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-Nada mas,—repuso el anciano,-precisamente es de los lugares que menos importancia tienen.

-De modo que nos detendrémos muy poco.

-Desde luego, el tiempo preciso para visitar la cueva de estalactitas de que les he hablado, tomar un refrigerio y dirigirnos á Alcantud.

-Segun eso, será ese punto el término de nuestro viaje.

-Allí descansarémos esta noche.

-¡Caramba! sabe V. que las posadas por este país tienen bien poco de agradable. -Que quieren Vds., la clase de huéspedes que por lo general encierran no son muy delicados y se conforman fácilmente con un puesto junto al hogar ó en la misma cuadra donde suelen estar mas calientes.

-No, no; si yo tampoco puedo exigirles mas, lo que hago es deplorar que nuestros cuerpos sean menos fuertes que los de esos buenos arrieros ó labradores que encuentran tan confortable un puesto junto al hogar ó dos varas de estiércol en la cuadra. -Si como ellos estuviera V. acostumbrado, lo encontraria lo mismo.

-Es cierto..

su

-Así que no debe V. culparse de nada, pues su educacion y sus costumbres У distinto modo de ser le producen esa impresion que á los pasajeros, que comunmente vienen por estos sitios, no se la causan.

Hablando de este modo y mezclando de vez en cuando algun chiste en su conversacion, fueron los cinco viajeros entreteniendo el camino que les separaba de Masegosa. Las perspectivas que á sus ojos se ofrecian eran las mismas que ya hemos descrito en varias ocasiones, por cuya razon omitimos el reproducir sus detalles.

Terrenos accidentados, montes cubiertos de pinos, encinas, robles ó chaparros; valles mas o menos extensos y mejor ó peor cultivados, era lo que nuestros viajeros iban contemplando y que no era mas ni menos que lo mismo que vieran ya en distintas ocasiones.

ver.

Masegosa, como habia dicho muy bien D. Cleto, no tiene absolutamente nada que

Lugar de escasísimo vecindario, situado al extremo N. de la provincia muy cerca del nacimiento del rio Guadiela, por su elevada posicion es bastante frio y sumamente

sano.

Las cincuenta casas de que se compone son bastante pobres, inclusa la del Ayuntamiento que sirve de cárcel tambien.

La iglesia parroquial hállase bajo la advocacion de Santa Ana y está servida por un cura y el sacristan, sin que tampoco podamos decir nada de particular del mencionado templo.

Las aguas de que se surte el vecindario son riquísimas, contándose por todo su término una porcion de fuentes á cual mejores.

Lo verdaderamente notable que existe en el mezquino lugar, son las cuevas llamadas de los Griegos las cuales se hallan en el despoblado de Duron, que está una legua próximamente de Masegosa,

Coligese por los restos que en este sitio se hallan, que en lo antiguo debió existir una poblacion, pero perdido su origen y su nombre entre el polvo de los siglos, nada se sabe respecto á ella.

Las cuevas son bastante extensas y las filtraciones del agua han formado caprichosos arabescos, columnas, arcos y festones, produciendo un efecto encantador, aquellas extrañas agrupaciones de estalactitas y estalacmitas.

Á no ser por esta curiosidad, el pueblo de Masegosa permaneceria ignorado como otros muchísimos, pues ni por su industria ni por su agricultura, ni por su historia puede tener importancia ni aspiraciones á ocupar un lugar interesante en los apuntes de un viajero.

Las cuevas que encierra en su término, si merecen ser visitadas, sin que todavía nos haya sido posible atinar en que pueda fundarse la denominacion del Griego, ó de Griegos, que tienen.

D. Cleto y sus compañeros permanecieron un buen espacio en ellas dando descanso á sus cabalgaduras, solazándose con la contemplacion de semejante maravilla y despues de tomar un ligero refrigerio emprendieron la marcha hácia Alcantud.

XVI.

Alcantud.- Sus baños.

Bien entrada ya la noche llegaron nuestros amigos á Alcantud donde tanto estos como sus cabalgaduras tomaron el descanso que tan necesario les era.

Los cuatro amigos, poco acostumbrados á aquellas largas caminatas á caballo, por terrenos quebrados y escabrosos iban resintiéndose, sin que los muchos dias que llevaban dedicados á semejante empresa, fuesen bastantes para hacerles que se connaturalizasen con semejante género de vida.

Sobrellevábanla, por un efecto hasta cierto punto de amor propio, pero D. Cleto á quien no se le escapaban con facilidad muchas cosas, comprendiendo que no les seria posible continuar mas tiempo sin que su salud tal vez se alterase, les dijo:

-He pensado que desde este punto nos dirijamos otra vez á Priego puesto que solo nos separan dos leguas, y que allí descansemos dos ó tres dias para que todos podamos restaurar las perdidas fuerzas.

