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ciudad, y procuradores de diversas ciudades y villas, que estavan alli congregados á Córtes, para entender en concordar las diferencias que avia entre el rey y la reyna y el infante.>> Estas palabras y las dichas por otros historiadores de Cataluña, vienen á corroborar la existencia de estas Córtes de Barcelona, que con extrañeza vemos omitidas en el catálogo de la Academia.

La ilustre corporacion supone, que las Córtes de Monzon de 1388, fueron continuacion de las reunidas por Don Pedro en el mismo punto el año 1383. Es un gravísimo error. Acabamos de probar unas Córtes en Barcelona el año 1387, y además segun las constituciones de Cataluña, no podian pasar tres años sin reunir nuevas Córtes; era pues imposible prorogar una misma legislatura cinco años, como supondria el hecho de ser unas mismas las de 1383 y 1388 Existió por otra parte la circunstancia especial, de haber muerto durante este período un monarca, y sustituidole otro, que debia prestar juramento precisamente en Barcelona á los catalanes, y esto se halla confirmado por Zurita y varios escritores. Consta ade1388. más, que las Córtes de Monzon de 4388 y 1389 fueron nuevas y convocadas por el rey Don Juan para todos sus reinos y estados, menos Cerdeña y Córcega. Eran generales las quejas contra la privanza de Doña Carroza de Vilarregut. Los barones catalanes habian ya formado liga para auxiliarse mútuamente contra la córte, y la lucha estalló en el momento que se reunió la legislatura. Ya en la seccion aragonesa hablamos acerca de lo allí acaecido, pero añadirémos algo, porque los honores de la lucha con el rey pertenecieron mas principalmente á los catalanes. El estamento noble de Cataluña se hallaba á la sazon excluido casi en masa de la reunion de brazos, porque existia órden de prision contra los principales barones; hallándose reunidos en Calasanz mientras se celebraban las Córtes, con todas las fuerzas que habian podido reunir, el obispo de Tortosa; Don Alfonso, marques de Villena y conde de Ribagorza y Denia; Jaime de Prades; Bernardo de Cabrera;

los vizcondes de Illa y Roda; Pedro de Queralt; Juan de Bellera; Ramon de Bajés y otros varios. En cuanto se verificó la primera reunion general de brazos, todos los síndicos de las ciudades y villas de Cataluña y Mallorca presentaron una proposicion, para que se removiesen del servicio del rey, «algunas personas profanas y de mala vida, por el mal ejemplo que de ello se seguia:» acusaban á Doña Carroza, de haber hecho desordenadamente muchas gracias y mercedes: afirmaban que para ello se entendia con Francisco de Pau, consejero del rey y mayordomo de la reina, siendo entrambos la causa de disminuirse el Patrimonio Real; y concluian diciendo, que la favorita era el origen de todas las discordias, causa de que no se observasen las leyes y se gobernase mal la casa del rey. Grande irritacion causó al monarca esta proposicion, y se opuso á la lectura; pero los procuradores de Mallorca y el brazo real de Cataluña insistieron añadiendo, que se levantase inmediatamente la órden de prision lanzada contra la mayoría del estamento noble, á fin de que pudiese tomar parte en las deliberaciones. Al ver tan tenaz oposicion intentó el rey disolver las Córtes generales, para convocar las particulares de los reinos y principados, pero los brazos se negaron á darse por disueltos, y manifestaron á Don Juan respetuosamente pero con firmeza, que debia concluir aquellas Córtes generales, ó no comparecerian á las particulares que se convocasen. Continuó la lucha hasta Setiembre de 1389, en que el rey se avino á dar salvo-conducto á la mayor parte de los nobles reunidos en Calasanz, permitiéndoles entrar y salir libremente de Monzon todo el tiempo que durasen las Córtes y quince dias mas. Así que los barones tomaron asiento en su respectivo brazo, se renovó con mas vigor la proposicion de los síndicos catalanes y mallorquines, y ya Don Juan no tuvo mas remedio que acceder al destierro de Doña Carroza de Vilarregut. Se acordó tambien la reforma de la Casa Real, y siendo sospechoso á las Córtes el arzobispo de Zaragoza D. García Fernandez de Heredia, se le hizo salir de Monzon, á instancia

de los catalanes, valencianos y mallorquines, para que no pu diese influir en la reforma proyectada; así concluyeron estas célebres Córtes generales de Monzon.

En ninguna de las dos legislaturas celebradas durante el reinado de este monarca, se hicieron constituciones generales, y en las compilaciones catalanas solo constan algunas pragmáticas de que hemos hablado en la seccion anterior.

CORTES DE DON MARTIN.

