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« por ellos que Dios nos perdone nuestros pecados. Amen." A loor y gloria de la Santísima Trinidad, y de la « Santísima Virgen María nuestra Señora, y de los biena«< venturados B. P. H: imprimióse el presente libro en la « muy insigne ciudad de Valencia por Jorge Costilla. Acabó<< se el postrero dia del mes de junio, año del nascimiento de « nuestro Señor Jesucristo de MDXXXI."

Juan de Mandevilla, inglés, animado con el ejemplo de Marco Polo, viajó por oriente, y corrió la mayor parte de los paises que aquel habia descrito, y á su vuelta publicó como él la relacion de sus viajes. Pero está compuesta de retazos de las de otros escritores, como de Oderico de Portenau, monge italiano; de la geografía de Hayton; y de fragmentos enteros de los romances de caballería y de antiguas crónicas; de modo que solo ofrece islas habitadas por gigantes de 50 pies de altura, diablos que de lo alto de las montañas vomitaban llamas sobre los pobres viajeros, y otras patrañas semejantes, que ni vieron ni contaron los que le habian precedido, como observa el Sr. de la Roquette en sus notas à la Historia de la América de Robertson, libro I, página 46.

HERNAN PEREZ DE LA OLIVA.-Véase FERNAN.

DON HERNANDO ALTAMIRANO:

Relacion que dió, año de 1585, de una poderosa armada inglesa que pasó á las Indias, á poblar la Trinidad, la Dominica y otras tierras que España no queria poblar; cuyo general era un tal Verde Campo. Copia en Sevilla, y otra en el Dep. hid., tom. 25 de Mss.

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DON HERNANDO COLON, hijo natural del gran D. Cristóbal Colon y de Doña Beatriz Enriquez: nació en la ciudad

de Córdoba á 15 de agosto de 1488 (1); y en ella quedó estudiando con su hermano mayor D. Diego, cuando D. Cristóbal emprendió en 1492 su primer viaje al descubrimiento de las Indias (2). Este D. Diego era vástago legítimo del matrimonio de su padre con la portuguesa Doña Felipa Muñiz, y procreado en la isla de Puerto-Santo, donde se hallaban establecidos; habiendo fallecido esta señora antes de la precipitada evasion de Portugal y venida de D. Cristóbal á Andalucía, insinuada en nuestra Coleccion de viajes y descubrimientos (3). Ambos hermanos entraron al servicio del Príncipe D. Juan, con plaza de pajes, antes de salir su padre al segundo viaje en 1493 (4); y antes de emprender el tercero en 1498, habiendo muerto el Príncipe en 4 de octubre de 97, pasaron en la misma clase de pajes al cuarto de la Reina Católica, cada uno con 9,400 mrs. de racion quitacion, á contar desde 1.o de enero, expidiéndoseles los títulos en 18 y 19 de febrero de dicho año de 98, y dando en estas dos fechas la prelacion á D. Hernando (5). Tambien hubo de grangearse la predileccion paterna, ó porque aun era el mas niño, ó por su aplicacion y aprovechamiento en los estudios; pues pidió D. Cristóbal, y otorgáronle SS. MM. que le acompañase en su último viaje de 1502, no teniendo aun catorce años de edad (6); y fue con el salario de 60,000 mrs. al año, la mitad por cuenta del almirante su padre, y por el erario la otra mitad, habiéndosele paga

y

(1) Colecc. de viajes y descubrimientos, tom. I, pág. CXXXVIII, y tom. II, pág. 315; y Herrera, Décadas de Indias, Déc. I, lib. I, capítulo 7.

(2) Tomo I, de dicha Colec. pág. 152.

(3) Idem, tom. 1, § 55, pág, LXXXI, y tom. II, números III, y CLVIII, pág. 315.

(4) Herrera, Déc. 1, lib. II, cap. 6.- Colecc. de viajes, tom. I, pág. 152, y tom. II, pág. 17.

(5) Colecc. de viajes, tom. I, pág. XCVI, y tom. II, págs. 220 y sig. (6) Herrera, Década I, lib. 5.o, cap. 1.o, pág. 125: Ortiz de Zúñiga, Anales de Sevilla, lib. XIV, año 1539; y Colecc. de viajes, tomo 1, págs. LXIX y 277.

do en 26 de enero de 1506 el resto que alcanzaba de lo vencido desde 3 de abril 1502 (dia en que aquella expedicion zarpó de Sevilla, y sus tripulaciones principiaron á gozar sueldo) hasta 12 de diciembre de 1504, ó sea hasta 35 dias despues del 7 de noviembre que D. Cristóbal entró de regreso en Sanlúcar (1) El goce de racion que tenia cuando salió de palacio para aquel viaje, y que recayó en su hermano, tambien á peticion de su padre, era ya de 164 mrs. diarios, ó 59,860 en año comun; pues consta el libramiento de esta partida al D. Diego, como respectiva á D. Hernando y al año 1503 (2): de cuyo goce se infiere, que este habria ascendido de paje á Contino, como lo fué en el propio año el mismo D. Diego con el haber de 50,000 mrs. (3). En la carta que escribió su padre á 7 de julio de 1503 informando de este viaje á los Reyes Católicos (4), dice de Don Hernando, con referencia al horroroso y largo temporal de 88 dias, que sufrió yendo de Jamaica para la Tierra-firme: «El dolor del fijo que yo tenia allí, me arrancaba el áni<«<ma, y mas por verle de tan nueva edad de trece años en <«< tanta fatiga y durar en ello tanto: nuestro Señor le dió << tal esfuerzo, que él avivaba á los otros, y en las obras « hacia él como si hubiera navegado ochenta años, y él me <«< consolaba." En 1508, ya difunto su padre, fué á la IslaEspañola (Santo Domingo) con su citado hermano D. Diego primer sucesor en la dignidad de almirante de las Indias; y consiguiente á la recomendacion que llevaba del monarca se le dió allí repartimiento de indios (5). No tenemos ave

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(1) Colecc. de viajes, tom. III. págs. 129 y sig.; y tom. I, páginas 295 y sig.

