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rones que florecieron en España en nobleza y grandeza; cuyo M. S. se custodia en la librería del condestable de Castilla, se habla en el cap. 249 del linage de los Pulgares; aludiéndose al escudo de armas que se concedió á Hernando del Pulgar por la victoria del Zenete: "Fernan Perez del Pulgar caballero de grande esfuerzo hizo cosas muy señaladas en la conquista del reyno de Granada , y los Reyes Católicos le hicieron señor del Salar y alcaide de allí, y otras muchas honras y mercedes en Granada, Alhama, Hayena y Loja, donde estan hoy sus sucesores. Son sus armas un leon en pié con una bandera en campo azul y blanco, con once castillos al rededor." d. “Hízole el señor Rey Católico merced (dice otro escritor, emparentado con la familia de Pulgar) de un nuevo escudo de armas , por su real cédula fecha en Baza, en 29 de diciembre de 1489, refrendada de Fernan Alvarez de Toledo.” (Aquí inserta las palabras literales de dieho documento, en que se hace mérito de la victoria que alcanzó Pulgar en el campo del Zenete). Prosigue esta cédula refiriendo otras distintas hazañas y proezas, y señala S. M. por blasones leon rapante en campo blanco, con una lanza en las manos, y por bandera en la punta de ella una toca blanca, echado un nudo, y por cintera de dicho escudo once castillos de oro en campo rojo, con un blason que le cerca y dice: tal debe el hombre ser como quiere parecer. (Historia de la casa de Herrasti).

Hasta un literato extrangero, muy prendado de las glorias de España, y que habiendo permanecido recientemente algu– nos meses en Granada cobró mucha aficion á las cosas de aquela ciudad, ha mencionado en una de sus obras la hazaña de Hernando del Pulgar, sin olvidar la que en los campos de Guadix le grangeó tanto renombre. "En esto se acercaba el enemigo, , y con la diversidad de voluntades iba creciendo la confusion. Unos como buenos caballeros querian batirse y esperar al enemigo: otros, que eran voluntarios y gente allegadiza, solo pensaban en asegurar sus personas huyendo. Para terminar la disputa, mandaron los capitanes al alferez que vol

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vicse la bandera, y fuese delante contra los moros. El alferez se mostró indeciso, y la tropa iba ya á entregarse á una fuga desordenada. Entonces un escudero de la guardia del rey, que se llamaba Hernan Perez del Pulgar, y era alcaide de la fortaleza del Salar, se puso al frente de todos, y atando al extremo de su lanza un pañuelo por via de enseña, la levantó en alto, diciendo: caballeros, ¿parà que tomamos armas en las manos si hacemos consistir la salud en la ligereza de nuestros pies? Hoy se ha de ver quien es el hombre esforzado, y quien es el cobarde: el que se hallare con ánimo de pelear, no carecerá de bandera, si quisiese seguir esta toca. Di– velvió cho esto y ondeando aquella bandera sobre su cabeza, su caballo y arremetió á los moros con denuedo. Este exemplo animó á todos los caballeros, y movidos unos de su voluntad, y otros vencidos de la vergüenza, siguieron al valeroso Pulgar, y entraron con algazara en la pelea.

Los moros apenas tuvieron esfuerzo para resistir el pri-, mer encuentro. Arrebatados de un terror pánico, se pusieron en huida, y fueron perseguidos por los cristianos con mucha pérdida hasta cerca de Guadix. Trescientos moros que¬ daron tendidos en el campo, y fueron despojados por los vencedores; algunos cayeron prisioneros; y los caballeros cris-, tianos, con su cabalgada y muchas acémilas cargadas de despojos, regresaron al real, donde entraron en triunfo llevando delante la bandera singular que los habia conducido á la victoria.

El instruido de esta hazaña de Hernan Perez del rey Pulgar, le armó caballero, y en memoria de tan bizarro hecho le dió licencia para traer por armas una lanza con una toca, juntamente con un castillo y doce leones. Por esta yi otras proezas semejantes fue muy distinguido el esforzado Pulgar en las guerras de Granada, y ganó tanta nombradía que vino á ser llamado, el de las hazañas”

NUMERO 9.o

Certificacion dada por Fernando de Zafra, secretario de los Reyes Católicos, en la qual se expresa el modo y forma que se tuvo para armar caballero de espuela dorada á Fernando del Pulgar, y por qué hazañas: el tenor de este documento es el siguiente:

