientos ochenta y dos años.

(b) Este sacar del corral de Granada los cativos, fue un ardid muy singular y esforzado y espiado, y bien tentado por Gonzalo Fernandez. Y llegado gran numero de gente y capitanes para efetuallo, y puesto á pie cerca de los molinos, que allí á la subida estan, al tiempo del sobir aqui, ovo tantos inconvinientes mas de enbidia que de temor, que cessó el mas honrarado hecho que en nuestros tiempos ha acaecido en España.

mandamiento del rey y de la reyna para le seguir. El rey mozo que era agradecido holgava dello. Comunicando se esta cosa, seyendo terceros las espias que Gonzalo Fernannandez tenia contino en la ciudad, ratificaron la fabla, que tiempo avia era entre ellos passada, de que si le hiciesse el rey y la reyna tal partido, les entregaria á Granada. Esto llegó á estado de trato: y para efetuallo era necessario persona del rey y de la reyna, de quien el rey mozo se fiasse, porque el temia de la furia del pueblo sabiendolo. "Yo, señores, dijo Gonzalo Fernandez al rey y á la reyna, ire á la puerta de Nexte, donde el rey dice hallaré al Muley» Gonzalo Fernandez, le dixeron, por la poca seguridad que (a) ay de Holeylas, que es la guya, cessará vuestra entrada de que ay necessidad; porque este haciendo doble con la ciudad el trato con vuestra persona, que mas que aquel le tiene se perderá; porque Fernando de Zafra, que allá tarda, se cree lo ayan muerto 6 preso (b). "Poderosos señores, quando se ofrece tal caso en que hombre pueda mostrar virtud sirviendo á sus señores, no ha de abatir su animo á semejante obra, ni se deve temer trabajo presente, ni recelar el daño futuro. Con el ayuda de Dios cuya causa principal es, yo iré esta noche con Holeylas al lugar por el rey señalado y llevaré uno mio

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(a) Este Hamete Holeylas fue un vecino de Granada que salia al real muchas veces secreto con el trato.

(b) Nomillo se quexaha á Gayo Cesar porque le encomendava pocas cosas peligrosas, diciendo que su hermosa edad perecia sin la ocupar en cosas famosas. Assi en esta entrada Gonzalo Fernandez mas pensava en lo que servia que no á lo que se ponia. Ca como le dixesse la reyna que mirasse yva gran peligro; yo poderosa señora, dijo él, desta entrada no se lo que ha de ser; mas se lo que puede ser , que bien ansi como todas las cosas pueden acaecer, asi sé que no han de acaecer todas.

nasse,

que sabe guyar fuera de los lugares y passos assechosos>> Por ende vuestra alteza mande hacer memorial de lo que con el rey se ha de assentar. Al quarto de la modorra, con animo enhiesto, sin que ningun peligro le apassiosalió del real, hurtandose de las guardas: antes de la luz primera llegó á la Alhambra donde halló con el rey á los Alfaquies Chorrud y el Pequeni, y el alcayde Muley, y secretario Fernando de Zafra; los quales assentados los partidos y hechos en capitulos: decid, señor, (dijo el Muley 1 Gonzalo Fernandez) qué certidumbre se terná del rey y de la reyna? dexen al rey mi señor las Alpujarras que es el primero capítulo de nuestra negociacion, y como á pariente que prometen le tratarán. El debdo y tierras, dijo Gonzalo Hernandez, señor alcayde, durará quanto duraré su señoría en el servicio de sus altezas: » y concluydo lo de Granada con la entrega della segundo dia del año de mil y quatrocientos noventa y dos, Gonzalo Hernandez con su muger quedó en ella con intencion de tomar emienda del trabajo passado: y de allí fué llamado por el rey y la reyna al tiempo del nacer la guerra en Ytalia y despierta la de Nápoles al qual mandaron ir á aquel reyno por capitan general, donde se le recreció muy gran colmo á sus muchas y grandes hazañas con las grandes guerras que en Ytalia y Nápoles á los franceses hizo; y á reyes y á príncipes y á grandes señores y señorías que lo siguieron ; é batallas que venció, y combates que á muchas ciudades y villas y castillos dió; con muchos turcos que destruyó hasta que pacifico el reyno de Napoles al rey en persona entregó y (a) higado dió: que fueron tantas y tales que aque

(a) El hígado dice, porque aquí en Nápoles hizo el Gran

llas diciendo ó escriviendo, aunque con sobrado ingenio, se harian menos de lo que fueron. Los quales franceses decian si el (a) esfuerzo de Lucio Dentado feneció, con Gonzalo Hernandez renació; pues con su estada en Ytalia toda cosa reverdece, y aquel pueblo es mas cerca á la guerra que está lejos de su encomienda, ca contino lo tenemos presente acordándonos de su presteza sabida. El qual ydo á Nápoles, que con los exércitos enemigos titubeava, porque Ytalia de los franceses era passeada, de los quales los campos plantó, y tan vacia de bivos la dejó quando la holló como llena la halló. A los quales franceses cerca de los ytalianos era otorgada la gloria del conquistar, hasta que vieron á Gonzalo Hernandez tan delantero guerrero que mas con obra que con sozobra atormentava. E continuando aquella costumbre de griegos y romanos que con los claros y maravillosos capitanes acostumbravan, aunque enemigos, hacer, de dalle renombre, bien assi á este Gonzalo Hernandez, en quien vieron las bondades pertenecientes á buen consul, con lleno consentimiento de todos le apellidaron Gran Capitan, por le ver subir á tan alta cumbre que en crecimiento de dignidades le esperavan ver: y demas deste nuevo nombre ganó docientos estandartes, y vanderas que tomó en batallas y

Capitan al ley un rico presente de un Balax nombrado y estimado por mejor de las piezas excelentes de los joyeles de Ytalia que llaman el hígado: y que de aquel su alteza se sirviesse porque era pedazo de los buenos que le quedaban para su servicio. Muchos afirman valia mas de veinte mil ducados aquel jovel.

(a) Marco Varron, que fué valiente historiador y esforzado cavallero, pone que en este Lucio dentado feneció la fortaleza de los romanos, y que tuvo mas claro resplendor de esfuerzo que ninguno de los que en su tiempo fueron.

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