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reencuentros y combates que venció, y mas la manada de (a) estados que dejó, que son tres veces duque, de Terranova y de Sesa y de Santángelo, y marques de Vitonto y gran condestable del reyno de Nápoles: lo qual todo ganó en aquellas guerras, con mas que comió en la mesa con los reyes de Aragon y Francia en la ciudad de Saona donde le dijo el rey en su frances. "Gozado me he, famoso (6) Gran Capitan, señor, en aver visto vuestra persona, por no admirarme de vuestra obra, la qual bien se concuerda con vuestro linage y fama:» Los quales grados de onores tampoco ensobervecieron la grandeza de su animo, quanto primero no le avian abajado la delgadez que tuvo de lo necessario; antes aquellos estados recibió y posseyó con no mas mudanza que si los de sus abuelos heredara, (c) honrando las dignidades; y no aquellas á el.

Recebimientos que al Gran Capitan se hicieron.

En España venido el Gran Capitan á pocos dias despues que el cathólico rey desembarcó, se le hicieron muchos recebimientos: del número de los quales tres, Valencia, Burgos, Santiago de Galicia contaré.

(a) En estos estados y señoríos ay nueve obispados y un arzobispado, la provision de lo qual era al Gran Capitan que los adquirió por su propia virtud, y nuevos fechos con mas gloria que si eredara de sus passados la potencia y riqueza dellos.

(b) Assi grave se mostró el Gran Capitan al tiempo que el rey de Francia aqui le hablava quanto en armas era reputado poderoso; y que no menos valiente decian los franceses era en sabiduría que en grandeza de corazon: ca por igual le tenian en buenas costumbres con sus hechos maravillosos de guerra.

(c) A las virtudes no crece honor (dice Boccio) por las dignidades; mas á las dignidades por las virtudes; bien assi el Gran

Recebimiento de Valencia.

En Valencia, á do por la mar vino, la reyna Germama que la governacion della tenia, mandó todos estados de aquella insigne ciudad le saliessen á recebir enviándole los nobles de alli mulas y cavallos bien aderezados, para que dende el puerto á la ciudad él y los suyos viniessen. Muchos afirman que alli se hallaron, que solo palio (para ser bastante recebimiento de un gran príncipe) faltó, porque aliende de la gente eclesiástica que muy ricos y ataviados salieron con los grandes y cavalleros, aquel dia fueron vistas todas las señoras, damas y doncellas de la ciudad y tierra: estando las calles plazas y ventanas tan llenas de todo género de hombres y mugeres, que decian avia muchos tiempos igual ni tanta gente fué junta en fiesta. Vinieron con él á las casas del conde de Oliva, que le dexó libres en que posasse muy rica y lindamente ataviadas en que en cinco quadras ovo cinco camas de seda y brocado y las salas de rica tapicería entoldadas, con mucha abundancia de olores, frutas y conservas que los oficiales deste conde proveyeron. Aqui el Gran Capitan dende algunos dias que avia tomado de reposo, mandó á los suyos que se aderezassen para ir á la córte, y mandóles dar cinco mil varas de seda ansi á sus cavalleros y gente como á otros que con el desembarcaron.

Capitan en tal manera administrava sus señoríos, que mas honra dava él a ellos y á su estado, que su estado y señoríos á él.

En Burgos.

Salido el Gran Capitan de Valencia con no menos acompañamiento que le fue fecho recebimiento, llegó á Burgos do estaba el cathólico rey que mandó le fuesse fecho solene recebimiento en que lejos de la ciudad salió en orden toda la copia de la córte prelados, grandes y cavalleros, capellan mayor, capellanes, presidente y consejos. y inquisicion y órdenes, y contadores mayores y comendadores mayores de las órdenes de Santiago, Calatrava y Alcántara, y los comendadores de ellas y la justicia real y la ciudad y regidores y cavalleros della hasta llegar á palacio, do primero todos los suyos por orden besaron las manos al rey, que alegremente los recibió y al Gran Capitan para lo abrazar de la silla largo se apartó, y asi le dixo: "Gran Capitan (a), la ventaja que á los vuestros llevays en la guerra, en la paz vos han tomado oy: » con otras palabras muchas de placer y en aquella misnía orden que llegó á palacio por el mismo mandamiento real le fueron á dexar en su posada que fué las casas de Covarruvias, principales de aquella ciudad excelente.