-Muy bien pensado-repusó Pravia,-porque francamente le aseguro á V. que tengo unas agujetas que apenas puedo moverme.

-Yo lo he comprendido así y como quiera que el camino que despues hemos de emprender hasta Cañete, tambien es muy pesado, creo que no vendrán mal esos pocos dias de descanso.

Los jóvenes se alegraron de que su cicerone les hubiese ahorrado la confesion de su debilidad física y con la perspectiva de un próximo descanso, dedicáronse con mayor ardor á despachar cuanto antes el objeto que á Alcantud les llevaba.

La jornada que el dia anterior hicieron fue bastante larga y como consecuencia del cansancio que experimentaban, levantáronse bastante tarde.

-¡Qué diablo!-dijo Azara cuando consultó su reloj,-poco tiempo tendrémos hoy para ver nada y habrémos de pasar otro dia aquí.

-Nada de eso - repuso el guia, Alcantud, á excepcion de los baños, nada tiene que ver y además tampoco nos conviene mucho la estancia en este pueblo porque es muy tercianario.

-Pues siendo así, despachemos cuanto antes.

Alcantud, villa con Ayuntamiento, se encuentra situada en la falda de una sierra llamada la Barga.

Es la primera poblacion que hay en la serranía de Cuenca, y como dijo muy bien D. Cleto, sus condiciones higiénicas no son de las mas favorables por razon de tener á distancia de un cuarto de legua, una laguna llena de una especie de barro viscoso que especialmente en la época del calor arroja emanaciones mefíticas debidas á la corrupcion de las aguas allí estancadas.

Por otra parte, esta laguna constituye una de las riquezas de la poblacion y de otros pueblos comarcanos por el inmenso número de sanguijuelas que se recogen en ella.

Unas ochenta y cuatro casas de mala construccion por lo general y escasas de comodidades componen la villa cuyas calles desempedradas y cuya plaza donde se encuentra la casa Consistorial, la posada donde nuestros viajeros pernoctaron y la escuela, nada de notable tienen.

La iglesia parroquial construida en el siglo XVI, es un edificio bastante regular, sin que por esto podamos calificarle de notabilidad; se halla bajo la advocacion de la Asuncion y el culto se encuentra á cargo de un párroco y el sacristan.

La escuela suele tener por término medio una asistencia de doce niños, estando pagado el maestro, de los fondos municipales.

El Guadiela, que pasa por la parte E. de la poblacion, fertiliza sus campos, y á su orilla, á corta distancia de la villa, se encuentran los baños que por su benéfica influencia sobre una porcion de afecciones, merecian estar mas atendidos y protegidos mas convenientemente.

A la falda de un cerro poblado de pinos y carrascas, en un lugar alegre y apacible, hállase el manantial cuyas aguas brotan hirviendo.

á

Una sola pila y esà colocada al aire libre recibe aquel beneficioso líquido sin que los bañistas que a pesar de las malas condiciones en que se encuentran los baños, acuden en gran número, puedan encontrar ninguna de las mas indispensables comodidades. Estas aguas se usan bien tomándolas en bebida, bien en baños, bien frotándose con ellas la parte afectada.

Sus resultados son excelentes especialmente en los dolores reumáticos y en las afecciones herpéticas, obteniéndose merced á ellas un éxito muy feliz en otras varias enfermedades.

La asistencia se calcula en unos mil á mil doscientos bañistas y si se mejorasen las condiciones tanto de edificios para albergarse, cuanto las de las termas, estamos seguros que seria mucho mayor.

Nuestros amigos tuvieron ocasion de escuchar de boca de varios vecinos del pueblo

el maravilloso resultado que obtuvieron con el uso de las aguas mencionadas deplorando que no se procurase darles la importancia que realmente tienen.

La produccion de todo el término municipal es de centeno, avena, judías y patatas, habiendo un gran número de colmenas, abundantes pastos y bastante caza.

XVII.

Fuertescusa.-Camino de Cañete.

Conforme se habia acordado, los cinco viajeros pernoctaron en Priego donde permanecieron tres dias saliendo al cabo de ellos para Fuertescusa.

Ningun incidente notable ocurrió á nuestros amigos durante el trayecto que recorrieron.

Dos leguas separan la villa en cuestion de la que abandonaron y los accidentes del terreno á corta diferencia son los mismos que en distintas ocasiones hemos indicado. -Vamos-exclamó Pravia al dar vista á la poblacion,-la situacion que ocupa no es del todo desagradable.

