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Respuesta que en persona de los cavalleros dió Rodrigo de Bivero al Gran Capitan.

"No será necessario decir á vuestra señoría la tristeza que estos cavalleros han tomado con la habla que les ha dado; pues su misma alteracion lo muestra, de que nos pesa tanto que otra ninguna nueva nos oviera alterado mas. Porque se alegravan quanto realegrar se podian en yr á la Ytalia con consul resplandeciente en dignidad y gloria y esperiencia de guerra, ques la parte principal de la empresa: porque presente vuestra virtud poco temor se tenia á toda multitud; pues otro (a) Salinator llevamos por avanguarda, en especial yendo á empresa de la defension de la Yglesia y con capitan que su uso es ayudar lo perseguido, á cuyo exemplo desseamos bivir. Bien quisieramos, señor ilustrísimo, que pues no han valido amonestamientos con los franceses en Ytalia, vieran vuestras fuerzas en Francia; porque de aquellas en Dios fiando nos resultara dignidades, riquezas y honores, que son devidas á los vuestros por el gran poderío y gloria de vuestra excelente persona: porque ante los ojos teniamos esta passada nos fuera onor increible, pues que yvamos con caudillo que sus bien aventura

(a) Dice Justino que quando este Livio Salinator venció á Asdrubal mas con su persona que con demasía de gente, porque aquella no igualava con el exército contrario, le fué dicho que muchos de los franceses estavan derramados y sin capitan, y que facil cosa seria vencerlos con poca gente: respondió que convenía dejar algunos para su mal contar y contar su vitoria, y que el solo nombre de Salinator ponia espanto en los enemigos.

das hazañas y loables vencimientos de batallas dan claridad en el mundo, de que toda sana boca habla. El pe— sar que estos cavalleros tienen melezina con que saben que vuestra señoría ilustre los tiene por perpetuos servidores, y por tales umilmente pedimos haya memoria de nos mandar pucs aquella misma retenemos para obedecer y agradecer la benivolencia con que nos ha tratado.

Mercedes que el Gran Capitan dió á los cavalleros y otras gentes que avian de passar con él á la Ytalia, quando del se despidieron.

Ydos estos cavalleros á sus posadas, este Gran Capitan se fué á su cámara do les mandó embiar dineros y cavallos, plata, brocado y seda y ropas y perlas á cada uno segun quien era y costa traya: y no menos á los que estavan en Córdova, Málaga, y en otras partes aposentados: y aquella mesma cura tuvo de los alabarderos de la guarda del rey y gente de cavallo de aquella y de otros oficiales y personas que de grandes y otros señores se avian despedido para ir con él en esta jornada: á lo qual todo como fuesse presente un su criado: Estos cavalleros y gentes, (dijo aquel) á serviros, señor, vinieron y para que repartiessedes de lo ageno y conservar lo vuestro : oy veo lo que dice (a) Fectora; que naturalmente nacen los hombres liberales. O, señor, cómo esta vuestra cámara tiene suelo, y en vuestra casa no lo de (b) Craso! Ca en este repartir

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Este Fectora fué filósofo.

Este fué Marco Craso que tanto abundó en bienes que

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deve vuestra señoría ilustre seguir lo que dice Valerio: que ansí como hombre no ha de dar mas poco de lo que deve, menos deve dar mas de lo que puede que si Scipion y otros principales davan dádivas crecidas á los guerreros, era del despojo de los enemigos. No sé yo, señor, que excesso hicieron estos vuestros bienes con tanto polvo y peligro ganados, que assi los meteys á saco; que por cierto no se lee en un dia dar uno de lo propio suyo lo que aveys dado oy á muchos de lo vuestro. ¿Qué mas haria vuestra señoría al enemigo en su propia casa de lo que haceys oy en la vuestra? al qual respondió: (a) “Anda vete, amigo: ca las leyes de la guerra son ser el capitan clemente y tener la mano larga y boca prudente esse consejo que me das ser me ha de mala digestion, por no lo aver acostumbrado en ninguna de mis edades, ni seria bien aconsejado si de nuevo lo principiasse. Ca cosa convenible es al que tiene cargo de gente no menos la franqueza que el honroso exercicio de la guerra; la qual assi como el capitan ha de punir corto, debe repartir largo; pues no menos es de culparle ser vencido por liberalidad que por armas. Mira que estos cavalleros veen y yo lo siento quan gastados estan, assi en el ornamento de sus personas, como en el gran gasto que los suyos cada dia les hacen; y si bolviessen á sus tierras pobres, sus vecinos aborrecerian el oficio militar que es mas noble. Acuérdate

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con el fruto de la riqueza dellos sostenia el grande exército que traya.

