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plir con el trabajo que se terná en la conversion de tantos naturales, y esto podrá ser más cierta causa de querer no residir en la tierra.

Otrosí, decimos que por cuanto á todas nuestras fuerzas y posibilidad muchas veces, ofreciéndonos á lo imposible, nuestro principal deseo ha sido de servir á su Magestad en adquirir é conquistar, dilatando su patrimonio real con nuevos reinos, lo cual por ser tan notorio y público, hemos escusado la relacion dellos, pero que á nuestra noticia ha venido que para estos cargos y avisos que vuestra Señoría llama, ha hecho informacion, la cual si se percibiese gentilmente de personas nobles en quien está buen celo de sus conciencias y del servicio de su Magestad, nosotros lo terníamos á gran merced por parte de su Magestad, é por la de vuestra Señoría en buena obra, porque no podia resultar sino todo bien, imponiendo obligacion á su Magestad nos hiciese grandes mercedes; más porque en todas partes, mayormente en Indias, suele haber personas tales, cuya condicion es procurar todo mal é daño, pedimos á vuestra Señoría, y si necesario es, se lo requerimos, haga la dicha informacion por aquella via é forma que más al descargo de la conciencia real convenga é acomodamiento de su patrimonio real, y relacion y noticia de nuestros servicios, para que sabida là verdad, su Magestad, como bien informado, haga lo que más su real servicio sea, é nosotros de nuestro servicio seamos remunerados, encargando sobre la conciencia de vuestra Señoría lo que en este caso mal hecho fuere. É pedimos á vos el presente escribano, que si testimonio quisiere el dicho señor obispo, no se le dé sin esta nuestra respuesta, todo debajo de un sino, por manera que todo junto se vea, é no lo uno sin lo

otro, é pedímoslo por testimonio.-Francisco Piçarro. -Alonso Riquelme.-Garcia de Salcedo.

La cual dicha respuesta fué leida al dicho señor obispo de verbo ad verbo.-Testigos que fueron presentes, el capitan Ochoa de Rivas, é los licenciados Pedro Barna é Hernan Lopez Caldera. É yo el dicho Pedro de Salinas, escribano de sus Magestades é su notario público en la su córte y en todos los sus reinos é señoríos, á todo lo que dicho es presente fuí juntamente con los dichos testigos, é lo escribí segun que ante mí pasó de pedimiento del dicho señor obispo; por ende fiz aquí este mio sino á tal en testimonio de verdad. Pedro de Salinas, escribano de su Magestad.

Yo Domingo de Perez, escribano de sus Magestades en la su córte y reinos y señoríos, y escribano público del consejo de la dicha cibdad de los Reyes, fuí presente al acto de la dicha respuesta del dicho señor gobernador é oficiales, en uno con el dicho Pedro de Salinas escribano susodicho é testigos: por ende fiz aquí este mio sino á tal en testimonio de verdad. Domingo de Perez.

Hay una nota que dice: Este es traslado del requirimiento que yo hice al señor gobernador y oficiales y su respuesta. Van otros dos traslados autorizados en los otros dos involtorios (1).

(1) Este documento, como se habrá observado, abunda en incorrecciones de lenguaje, es ininteligible en muchos puntos, y presenta á menudo una oscuridad en la frase, que en vano hemos tratado de disipar en algunos pasajes.

INFORMACION EN DERECHO DEL LICENCIADO ROJAS SOBRE ALGUNAS PROVISIONES DEL REAL CONSEJO DE INDIAS. (1)

CAPÍTULO PRIMERO.

