AL QUE LEYERE.

M

UY inclinado estuve à proponer aqui las mu chas y graves dificultades, que ocurrieron en las materias de este libro, por intervenir la circunstancia de no poderse esperar à vista del modo llano y corriente con que los Autores ofrecen el asunto: y empezando con esta buena fe, se hizo mas estraña la inopinada novedad de hallar todo el camino lleno de espinas, de espesura, y de menos seguridad donde mas sendas. Es increible las perplegidades y embarazos que à cada paso ocurren al internarse en el campo de Oca, de Valpuesta, y de Burgos: pero como el insinuarlo puede servir de alguna prevención para que el Lector disculpe al que camina sin guia y entre sombras; no he queri, do detenerme en ponderarlo, juzgando mas acertado dar la accion al que lea, sobre que forme el juicio que la Obra mereciere.

Es comun entre los Autores que la Sede Pontificia de Burgos empezó en Oca, pasó à Valpuesta, vino à Gamonal, entró en Burgos, residió en S. Lorenzo, y paró donde existe. Verificado esto (en que no dudan) era el camino largo, pero sabido, y no de mucha pena, por intervenir en ello solamente una Iglesia. Pero encontrando despues que no era una, sino tres; es increible la dificultad acrecentada para discernir y dar à cada una lo suyo, quando todo se halla amontonado en una.

Investigando sobre esto quanto pude en mi Estudio, pude poco. Vencian las dificultades à mis conatos: y deseando no darme por vencido del trabajo, pasé à Burgos, à buscar en la

San

Santa Iglesia y en los Monasterios del contorno, alguna luz. Todos me abrieron las puertas con liberalidad y franqueza: mas ponderaré bien la dificultad, ò mi rudeza, si aun con tal patrocinio confesáre, como confieso, que todavia no queda mi deseo satisfecho.

El Ilustrisimo Cabildo de la Iglesia Metropolitana me honró tanto, que puedo confesar pasó mas allá de mi esperanza. Franqueóme sus Protocolos: y ya que aun asi no alcánce yo à disolver todas mis dudas, con todo eso me queda la satisfacion de servirla con un copioso numero de noticias hasta hoy no publicadas, que la dedico y sacrifico gustoso, y perpetuamente agradecido, porque la puedo decir de tuis donis ac datis.

El Cabildo de la insigne Colegiata de Valpuesta, fino tambien à competencia, me comunicó sus Protocolos. Otras Ilustres Colegiatas de la Diocesi, y los insignes Monasterios Benedictinos, los de S. Geronymo, S. Domingo, y Militar Orden de la Merced, con las Hustrisimas Señoras de las Huelgas, y su Real Hospital, todos se han esmerado en comunicarme Documentos. D. Francisco Garcia Delgado, Capellan en el Real Monasterio de las Huelgas, se ha esmerado con sumo empeño en manifestar el grande amor y zelo por su patria, buscando Documentos, y no perdonando à fatigas por servirme en lo mu cho que he fiado à su infatigable diligencia. A todos y cada uno doy las mas rendidas gracias: pues sin tales auxilios no pudiera haber formado éste, y el Tomo siguiente, que trata de las Colegiatas, Monasterios principales, y Santos de la Diocesi, con otras cosas particulares de Burgos.

Manuscritos de la Sta. Iglesia, alegados en este Libro.

Acerca de los Protocolos, Becerros, ò Tumbes de la Catedral, debo advertir son dos, ambos con titulo de Donaciones y Privilegios: el uno rotulado Libro primero, y el otro, Libro segundo. Estos son los que para calificacion de lo aqui referido alegamos con titulo de Tomo 1. ò Tomo 2. Pero advierto, que en el siglo precedente citaban estas Escrituras alegando el libro 1. para las que hoy se hallan en el 2. Esto supone que alguno mudó los rotulos. El que hoy tiene el numero primero, es de Escrituras pertenecientes al Cabildo: el segundo, de las otorgadas à favor de la Sede. Ambos son de pergaming en folio gran

de,

de, hechos en el siglo XIII. de orden del esclarecido Canonigo de esta S. Iglesia el Cardenal D. Gil de Torres, de quien hablamos aqui sobre aquel siglo.

