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Madrid; por el E., con Sacedon, y por el O., con el mismo Chinchon y Alcalá de Henares, abrazando una extension de siete leguas de N. á S., y seis de E. á O.

La continua batida de los vientos del NO. durante el invierno, y la de los del E. en el verano, despejan por completo la atmósfera, dotando á la poblacion de una temperatura templada y con buenas condiciones de salubridad.

El terreno es bastante desigual.

Consta de una gran parte de monte y llanura con amenos valles y pintorescas quebradas.

Las sierras y cerros que se encuentran en las márgenes del Tajo y que partiendo de Sacedon atraviesan el territorio del partido, son las mas elevadas y de mayor importancia.

Las de la derecha continúan formando cordillera hasta la union de aquel rio con el Guadiela, y las de la izquierda, que son las mas escarpadas y mas altas, van por el término de Alvalate é Illana hasta enlazarse con la sierra de Altomira.

Estos montes en lo general están bastante poblados de encinas, robles y pinos, abundando tambien las madroñeras, malezas, boj, sabinas y multitud de plantas aromáticas y medicinales.

Tambien tienen algunos minerales, entre los que descuellan el carbonato y sulfato calizos.

Los dos únicos rios que recorren el partido son el Tajo y el Tajuña.

Aquel penetra en el territorio por el monte de Anguix, y va á salir al de Chinchon por Driebes. Este rio tiene cuatro barcas para atravesarle en distintos sitios, y varios vados practicables, nada mas que durante el estio.

El Tajuña, que viene de Brihuega, penetra por la parte de Romanones y va á desembocar en la provincia de Madrid, por Alcalá de Henares.

Tanto uno como otro tienen varios puentes y dan movimiento á algunos molinos harineros y de aceite.

Las producciones generales del partido son cereales, varias semillas, anís, aceite, vino, hortalizas, miel en cantidad regular, y leña, tanto para combustible como para el carboneo.

Hay tambien buenos pastos, con los cuales puede mantenerse bastante ganado, tanto lanar como cabrio y mular, y el asnal que se dedica mas que nada á la labranza.

Todas estas noticias generales se las fue D. Cleto comunicando á nuestros amigos durante el viaje.

El aspecto de Pastrana al aproximarse á ella, no predispone gran cosa en su favor. -Parece muy antigua - dijo Castro á su guia.

-Ya lo creo; Ptolomeo la menciona bajo el nombre de Paterniana, y en la itacion ó amojanamiento que para los obispados se hizo en tiempo de Wamba, se la llama Bactriana ó Pactriana, que, segun parece, era el término del obispado arcabricense. -Y aquí tenemos ya explicado su actual nombre de Pastrana, pues la corrupcion de aquella frase puede muy bien habérsele dado el actual.

-Como ha sucedido con la mayor parte de las poblaciones.

22

-¿Y esta villa fue de pertenencia particular ó de la Corona?

-Poseyóla el maestrazgo de Calatrava hasta el año de 1541 en que el rey Carlos I la enagenó.

-¿Y cómo pudo ser eso perteneciendo á la órden de Calatrava?-preguntó Sacanell. -Porque los Reyes católicos deseando, y con razon, evitar las contiendas y las intrigas puestas en juego por los nobles cuando quedaba vacante algun maestrazgo, los unió á la corona, y por lo tanto el Rey era el gran maestre de las órdenes militares. Carlos I obtuvo una bula para desmembrar y vender algunos de esos bienes, y en aquella fecha y por la cantidad de diez y nueve millones cuatrocientos seis mil novecientos veinte y dos maravedises, vendió á D.a Ana de la Cerda, esposa de D. Diego de Mendoza, conde de Melito, la villa de Pastrana y algunas otras inmediatas. -Creo que hubo un duque de Pastrana favorito del rey D. Felipe II.

-Precisamente el primero. El famoso Ruiz Gomez de Silva, casado con doña Ana de Mendoza y de la Cerda, fue el privado, si privados pudo tener un Monarca semejante. Ruy Gomez, prévia la real licencia, compró á su esposa el palacio ó casa fuerte, que sus suegros construyeron en la villa, con todas sus dependencias, abonándole catorce mil cuatrocientos sesenta y seis ducados y ciento cuarenta y tres maravedises, y posteriormente compróla tambien las alcabalas, tercias y patronatos de la villa en cincuenta y un mil ducados, con lo que quedó por amo y señor, haciéndola cabeza de sus Estados y obteniendo de Felipe II el título de duque de Pastrana.

-Ahora, cuando hayamos descansado, verán Vds. el palacio que aquí tienen los duques.

