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Irvard Co

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uly 1, 1914
Beque

Georgina Lowell Putnam

HISTORIA GENERAL DE ESPAÑA,

PARTE TERCERA.

ODE!

DOMINACION DE LA CASA DE BORBON.

LIBRO X.

GUERRA DE LA INDEPENDENCIA DE ESPAÑA.

CAPITULO XIV.

TARRAGONA.

VIAJE Y REGRESO DEL REY JOSE.

1811.

(De enero á agosto.)

Estado de la guerra en Galicia y Astúrias.-En Leon y Santander.-La Liébana: heroismo de sus habitantes -Provincias Vascongadas y Navarra.-Mina: atrevida y gloriosa sorpresa que hizo.-Creacion del ejército francés del Norte.-La guerra en Cataluña.Toman los franceses el castillo de San Felipe.-Sus proyectos sobre Tarragona.-Toma el mando del Principado el marqués de Campoverde.-Accion de Valls entre Macdonald y Sarsfield.-Bullicios dentro de Tarragona.-El congreso catalan.-Desgraciada tentativa de Campoverde sobre Monjuich.-Encomienda Napoleon á Suchet el sitio de Tarragona.-Incendio de Manresa.-Sorprenden y toman los españoles el castillo de Figueras.—Ardid de que se valieron.-Capciosa capitulacion pedida por el enemigo.-Cir

cunvalan el castillo los franceses.-Marcha Suchet á sitiar á Tarragona.-Posicion y condiciones de la plaza.-Campoverde y Sarsfield van á su socorro.-Terrible ataque de los franceses al fuerte del Olivo.-Asalto: resistencia heróica: mortandad.-Consejo de guerra en la plaza.—Sale de ella Campoverde, y queda mandando Senen de Contreras.-Ataque y brecha en el fuerte del Francolí.-Retiranse los nuestros á la ciudad.— Gran pérdida de los franceses para tomar otros baluartes.-Llega á la plaza la division de Valencia.-Llama tambien mas fuerzas el enemigo.-Ataque y asalto simultáneo de tres fuertes.-Quema de cadáveres franceses y españoles.-Embisten éstos el recinto de la ciudad alta.-Inútil arribada de una columna inglesa.-Asalto general de la ciudad.-Furiosos y sangrientos combates.-Penetran en ella los franceses.-El gobernador herido y prisionero.- Desolacion, desastres.-Pérdidas de una 'parte y de otra.-La guarnicion prisionera de guerra.-Influencia y efectos de la pérdida de Tarragona en Cataluña y en toda España.-Lacy reemplaza á Campoverde-Suchet mariscal del imperio. Se apodera de Monserrat.-Porfiada y costosa resistencia.-Rescatan los franceses el castillo de Figueras.-Vuelve Suchet á Zaragoza.-Operaciones militares en Granada y Murcia.-En la Mancha y las Castillas.-Cómo vivian los franceses en Madrid.-Profundo disgusto del rey José y sus causas.-Conducta de Napoleon para con su hermano. Resuelve José ir á París para hablar personalmente con el emperador.Resultado de sus conferencias.-Regresa José á Madrid.

El lector habrá podido observar, y tal vez le haya causado alguna estrañeza, que cuando tantas huestes, asi de los enemigos como de los aliados, se agolpaban á la raya de Portugal, haciendo aquella frontera el teatro principal de los sucesos militares de mas cuenta en este año, no se haya visto la cooperacion de las fuerzas españolas existentes en otras provincias de las que comparten limites con aquel reino, especialmente en las de Galicia y Leon.

No se vió en verdad esta cooperacion que habria sido de desear. El general Mahy, á quien obedecian Galicia y Astúrias, continuó teniendo sus tropas en el Vierzo y tierra de Leon. Las que operaban en Astúrias, cuyo mando inmediato tenia don Francisco Javier Losada, aunque subordinado á Mahy, avanzaban ó retrocedian por las cañadas que forman los rios de aquel principado, segun que se movia el enemigo, y la única accion notable que sostuvieron fué bien desgraciada. Dióse en las alturas de Puelo, una legua de Cangas de Tineo (19 de marzo); y con ser los nuestros 5.000, y menos los franceses, sufrieron aquellos gran derrota, salió herido el general Bárcena, y gracias á Porlier (el Marquesito), que con sus ginetes y su serenidad salvó muchos fugitivos, inclusos los generales, no fué mayor el infortunio.

Algo mejoró la organizacion y la disciplina del 6.o ejército, que asi se llamó el de estas provincias, desde que se confió el mando en gefe á Castaños, reteniendo el del 5.o ejército que se hallaba en Extremadura. Pues aunque aquel nombramiento fué casi nominal y de honra, hecho por las causas y con el fin que en el anterior capítulo indicamos, tuvo no obstante una influencia

