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madas en Verona, es propio de la lealtad francesa encargaros que hagais saber al gobierno de S. M. C. las disposiciones del gobierno de S. M. cristianísima.

"Desde la revolucion acaecida en España en el mes de Marzo de 1820, la Francia, á pesar de lo peligrosa que era para ella esta revolucion, ha puesto el mayor esmero en estrechar los lazos que unen á los dos reyes, y en mantener las relaciones. que existen entre los dos pueblos.

» Pero la influencia bajo la cual se habian efectuado las mudanzas acaecidas en la monarquía española, se ha hecho mas poderosa por los mismos resultados de estas mudanzas, como hubiera sido facil preveer.

"Una insurreccion militar sujetó al rey Fernando á una Constitucion que no habia reconocido ni aceptado al volver á subir al trono. La consecuencia natural de este hecho ha sido que cada español descontento se ha creido autorizado para buscar por el mismo medio el establecimiento de un orden de cosas mas análogo á sus opiniones y principios. El uso de la fuerza ha creado el derecho de la fuerza.

» De aqui los movimientos de la guardia en Madrid, y la aparicion de cuerpos armados en diversas partes de España. Las provincias limítrofes de Francia han sido principalmente el teatro de la guerra civil. A consecuencia de este estado de turbacion en la Península, se ha visto la Francia en la necesidad de adoptar las precauciones convenientes, y los sucesos que han ocurrido despues del establecimiento de un ejército de observacion en la falda de los Pirineos han justificado la prevision del gobierno de S. M.

"Entre tanto el congreso indicado ya desde el año anterior para resolver lo conveniente sobre los negocios de Italia, se reunia en Verona.

"La Francia, parte integrante de este congre

so, ha debido esplicarse acerca de los armamentos á que se habia visto precisada á recurrir, y sobre el uso eventual que podia hacer de ellos. Las precauciones de la Francia han parecido justas á los aliados, y las potencias continentales han tomado la resolucion de unirse á ella para ayudarla, si alguna vez fuese necesario, para sostener su dignidad y su reposo.

» La Francia se hubiera contentado con una resolucion tan benévola, y tan honrosa al mismo tiempo para ella; pero el Austria, la Prusia y la Rusia han juzgado necesario añadir al acta particular de la Alianza una manifestacion de sus sentimientos. Estas tres potencias han dirigido al efecto notas diplomáticas á sus ministros respectivos en Madrid; estos las comunicarán al gobierno español, y observarán en su conducta ulterior las órdenes que hayan recibido de sus Cortes.

"En cuanto á vos, señor conde, al comunicar estas esplicaciones al gabinete de Madrid, le direis que el gobierno del rey está íntimamente unido con sus aliados en la firme voluntad de rechazar por todos los medios los principios y los movimientos revolucionarios; que se une igualmente á sus aliados en los votos que estos forman para que la noble nacion española encuentre en sí misma un remedio á sus males; males que son de naturaleza propia para inquietar á los gobiernos de Europa, y para precisarles á tomar precauciones siempre repugnantes.

y

» Tendreis sobre todo cuidado en manifestar que los pueblos de la Península restituidos á la tranquilidad, hallarán en sus vecinos amigos leales sinceros. En consecuencia, dareis al gobierno de Madrid la seguridad de que se le ofrecerán siempre cuantos socorros de todas clases puede facilitar la Francia en favor de España para asegurar su felicidad y aumentar su prosperidad; pero le declarareis al mismo tiempo que la Francia no sus

penderá ninguna de las medidas de precaucion que ha adoptado, mientras que lá España continúe siendo destrozada por las facciones.

»El gobierno de S. M. no titubeará en mandaros salir de Madrid, y en buscar sus garantías en disposiciones mas eficaces si continúan comprometidos sus intereses esenciales, y si pierde la esperanza de una mejora que espera con satisfaccion de los sentimientos que por tanto tiempo han unido á los españoles y franceses en el amor de sus reyes y de una libertad juiciosa.

» Tales son, señor conde, las instrucciones que el rey ne ha mandado enviaros en el momento en que se van á entregar al gabinete de Madrid las notas de los de Viena, Berlin y San Petersburgo. Estas instrucciones os servirán para dar á conocer las disposiciones y la determinacion del gobierno francés en esta grave ocurrencia.

