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zobispo y del clero secular.-Prision y fusilamiento de frailes--Recibe Suchet el título de duque de la Albufera.-Cómo recompensó Napoleon á los generales, oficiales y soldados del ejército conquistador.

IIabia entrado en los planes y miras de Napoleon, segun indicamos yá, la conquista de la ciudad de Valencia, y habia encomendado esta empresa al nuevo mariscal del imperio Suchet, el conquistador de Lérida, de Mequinenza, de Tortosa y de Tarragona, distinguido guerrero, á cuyos triunfos ayudaban á la par el valor, el talento y la fortuna. Noticia tenian de este proyecto las Córtes y el gobierno de Cádiz. Necesitábase un general de capacidad y de prestigio que oponer á Suchet. Las desa venencias entre las autoridades militares y politicas del reino y de la ciudad de Valencia hacian tambien necesaria la presencia de un gefe autorizado y prudente que pudiera cortar discordias tan lamentables, é imponer y hacerse obedecer de todos. El capitan general, marqués, del Palacio, mas dado á minuciosas prácticas de devocion que á ejercicios militares, á procesiones que á organizacion de regi – mientos, mas amigo de armar cuerpos informes de paisanos para halagar las masas del pueblo que de crear tropas regulares y disciplinadas, no ofrecia seguridad alguna de resistencia á una acometida del francés. Esto hacia tambien precisa la eleccion de un general capaz de poner remedio á tantos males.

Por todas estas razones fijáronse las Córtes en don Joaquin Blake, que á sus condiciones de acreditado patriota, de entendido guerrero, y de organizador activo, unía la autoridad y el respeto gerárquico que le daban el grado superior de la milicia que acababa de obtener y la alta dignidad de presidente de la Regencia del reino. Con gusto dispensaron las Córtes por segunda vez la ley que impedia conferir á los regentes el mando activo de las armas; y no desagradó este nombramiento al embajador inglés, que en la patriótica entereza de Blake encontraba siempre un obstáculo inflexible á sus pretensiones, y alegrábase de verle apartado de la Regencia. Por su parte el honrado y modesto general, siempre pronto á ocupar el puesto en que se creyeran mas útiles sus servicios, no titubeó en cambiar, tambien por segunda vez, la silla presidencial del supremo gobierno por las privaciones, las fatigas y los riesgos de una campaña comprometida y difícil, y esto en ocasion que acababa de regresar del condado de Niebla, casi sin descansar de su gloriosa expedicion á Extremadura.

Dióse á Blake el mando del 2.o y 3.er ejércitos, con las columnas que formaban las partidas agregadas á ellos, aunque á veces solian obrar con independencia; y además dos divisiones espedicionarias, mandadas por los ma

riscales de campo Zayas y Lardizabal: conservaba el marqués del Palacio la capitanía general de Aragou y Valencia, pero á las órdenes de Blake. Partió éste de Cádiz con las divisiones spedicionarias (31 de julio); la artillería y parte de los bagages desembarcó en Alicante; hízolo él en Almería; las tropas se incorporaron provisionalmente al 3.er ejército que mandaba Freire, y él se encaminó á Valencia, donde llegó el 14 de agosto, á fin de preparar los medios de defensa, y lo demás conducente al mejor éxito de la empresa que se le habia encomendado.

Entretanto asistió mala fortuna al 3.er ejército, no obstante la incorporacion de las dos divisiones. El mariscal Soult, que desde la provincia de Granada observaba sus movimientos, propúsose envolverle, ordenando cierta maniobra á los generales Godinot y Leval, á que luego habia de cooperar él en persona. Dirigíase esta operacion contra las divisiones españolas que guiaban don Ambrosio de la Cuadra y don José de Zayas, por ausencia momentánea de este mandada la suya por don José O'Donnell. En las alturas de Zújar, á una legua de Baza, se hallaban los nuestros cuando fueron acometidos por el general Godinot (9 de agosto), sin que don Manuel Freire que ocupaba la Venta del Baul, y sospechaba los intentos del enemigo, creyera oportuno abandonar aquella posicion. Recio y desgraciado por demás fué el combate que alli sufrió don José O'Donnell, teniendo que retirarse á Cúllar con pérdida de 433 muertos y heridos, y mas de 1,000 prisioneros ó extraviados. Por fortuna Godinot no siguió á su alcance, temeroso de que Cuadra le atacase por la espalda. Movióse entonces Freire de la Venta del Baul, y tuvo á suerte el poder pasar á Cúllar, donde resolvió retirarse á Murcia con todo el ejército, no sin que fueran acosando de cerca á nuestros ginetes los del general Soult, hermano del mariscal.

