ve, donde terminantemente se dice y con puntualidad se detalla, de qué manera y por qué causa se decidieron los montañeses á elegir rey, á sustituir su modo de ser político con otro; á constituirse, en una palabra, como ahora decimos. Por consiguiente, para los que vamos derechos á buscar la verdadera esencia y significacion de los acontecimientos históricos, sin detenernos á inventar argucias é interpretaciones violentas, fundadas siempre en detalles de forma y poco momento, no cabe ni es racional la menor duda sobre que fueron Córtes y Córtes Constituyentes las reuniones (más de una celebrarian) en que los montañeses debatieron y decidieron acerca de lo que mejor pudiera, á su juicio, convenirles; y la junta en que eligieron á García Ximenez, segun unos, ó á Iñigo Arista, segun otros. Podrá ocurrir á los más escrupulosos que no es fácil saber, tratándose de tan oscuros tiempos, si á aquellas reuniones acudia el pueblo ó únicamente concurrian los magnates, jefes, caudillos, ricos-hombres ó como quiera llamárseles; pero, sobre que igual motivo positivo existe para afirmar ambas cosas, áun dado caso de que sólo asistiese lo más granado de los montañeses á aquellas asambleas, esto nada resuelve en contra de nuestro dictámen; pues, de admitirse el que combatimos, resultarian sin autoridad parlamentaria y legislativa competente, y hasta sin derecho al nombre de tales Córtes, cuantas se han celebrado en España, si se considera que no sabemos de ninguna á la que hayan acudido todas las clases sociales, ni siquiera despues de introducido el sufragio universal. Respecto á los montañeses catalanes, ademas de lo referido, tenemos la respetable tradicion de los acuerdos tomados en la misma época por los independientes, celebrando actos legislativos, haciendo convenios de alianza con los francos ántes de que tuvieran aquellos ni reyes ni condes. Ya en 905, navarros, aragoneses y sobrarvienses se reunieron en Jaca para reconocer á Sancho Abarca el Ceson, de glorioso reinado (27), á quien Mariana llama rey de Navarra y otros escritores apellidan de Navarra y Sobrarve. En 1064 empieza la Academia de la Historia su catálogo de Córtes de Cataluña com las de Barcelona, adonde acudieron obispos y magnates, y en 1071 las de Aragon con las de Jaca. En 1090 se celebraron Córtes de navarros, aragoneses y sobrarvienses en Huarte-Araquil, siendo esta la vez primera que puede presumirse la asistencia del estado llano ó popular, despues de erigida la monarquía en sustitucion de la primitiva república pirenaica. Por lo que toca á Valencia, sus primeras Córtes tuvieron lugar en el intervalo que medió entre el 9 de Octubre de 1238, en que se verificó la Reconquista, y el 8 de Marzo de 1239, en que consta haber fallecido el obispo de Zaragoza D. Bernardo, firmante del fuero general de D. Jaime I que en Córtes se hizo y sólo en Córtes pudo ser hecho; aunque el ilustrado Señor Boix, tan entusiasta por la legislacion valenciana, queriendo sin duda economizar una cuestion á los que le censuraban, tan dura é injusta como torpe mente (28), se limitó á llamar solemne reunion al concurso de los eclesiásticos, barones y hombres buenos de la ciudad (es decir, los tres brazos), que presididos por el rey, formularon lo más importante en la legislacion política; despues de las leyes constitutivas, las orgánicas. CAPÍTULO IV. Las Córtes se reunian sin necesidad de ser llamadas por la Corona y legislaban en la plenitud de sus facultades, aunque el rey no asistiese ó se ausentase de ellas despues de haber concurrido. Hé aquí otras cuestiones que imposible parece hayan dado lugar á debate y, sin embargo, han sido objeto de empeñada discusion entre los publicistas; habiendo muchos tenidos por autoridades graves y hasta Académicos de la Historia, que suministran todo el peso de su opinion en contra de la que acabamos de establecer al frente de este capítulo y pretendemos probar en el curso del mismo. Lo del magister dixit nos parece muy bueno siempre que tenga razon el maestro; pero sólo entonces, porque estamos ya har |