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S. M.; y con este motivo &c. Palacio 9 de Enero de 1823. Evaristo San Miguel. Señor encargado de negócios de .

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Al punto que San Miguel estampó su firma en estos despachos corrió al congreso representativo la mañana misma del 9, acompañado de todos los se- Enero de 1823. crétarios del despacho. Anunció á las Cortes que habia recibido las notas de la Santa Alianza; que habia dado á ellas la respuesta "mas análoga al decoro nacional, y que no obstante que sabia que este no era de aquellos asuntos que reclaman necesariamente el conocimiento de la asamblea de diputados, creería faltar á los sentimientos de fraternidad que le ligaban con el congreso sino diese cuenta del negocio." Leyó despues los escritos de las Cortes estrangeras y las respuestas del ministerio de Estado, y concluida la lectura, el señor Isturiz, que presidia la asamblea nacional, dijo que "fiel esta á su juramento, y digna del pueblo á quien representaba, no permitiria que se alterase ni modificase la Constitucion, por la cual existia, sino por la voluntad de la nacion y por los términos que el mismo código prescribia."

El congreso representativo no descendió á examinar si era político ó no desafiar á la Europa entera y pelear en lucha abierta con todas las naciones del continente; tampoco se fijó en el estado del erario y del ejército, ni antevió que si aparecia impotente para ahogar la guerra civil, menos podria resistir á ésta complicada con la invasion estraña. El señor Galiano propuso enviar un mensage al monarca aprobando la contestacion dada á las potencias de Verona; y nombróse la comision que debia redactarlo en medio de los aplausos de los diputados y de las galerías, que entregados á los sentimientos entusiastas de su corazon, se regocijaban, sin saberlo, de la muerte de la libertad:

Aprobacion

de las Cortes.

Reflexiones.

Enero de 1823.

¿ pues qué otra cosa podia resultar de aquel noble,
pero desacordado rompimiento? Aun cuando su
confianza rayase tan alta que anhelasen la guerra,
aconsejaba la política prepararse para ella; y
mientras se disponian los formidables preparati-
vos, entretener diplomáticamente á las potencias
amenazadoras y negociar con ellas mesuradamen-
te. Pero el orgullo español, herido en su cuerda
inas delicada, y la injusticia de unos despótas que
como tigres rabiosos se arrojaban sobre la presa
porque nos veían débiles y divididos, acaloraron y
conmovieron los ánimos, y el ardor del patriotis-
mo, levantando espesas nubes delante de sus ojos,
les robó la luz. Las tribunas prorumpieron en
mueras á los tiranos; y la asamblea presentó el
espectáculo de una union compacta entre los indi-
viduos de todos los matices políticos, abrazándose
en medio del salon Argüelles y Galiano, cabeza
el primero de los defensores del orden, y gefe el
segundo de los amigos de la revolucion. Canga,
Saavedra, Ferrer
y Galiano y otros muchos pronun-
ciaron improvisaciones elocuentes, arrancando prin-
cipalmente los aplausos públicos el énergico y va-
liente discurso de Argüelles, de aquel Argüelles
cuya circunspeccion y templanza tantas veces he-
mos elogiado, y que dejándose llevar ahora de su
imaginacion y de los latidos de un corazon amante
de la libertad de su patria, puso en olvido los prin-
cipios mas sencillos de la diplomacia. Mas entre el
estrépito del noble regocijo que despertaba aquel
desahogo de generosas pasiones no se percibian los
ayes de la desconsolada España, que reclinada y
escondida en un estremo del salon levantaba de-
plorando tanta ceguedad las manos: las manos, que
los ojos se lo impedia el llanto.

El 10 los embajadores de Rusia, Prusia y Piden sus pa- Austria pidieron sus pasaportes, que les fueron

estrangeros.

Mensage al

enviados con una muy áspera respuesta de San Mi- saportes los guel al dia siguiente. El 11 discutióse en el con- embajadores greso legislativo el mensage á S. M., en el que "manifestaban al rey que las Cortes habian oido con la mayor estrañeza las doctrinas contenidas en las notas de París, Viena, Berlin y San Petersburgo, porque ademas de no estar conformes con las prácticas establecidas en las naciones cultas, se injuriaba á la nacion española, á sus Cortes y á su gobierno; al mismo tiempo que habian visto con el mayor agrado la respuesta franca y decorosa rey. que á estas notas habia dado el ministerio español, manifestando la falsedad de los cargos que en ellas se hacian á la nacion." Usaron de la palabra para apoyar el contenido del mensage los representantes del pueblo Saavedra, Canga-Argüelles, don Joaquin Ferrer, Argüelles, Galiano, Beltran de Lis, Munarriz y Zulueta, prorumpiendo en invectivas contra la Santa Alianza, desafiando su poder, y negando que en España dominase la anarquía. Las Cortes aprobaron unánimemente el mensage, y acordaron imprimir y circular por todos los pueblos la sesion de este dia para inmortalizar su obra, que tan cara costó á los desgraciados españoles. Al salir de la asamblea los vocales fueron recibidos por un inmenso concurso que llenó de aclamaciones los aires; y las músicas de los regimientos acompañaron el coche del presidente Isturiz hasta su morada, donde arengó á la muchedumbre inculcando el amor á la libertad. De alli trasladáronse las músicas á casa del coronel San Miguel, ministro de Estado, victoreando su nombre y llamándole una y cien veces el salvador de la patria.