Dice Feliú de la Peña, que en cuanto se tuvo noticia en Cataluña de la desastrada muerte de Don Juan I acaecida en 1395. 19 de Mayo de 1395, se reunieron inmediatamente en Barcelona los tres estados de Cataluña, y decidieron nombrar por rey de Aragon, y de los otros reinos, y conde de Barcelona, al infante Don Martin, duque de Montblanch. Acordaron en consecuencia dar título de reina á Doña María de Luna esposa de Don Martin, que se hallaba accidentalmente en Barcelona durante la ausencia de su esposo en Sicilia, y llevarla con gran fiesta y regocijo al palacio menor llamado por unos de la condesa y por otros de la reina: ofrecer á Doña María sostendrian y defenderian la corona de su esposo, declarando nulo el derecho que pudiesen alegar las hijas del difunto rey Don Juan: enviar embajadores á Zaragoza y Valencia aconsejando á estos dos reinos siguiesen la misma resolucion adoptada en Cataluña, y nombrar otros embajadores para que pasasen á Sicilia y suplicasen á Don Martin viniese á tomar posesion de su reino. Resulta pues, que estas Córtes de Cataluña se reunieron por propia iniciativa y sin convocatoria alguna de monarca, por lo cual no deben calificarse en rigor de tales, atendidos el derecho político entonces reconocido, pero sí de parlamento general de todos los estamentos: de modo, que es constante haberse convocado y reunido en dicho año el principado de Cataluña, para uno de los actos mas graves cual fué, puede decirse, la eleccion de monarca. No creemos age

na á esta declaracion, la circunstancia de hallarse en Barcelona Doña María de Luna, y tal vez á ella se debiese la elevaIcion de Don Martin al trono.

Zurita no es tan explícito como Feliú, y de sus palabras aparece, que las Córtes del referido año en Barcelona, fueron convocadas por Doña María de Luna despues de hecha la declaracion en favor de Don Martin. Todo puede ser, muerto Don Juan en 19 de Mayo, tuvieron tiempo de reunirse los brazos catalanes para declarar rey á Don Martin, y una vez hecha la declaracion, cumplirse la formalidad de llamar á Cortes la reina Doña María para el 24 de Junio, con el objeto que expresa Zurita, de impedir la entrada del conde de Fox marido de Doña Violante, hija primogénita del difunto rey Don Juan. Es lo cierto, que tanto Feliú como Zurita acreditan, que las Córtes catalanas se reunieron en Barcelona el año 4395 y que la Academia no las supone convocadas hasta el siguiente. En esta contrariedad opinamos, que los tres brazos catalanes se reunieron expontáneamente en 4395 para declarar rey á Don Martin, pero que la convocatoria de la reina no se expidió hasta el año 1396. Los preparativos de invasion del conde 1396. de Fox, no pudieron ser tan rápidos que se hallasen en estado de operar hasta el año siguiente de la muerte del rey, y solo en 1396 vemos, que las milicias de Cataluña pasasen á ocupar los pueblos de la frontera para resistir al de Fox, siendo coetáneo á nuestro juicio el llamamiento de las Córtes por la reina y las precauciones militares.

En estas Córtes de Barcelona parece que la reina Doña María mandó que Pedro de Bembibre secretario del difunto rey, leyese públicamente el testamento de Don Juan, y que el secretario se negó á la apertura y lectura, por no hallarse presentes la reina viuda Doña Violante y otras personas, cuya asistencia exigia el testamento, y aunque la reina le amenazó con pena de la vida, el secretario insistió en la negativa y lo entregó cerrado con dos sellos. El testamento no se abrió ni leyó hasta que estuvo presente en las Córtes el obispo de Pa

1397.

miers, mensajero del de Fox, encargado de hacer valer ante ellas los derechos de Doña Violante, hija primogénita del difunto monarca. En tal documento se expresaba, que caso de morir el rey sin hijos varones legítimos, sucediese en el trono el infante Don Martin.

No parece que esta legislatura se ocupase de otro asunto que asegurar la corona en las sienes de Don Martin, hermano del rey difunto.

El mismo Feliú asegura, que en 1397 convocó el rey Córtes para Perpiñan, despues de su vuelta de Aragon; pero se nos hace sospechosa esta reunion de Córtes, porque vemos á Don Martin por el mes de Octubre en Zaragoza; celebrar las fiestas de Navidad en el mismo punto, y convocar á Córtes á los aragoneses en Marzo siguiente para 11 de Abril, y no encontramos tuviese tiempo en este año, despues de su vuelta de Sicilia, para celebrar Córtes á los catalanes en Perpiñan. Sin embargo, la Academia admite esta legislatura.

Hasta fines de 1403 y principios del siguiente, no aparecen reunidas las Cortes catalanas, que entonces lo fueron en Perpiñan; y el 26 de Enero de 1400 es cuando el rey pronunció aquel famoso discurso de apertura, que se tiene por tipo y modelo de esta clase de documentos en la edad media, y que insertan las viejas crónicas. Confiesa Don Martin al final, que hacia tiempo no se habian celebrado Córtes particulares á los catalanes, expresando que el principal objeto de las actuales era, enmendar los agravios que hubiesen podido cometer los reyes anteriores, el mismo Don Martin ó los ministros reales: indicaba por último, que así como los catalanes habian ejercido siempre su liberalidad con los reyes predecesores, esperaba se lo demostrarian del mismo modo. La Academia dice de estas Córtes, que fueron convocadas el 26 de Julio de 1406 desde Barcelona, para el 30 de Setiembre, y que se abrieron el 26 de Enero. Este Enero no puede referirse á otro que al de 1407, y si no hay algun error de imprenta no salvado, lo es de concepto.

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