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-Sí, señor; robledal tambien y con bastante caza.

Mientras nuestros amigos hablaban así habian pasado ya la estacion de Junquera, y bien pronto un nuevo silbido les anunció la llegada de un pueblo próximo. -Sacanell buscó el Indicador de los ferrocarriles, y dijo:

-Estamos en Humanes ¿no es así?

-Ciertamente; y es una villa cási con las mismas circunstancias que las dos que ya hemos pasado. Su situacion es idéntica. Está en un llano como Vds. verán, y el terreno se encuentra bien fertilizado por los rios Sorbe y Henares. Hay dos montes, uno de encinar, propio de esta villa y otro en el que es partícipe con otros pueblos.

-Parece mas pequeño que Junquera.

-Si, señor; su vecindario es mas reducido. La escuela está frecuentada por término medio por unos sesenta á setenta alumnos, y el culto se encuentra bastante bien atendido. La iglesia parroquial está bajo la advocacion de san Esteban, Protomartir.

-¡Ola! ha cambiado ya la perspectiva—dijo Pravia aludiendo al paisaje que iban recorriendo.

-Sí, señores; ahora estamos en el partido de Brihuega, y por lo tanto el terreno es mas accidentado.

-¿A qué estacion vamos ahora?

-A Espinosa, que está en la falda de un cerro, combatida por todos los vientos, y que es una poblacion muy sana, segun es fácil de comprender.

-Ya estamos en ella, segun nos indica la locomotora.

-Así es la verdad.

-Mucho monte tiene.

-Y un hermoso bosque, propiedad de la casa del Infantado, que tambien tiene un buen palacio en la villa, en el cual vive el administrador y dependientes de la casa. ¿Qué poblacion cuenta ?

-Unas trescientas almas.

-¡ Caramba! pues es mas pequeña que las anteriores.

-En este terreno, en la parte montañosa, se han hecho algunas escavaciones para extraer piedra, y se han encontrado suntuosos sepulcros de piedra, y dentro de ellos huesos y anillos de oro, suponiéndose, tanto por esto, cuanto por las ruinas de edificios que por allí se advierten, que en muy remotos tiempos debió existir una poblacion cuyo pasado ha quedado envuelto entre los escombros que hemos alcanzado en nuestros dias.

-

-¿

Y no ha sido posible descubrir la pertenencia de esos despojos? -Nada, señores. Todas las investigaciones han sido inútiles.

-La produccion en cereales será escasa.

-No; como el terreno participa de llano y monte, hay algunos trozos de vega bastante productivos.

-¿Cuál es la estacion à que vamos á parar ahora?

-Jadraque.

-Poblacion que tiene sus recuerdos históricos-dijo Azara.

--Ya lo creo; y de origen muy remoto.

-Pero que áspero se conoce que es el terreno - añadió Sacanell.

-Mucho. Jadraque está situado al pié de unos cerros en la orilla izquierda del rio Henares, y es de los pueblos mas frios de la provincia.

-¿Tiene mucho vecindario?

-Bastante; es villa con ayuntamiento, y una poblacion de mil quinientas almas aproximadamente.

-¡Ola! pues será bastante grande.

-El caserío se eleva á unas trescientas casas, siendo la consistorial mejor que las de otros pueblos de su misma categoría. La instruccion está bastante atendida, y las escuelas no carecen de concurrencia.

-¿Tiene aguas potables?

-Todos estos pueblos cuentan con las suficientes para el consumo del vecindario. En el término municipal existen algunos manantiales que con el rio contribuyen á fertilizarle.

-El monte dará buenos productos, porque lo que alcanzamos á distinguir parece muy poblado.

-Sí, señores. La mayor parte de su arbolado consiste en chaparros y algunas, aun cuando raras, encinas y robles. Hay leñas para combustible y carboneo, y excelentes pastos.

-De modo que la produccion en general es abundante.

-Y permite hacer alguna exportacion de los sobrantes. Hay mucha caza y pesca, y respecto á industria, aun cuando no se hace cuanto podia hacerse, dados los elementos que el terreno encierra, además de la agrícola tiene varios telares de lienzos ordinarios.

-Y de templos ¿cómo está la poblacion?

-Solamente tiene el parroquial y algunas ermitas. En otro tiempo existió un convento de capuchinos.

-¿No decia V. que la poblacion era muy antigua?

-Si tal-repuso D. Cleto. Créese con algun fundamento que esta villa es la antigua Vasada ó Vallata que registran las tablas Ptolomaicas entre las ciudades carpe

tanas.

