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Largo rato lleváronse nuestros amigos contemplando aquella casa y aquella huerta donde quizás hubiera tenido mas de una hora de inspiracion el autor de El sí de las niñas, y fue necesario que su guia les advirtiera que debian continuar su marcha para que se decidiesen á abandonar un sitio tan saturado de recuerdos para los amantes de las bellas letras.

Cuando se hubieron alejado de la casa de Moratin y supieron que ya no tenian mas que ver en la poblacion, preguntaron á D. Cleto si existia en el partido algun pueblo que por su importancia mereciera ser visitado.

-Sí, señores, contestaba; tenemos Almonacid de Zorita, Albalate y Zorita de los Canes, que merecen ser visitados, aun cuando no nos detengamos mas que el tiempo preciso para verlos.

-Pues á preparar el viaje.

Aquella misma tarde los cinco amigos, pues á D. Cleto le consideraban ya como tal, provistos de buenas cabalgaduras que les proporcionó el amigo en cuya casa se aposentaban, salieron de Pastrana dirigiéndose hácia Albalate.

XIX.

Albalate. Su posicion geográfica.-Su historia.

Dos leguas separan á Albalate de Pastrana, y el camino por medio de un terreno quebrado y montuoso es solamente de herradura.

La villa está edificada en la falda de un cerro que se une con la sierra de Altomira, y merced á esto y á la ventilacion que tiene por los demás puntos, el clima es benigno y saludable, reinando únicamente algunas tercianas; debidas, á lo que parece, á la humedad de la vega.

-¡ Hombre! -exclamó Castro al penetrar en la poblacion,-las calles son buenas. -Sí, señor, y tienen bastante limpieza, segun Vds. podrán observar.

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Efectivamente, poco despues nuestros amigos echaban pié á tierra en una antigua posada cerca de la plaza Mayor, donde eran recibidos con la mayor consideracion por el posadero y las mozas de servicio, que hacia mucho tiempo no vieran tan lucida cabalgata por el pueblo.

Apenas hubieron tomado un corto refrigerio salieron á visitar la poblacion, pues D. Cleto queria que aquella noche fueran á pernoctar en Zorita, de cuyo punto solamente la separa media legua.

-¡Caramba! sabe V. que el caserío es muy regular- exclamó Pravia mirando á derecha é izquierda las calles que atravesaban.

-Sí, señor. ¿Ven Vds.? Generalmente las casas constan solo de dos pisos; en el bajo habitan las familias, y el alto les sirve para encerrar los frutos.

-¿Qué plaza es esta? - dijo Azara al penetrar en una bastante espaciosa.

- La Mayor ó de la Constitucion; ya observarán Vds. que forma una especie de polígono; allí hay otras dos plazoletas circulares.

-Sí, y sobre todo veo que hay algo de empedrado, lo cual no suele ser muy frecuente en los pueblos de poca importancia.

-Ahi tiene V. la cárcel que no es mal edificio.

-Sí, y el Ayuntamiento tampoco es despreciable.

-Fue edificada la casa consistorial el año 1843, y tiene bastante buena disposicion. En el mismo local está la escuela.

-¿Y este otro edificio de piedra sillería?

-Es donde antiguamente estaha el Pósito. ¡Oh! es un gran edificio con magníficas bóvedas y sótanos. No crean Vds., cogian en él sobre seis mil fanegas de grano, y unas cuatro mil arrobas de aceite y vino.

-¡Caramba! sí que tiene capacidad.
-Ahora vamos á ver la parroquia.

-¿Es esta?—dijo Sacanell indicando una iglesia que se alzaba á corta distancia de ellos.

-Si, señor.

-¡ Preciosa obra!-exclamó Castro.

-Ya tiene V. razon; es un edificio suntuosísimo de gótica arquitectura, digno de ser admirado.

Efectivamente, la iglesia de Albalate es de las mejores obras de su género.

Su nave se encuentra sostenida por seis soberbias columnas de sesenta piés de altura, y las esculturas de las puertas son consideradas por los inteligentes como de un mérito superior.

Todo en aquel recinto respira grandeza y atrevimiento, y sorprende mucho mas encontrar semejante joya de arte en un pueblo de tan escasa nombradía.

Los cuatro jóvenes pasaron un buen rato admirando aquella obra y cuando salieron dijo Azara:

- Hé aquí un edificio que seria mas admirado si se conociese su mérito y si las comunicaciones de este pueblo con la capital de la provincia estuviesen en mejor estado.