"Estais autorizado para comunicar este despacho, y entregar una copia de él si se os pidiese. París 25 de Diciembre de 1822."

Entre los que mas influyeron en Verona para llevar á cima la intervencion, debemos contar por parte de Rusia al ex-embajador Tattischeff, enemigo furibundo de los gobiernos representativos, y acérrimo defensor del realismo puro y de las medidas de terror é intolerancia: por lo que mira al gabinete de las Tullerías, trabajó incansable para que las cosas viniesen á un rompimiento el vizconde de Chateaubriand, á quien la Europa admira como escritor elegante y florido, y detesta como diplomático vendido al favor de los Borbones.

En tanto que la reunion de los dominadores del mundo habia pronunciado tan terrible fallo sobre la suerte de la desventurada España, los liberales, que para resistir á las pasiones coligadas

necesitaban de la union de todos los partidos, no apelaban para su obtento á la dulzura y á las concesiones, que son los únicos medios de atraer á los hombres, ni tampoco á un sistema de energía y de valor que los vence.

Cataluña, teatro principal de las discordias civiles, habia visto, como en su lugar dijimos, desaparecer de su territorio á Castelfollit, destruido hasta los cimientos, y obligados sus habitantes á errar de monte en monte por no poder edificar casas otra vez sobre las ruinas de su patria; y ahora presenciaba el saqueo y el incendio de San Lorenzo de Morunis ó Piteus, ejecutado no por el furor y la incontinencia del soldado embravecido, sino en virtud de una orden general de don Antonio Rotten, que señalaba á cada batallon la calle Crueldades en que debia saquear. Consumado este acto de cruelCataluña, dad, se prohibió á los infelices vecinos morar entre aquellos escombros, condenándolos á la desventura de vagar, como los de Castelfollit, por los bosques y montañas, y amenazándolos con la pena de muerte si fijaban su residencia en Berga ó en Solsona. No es facil atinar cuál de los dos partidos estremos cometia mas escesos y derramaba mas bárbaramente la sangre de sus hermanos: ni la historia ni la razon natural bastaban á demostrarles que las proscripciones no convencen á los enemigos, sino los exasperan; y que esas medidas aisladas , y que no parten de un centro comun y de un plan general, no aterran, sino irritan.

El primero de Enero de 1823 presentáronse en las barras de las Cortes las autoridades de Madrid y los gefes de su milicia á recibir los parabienes y plácemes del congreso nacional por la bizarría y arrojo con que se portaron en el célebre 7 de Julio: el presidente de la asamblea pronunció un discurso en alabanza de los heróicos defen

sores de la libertad, al que respondió en nombre de sus compañeros el gefe político Palarea. Las Cortes continuaron sus tareas, aprobando el alistamiento completo de la milicia activa, no obstante los desórdenes que ocasionaba en todas partes el sorteo de la quinta, pues los mozos se insurreccionaban y corrian á bandadas á reunirse á la faccion.

El ayuntamiento de Madrid, que desmepeñaba entonces un papel de primer orden, representó al rey en 4 de Enero pidiendo se terminasen brevemente las causas del 7 de Julio, y se administrase pronta justicia en desagravio de la ofensa hecha á la nacion, amenazando, si asi no se verificaba, con mayores males que no podian ocultarse á S. M. Andaba ya entonces mezclado en esta causa el nombre del infante don Carlos, y la política aconsejaba, en vista de las resoluciones de Verona, correr el velo y no levantarlo para mostrar los principales actores: el ayuntamiento en medio de su entusiasmo no sabia que en las grandes crisis debe preferirse no lo mejor, sino lo posible, para no perderlo todo. Mas la hora terrible iba á sonar, y los que dirigian el gubernalle de la nacion á inostrar su alto saber salvando la nave, ó su menguada ignorancia estrellándola contra los escollos de la Santa Alianza.

El 6 de Enero los embajadores de Rusia, Prusia y Austria comunicaron al ministerio español las notas que habian recibido, á las cuales, celebrados varios consejos de gabinete, mas sin consultar al Consejo de Estado ni á persona alguna, resolvieron los secretarios del Despacho por una ceguedad inconcebible, pero con la mejor fé del mundo, responder por sí solos negándose á toda reforma. Fernando, que anteveía el desenlace que se preparaba con la negativa, pues la resistencia que podia oponerse en una nacion dividida en bandos,

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1823.

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