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Estando el muy alto y muy poderoso príncipe el rey nuestro señor en el real que tiene sobre la ciudad de Baza con muchos grandes caballeros de sus reynos, hoy dia de la fecha de esta certificacion é testimonio, que se cuentan diez y siete dias del mes de agosto, año del nacimiento de nuestro Señor Jesucristo de 1489, en presencia de mí Fernando de Zafra, secretario de S. A., é testigos infrascriptos, pareció presente Fernando Perez del Pulgar, contínuo de su casa é su alcaide de la fortaleza del Salar, armado de todas armas, é don An-, tonio de la Cueva, é don Francisco Bazan sus padrinos; é dijo que él habia servido á S. A. en su real casa é en la conquista de este reyno en muchas ocasiones, é en sustener la fortaleza del Salár, é últimamente ayer en el reencuentro que huvo con el caudillo de Guadix é alcaides del Zenete, en el campo del dicho Zeneté é de la ciudad de Guadix, donde porque la bandera no quiso volver á los moros, tomó una toca de lienzo, é la puso en su lanza, é persuadió á algunos cabaHeros á que volviesen á los moros que venian en su alcance, é que tuviesen aquella toca por bandera ; é volviendo á ellos los desbarataron, prendieron y mataron muchos moros, y entre ellos fueron presos y muertos los once alcaides del Zenete. Por lo qual los christianos volvieron salvos y victoriosos al dicho real con su cavalgadura, é porque él era home fijodalgo de Solar conocido á fuer de España, é para mas se ennoblecer le suplicaba á S. A. fuese servido de armarle caba

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llero, porque él fuese mas honrado, é él é sus hijos mas obligados á le servir. Lo qual oido por el rey nuestro señor, tomó informacion de los presentes de todo lo dicho, é falló ser cierto; é considerando que los servicios de los nobles son dignos de remuneracion é que los del dicho Fernando Perez del Pulgar son tales que merece por ello mucho galardon, demandó una espada al capitan Diego de Agüero su criado, el qual se la dió fuera de la vaina, y S. A. la tomó en su mano, é dixo al dicho Fernando del Pulgar, dándole tres golpes con la espada en la cabeza: Dios nuestro Señor é el Apóstol Santiago vos fagan buen caballero; que yo vos armo caballero. E mandó á don Diego Lopez Pacheco, duque de Escalona, le calzase las espuelas, y le calzó unas doradas, y dijo que mandaba y mandó se le diese al dicho Fernan Perez del Pulgar todas é qualesquier albalaes que fuesen necesarias, para que le fuesen guardadas todas las gracias, mercedes é franquezas, exenciones é prerogativas é inmunidades, é todas las otras cosas é cada una de ellas que se suelen guar÷ dar á todos los otros fijosdalgo, armados caballeros por S. A. E luego el dicho Fernan Perez del Pulgar besó su real mano por la merced que le habia fecho, y le suplicó le diese licencia para que en lugar de las armas de su linage pusiese otras, que denotasen este hecho y S. A. asi lo mandó, y á mí el infrascripto secretario le diese certificacion é testimonio de ello para guarda de su derecho. E por tanto yo Fernando de Zafra, secretario de S. A., certifico todo lo suso dicho, que pasó en mi presencia, siendo testigos los muy magníficos señores don Alonso de Cárdenas, maestre de Santiago, é don Diego Lopez Pacheco, duque de Escalona, é don Diego Fernandez de Córdoba, conde de Cabra, é otros muchos grandes, é señores, é caballeros. Fecho en el real de sobre Baza el dicho dia, mes y año. Fernando de Zafra. S (Archivo de la casa del Salar).

NUMERO 10.

Real cédula de S. M. el señor rey don Fernando firmada de su real mano y refrendada de Fernan Alvarez de Toledo, su fecha en Baza á 29 de diciembre de 1489, escrita en pergamino, pendientes las armas reales de filos de seda de colores, por la cual se hace merced al dicho Fernando Perez del Pulgar de cierto escudo de armas para sí y sus sucesores, por razon de cierta batalla que consiguió; y es como sigue:

"Don Fernando etc. Por quanto vos Fernando del Pulgar, continuo de mi casa y mi alcaide de la fortaleza del Salar, con celo de nuestra fée católica y deseo de mi servicio, vos habeis puesto á grandes trabajos y discrimines en muchas batallas y reencuen tros habidos contra los moros en la conquista que yo tengo contra el reino de Granada, y especialmente en una batalla que se hovo contra el caudillo de Guadix, é capitanes, é alcaides del rey de Guadix é de su Zenete, en el campo de dicho Zenete que es cerca de la ciudad de Guadix, donde por vuestro buen esfuerzo y diligencia, no queriendo volver la bandera que las gentes que de este reino fueron llevaban, fecisteis vos bandera de una toca, é la pusisteis en vuestra lanza, é yendo con ella contra los dichos moros, fué causa que se juntasen á ella algunos caballeros, é cobrasen esfuerzo para vencerlos, como fue vencida la dicha batalla, donde fueron muertos muchos de los dichos moros, asi caballeros como peones; é otrosi en los trabajos é peligros continuos que habeis habido en la dicha guerra de los dichos moros, estando en la fortaleza del Salar y en la defensa de la ciudad de Alhama, en las quales cosas se ha mostrado claro tener inclinacion natural á la disciplina militar , y ser hábil para la orden de caballeria, é venir de tal sangre é linage, que teneis capacidad para relucir toda honra y dignidad. Lo qual por mi

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