(a) La liberalidad del excelente emperador Tito increpada de los suyos porque dava todo lo que le pedian: ingratitud (les respondió) es no dar á aquellos que les falta, pues ellos no le faltavan. Assi aquí el Gran Capitan reparte y dá bienes á los que bienes le desseavan, aunque no se los demandavan.

de aquella palabra que decia esse Scipion que dices, que mas queria conservar un cavallero que destruyr mil enemigos. Ca bien ves que si nos faltare caudal, no nos faltarán amigos de verdad; que el varon no se ha de someter á baxos pensamientos, pues la razon á lo mas bueno nos lleva.»

Como el Gran Capitan vino á la ciudad de Loxa donde adoleció, y fué á Granada donde feneció.

Derramada esta fama de liberalidad y alegre conversacion que con estos cavalleros y gentes el Gran Capitan hizo, creció en los corazones de los hombres tenerle tanto amor que todos unánimes desseavan servirle y seguille: y ansi con él y con la duquesa su muger vinieron acompañándolos hasta la ciudad de Loxa, que le fué dada con la justicia y tenencia della para su aposentamiento. E aquí tornó á mandar hazer nóminas de segundo repartimiento, tan colmadas como la otra vez; y en estas liberalidades se conoció dél tanto se realegraba en el dar, quanto penas, gemidos y cuidados tienen los avarientos en el guardar. Quedaron con él cinquenta cavalleros de sus continos y criados, con otra mucha gente, á los quales tenia en uso de bivir sin bollicios, limpios de reniegos, juegos y adulterios y en esta observancia allí moraron casi tres años, usando marido y muger de aquel su oficio de liberalidad y charidad: do dieron testimonio hazian vida á voluntad del que dá la vida. E aquí adoleció de quartana en el mes de agosto; de la qual dolencia sus dias fenecieron en Granada de (a) edad de sesenta y

(a) Esta edad no sabida, en el meneo de la persona, cabe

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dos años y dos meses á dos dias del mes de diciembre de mil y quinientos y quince años, domingo antes del dia, estando rodeado de su muger y hija y criados y servidores (a) y sabios y claros religiosos á arbitro y parecer de los quales repassó y corrigió su testamento y comunicó su vida passada, y recibió con tiempo los santos sacramentos de la santa yglesia con tantas lágrimas y devocion que dieron fé de su buen fin. Hizo de nuevo grandes mandas y limosnas aliende de las fechas, con mas cinquenta mil missas que le dixessen en aquellos monesterios y yglesias que mas necessidad toviessen.

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Fué depositado su cuerpo en la capilla mayor de San Francisco de aquella solenne y nombrada gran ciudad, con (¿) grandes llantos y gemidos del pueblo y tierra que concurrió á las honras: donde todas las dignidades y beneficiados del cabildo de la yglesia mayor y capellan mayor y capellanes de la capilla real, y clérigos de las yglesias y religiosos de los monesterios de la dicha ciudad, vinieron los nueve dias de su honras , en que se

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llos, barba, dientes y cara, por enteros cinquenta años no le juzgaran. 90776I

(a) Fueron estos religiosos que aquí estovieron Fr. Pedro de Alva, prior de San Geronimo de Granada, que quedó con la duquesa por albacea, y el provincial Fr. Pedro de Montes Doca, y el guardian Fr. Antonio de Criales, en buena vida y costumbres my aprovados. A este dicho prior Fr. Pedro de Alva por su abilidad, vida, virtud y fama el emperador nuestro señor de dió el arzobispado de Granada.

ció

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(b). Una cosa se vido aquí que por la novedad della me pareponer; que todos los dias de las honras con muchos más to dos los vecinos de la ciudad sin ser citados por ruego, ni-mandamiento, dejaron sus tiendas, tratos, oficios y lavores, yyyan cada dia á San Francisco hombres y mugeres, assi viejos como nuevos christianos, enternecidos de dolor, mostrando cada uno la tristeza en la cara del pesar que tenia en el alma. obsmit

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