Aventuras y vida de Guzmán de Alfarache: atalaya de la vida humanaMoreno, 1829 - 496 páginas |
Dentro del libro
Resultados 1-5 de 88
Página 22
... agua vertida cogiøse lo que se pudo : : con lo que le dieron volvió el naipe en rueda . Tuvo tales y tan buenas entradas y suertes , que ganó en breve tiempo de comer y aun de cenar . Puso una honrada casa ; procuro arraigare se ...
... agua vertida cogiøse lo que se pudo : : con lo que le dieron volvió el naipe en rueda . Tuvo tales y tan buenas entradas y suertes , que ganó en breve tiempo de comer y aun de cenar . Puso una honrada casa ; procuro arraigare se ...
Página 24
... aguas todas aquellas huertas y florestas , que con razon ( si en la tierra se puede dar conocido paraiso ) se debe á este sitio el nombre déł ; tan adornado está de frondosas arboledas , lleno y esmaltado de varias flores , abundante de ...
... aguas todas aquellas huertas y florestas , que con razon ( si en la tierra se puede dar conocido paraiso ) se debe á este sitio el nombre déł ; tan adornado está de frondosas arboledas , lleno y esmaltado de varias flores , abundante de ...
Página 27
... agua , se entraron en él , oyendo de otros que andaban por el rio gran armonia de concertadas músicas , cosa muy ordinaria en semejante lugar y tiempo . Así llegaron a la ciudad , yéndose cada uno á su casa y cama , salvo el juicio del ...
... agua , se entraron en él , oyendo de otros que andaban por el rio gran armonia de concertadas músicas , cosa muy ordinaria en semejante lugar y tiempo . Así llegaron a la ciudad , yéndose cada uno á su casa y cama , salvo el juicio del ...
Página 33
... agua fresca de una fuente que allí estaba : no supe que hacer , ni á que puerta echar : lo que por una parte me daba osadia , por otra me acobardaba : hall.bame entre miedos y esperanzas , el despeñadero a los ojos , y lobos á las ...
... agua fresca de una fuente que allí estaba : no supe que hacer , ni á que puerta echar : lo que por una parte me daba osadia , por otra me acobardaba : hall.bame entre miedos y esperanzas , el despeñadero a los ojos , y lobos á las ...
Página 35
... agua , y una media bogaza mas regia que los manteles . Luego me sacó en un plato una loitiila de huevos , que pudiera llamarse mejor emplastro de huevos : ellos , el pan , jarro , agua , salero , sal , manteles y la huéspeda , todo era ...
... agua , y una media bogaza mas regia que los manteles . Luego me sacó en un plato una loitiila de huevos , que pudiera llamarse mejor emplastro de huevos : ellos , el pan , jarro , agua , salero , sal , manteles y la huéspeda , todo era ...
Otras ediciones - Ver todas
Aventuras y vida de Guzmán de Alfarache: atalaya de la vida humana Mateo Alemán Vista de fragmentos - 1863 |
Aventuras Y Vida de Guzmán de Alfarache: Atalaya de la Vida Humana - Primary ... Mateo Aleman Sin vista previa disponible - 2013 |
Términos y frases comunes
adelante agua algun alli amigo amor buena buscar caballero calle camino cargo causa conocido considerar corre creo criado cuenta daba dado daño debe decia decir dejó della dellos deseaba deseo despues dias diciendo digo dijo dinero dió ello empero engaño entendimiento entonces eran esperando estaba falta fuerza fuese gana gastar gente guarda gusto Guzman habia hablar hacienda hallaba hice hijo hizo honra hora hubiera largo levantó libre llamar llegó llevar luego madre mala mandó manera medio mejor merced mesa meter mira mozo muger necesidad noche ojos padre pagar palabras parece pasar pensar perder pide pobre poco poder podia poner primero pudiera puerta puesto punto puso quedó quiero quisiera quitar razon remedio respondió rico saber sabia sacar salir sentir servir siendo sucedió suelo supe tambien tengo tenia teniendo tierra tomando trabajo trato tuve vale veces venir verdad vestido vino visto vivo volver
Pasajes populares
Página 23 - Tanto cavó con, la imaginación, que halló traza por los medios de una buena dueña de tocas largas reverendas; que suelen ser las tales ministros de Satanás, con que mina y postra las fuertes torres de las más castas mujeres, que por ellas mejorarse de monjiles y mantos, y tener en sus cajas otras de mermelada, no habrá traición que no intenten, fealdad que no soliciten, sangre que no saquen, castidad que no manchen, limpieza que no ensucien, ni maldad con que no salgan.
Página 476 - Cuando vino el dueño a querer visitar su obra y saber el estado en que la tenían, enseñósela el pintor, diciendo tenerla ya hecha. Y como, cuando se puso a secar la tabla, no reparó el maestro en ponerla más de una manera que de otra, estaba con los pies arriba y la silla debajo. El caballero, cuando lo...
Página 475 - Sírvelo con un suspiro, con una lágrima, con un dolor de corazón, pesándote de haberle ofendido. Que, dándoselo a él, juntará tu caudal con el suyo y, haciéndolo de infinito precio, gozarás de vida eterna. En este discurso y otros que nacieron del pasé gran rato de la noche, no con pocas lágrimas, con que me quedé dormido y, cuando recordé, hálleme otro, no yo ni con aquel corazón viejo que antes.
Página 250 - ... o puerta de la casa esperaban que saliese, para con mayor seguro y facilidad quitarme la vida. Desenvainé la espada, y en otra mano la daga, fui poco...
Página 96 - Pinto en la imaginación que es el pensar un bonito niño corriendo por lo llano en un caballo de caña, con una rehilandera de papel en la mano"; y el obrar un viejo cano, calvo, manco y cojo, que sube con dos muletas a escalar una muralla muy alta y bien defendida.
Página 155 - Por maravilla da fruto que infamia no sea. La otra, que convidamos, es muy señora, liberal, rica, franca, poderosa, afable, generosa, conversable, graciosa y agradable. Déjanos la casa llena, hácenos la costa, es firme defensa, torre inexpugnable, riqueza verdadera, bien sin mal, descanso perpetuo, casa de Dios y camino del cielo.
Página 425 - Si quiere dar una música, salir a rotular, a dar una matraca, gritar una cátedra o levantar en los aires una guerrilla por sólo antojo, sin otra razón o fundamento, ¿quién, dónde o cómo se hace hoy en el mundo como en las escuelas de Alcalá?
Página 158 - Que puedan dos enfermos o lisiados andar juntos y llamarse hermanos, con que pidan a remuda y entonando la voz alta: el uno comience de donde el otro dejare, yendo parejos y guardando cada uno su acera de calle; y no encontrándose con las arengas, cante cada uno su plaga diferente y partan la ganancia; pena de nuestra merced. Que ningún mendigo pueda traer armas ofensivas ni defensivas de cuchillo arriba, ni traiga guantes, pantuflos, antojos ni calzas atacadas; pena de las temporalidades.
Página 22 - Porque con la natural suya, sin traer aderezo en el rostro, era tan curioso y bien puesto el de su cuerpo, que, ayudándose unas prendas a otras, toda en todo, ni el pincel pudo llegar ni la imaginación aventajarse. Las partes y faiciones de mi padre ya las dije.
Página 172 - ... como era verdad que lo estaba. Quedó el gobernador admirado en verme de aquella manera y más de mi habilidad. Yo pasmé, sin saber qué decir ni hacer; y si la edad no me valiera, otro que Dios no me librara de un ejemplar castigo. Mas el ser muchacho me reservó de mayor pena, y en lugar de...