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foro á que le destinaba su familia; pero cediendo después á una inclinación irresistible, se dedicó á la música y al canto, en el que hizo rápidos progresos, gracias á sus felices disposiciones y á su hermosa voz de tenor. En Madrid se le oyó por primera vez en 1851, y despues recorrió la Europa, consiguiendo ventajosos ajustes en los teatros de París y Londres y otras capitales importantes, y llegando á adquirir una reputación brillantísima. Sobresalió especialmente en los cantos delicados y de gracia. El Barbero de Sevilla, La Sonámbule, Don Pascuale y otras obras de esta índole, le proporcionaron repetidos triunfos, y el público madrileño conservará largo tiempo grato recuerdo de cómo cantaba Las Ventas de Cárdenas. Su carácter franco y simpático, le atrajo multitud de amigos, tanto en su patria como en el extranjero, y su temprana muerte fué llorada por todos los apasionados del arte. »

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C

CEREAL (Lucio Afranio).-Fué otro de los Flámines, de los más ilustres que nacieron en Tarragona.

Conservábase en Narbona, (Francia), de este tarraconense, una notable inscripción que decía:

L. AFRANIVS. CEREALIS. L
EROS III. AVG. DOMO. TAR
RACONE. OSPITALIS. A. GALLO
GALINACIO. AFRANIA. CERIA

LIS. L. PROCILLA. VXOR. AFRANIA.
L. LVRANIE. F. ANNORVM. XI
HIC. SITA EST.

Este Lucio Afranio Cereal, Liberto de Eros y Sevir Augustal, pasó á vivir á Narbona, en donde se le erigió, á lo que parece, un monumento sepulcral del que la lápida transcrita formaba parte.

El sabio P. Florez da noticias curiosísimas de este tarraconense.

CINIO (Tulio).-Ciudadano é ilustre Flamen tarraconense, de quien algunos escritores é historiadores latinos hacen los elogios más calu

rosos.

Estaba casado con Aurelia Marcelina, de Clunia, que desempeñó el importantísimo cargo de Flaminica ó sacerdotisa romana.

COSTA (N.).-Escritor, natural de Tarragona, del cual Pons de Icart nos dice, hablando de los hombres de letras naturales de Tarragona, y de lo que han escrito, (cap. XLII del libro Grandezas de Tarragona): «Tambien me acuerdo que me dixo mi padre que esta enel cielo, que auia visto en Italia vn libro impresso que hizo vno de Tarragona que se dezía Costa. »

Dán, además, cuenta de este compatricio, Torres Amat, en su Diccionario, y Fr. José Elías Estrugós, en su obrita: Helench dels scriptors catalans.

CANALS (Fr. Pedro de), monje de San Cugat del Vallés, natural de Tarragona. Floreció en 1440. No debe confundirse con otro Fr. Pedro Canals, valenciano, que murió en 1405, del cual habla Ximeno.

Pons de Icart, en su libro Grandezas de Tarragona, cuenta á este Fr. Pedro de Canals entre los escritores hijos de esta ciudad y dice, que por orden del Rey Don Juan, tradujo del latin al vulgar una Historia. Cítale también el sabio D. Nicolás Antonio en su obra: Bibliotheca hispano vetus sive hispani scriptores: ó Bibliotheca hispano nova sive hispanorum scriptorum notitia, que como de esta obra se han hecho dos ediciones, según hemos dicho en otra ocasión, los autores citan unas veces la antigua y otras la moderna, adicionada por el eruditísimo Perez Bayer. Lib. X, c. 12, núm. 707.

CASANATE (Marco Antonio Alegre), teólogo español, religioso de la Orden del Carmen. Nació en Tarragona en 1570. Murió en 1658.

Dejó escritos nueve tomos de Sermones y algunas otras obras de devoción, de las cuales solo citaremos la titulada: Paradisus carmelitici decoris ctc. León 1639, en fólio. Es una especie de biblioteca de los religiosos carmelitas, célebres por su piedad y por sus escritos, la cual fué censurada por la Sorbona. Diccionario bibliográfico, tomo 3, página 566.

CAVALLERÍA (Pedro).—Escritor, natural de Tarragona, que floreció en 1592, en cuya fecha publicó en Venecia un tomo en 4.°, titulado: Zelus Christi contra Judæos saracenos et infideles. Cítale D. Nicolás Antonio, tomo 2, página 104.

CAXAL (Fr. Antonio), general de la Orden de la Merced, natural de esta ciudad, de la noble familia Caxal, Doctor en Teología y en ambos Derechos, y catedrático de Cánones, en Lérida y Huesca. Fué embajador de Alfonso IV en el Concilio de Constanza, en 1416, donde murió en 1417. A sus exequias asistieron los Padres del Concilio, los Embajadores y el Emperador Segismundo.

Refiérense varios milagros de su muerte, según D. Antonio Agustín, tomo 2, pág. 204. Mil. Merc. Vida de Cervelló.-Tractatus de unione Ecclesiæ.-Serra Finez, p. 395. Dice Caresmar, citando á Zurita, libro 12, cap. 66, que tuvo nuestro campatricio Caxal una disputa con algunos Embajadores y otros compañeros, acerca de si la elección del Papa había de hacerla el Concilio ó el Colegio de Cardenales. Nuestro ilustre paisano quería que se hiciese por el Concilio, según se había decretado, y no por los Cardenales; é igualmente lo quería también el Emperador, contra el criterio de D. Juan Raimundo Folch,

Conde de Cardona, Almirante de Aragón, que estaba de parte de los Cardenales: y para arreglar la discordia, dice que envió el Rey al caballero Mathias Despuig. En la carta que los Padres del Concilio enviaron al monarca de Aragón D. Alfonso, con fecha 5 de Mayo de 1416, se hace un caluroso elogio de la elegantísima alocución y piadoso discurso que nuestro compatricio pronunció en el Concilio. Zurita tomo 12, cap. 66. Mariana. Ribera in reg. patron. fol. 130.

CIENFUEGOS (D. Bernardo).-Botánico es pañol, del siglo XVI, natural de Tarragona: fué profesor de la Universidad de Alcalá, y dejó en manuscrito una Historia de las plantas. (Diccionario etimológico de la lengua castellana, por don Roque Bárcia. Apéndice; página 814.)

CERDÁ (El abate D. Tomás), ex-jesuita español. Nació en Tarragona á 22 de Diciembre de de 1715 y fué admitido en la Compañía de Jesús el día 3 de Abril de 1732. Estudió matemáticas en Marsella con el Padre Pezenas, y fué uno de los que empezaron á introducir en la Universidad de Cervera la buena filosofía. Siendo profesor de matemáticas en el Colegio de Nobles de Barcelona, publicó las Lecciones de matemáticas, ó Elementos generales de aritmética y algebra, para el uso de la clase. Barcelona 1758. Dos tomos en 8.°

Con tanto aplauso fué recibida la obra de nuestro paisano Sr. Cerdá, que un diario extrangero, el «Journal étranger», Aôut 1760, de París, publicó de ella el siguiente juicio crítico: «Aunque no lleva más que el título de Elementos, se encuentran en ella muchas cosas tratadas más profundamente que en los libros ordinarios de este

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