Jadraque desempeñó tambien su papel durante la famosa guerra de sucesion, pues como quiera que la provincia en general estaba por Felipe V, aquí se reunieron tropas y se sostuvieron distintos choques, segun ya les tengo indicado.

El duque de Berwick estableció sus reales en esta poblacion en 1706, y en 1714 fue teatro de uno de esos hechos que demuestran con harta elocuencia lo frágil que es el favor de los monarcas.

—¿Qué sucedió? - preguntaron los jóvenes fijando sus miradas anhelantes en don Cleto.

-¿No sabe V. algo de esto?-dijo este dirigiéndose á Azara.

-He oido que desde aquí salió desterrada la princesa de los Ursinos, pero no re

cuerdo bien los detalles. V., con su prodigiosa memoria podrá satisfacer mucho mejor la curiosidad de nuestros compañeros.

-En esa época-dijo el anciano - el rey D. Felipe V decidió contraer segundo enlace, al cual le impulsaba tanto la razon de estado, cuanto su mismo carácter.

-Segun eso habia fallecido aquella buena y discreta señora, que tan útil le fuera en los primeros años de su difícil reinado.

—Sí, señores; murió y no creo que haya sido suficientemente llorada, pues estoy seguro que si hubiese alcanzado algunos años mas de vida, despues de ajustada definitivamente la paz, habria hecho mucho, muchísimo por esta nacion.

-Y en quién recayó la eleccion del Monarca.

-En D. Isabel Farnesio, princesa de Parma. Fue casamiento negociado por la princesa de los Ursinos que creyó con él hacerse una aliada, y que por el contrario se hizo una enemiga.

-Con que la Princesa todavía continuaba privando en la corte de España.

—Sí, amigos mios; y sus consejos acertados muchas veces, fueron tomando ya en la época á que me refiero, un carácter tal, que ni daban buenos resultados, ni tampoco eran del completo agrado del Monarca.

-¿Habiala acaso cegado la ambicion?

-Parte hubo de eso; pues al ajustarse la paz general, la Princesa deseaba el ducado de Limburgo, en los Países Bajos, y esto fue causa de que se retrasara la paz, hasta que el anciano Luis XIV amenazó á España con abandonarla por completo, si persistia en semejante exigencia.

-¿Y Felipe V cedió?

-Ya lo creo. Pues bien; esto y la especie de tutela en que el Monarca estaba respecto á la Princesa, contribuyeron poderosamente á su caída, sin contar la que tuvo la astucia del cardenal Alberoni.

-¿Qué influencia pudo tener ese señor?-preguntó Castro;

-En primer lugar, al hablar con la Princesa de Isabel Farnesio, se la presentó como un carácter dócil que fácilmente se dejaria dominar por su inteligencia tan superior, en términos de hacerla que inclinase el ánimo del Rey hácia semejante union, y en segundo, porque despues que ya todo estuvo corriente, celebró una entrevista con la nueva Reina cuando venia á reunirse con su esposo, en Pamplona, la cual debió influir en gran manera para la futura suerte de la Princesa.

El Rey habia ido á Guadalajara á esperar á su esposa, y la de los Ursinos se adelantó hasta Jadraque.

Las noticias que posteriormente adquiriera la Princesa respecto á la nueva Reina, no fueron de su agrado, así es que no estaba en Jadraque con la mejor voluntad.

Prevenida la Reina en contra, y poco favorable la Princesa, no podia el choque hacerse esperar mucho. La de los Ursinos se permitió hacer alguna observacion á su señora respecto á su tocado que no era á la española, á la impaciencia con que el Rey la esperaba y á lo tarde que habia llegado en un dia tan frio, y la Reina, predispuesta ya, irritóse con esto, que calificó de desacato, y llamando al jefe de la guardia, que lo

era Amézaga, el mismo que tanto se distinguiera en la guerra anterior, le dijo: «Sacad de aquí á esta loca que se atreve á insultarme. »>

Amézaga cumplió la órden recibida, y cuando poco despues la misma Reina le dijo que la condujera inmediatamente fuera del reino, permitióse el valiente militar hacerla algunas observaciones que no fueron escuchadas.

-¿Y qué hizo la princesa?

Ni contestó una palabra, ni durante su viaje, que tuvo que hacerlo en una estacion fria y sin equipaje y á veces hasta sin cama ni provisiones, exhaló una sola queja. -¿Pero el Monarca?...

