Antología de poetas líricos castellanos desde la formación del idioma hasta nuestros días, Volumen4Marcelino Menéndez y Pelayo, José Rogerio Sánchez Vinda de Hernando y c.a., 1893 |
Otras ediciones - Ver todas
Términos y frases comunes
adoramos agora alegría Amador amor Anton El vaquero aquesta Archipreste Assi Ayala biuo buen Canciller Cancionero de Baena Cancionero de Resende canciones cantar castellana Castilla cativos cielo Començaba conoscemos contento Coplas coraçon cuydado d'esta dama desposado despues dexar dezir digo divino Diziendo dolor Enrique III eres fama flores Francisco Imperial gana gente gloria gracia haze Hermitaño quiero hizo Hostia Jur'á diez lengua llama llora loores madre magüer mal de amores males Marqués de Santillana meresce mester de clerecía Mira morir mortal muero muerte mundo nascí Nuestramo paresce pasion passado pecado Pedro pena pensamiento perder Placer es guardalle poesía poeta poética Qu'el qu'es Qu'estar quexar Reina remedio Resende Rimado Rimado de Palacio seso siento siglo XV sospiros suena ques tomada tambien temor tormento triste tristura trovadores vaquero de Morana vencido venida versos viejo Villancico Villasandino Virgen vivo
Pasajes populares
Página 190 - A su buena o mala suerte Ninguno debe apuntar, Que no le ha de aprovechar. Amor muda los estados, Las vidas y condiciones ; Conforma los corazones De los bien enamorados : Resistir á sus cuidados Nadie debe procurar, Que no le ha de aprovechar.
Página 178 - Por unos puertos arriba de montaña muy escura caminaba el caballero 182 lastimado de tristura: el caballo deja muerto, y él a pie por su ventura, andando de sierra en sierra de camino no se cura. Huyendo de las florestas, huyendo de la frescura, métese de mata en mata por la mayor espesura. Las manos lleva añudadas, de luto la vestidura, los ojos puestos en tierra suspirando sin mesura...
Página 57 - VEN, muerte, tan escondida que no te sienta conmigo porque el gozo de contigo no me torne a dar la vida Ven como rayo que hiere, que hasta que ha herido no se siente su ruido. por mejor herir do quiere: así sea tu venida, si no, desde aquí me obligo que el gozo que habré contigo me dará de nuevo vida...
Página xii - ... que los fechos de Don Pedro no iban de buena guisa, y determinaron partirse de él, con acuerdo de non volver más.
Página 89 - Un brial vestido blanco De damasco singular. Mongil de blanco brocado, Forrado en blanco cendal, Sembrado de lunas llenas, Señal de casta final. En la cabeza le puso Una corona real Guarnecida de castañas Cogidas del castañal.
Página 355 - ... sin roseta no me meta en tal cuita vuestro amor. De todas las que yo veo no deseo servir otra sino a vos, bien veo que mi deseo es devaneo do no me puedo partir, pues que no puedo huir de ser vuestro servidor, no me meta sin roseta en tal cuita vuestro amor.
Página x - España, y fue perseverante y tenaz, como el eúskaro ; astuto, cauteloso y sutil, como el cántabro. Así acertó a atravesar con fama de hombre honrado y de buen caballero el calamitoso siglo xiv, sin mancharse, como casi todos sus contemporáneos, con actos de brutal fiereza, sin cometer ninguna acción positivamente indigna, pero sin descuidar un punto el propio provecho, sacando partido hasta de sus desgracias y reveses, para acumular sin tasa, pero también sin escándalo de nadie, señoríos,...
Página 152 - Puede con su fuerza fuerte ligeramente matar: no hay quien la pueda tomar, No quiero sino fatiga, soy contento ser penado, pues que quiere mi cuidado que sin descanso la siga, e que pene e no lo diga, pues es Vitoria penar : no hay guien la pueda tomar.
Página lxxii - É asi por esto como por ser tanto conocidas é esparcidas á todas partes sus obras, pasaremos á Micer Francisco Imperial al qual yo no llamaria decidor, ó trovador, mas poeta; como sea cierto que si alguno en estas partes del Ocaso mereció premio de aquesta triunfal é laurea guirlanda loando á todos los otros, este fue.
Página 371 - ¡No te tardes que me muero, carcelero, no te tardes que me muero! Apresura tu venida porque no pierda la vida, que la fe no está perdida. ¡ Carcelero, no te tardes que me muero!