Artes y letrasA. Pérez Durbull, 1887 - 471 páginas |
Otras ediciones - Ver todas
Términos y frases comunes
alma amor aplaude Aristóteles arte artes artista asuntos autor basta belleza bello Boileau buen cabe Calderón censuras ción clásicos comedias cómicos concepto contemporáneos Corregidor cosas costumbres crítica damas debe decir Discurso doctrina drama dramática duda duque de Rivas ejemplo época escena escribió escuela Escultura España español espíritu estatuas estética falta Felipe IV Fidias Figalia filosofía francés fuese género griegos gusto halla Hegel Homero hubo humano ideal ideas igual imitación ingenio insigne inspiración juicio Laocoonte Lessing letras libertad libro libros de caballería lírica Lope Madame d'Aulnoy Madrid mármol medio mejor mente mérito Miguel Ángel moderna modo Molière moral Moratín mundo música nación nadie Nápoles natural naturaleza nues nuevo obra obras parece Pausanias piezas pintar Pintura plástica Platón poesía poeta poética pretenden propio Propyleos público punto razón reglas representar Roma romántica Romanticismo Schlegel siglo sistema Sófocles teatro teatro antiguo tico todavía tragedias trato verdad verdadero versos Winckelmann
Pasajes populares
Página 143 - Que aun no quisieron darle el matemático; porque considerando que la cólera de un español sentado no se templa si no le representan en dos horas hasta el final juicio desde el Génesis; yo hallo que si allí se ha de dar gusto, con lo que se consigue es lo más justo.
Página 123 - Porque, ¿qué mayor disparate puede ser en el sujeto que tratamos que salir un niño en mantillas en la primera escena del primer acto, y en la segunda, salir ya hecho hombre barbado?
Página 282 - La música teatral está, como los demás ramos, atrasada y envilecida, ni es otra cosa, en la parte poética, que un hacinamiento de frialdades, chocarrerías y desvergüenzas, en la parte musical, un conjunto de imitaciones inconexas, sin unidad, sin carácter, sin novedad, sin gracia, ni gusto...
Página 238 - No hay que advertir que pase en el período de un sol, aunque es consejo de Aristóteles, porque ya le perdimos el respeto, cuando mezclamos la sentencia trágica a la humildad de la bajeza cómica.
Página 123 - ¿Qué diré, pues, de la observancia que guardan en los tiempos en que pueden o podían suceder las acciones que representan, sino que he visto comedia que la primera jornada comenzó en Europa, la segunda en Asia, la tercera se acabó en África, y aun si fuera de cuatro jornadas, la cuarta acababa en América, y así se hubiera hecho en todas las cuatro partes del mundo?
Página 287 - El cigarro, el garito, el puñal, la embriaguez, la disolución, el abandono, todos los vicios juntos, propios de aquella gente, se pintan con coloridos engañosos para exponerlos a la vista del vulgo ignorante, que los aplaude porque se ve retratado en ellos.
Página 423 - Estos bastardos españoles confunden la esterilidad de su cabeza con la de su « lengua , sentenciando que no hay tal ó tal voz , porque no la hallan. ¿ Y cómo « la han de hallar, si no la buscan ni la saben buscar ? ¿ Y dónde la han de « buscar, si no leen nuestros libros? ¿Y cómo los han de leer, si los despre
Página 197 - Pero el pueblo, a quien no se alucina con sofisterías, se ha empeñado en silbar todas estas arregladísimas comedias o tragedias y en preferir a ellas las irregularidades y defectos de Calderón, de Moreto, de Solís, de Rojas y de otros infinitos ignorantes que tuvieron la desgracia de no saber el gran secreto de las unidades".
Página 284 - ... bien. Para el examen y admisión de las piezas que han de representarse interviene el Corregidor, el Vicario, un Censor que nombra el Vicario, otro Censor nombrado por el Corregidor, otro Censor Religioso de la Victoria y, además de éstos, el Autor de la Compañía, el Galán, la Dama, el Gracioso, qualquiera de ellos se halla con derecho de juzgar la obra y desecharla o admitirla, según le parece.
Página 284 - Nadie ignora el poderoso influjo que tiene el Teatro en las ideas y costumbres del pueblo : éste no tiene otra escuela, ni ejemplos más inmediatos que seguir, que los que allí ve , autorizados en cierto modo por la tolerancia de los que le gobiernan. Un mal...