A marchas forzadas y por caminos diferentes, sin darse reposo, y con escasísimo rancho, haciendo solo algun alto para repeler al enemigo, franquearon las divisiones en su retirada una distancia de treinta y siete leguas. El mismo Freire tuvo que cruzar por ásperos senderos, pasando no pocos trabajos y apuros hasta llegar á Alcantarilla, una legua de Murcia (13 de agosto), donde sentó sus reales con las tres divisiones de su 3.er ejército, porque las dos espedicionarias tomaron la vía de Valencia. Gracias que los franceses no prosiguieron hasta Murcia, acercándose solo Leval á Lorca, porque otras fuerzas españolas llamaron la atencion de Soult hácia otra parte. La desgracia de Zújar vino á recaer sobre el general Freire, pues á poco tiempo tuvo que entregar el mando del 3,er ejército á don Nicolás Mahy; bien que su reputacion no tardó en repararse de los juicios que pudieron lastimarl3, porque de la informacion que á instancia de las Córtes se hizo acerca de las

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causas del contratiempo de aquella jornada, salió á salvo la conducta de Freire, acaso más que la de los otros generales que se hallaron en el

combate.

Viniendo ya á Valencia, fueron los primeros cuidados de Blake mejorar las fortificaciones de la ciudad y las del castillo de Sagunto, fortificar el de Oropesa, reconocer la posicion y revistar las tropas de Segorbe, establecer una fábrica de armas en Gandía y otra de vestuarios en Alcoy, apresurar las operaciones del sorteo y organizar é instruir cuerpos regulares sobre la base de los cuadros que habian venido de Cataluña, en lugar de las informes partidas patrióticas de paisanos, que tan dado era á crear el marquésY él estableció del Palacio; nombró á don Juan Caro gobernador de Valencia su cuartel general en Murviedro (1.o de setiembre), bien que tuvo que volver pronto á la capital, con motivo de haberse manifestado síntomas de sedi cion, logrando con su prudencia calmar los ánimos, imponer respeto á los díscolos y reducir al órden á los revoltosos.

Con arreglo al plan y á las instrucciones de Napoleon, comunicadas por el príncipe de Neufchatel, presentóse Suchet el 15 de setiembre á las inmediaciones de Valencia, dejando una division de 7.000 hombres al mando de Frére en la baja Cataluña, otra dé igual fuerza en Aragon al de Meusnier, y haciendo venir la de Reille de Navarra, despues de establecer en Tortosa, Mequinenza y Morella grandes almacenes de víveres, y en la primera de aquellas ciudades el parque de artillería de sitio y el material de ingenieros. La fuerza que llevaba Suchet era de unos 22.000 hombres, repartida en tres divisiones al mando de los generales Habert, Harispe y Palombini. Blake por su parte llamó las tropas que estaban hácia Teruel, é hizo venir á marchas forzadas las dos divisiones espedicionarias, que, como dijimos, acababan de llegar de Murcia. Aunque numeroso el 2.o ejérci→ to, no era mucha la fuerza útil de él con que podia contarse (1). De modo

(1) Constaba el 2.° ejército de 26.200 hombres, pero de la calidad y distribuidos

en la forma siguiente.

La 1.a division, que habia regresado de Cataluña y ocupaba á Segorbe, se componia de..

4,600 hombres. 3.800

La 2.a que maniobraba sobre Peñíscola y guarnecia esta plaza era de..
La 3.a formaba dos secciones: de ellas la 1.a compuesta de quintos sin

instruccion ni armamento, contaba. .

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4.400

La 2.a, que estaba en Atalayuelas, tenia.

2.300

La 4.a, dividida tambien en dos secciones, de las cuales la primera y mayor era de quintos, constaba de.

7.000

La reserva, de gente que se estaba organizando, era de.

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4:400

La caballería, mandada por don José Sanjuan, aunque en los estados figuraban 1,900 caballos, sole contaba disponibles.

4.420

que de tropas regladas eran poco mas de 16.000 hombres los que reunia Blake fuera de las guarniciones de las plazas, y no le inspiraba gran confianza el paisanage armado. So pretesto de poner á salvo de una contingencia á las autoridades populares, dispuso que la junta se trasladase de Valencia á Alcira, y que la acompañase el marqués del Palacio como capitan general del distrito, puesto que las riberas del Júcar habian de servir de segunda línea de defensa. Puede creerse con fundamento que entraba tambien en la política de Blake alejar al del Palacio de la capital.