-Esto esperaba sin duda la de los Ursinos, mas el Rey se contentó con mandarla una carta á los tres dias, autorizándola para que se detuviera donde mejor quisiese, pero nada mas. Hubo quien sospechó que aquello obedecia ya á un plan al cual no era ageno el mismo Rey, pero sea de ello lo que quiera, Felipe V debia mucho á la habilidad y á los conocimientos nada comunes de esta señora. -Ciertamente.

-La Reina siguió su camino hasta Guadalajara, donde se reunió con su esposo, y la de los Ursinos salió de España para no volver á penetrar mas en ella.

-Notable es el recuerdo histórico de Jadraque.

-Tambien tiene otro, aun cuando de fecha mas reciente.
-¿Cuál es ?

-En 1836, el cabecilla carlista Gomez, sorprendió en esta poblacion á una columna de tropas de la Reina, compuesta de dos batallones de la Guardia, dos piezas de artillería y veinte y cinco caballos.

-¿Y nada mas menciona la historia de esta villa?-dijo Castro al ver que don Cleto no continuaba su relato.

-Nada mas, señores.

Reinaron algunos momentos de silencio entre nuestros amigos, mientras el tren seguia corriendo sin cesar.

De pronto avisóles el silbido la llegada de una nueva estacion.

D. Cleto dijo antes que le preguntaran nada sus amigos:

-Esta es Matillas que carece de importancia. Es una agrupacion de casas cuyo vecindario apenas llega á cien almas, que tiene ayuntamiento en cuya casa está la escuela, y que ni por su posicion, ni por su historia, ni por ninguna de sus condiciones encierra nada de notable.

-¿Falta mucho para llegar á Sigüenza?

-Unicamente pasar la estacion inmediata.
-¿A qué pueblo pertenece?

-A Baides.

-¿Qué tal posicion ocupa?

-Está situado en un barranco. El terreno es muy quebrado y fria la temperatura. En los breñales que le rodean existen multitud de animales dañinos desde el reptil á la fiera, abundando mucho en el invierno los lobos.

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Entre su caserío merece mencionarse el palacio de los condes de Salvatierra, que, aun cuando artísticamente nada de notable encierra, sale de la esfera comun por su solidez y grandeza.

-¿Qué vecindario tiene?

-Unas doscientas almas. La iglesia está fuera del pueblo y el curato es vicaría.

Tiene escuela de instruccion primaria, y en lo alto de la loma á cuya falda está la po

blacion, existen algunas ruinas del antiguo castillo de los señores de la villa.

-¿Posee pastos?

-Si tiene un monte de encina y roble que produce mucha bellota. El rio Henares pasa lamiendo las casas del pueblo y se atraviesa por un puente de piedra que tiene un solo arco, construido, si no me es infiel la memoria, en 1760.

La conversacion de nuestros viajeros continuó todavía un buen espacio ocupándose de distintas cosas, hasta que el silbido prolongado de la locomotora les anunció que por entonces habian llegado al término de su viaje.

XLIV.

Sigüenza-Aspecto interior y exterior.

-¡Caramba!-exclamó Pravia contemplando la ciudad donde iban á penetrar

sabe V. que el aspecto de la poblacion promete.

-Ya lo creo — repuso D. Cleto; — y aquí no podemos decir que las apariencias engañan. Sigüenza es una de las poblaciones de España que mas tienen que ver, y estoy seguro que pasarán Vds. dias muy agradables.

-Lo que es su vista exterior, su posicion pintoresca y sus alrededores, prometen. -Y lo mas extraño es- añadió Castro-que desde alguna distancia nada podíamos percibir; ha sido preciso que estemos ya cerca para poder apreciar debidamente su exterior.

-Eso es efecto de su situacion.

Efectivamente. Sigüenza, edificada en medio de varias colinas, necesita que el viajero esté muy cerca de ella para que pueda contemplarla.

á

En la pendiente de una loma y entre algunas eminencias mas o menos pronunciadas, se extiende de levante á poniente la poblacion, que rebasando poco a poco sus robustos muros ha formado con ellos cimientos y paredones para sus nuevos edificios.

Las antiguas puertas flanqueadas por torreones almenados, han quedado en el interior, franqueando el paso á varias calles, mientras el nuevo caserío se ha ido insensiblemente extendiendo por la parte inferior.

Sobre la cúspide del cerro, dominando la ciudad y velando por ella con afanosa solicitud, destaca la mole negruzca y sombría del castillo, mansion de los obispos de la diócesis, y que sufrió mucho durante la última guerra civil.

Las alamedas, las huertas, el rio Henares que corre por aquellos campos, los accidentes del terreno, todo contribuye á embellecer el aspecto general exterior de la po

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T. I.

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