Muy magnífico señor: Por las cartas que á vuestra Magestad escrebí con los postreros navios que destas partes partieron antes deste y tambien con el padre prior de Sancto Agustin, Fr. Francisco de la Cruz, me ofrecí demás de lo que esta audiencia real escrebia, tomar trabajo de avisar más largo y particular, sobre algunas provisiones que dese real consejo de las Indias han emanado por siniestras relaciones de personas, que en la verdad no tienen tanta esperiencia ó tan buen entendimiento de las cosas cuanto convendria, ó por ventura no estarian tan libres de algunas pasioncillas de cobdicias y otros intereses particulares cuanto sería menester, ó quizá de alguna ilusion del antiguo adversario de toda buena obra que les imprime en la fantasía, de manera que viendo no vean, y oyendo no entiendan. Una cosa cierto sé, que parece que hay mas razon de ser creidos los que el apóstol desta tierra, que es su Magestad, y ese su real consejo de las Indias tiene puestas de su mano, para velar é informar sobre todo tan fielmente como deben, á los cuales por el lugar y mano que tienen en esto por su Ma

(1) Biblioteca Nacional, volúmen manuscrito en fólio, encuadernado en pasta, perteneciente á la Biblioteca Nacional, T. 190.

gestad, creo yo, y no tengo dubda, sino que el verdadero pastor los informa para que informen y hagan bien la guarda del ganado á ellos encomendado. Qui etiam faciebat, como dice el evangelista San Lucas, pastores in illa regione vigilare, custodientes vigilia noctis super gregem suum, y como lo dice Santo Ambrosio sobre estas mesmas palabras: videte eclesiae surgentis exordium Cristus nascitur et pastores vigilare ceperunt, qui gentium greges pecudum modo ante viventes in caulam Domini congregarent, nequoque spiritualium bestiarum per effusas nocium (sic) tenebras pateretur incursus et bene pastores vigilant quos bonus pastor informat.

Porque de otra manera quien pensare atinar el gran negocio desta tierra, bien cierto soy que frustra vigilat. Y porque queria cumplir lo que prometí y se comiencen ya á describir algunos de muchos malos engaños que desta cosa desta tierra la buena fé de quien en absencia y aun en presencia la gobierna recibe, como testigo de vista y esperiencia cierta, diré lo que siento; y digo con el acatamiento que debo, y sometiéndome á todo mejor parecer, que la nueva provision revocatoria de aquella santa y bendita primera que, á mi ver por gracia é inspiracion del Espíritu Santo, tan justa y católicamente se habia dado y proveido, allá y acá pregonado y guardado sin querella de nadie, que yo acá sepa, (porque ante quien la cosa entiende no se osan quejar de semejante cosa, seyendo contra equidad y justicia) los que tienen minas y no tuvieren ánimas ni ánímos de poblarla, alaben que los verdaderos pobladores cierto soy ven claro lo que es (la total perdicion de toda la tierra,) porque aunque á aquellos hincha las bolsas y pueble las minas, á es

tos verdaderos pobladores destruye y despuebla los pueblos y á estos miserables que por ella como rebaños de obejas han de ser herrados, quita las vidas con las libertades; digo á aquestos pobrecillos maçeoales que son casi toda la gente comun que de tan buena gana entran en esta gran cena que en este nuevo mundo se apareja y guisa sin se escusar ni fingir cristiandad, como sus caciques é principales (ó tiranos por ventura) lo hacen, á quien se dá agora por esta nueva provision facultad que los vendan y hierren, los que fuera por ventura mejor empleado que en ellos se hiciera, porque quitándoles á estos caciques é principales el ser y costumbre de tiranos que tenian, y de ser casi adorados y reverenciados por dioses, como lo eran, no creo que les haga la cena por donde esto se les quita tan buen estómago como á estos maçeoales y gente comun, que juntamente con la religion cristiana y salud de las ánimas, sanan y salen tambien de tantas tiranías, por do paresce que los unos segund razon han de aborrecer, y los otros entrañablemente amar la religion cristiana, y así se ha visto y vé de cada dia más por la espiriencia, y por esta razon entre otras y por los secretos juicios de Dios, se esperaba entre aquestos pobrecillos (que así se quiere y se ordena que ahora se hierren) en estas partes, muy grande iglesia y perfecta cristiandad, por quien lo sabe y entiende como se debe saber y entender. Como no se espera sino todo al contrario de aquestos otros sus principales tales como tengo dicho, favorescidos ahora más contra ellos por la nueva provision, que permite el hierro de rescate que dicen, ni se debe esperar otra cosa, sino que los han de herrar y vender sin piedad, así por su interese como por se vengar de los que en la

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