Lo primero de que trató Suchet fué de apoderarse del castillo ó fuerte de Sagunto, sito en un cerro, ó sea en un grupo aislado de pequeñas alturas, que forma una de las mas risueñas y agradables atalayas, junto á la villa de Murviedro; lugar de gloriosos recuerdos históricos, que si pudieran borrarse de la memoria de los españoles, se le renovaria uno de aquellos sitios que lleva todavía el nombre de altura de Anibal. Esta fortaleza, no castillo, sino campo atrincherado, como lo denominó con razon el ingeniero director de las obras, que no existia en 1810 cuando Suchet estuvo la primera vez á la inmediacion de Valencia, comenzó á construirse en enero de 1841 por consejo del general inglés Doile sobre ruinas y restos de antiguos muros. Hiciéronse los primeros trabajos siendo comandante general de Valencia Bassecourt, los continuó su sucesor don Carlos O'Donnell, nada hizo en ellos el marqués del Palacio, que todo lo fiaba á los muros de la capital y á los esfuerzos de sus habitantes; mandó Blake renovar y proseguir con actividad las obras de fortificacion tan pronto como llegó á Valencia; mas ni el escaso tiempo que para ello tuvo permitió concluirlas, ni habia los útiles y medios necesarios para ello. Asi, aunque bastante espacioso el recinto atrincherado, observábanse fácilmente las partes flacas y vulnerables que tenia, faltábanle edificios á prueba, fosos, caminos cubiertos, artillería apropósito, y otras muchas cosas necesarias para una defensa séria. Era no obstante preciso á los españoles conservar y defender el fuerte para entretener y molestar al enemigo, en tanto que se organizaba el ejército y se daba lugar á que viniesen tropas de otras partes; asi como interesaba á los franceses hacerle suyo para cubrir los sitios de Oropesa y Peñíscola, y para emprender desde él sus operaciones sobre. Valencia. Gobernábale el coronel don Luis María Andriani: tenia el fuerte 17 piezas, 3 de á 12, las demás de á 4 y 8, y 3 obuses: Blake le dió para su defensa 3.000 hombres escasos, reclutas muchos de ellos.

Respecto á las columnas volantes agrega- con independencia, y á veces hasta ignoradas al 2.o ejército, que eran principalmente ban los generales su número y organizalas de Duran, el Empecinado, Villacampa y cion. Obispo, ya hemos dicho que solian obrar,

Tál era su estado cuando se presentó Suchet con su ejército delante del fuerte de Sagunto (23 de seti 'mbre). Pronto y con facilidad se apoderó de Murviedro y pueblos inmediatos, y quedó incomunicada la guarnicion con el ejército, de tal manera que solo por medio de señales en las alturas de la fortificacion, en las torres de Valencia y en los buques podia entenderse imperfectamente el gobernador con el general en gefe. De tan poca importancia pareció la fortaleza á Suchet, acostumbrado á rendir plazas de guerra las mas respetables, que sin necesidad de formalizar sitio intentó y pensó tomarla por un golpe de mano. Al efecto d'spusó y se ejecutó en la noche del 28 de setiembre una escalada por cinco puntos, trepando con arrojo y á porfía granaderos y cazadores á lo alto del muro; pero acudiendo nuestros soldados y arengándolos Andriani, arrojan á la bayoneta á los franceses, hieren en la cabeza al coronel Gudin, lanzan de lo alto de los parapetos á otros oficiales, rompen las escalas, arrollin á los atrevidos asaltadores, que antes del amanecer se retiran dejando 300 muertos, entre ellos muchos oficiales. Regocijase y se alienta la guarnicion con esta victoria; Suchet reconoce que necesita otros preparativos para una empresa que habia creido tan fácil, y Andriani recibe de Blake en justa recompensa el grado de brigadier, para que habia sido ya propuesto por otros generales.

Con este escarmiento hizo Suchet trasportar la artillería de sitio que tenia en Tortosa para batir en toda regla el fuerte de Sagunto. Entretanto érale tambien forzoso rechazar las columnas de Obispo y de O'Donnell que no cesaban de incomodarle, mientras nuestras partidas de Soria y Guadalajara. maniobrando por la parte de Aragon para llamar la atencion del francés, rendian la guarnicion de Calatayud. Queriendo por su parte Suchet quedar desembarazado para la empresa de Sagunto, hizo batir en brecha el castillo de Oropesa sobre el camino real de Cataluña, logrando al cabo de diez dias apoderarse de él y de los 450 españoles que le guarnecian: con lo cual no pudiendo sostenerse los pocos que defendian el pequeño y vecino fuerte llamado la Torre del Rey construido sobre la costa, le abandonaron recogiéndose á los buques. Libre asi la carretera, pudieron los franceses conducir sin obstáculo la artillería de Tortosa. Conprendiendo Blake la necesida de reforzar su ejército, tanto más, cuanto que el general francés D'Armagnac que se hallaba en la Mancha amenazaba por las Cabrillas la derecha del Guadala viar, pidió con urgencia á Freire las tropas que pudiese enviarle del 3.er ejército, en cuya virtud se puso en marcha el general Mahy con 6.000 hombres, y realizado este movimiento oportunamente llegó al parage designado para impedir á D'Armagnac ejecutar su intento de adelantarse hacia Valencia. Pero imperturbable el mariscal Suchet, establecidas sus baterías frente à Sa

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