Otro libro de los franqueados por la S. Iglesia, y muy citado aqui, és el Martirologio, o Calendario antiguo, tambien de pergamino grande, en que se halla el Cronicon muy citado en los Autores con titulo de Cronicon de la Catedral de Burgos, ò cosa semejante, impreso en Berganza, y en mi Tomo XXHI. Es un precioso libro por diferentes titulos: pues tiene el Marti rologio antiguo como le usaba nuestra Iglesia antes de los acrecentamientos que hoy incluye el Romano. Este Catalogo de Santos llena el centro de las planas, pero las margenes de uno y otro lado son como preciosas minas de noticias generales, y particulares de Burgos. La una es de Obitos, ò dias en que murieron personas principales, señalando por lo comun los años. La otra es de Memorias, Aniversarios, à Fiestas fundadas por los Fieles, con sus nombres, ò dignidades, en que se mezclan noticias muy singulares, como muestran los usos que de ellas se hacen en este libro. Encuadernaron tambien en este Martirologio varias Escrituras proprias de esta Sta. Iglesia, y algunas originales: y esto es lo que hallarás citado varias veces con nombre de Martirologio, no solo para las Memorias, sino para Escrituras, con motivo de haber encuadernado algunas al principio y al fin: y lo mismo sucede con la Memoria de Entierros citada aqui muchas veces, la qual se halla ácia el fin, donde algun curioso la escribió por haber hoja en blanco, y otros la continuaron. De todo esto se ha sacado y distribuido por los respectivos sitios, quanto halles con las citas de Tomo 1. ò 2. y del Martirologio, ò Calendario (que todo es uno) porque no apruebo la comun practica de escribir sin dar pruebas. Al fin van por entero varias Escrituras ineditas, por ser de mayor importancia: en las demás tengo por suficiente dar las citas.

No faltará.quien repare, y acaso vitupere, la serie que tal vez encontrará sobre Memorias de un Obispo, seguidas año por año, y algunas con la precisa mencion de haber confirmado una Escritura. Pero yo me alegrára tener perpetuos DoCumentos con que autorizar año por año las memorias de cada Obispo, para que asi constasen los desvelos con que velaban sobre sus ovejas: pero aun sin esto es apreciable qualquiera men'cion anual: porque segun el desaliño con que andan los Fastos

de los Prelados, suelen algunos introducir los que no huvo en el tiempo correspondiente à otro lo que no hicieran, si vieran, llenos los años de cada Pontificado. De esto hallará egemplares el que lea este libro.

Tambien es util la Memoria de los Capitulares, porque da noticia del Cabildo desde que se formalizaron las Iglesias y tal vez sirve para conocer el que ascendió à la Mitra, ò para calificar las memorias hechas por Escritores acerca de un sugeto antes no conocido.

.

ADVERTENCIA.

SOBRE LANTARON, PUEBLO ANTIGUO.

N la Tabla de los Condes de Castilla (puesta aqui en la pag. 67.) y tal vez en la materia, leerás Condes de Lantarón, nombre de lugar no conocido: y deseando yo tener noticia, no la pude conseguir en algunos años, hasta despues de impresos los pliegos respectivos. Ya he sabido, que en el confin de Alaba con Castilla, cerca de la Villa de Sobron, al otro lado del Ebro, hay un termino llamado Lantarón, y una Ermita en un alto sobre el mismo Rio, que llaman S. Martin de Lantarón, distante 14. leguas de Burgos, pero en su Diocesi. Este sitio y nombre de Lantarón, es muy proprio para la residencia de un Conde, que defendiese aquella tierra de las correrías de los Moros por el Ebro arriba. La ultima mencion del Conde de Lantarón es en el año de 935. en nombre del escla recido Fernan Gonzalez, que unió en sí todos estos Condados. Pero la Villa se despobló como otras.

ADICION SOBRE EL OBISPO D. PASQUAL, y el Infante D. Ramiro electo.

TRA cosa mas importante he descubierto despues de impresa la materia del libro, y del Obispo D. Pasqual, de quien se trata aqui en la pag. 243. sobre el año 1115. acerca de lo qual he hallado entre mis Mss. una Bula del Papa Pas qual II. copiada de otra que persevera en la S. Iglesia de To

le