Contestacion del mismo.

El rey Fernando contestó el 17 al mensage Enero de 1823. del cuergo legislativo "aplaudiendo la resolucion de la asamblea, llamando imputaciones calumniosas los asertos de las Cortes del Norte, diciendo

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al congreso.

que gozaba de la mayor libertad, y que si España era invadida se sostendria firme al frente de ella, seguro de vencer por la mas justa de las causas, que era asimismo la de todas las naciones cultas (Ap. lib. 11. de la tierra." (*) Llegada á las provincias la núm. 3.) noticia de la sesion del 11 llovieron de todos los Felicitaciones ángulos plácemes y felicitaciones al congreso, apresurándose las autoridades, los regimientos, la milicia y los particulares á sancionar con su aprobacion aquel acto del gobierno. En Estremadura celebraron la nueva con repique general de campanas, iluminacion y otros regocijos, cual si hubiésemos conseguido una victoria. En Badajoz juraron otra vez Constitucion ó muerte sobre la tumba de Arco Agüero, que habia muerto despeñado hacia algun tiempo; y en Barcelona hubo Te-Deum, salvas de artillería y otras demostraciones de gozo. Hijo de la inesperiencia y del denuedo que caracteriza al español, nosotros condenamos y admiramos aquel delirio.

con Roma.

Y cual si no bastase para el aniquilamiento y ruina de la patria el romper lanzas cen los príncipes mas poderosos, la desgracia y la rabia de Rompimiento los apostólicos nos obligaron á provocar una guerra de religion esquivando las relaciones con el Papa. El ministerio habia nombrado á don Joaquin Lorenzo Villanueva ministro plenipotenciario en Roma, quien al llegar á Turin encontró una orden del Sumo Pontifice que le impedia pasar adelante, y solicitaba del gabinete de Madrid el nombramiento de otra persona para tan importante cargo. Nuestro ministro de Estado insistió en que el señor Villanueva desempeñase la mision que se le habia confiado; mas el secretario de negocios estrangeros de Roma repuso que las opiniones manifestadas por don Joaquin en las Cartas de don Roque Leal y en la tribuna de las Cortes no se

acomodaban con las ideas de la santa sede, que jamas le admitiria como embajador. Entonces el ministro español envió sus pasaportes al nuncio, y le mandó salir de Madrid al momento con escándalo de un pais dominado por el clero y fanático por herencia. San Miguel participó á las Cortes el 23 de Enero la ruptura con el nuncio y los motivos que la habian precedido en los términos en que acabamos de referirla.

1823.

Bessieres.

Por lo demas la asamblea nacional ocupábase en el importante asunto de los reemplazos, y en sesiones secretas enterábase del siniestro rumbo con que navegaba la cosa pública, pues el ejército se disminuía, la quinta no producia soldados por la desercion de los mozos, y las facciones crecian y se desarrollaban rápidamente. Verdad es que Manso se habia apoderado del castillo de Mora, y que Mina arrancaba contínuos laureles en Cataluña; pero Merino, Cuevillas y el Rojo de Valderas se señoreaban en Castilla. En Aragon habíanse reunido las facciones en las orillas del Ebro á Bessieres, quien al frente de cinco mil hombres amenazó á Espedicion de Zaragoza el 5 de Enero. No satisfecho con semejante amago, quiso llevar ahora la guerra al corazon de la monarquía, y poner en alarma la corte misma, donde residia el gobierno, llegando sin obstáculo ni tropiezo alguno á Guadalajara. Los que pocos dias antes habian desafiado el poder de las cuatro naciones mas poderosas del mundo, viéronse ahora amenazados é inseguros por un puñado de facciosos: y el 16 salieron de la villa y cor- Enero de 1823. te algunas tropas á las órdenes del comandante general de Castilla O-Dali, uno de los cinco héroes de la isla de Leon, como entonces los llamaban. Velasco, que mandaba las armas en Aragon, no habia querido traslimitar de su provincia, dejando al ene.. migo en libertad de vagar por donde mejor le

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