-Tiene V. razon, mas como nada de eso existe, permanece cási ignorada esta iglesia lo mismo que la preciosa fuente que vamos á ver ahora.

-Vamos, vamos-dijo Azara,-que cada vez me felicito mas de haber encontrado un guia tan inteligente como V.

El buen viejo sonrió modestamente y fué guiando á sus compañeros hasta la fuente

en cuestion.

- Bajo qué advocacion está la iglesia?-preguntó Sacanell.

-El titular es San Andrés, y el curato de oposicion.
-Pero ¿qué es esto? ¿Salimos fuera de la poblacion?
-Sí, señor; tomamos el camino de la vega.
-¡Ah! ¿que la fuente no está dentro del pueblo?

-No, señor, vean Vds., ya hemos llegado.

La fuente en cuestion fue construida en el siglo XIV y forma una especie de cuadrilátero con su buen acueducto sólido y bien conservado.

De una de sus caras brotan ocho magníficos caños de agua, colocados en otros tantos mascarones que, aun cuando bastante mutilados, tanto por la ignorancia cuanto por las injurias del tiempo, conservan todavía restos de la belleza de su trabajo, la cual no pudieron menos de admirar nuestros amigos.

-¿Y es potable esta agua? - preguntó Pravia.

-Ya lo creo, y riquísima y muy abundante. Los vecinos la usan tanto para las necesidades domésticas cuanto para el riego de tierras, lavaderos, etc.

-La vega no carece de belleza.

-Es pequeña, pero no tiene mala perspectiva. Aquí la única industria que hay es

la agrícola y algunos, aun cuando muy pocos, telares de lienzos ordinarios.

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-Los sobrantes de cereales y cáñamos se llevan al mercado de Pastrana, y aun algunos llegan á la corte mas ventajosamente hoy, por efecto de la via férrea; mas si los caminos estuviesen en mejor estado y se los atendiera como debe, podrian tener mejor y mas cómoda salida.

-¿Aquí habrá buena caza?

-Eso es peculiar á la provincia, por efecto del mucho monte que tiene.

-¿Y de historia? supongo que tendrá alguna tambien.

-Parece que esta villa era dependiente de la de Zorita, donde irémos despues. El rey D. Alfonso VIII se la cedió el año 1174 á la Órden de Calatrava.

-Sin duda por algun servicio que esta le haria.

- Justamente. Hallábase el Monarca sitiando el castillo de Zorita, donde se habia hecho fuerte D. Fernan Ruiz de Castro, uno de los nobles turbulentos y ambiciosos de aquel tiempo, que queria conservarle en menoscabo de la dignidad real y del cual se apoderara durante la minoría del Monarca.

-Desgraciada minoría por cierto.

-Como todas, amigo Azara; repase V. la historia de ellas y en todas encontrará el desafuero, aprovechándose de la debilidad y de las disensiones que ocurren en el seno de las regencias. Pues, como iba diciendo, el Monarca asediaba el castillo que se resistia obstinadamente, y entonces Alfonso pidió ayuda á los caballeros de la Órden, que acudieron con gran golpe de gente.

-¿Y en pago de esto les hizo cesion de esta villa?

-Si, señor.

-¿Cuándo volvió de nuevo á poder de la corona?

-En 1566, permutándola con expreso consentimiento del comendador Fr. D. Francisco Ortiz, por varios juros sobre el derecho de entrada de la seda en el reino de Granada.

-De modo, que ya no volveria á sufrir cambio alguno.

-Sí, por cierto; en aquel mismo año el rey D. Felipe II se la cedió á Ruy Gomez

de Silva, príncipe de Evoli, habiendo seguido en posesion de ella los duques del Infantado.

Con esto dió por terminadas D. Cleto las noticias históricas respecto á Albalate, y regresando á la posada comieron, montando despues á caballo para dirigirse hácia Zorita de los Canes.

XX.

Zorita de los Canes.- La antigua Contrevia.

Los viajeros llegaron cási de noche.

Mas de una vez habíanse detenido en el camino, tanto deplorando el mal estado de él, cuanto disfrutando de las bellas perspectivas que aquel terreno montuoso y áspero ofrece á cada paso.

La hora de llegada les impidió ver nada de la villa, porque por otra parte nada de particular ofrece mas que su remota antigüedad y la gran importancia que en aquellos tiempos se le atribuye.