saludable. Tambien favoreció el haber sucedido á Mahy don José María Santocildes, que gozaba de una escelente reputacion desde la gloriosa defensa de Astorga. Distribuyó pues el 6.0 ejército en tres divisiones: la primera al mando del generai Losada, que se quedó en Astúrias; la segunda al de Taboada, que se situó en el Vierzo á la entrada de Galicia; y la tercera al de don Francisco Cabrera, que fué destinada á la Puebla de Sanabria. Quedó además en Lugo una reserva. Todas estas tropas, á escepcion de la division de Astúrias, que ocupó á Oviedo, pasaron á principios de junio á Castilla, al tiempo. que el mariscal Marmont, sucesor de Massena, se trasladaba, como dijimos, desde Salamanca á Extremadura. Fué por lo mismo oportuno aquel movimiento de los españoles. Para mayor ventaja y animacion de éstos, el general francés Bonnet abandonó á Astúrias (14 de junio), y de Astorga se retiró tambien la guarnicion francesa á Benavente, despues de destruir cuanto pudo las fortificaciones de aquella ciudad, lo cual proporcionó á Santocildes el placer de ocupar una poblacion en que habia dejado tan escelentes recuerdos, y en donde fué recibido (22 de junio) con el regocijo y los aplausos á que por su ante. rior comportamiento se habia hecho acreedor.

Ocuparon los nuestros la derecha del Orbigo. El general francés Bonnet, que se habia corrido desde Astúrias á Leon, destacó el 23 al general Villetaux con órden de que atacase á Taboada, que se hallaba en el pueblecito do Cogorderos, sito junto á la carretera de Astorga á Ponferrada sobre el rio Tuerto. Defendíase bizarramente el general español, cuando acudió en su socorro don Federico Castañon con su brigada asturiana, y atacando á los enemigos por el flanco, los deshizo completamente, quedando entre los muertos el mismo Villetaux, y cogiendo entre los prisioneros once oficiales. Santocildes por su parte hizo un reconocimiento general sobre el Orbigo, ahuyentando los enemigos. Ayudaban á nuestros generales las partidas sueltas del distrito, de las que se procuró formar una legion nombrada de Castilla al mando del coronel don Pablo Mier.

Dábanse la mano estas tropas, que entre todas se aproximaban á 16.000 hombres, con las del 7. ejército, de nueva creacion, que empezaba á formarse en el país de Liébana y montañas de Santander, y cuyo primer gefe habia de ser don Gabriel de Mendizabal. Mas como éste permaneciese, segun hemos visto, en Extremadura, encargóse del mando como segundo don Juan Diaz Porlier, que para organizarle se estableció en Potes, capital de la Liebana.

Merece bien este país que nos dètengamos en él un poco, ya que ha tenido la desgracia de que otros historiadores hayan pasado por alto su heroismo y omitido sus glorias.

Enclavada esta montuosa comarca entre las provincias de Astúrias, Leon, Palencia y Santander, formando una especie de cuenca, á la cual no se puede descender sin subir á elevadísimas alturas, dividida en cuatro grandes y profundos valles de que se derivan otros mas pequeños, conservando sus habitantes el carácter independiente y libre que distinguió á los antiguos cántabros sus mayores, fué uno de los paises que primero se levantaron en 1808, espontáneamente y sin auxilio de fuerza alguna estraña, en defensa de la causa nacional. De los moradores de sus cuatro valles se formaron otros tantos batallones de urbanos, mandados por el respectivo regidor de cada valle. Con pocas armas, pero con mucho corazon, en las diferentes y siempre rápidas incursiones que en los primeros años de la guerra hicieron los franceses en aquel quebrado y montuoso recinto, rara vez dejaron de salir escarmentados por los valerosos liebaneses. Ya en 1809 les habia dicho el general español Mahy en una proclama desde la Coruña: «Habitantes ilustres de la Liébana: la gloria de «vuestros triunfos no ha podido encerrarse en los estrechos límites de una pro«vincia reducida. Toda la península resuena con el eco de vuestro nombre, y la «fama lo ha conducido hasta los términos mas remotos del imperio español... «Descendientes de los antiguos cántabros, herederos de sus virtudes, de su vaelor y de su patriotismo, habeis jurado eterna venganza contra los enemigos «de la libertad de la patria. Aquellos embotaron su cuchilla en la sangre de los «romanos; vuestros abuelos se distinguieron entre los primeros españoles en la «guerra sagrada contra los agarenos; y vosotros, rodeados por todas partes de «<enemigos, y ocupadas las provincias limítrofes por unas tropas que se glorian «de haber puesto el yugo á las naciones mas poderosas de Europa, manteneis «vuestra libertad y derechos patrios por medio de prodigios.....>>

No desmintieron este alto concepto aquellos habitantes en las tres invasiones que sufrieron en 1840, ni se dieron á partigo por mas que el general frances Cacoult los halagára primero, y los amenazára después con el incendio y el saqueo de sus propiedades (1). Cuando se formó en la provincia de Santander la division cántabra, y principalmente desde que se encomendó su mando á don Juan Diez Porlier, la Liébana era su amparo y abrigo; alli recibian su primera instruccion los mozos antes de ingresar en los cuerpos; en la villa de Potes, su capital, estableció Porlier hospitales y almacenes de boca y guerra, depósito de prisioneros, y hasta creó en el pueblo de Colio

(1) Mais si sourds á ma voix vous persistez dans votre égaremeat, si un seul coup de fusil est tiré sur ma troupe, ce será le signal de l'incendie et du pillage de vos propietés.-Proclama de Cacoult de 15 de ju

nio de 1810, conservada original por don Matías de la Madrid, ayudante de campo que fué del general Porlier, y autor de apreciables apuntes históricos que ha tenido la bondad de confiarnos.

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