(2) Idem, tom. III, pág. 527.

tomo

(3) Idem, tom. 1, pág. XCVI; tom. II, n.° CL, pág. 295; У III, n.o LIX, pág. 528. Entre estos dos documentes se advierte cierto

anacronismo.

(4) Idem, tom. I, pág. 298.

(5) Herrera, Década I, págs. 185, 192 y 292; y Ortiz de Zúñiga, Anales de Sevilla, año 1539.

riguado cuando hizo otro viaje á las colonias; ni puede ponerse en duda que fueron tres, pues él dejó á perpetuidad esta noticia en su testamento, y está esculpida en la losa sepulcral de que adelante hablarémos. Tambien ignoramos hasta ahora cuando regresó de sus postreros viajes de mar; así como, si los que hizo por toda Europa y por África y Asia segun Ortiz de Zúñiga (1) y otros autores, fueron simultáneos ó anteriores al de Cárlos V, emprendido por este Príncipe desde Barcelona á la Coruña en marzo de 1520, y de aquí á Flandes por mar para coronarse Emperador; á quien acompañaba D. Hernando por los estados de Alemania é Italia, como refiere el mismo historiador (2), y lo hallamos en algun modo comprobado: 1.° por dos reales cédulas expedidas en Wormes á 17 de diciembre de dicho año 20, mandando se le abonasen por la tesorería de las Indias en Santo Domingo dos mil ducados en remuneracion de sus servicios; se le continuase el salario de 200,000 mrs. que como criado de S. M. le estaba asignado sobre aquellas cajas; y que esté en la córte á lo que se le emplee (3): 2.o porque en el proemio de un discurso que presentó al César en 1524, contraido á la cuestion sobre la pertenencia de las islas de la especería, dice: "Asímesmo con el dicho intento y zelo de ser«< vir, me atreví á servir á Su Majestad con aquellas escritu« ras, ó Forma de navegacion para su alto y felicisimo pasaje « de Flandes en España:" 3.o porque una cláusula de su testamento parece no deja duda de que habia venido á Santander con el Emperador, á su arribo á este puerto en 16 de julio de 1522 (4).—Que hubiese recorrido los mismos y aun

(1) Ortiz de Zúñiga, lugar citado; y Mejia, Silva de varia leccion, libro III, cap. 3.°

(2) Ortiz de Zúñiga, lugar citado.

(3) Extractos de D. Juan Bautista Muñoz: año 1527, folio 256 vuelto.

(4) Artículo ó cláusula 15 parte 1.a del testamento: "It. Digo que « por negligencia mia dejé en los primeros años que pudiera saber de « un arriero de Santander, llamado Juan de Aransolo, el que en el año

otros paises independiente del viaje del Emperador, tambien parece acreditarlo otra de las muchas y notables cláusulas de la instruccion ó reglamento, dictada en la misma su postrimera disposicion, para el sosten y progreso de su afamada librería, en que encargaba al heredero el cuidado de que el Sumista ó persona que enviase fuera de España á adquirir libros, fuese italiano, francés ó aleman, pues así iria mas seguro: "Y esto (dice) tengo muy experimentado cuando yo an«daba fuera de estos reinos de España. Siempre hablaba ita<«liano do quiera que fuese, por no parecer español, y con |«< esto, bendito nuestro Señor, escapé de muchos peligros en <«< que me ví, y en que fenesciera si supieran que era español." Acreditalo asimismo (y de una manera indudable respecto á alguno de tales viajes, pues se descubre que era viviendo aun el Rey Católico) el siguiente apunte de D. Juan B. Muñoz, que se halla de su letra en la Colec, de sus Mss. de Indias: Biblioteca de la catedral de Sevilla, FF, n.° 23, Tab. 173-Es un Juvenal en fol, con comento de Juan Bri«tánico, imp. en 1509.=" Al fin: Este libro costó en Roma « 60 cuatrines año 1512 por setiembre, y un ducado de oro « vale 307 cuatrines. Ego D. Ferdinandus Colon audivi Ro« mæ hunc librum quodam meo magistro exponente à 6 die de« cembris 1512 usque ad 20 ejusdem mensis.—Vid. Mapa en « las cartas de Cortés latinas 1524."

Era preciso que estuviese ya por entonces en muy distinguido predicamento, y acreditado no solo de cosmógrafo, sino tambien de hábil jurisperito, aunque mas no fuese que

« de 22 alli en Santander cuando volvió el Emperador N. S. de Flandes, «me alquiló un mulo, que podria valer hasta tres ó cuatro ducados, « que estaba muy debilitado, y le di luego un ducado, para que lo «habia de entregar en Dueñas, 8 leguas de Valladolid, á un mesonero <« llamado Juan de Gamarra: à la primera jornada con el balance de la <«carga, no se pudiendo tener, rodó por una cuesta abajo, y murió, «y no supe mas de su dueño, pareciéndome que no habia sido á mi «culpa; pero todavía se dé un ducado de limosna por el ánima de su

dueño."

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