Al dia siguiente pusiéronse inmediatamente en movimiento, pues, segun el plan de D. Cleto, aquella noche habian de ir á dormir á Almonacid de Zorita.

La villa es de muy corto vecindario.

Escasamente tendrá trescientas almas y sus casas son generalmente malas.

En la cima del cerro, á cuyo pié está edificada, vése el castillo de que hicimos mencion al ocuparnos de Albalate, cuyos restos desafian impávidos las injurias del tiempo y de los hombres.

El clima de que se disfruta es bastante sano y el terreno, aun cuando montuoso como el del resto de la provincia, es tan productivo como toda ella.

Tiene Ayuntamiento, cuya Casa consistorial es regular, hallándose la cárcel situada tambien en ella.

Es Arciprestazgo, y la iglesia parroquial bajo la advocacion de San Juan Bautista, nada tiene de notable. Está servida por un Cura que desempeña aquel cargo.

El Tajo, que recorre su término, y el cual tiene dos barcas en él, contribuye para fertilizarle, viéndose en sus riberas bastante arbolado, y produciendo gran cantidad

de pesca.

La caza tambien es numerosa, y las producciones del terreno las mismas que en los demás puntos de que llevamos hecha mencion.

Fácil es de comprender por estas ligeras indicaciones que no tardarian mucho nuestros amigos en recorrer el pueblo.

-Pero diga V., D. Cleto - dijo Castro, ¿y era esto lo que V. nos presentaba como tan notable?

—Sí, señores; pues que, porque hoy sea un mal lugar ¿podemos quitarle la importancia y el valor que tuvo en su tiempo?

-Tiene razon D. Cleto-repuso Azara,-las poblaciones debemos muchas veces visitarlas y considerarlas por lo que fueron, no por lo que en la actualidad sean. --Máxime, cuando todos los pueblos, lo mismo que los indivíduos y las naciones, tienen y han tenido sus períodos de ascension y decadencia,

-Y ejemplos de eso tenemos tanto en la historia cuanto en nuestra misma vida social. -Este pueblo que tan reducido y tan feo les parece hoy-dijo el anciano,— fue ayer una fortísima ciudad que Valerio Máximo calificó de alcázar celtibérico, y que resistió impávida los esfuerzos de aquellas valerosas legiones romanas, mandadas por Q. Fulvio Flacco.

-¿Pero se rindió por fin?

-Hubo de hacerlo, porque las grandes lluvias que sobrevinieron no dieron tiempo á los celtiberos para que llegasen en su auxilio, como ya lo intentaron. -¿En qué tiempo tuvo lugar ese hecho?

-El año 181 antes de Jesucristo.

-¿De modo que desde entonces seria romana ?

-Recobró un dia su independencia, y arrojando de su seno á sus dominadores, obligó á Q. Metelo, el Macedónico, á emplear cuantos recursos le suministraban sus conocimientos militares para someterla de nuevo.

-Pueblo que de tal modo luchaba por su independencia habia de proporcionar grandes sobresaltos á los romanos.

-Ya lo creo; mas tarde Sertorio vióse obligado de nuevo á combatirla, costándole un asedio de cuarenta y cuatro dias la toma de tan fuerte posicion.

-Supongo que todo esto estará plenamente justificado.

-La geografía hispano-romana no hace refereneia á esta Contrevia, mas Tito Livio habla de ella, denominándola tambien Leucada, y las relaciones históricas determinan bastante aquel nombre contrayéndole á este sitio.

-Hé ahí una página brillantísima en tan mezquino pueblo.

-Sí, señor; pues de esta especie han de encontrar Vds. muchísimas en su viaje. Nuestros jóvenes estuvieron observando detenidamente el terreno y el castillo que ofrece un punto de resistencia magnífico, y algunas horas despues emprendieron la marcha hacia el punto que trazara en su itinerario el bueno de D. Cleto.

XXI.

Almonacid de Zorita. -Su posicion geográfica. - Sus edificios.-Su historia.

-Deliciosa posicion ocupa esta villa, -exclamaron nuestros amigos al dar vista á la poblacion.

-Y eso que ahora no pueden Vds. disfrutar de ella por lo avanzado del crepúsculo,-repuso D. Cleto.

—¿Qué sierra es esa á cuyo pié parece que está recostado indolentemente el pueblo? -La sierra de Buendia. Almonacid está defendido de los vientos del E., y como se

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