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En Santiago de Galicia.

Morando muchos dias el Gran Capitan en la córte tuvo cargo de procurar con entera voluntad por los que en

(a) Esto desta ventaja decía el rey porque el Gran Capitan acostumbrava ser el primero en la lid y el postrero que della salia.

el reyno avian fecho atrevimientos, de los que suele acaecer en ausencia del rey y poca color de justicia: en el qual oficio aprovecho mucho y á muchos, á los unos el rey los admitiesse á su servicio y á otros que les hiciesse mercedes en lo qual tardó mas de lo que el quisiera para ir á Santiago, que era jornada por el prometida y mucho desseada; y antes que otros estorvos de agenos negocios le ocupassen, entró en aquel reyno. El arzobispo, que su venida supo de improviso, le hizo un tal recebimiento qual á su persona convenia; saliendo él y sus cardenales clérigos y cavalleros, y nobles de aquella ciudad y tierra lexos á lo recebir muy honradamente; y llegado á Santiago, aposentole en sus casas ricamente aderezadas y entoldadas. E aqui dende algunos dias el Gran Capitan adoleció. Este arzobispo de Santiago (don Alonso de Fonseca) usando de su animo liberal proveyó tan abundantemente de todo lo necessario á su dolencia no solo de la ciudad, mas de Portugal y Castilla mandó traer cosas necessarias para su cura con mas mandando en la ciudad y tierra que ninguna cosa se vendiesse ni diesse para la casa y despensa del Gran Capitan, ni para ningun cavallero ni persona de las suyas, ca era tan abundantemente lo que de la despensa y casa del arzobispo se dava de todo linage de pescados de mar y rio, carnes, aves, vinos, conservas, frutas, con todo lo á mantenimiento necessario, de lexos, y cerca traydo, que avia para proveer á mucho número de gentes. Ca sus oficiales tanta diligencia ponian en esto como si fuera su propio señor el enfermo. Tengo sabido de persona bien digna de fé muchas personas estrangeras que allí en Santiago se hallaron, con tomar nombre de ser del Gran Capitan, á las bueltas tomavan de aquellos mon

tones muy otorgadas raciones: y los mismos mayordomos del arzobispo los conocian ser estrangeros y holgavan ser engañados dellos. Puesto en mejoría el Gran Capitan para poder caminar al tiempo que se quiso partir, despues de los ofrecimientos que entre él y el arzobispo passaron segun costumbre de grandes y uso de señores: le dixo: “Aqui, señor, me parece que no menos vuestra casa sana el cuerpo que vuestra yglesia el alma: ca assi es por cierto mediante Dios la diligencia que en mi dolencia han puesto, vuestros criados y su solicitud me ha dado la salud.»

E dió el Gran Capitan en esta jornada á la yglesía de Santiago, porque toviessen cargo los cardenales y señores della, de hacer una fiesta cada año de bisperas y missa, treynta mil maravedis de juro y muchos ornamentos de seda y brocado y una lámpara muy rica de plata dorada.

Los quales tres recebimientos por triunfos podrian passar si los pusiera en tal estilo escritor que no escreviera corto, que he por mejor callar que de lo mucho dezir poco.

Como despues de venida la nueva de la batalla de Revena mandó el rey ir al Gran Capitan á Ytalia.

Estando el rey en Burgos le llegó certeza de la batalla que sus gentes y del papa y venecianos, y los mas de la liga ovieron con los franceses cerca de Revena, do de una parte y de la otra murieron la mayor parte de las dos huestes, en especial de los franceses; por lo qual fué necessario enviar gente nueva y capitan esperimentado en Ytalia. Los descarriados que era la parte mayor davan las bozes por el Gran Capitan que en Roma quando llamaban á Ca

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