-Vamos, está visto que nada sabíamos, chico-dijo Castro dirigiéndose á Pravia. -Pastrana-prosiguió D. Cleto-se vanagloria de haber sido cuna de una porcion de hombres célebres, como los Arcos, Quiros, y aun del famoso Melchor Cano, obispo de Canarias, aun cuando esto se lo disputa Tarancon, donde dicen que nació.

-Pero sobre todo, señores, tiene Pastrana un recuerdo digno de aprecio y consideracion pora cuantos amen las bellas letras. En esta humilde villa existe la casa que ilustraron D. Nicolás Fernandez de Moratin y su hijo el inmortal D. Leandro.

-¿Acaso nacieron en ella?

-La madre de D. Nicolás, D." Inés Gonzalez Cordon, era hija de Pastrana, y este pueblo fue el oasis donde venian á respirar las puras brisas de la Alcarria, tanto don Nicolás como su hijo, cuando sus pulmones estaban ya cansados del aire viciado de la Corte.

-¿Con que todavía se conserva la casa?

-Sí, señores.

-Vivirán en ella sus herederos.

-No tal.

-Entonces será el gobierno quien cuidará de sostener ese recuerdo...

-No, amigo Pravia. Moratin se vió envuelto en la proscripcion que alcanzó á todos los amigos ó hechuras del famoso Príncipe de la Paz, cuando en 1808 cayó este favorito del poder. El autor de El si de las niñas, habia sido, no el poeta que humilla

su genio á las plantas de un poderoso Mecenas, sino el amigo leal y honrado de un magnate. Sus bienes fueron confiscados y él tuvo que buscar en el extranjero suelo el hogar que le arrebataban en el propio. (1)

Allí falleció, y en país extraño permanecieron sus restos por largo espacio, con mengua y desdoro de nuestro país.

-Ya se trajeron, segun recuerdo - dijo Azara.

-Sí, señor; en 1853 fueron conducidos desde París á Madrid, donde se les hizo el recibimiento que merecia por parte del Gobierno y corporaciones literarias.

-Pero de la casa ¿qué se hizo?

-Van Vds. á saberlo. En 1816 y prévio el juicio de purificacion que se acostumbraba, se le devolvieron sus bienes, pero ya antes habia cedido la hacienda de Pastrana á su hermana, para aumentar su dote, cuando se casó con el orientalista D. José Antonio Conde. Por fallecimiento de aquella volvió la hacienda á su poder, y entonces la cedió por completo á la Inclusa de Madrid. Así permaneció algun tiempo, pero en virtud de la ley de desamortizacion, pasó á manos del Gobierno.

-¿Que será quien la conserve?

-No, señores; no se cuidó este para nada de aquella casa que habian ilustrado dos de los génios que mas honraron á su país, y el edificio se vendió, como otra porcion pertenecientes á Bienes nacionales.

-¡Qué penosa impresion produce el escuchar semejantes relatos!

-En esa casa que ya verán Vds., en la huerta que hay contigua á ella y que pertenece a otra persona distinta que la que se hizo cargo de la casa, padre é hijo, don Nicolás y D. Leandro Fernandez de Moratin, Flumisbo Thermodonciaco, é Inarco Celenio, como se llamaban entre los árcades de Roma, habian compuesto mas de una de sus preciosas obras; en ella, especialmente en tiempo de D. Leandro, se reunia lo mas discreto, lo mas erudito de su época, discutiendo y convirtiendo el pintoresco pueblo de la Alcarria en una pequeña Arcadia.

D. Juan Antonio Melon, los padres Estala y Navarrete, D. José Antonio Conde y otros, iban á visitar á su amigo, y en Pastrana están fechadas muchas de aquellas elegantes epístolas que D. Leandro dirigió á Jovellanos, á Florida Blanca y al mismo. Príncipe de la Paz.

-¡ Casa bien llena de recuerdos !

(1) En Paris falleció en 1828, siendo depositado su cadáver en el cementerio del P. Lachaise, cerca del sitio donde reposan las cenizas de La Fontaine y de Molière. En el sencillo monumento que guardaba sus preciosos restos habia las siguientes inscripciones:

Aquí yace

P. Leandro Fernandez de Moratin,
Insigne poeta cómico y lírico,

Delicia del Teatro español,

De inocentes costumbres y de amenísimo ingenio.
Murió en 21 de junio de 1828.

Hic jacet Hesperia decus, inmortale Tælia
Obnibusque carum patriæ lugebit cives.
Nec procul hic jacet cujus vestigia secutus
Marnus scenæ pareus proximus et tumulo.

-Pues ahí tienen Vds. como se han sabido conservar por parte de quien debia haber tenido verdadero empeño en hacerlo (1).

La villa de Pastrana estuvo en lo antiguo circundada de murallas, de las cuales apenas quedan algunos derruidos trozos.

Los jóvenes fueron á aposentarse en casa de unos amigos de Pascual, á quienes conocia D. Cleto, siendo recibidos con extraordinaria amabilidad, máxime cuando supieron que Castro era el prometido de María Antonia.

La poblacion es antigua, y como edificios notables merece citarse el palacio de los duques de Pastrana.

La casa del administrador de aquel título y la llamada del Dean tambien son notables.

Edificada Pastrana á la falda de un cerro y rodeada de otros menos elevados, disfruta de un clima templado y bastante sano.

El número de sus habitantes se eleva á la cifra de dos mil trescientas almas, y el caserío es regular, aun cuando las calles no están en un estado muy ventajoso.

Tiene tres plazas, viéndose en la Mayor dos órdenes de soportales, sin que sea notable su construccion.

Cuando nuestros viajeros salieron á la calle para recorrer la poblacion, preguntó Azara:

-¿Dónde vamos?

-A casa del Dean, cuyo edificio sirvió en otro tiempo de hospital, teniendo los

(1) En ocasion de hallarse D. Leandro Fernandez de Moratin en Pastrana, se hizo un entierro de huesos en la iglesia colegial por el año 1791. Con este motivo compuso los dos sonetos siguientes:

En tanto que al imperio de la muerte
Llega á ceder nuestra existencia vana,
Votos ofrece la piedad cristiana,
Hoy que sus triunfos con horror advierte.
Ansiosa intenta mejorar la suerte
De los que un tiempo la flaqueza humana
Manchó de culpa, y purifica y sana
La pena en cárcel dolorosa y fuerte.
Los que hoy existen, breve sepultura
Ocuparán despues, mas no perdido
Quedará, no, su celo religioso:

Que entonces hallarán las que han vertido
Lágrimas tiernas, y en region mas pura
Adquirirán tambien vida y reposo.

Cuando al sonido del clarin llamado
El hombre salga de la tumba fria,
Supremo juez en el tremendo dia
Descenderá de nubes rodeado.

«Gloria al justo,» dirá, «pena al malvado

Que de su ley eterna se desvia.>>

¿Pero cuál es ¡oh Dios! el que podria

Aparecer sin mancha de pecado?

No hay mérito sin ti: mas si la ofensa
Perdonas, y el rigor se desvanece
Al lloro del mortal arrepentido,

Hoy sacrificios en tu templo ofrece,
Y se atreve á esperar piedad inmensa,
Porque eres tú, Señor, el ofendido.

señores de la villa la obligacion de mantener seis camas, cuatro para hombre y dos

para mujer.

-¿Y no hay otro hospital?

-Sí, señor, pero ruinoso, que solo sirve para albergar á los pobres enfermos tran

seuntes.

-¿En qué estado se encuentra la instruccion?-preguntó Sacanell.

-Regularmente y nada mas; existen dos escuelas sostenidas por el Municipio que tienen una asistencia no muy grande, el colegio de san Buenaventura y algun otro establecimiento particular.

-Como poblacion agrícola mas se cuidarán los padres de enseñar á sus hijos las faenas del campo, que no de mandarles á la escuela.

-No sucederia eso si los gobiernos fomentasen á todo trance, aun empleando la dureza, la instruccion.

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-Si, pero en nuestro país generalmente los que pensamos así, nos estamos en nuestras casas y nada mas.

-Pero podemos formar la opinion, y si esta se pronunciara una vez en favor de ese progreso, no de una idea política mas o menos buena, estoy seguro que mucho se podria hacer.

-Lo que observo-dijo Pravia,- es que debe haber una grande abundancia de aguas por las fuentes que ya he visto.

-Sí, señor; hay siete, todas buenas y abundantes.

Y hablando de este modo recorrieron la villa, deteniéndose en todo lo que de notable hemos indicado ya.

-Pero veo-dijo Sacanell,- que no hemos entrado en ninguna iglesia.

-No, señor; porque esto lo reservo para que nos detengamos algo mas en mirarlas.

-Segun eso, tienen algo de notables.

-Si; hay varias pinturas que si no de un mérito de primer órden, no son despreciables tampoco; por lo tanto, si Vds. quieren, mañana nos ocuparémos de ellas. -Convenido. Y díganos V., D. Cleto, ¿qué tal el comercio de aquí?

-Escaso; ya ven Vds., algunas tiendas de ropas, quincalla, confiterías, géneros ultramarinos y nada mas.

-¿Y la industria?

-Phe; algunos telares de lienzos ordinarios, de telas de sedazos, molinos harineros y de aceite, y los demás oficios necesarios en cualquier pueblo por insignificante que sea.

-¿Y no hay aquí ningun dia de mercado?

-Si, señor; los miércoles de cada semana.

-¿Y qué constituye las transacciones?

-Granos, paños de Brihuega, albarcas, arroz y pescado.

-Poco es.

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