-Ya lo creo-repuso D. Cleto, está en un valle que es como Vds. ven bastante

ameno.

-Sí tal, pero parece de muy escaso vecindario. -Solamente tiene unas trescientas almas. -Calculo que nos espera otra noche toledana.

-No juzgue V. por las apariencias señor Castro, regularmente la pasarémos algo mejor que en otros puntos donde hemos estado.

-Pero D. Cleto, si son tan pésimas todas las posadas de estos pueblos.

-Yo les prometo que la de hoy será muy agradable.

-Dios lo quiera.

-Lo que observo es que segun la posicion que ocupa y lo expuesta que se halla la poblacion á los vientos del N. debe ser muy fria.

-Observacion muy atinada es, amigo Azara,-contestó el anciano; - el clima es frio y especialmente en la estacion de invierno, hay dias en que apenas puede salirse de

casa.

-¿Es villa ó lugar Fuertescusa?

-Villa, y con Ayuntamiento.

-De escasa importancia, por lo que puede juzgarse,-añadió Sacanell.

-Ninguna. Lo notable que tiene son sus fuentes, y en general todas las aguas que posee dentro de su término.

-En cuanto á ese particular debemos convenir, en que desde que nos hallamos en esta provincia las hemos bebido riquísimas.

-Ya lo creo, no ve V. que hay tanto monte.

-¿Qué rio es aquel?-preguntó Pravia señalando á uno que iba serpenteando por entre las breñas, á alguna distancia del sitio en que estaban.

-El Escabas, que mas léjos trueca su nombre por el de Guadiela. A su izquierda

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T. I.

márgen, segun pueden Vds. juzgar ya, se alza la villa. El terreno, como ven, es pedregoso y desigual.

-En cambio los pinos abundan bastante.

-Ya lo creo, todos esos barrancos y lomas están pobladas de ellos, y la industria aquí consiste en la fabricacion de cucharas de madera.

-¡ Caramba! muchas han de hacer para que produzcan algo.

-Graduen Vds. que por lo general, las que se consumen en las provincias de Murcia, Albacete y Valencia, son en su mayor parte de aquí.

-La produccion, por lo que podemos juzgar desde aquí, no debe ser gran cosa. -Nada; escasamente para las necesidades mas indispensables de la localidad. -¿Son ovejas lo que se ve en la ladera de aquel monte?-preguntó Castro indicando un picacho que se elevaba hácia su derecha.

-Sí, señor. El ganado lanar es el que mas abunda, no solamente en este pueblo sino en toda la provincia. Aquí hay alguna, aunque pequeña parte, de cabrío, y el vacuno necesario para el cultivo de las tierras.

-Me ha parecido ver algun ciervo entre los jarales de la montaña.

-Los hay, y bastantes corzos y javalíes, y si Vds. quieren mañana podrémos dar una batida, que estoy seguro les dará buen resultado.

-Con mucho gusto; pero ¿dónde encontrar perros y...

-No hay que apurarse por eso. De todo tendrémos.

-Pues, señor, escuchándole á V., en este pueblo donde hemos creido pasar una de las peores noches, vamos á hacer la mas agradable estancia de nuestro viaje.

-Sino la mas grata, al menos no tan mala como habian supuesto.

Conforme hablaban fuéronse acercando á la villa, en términos, que al pronunciar las postreras frases, se encontraban ya en las primeras casas.

Nada de recomendable, ni de léjos ni de cerca, tiene Fuertescusa.

Las setenta y cuatro ó setenta y seis casas que la constituyen son bastante malas. Hay una escuela de instruccion primaria, cuya asistencia por término medio es de catorce á diez y seis alumnos.

La iglesia, bajo la advocacion de San Martin (obispo), es aneja de la de Cañizares que dista una legua, existiendo además dos ermitas.

Nuestros viajeros estaban impacientes, deseando saber donde les llevaria su cice

rone.

Como la hora en que hicieron su entrada en el pueblo era próxima á la del medio dia, y como los cinco amigos y los dos criados formaban una cabalgata, como no tenian costumbre de verlas por aquellos sitios, la curiosidad arremolinaba á su alrededor á los muchachos, mientras las mujeres y los pocos hombres que no estaban ocupados en sus faenas agrícolas, formaban corrillos á las puertas de las casas, haciendo comentarios sobre aquel inesperado incidente.

-¡Cáspita, D. Cleto-exclamó Castro,-sabe V. que produce efecto nuestra pre

sencia!

-Ya lo creo, estas buenas gentes tendrán que hablar muchos dias con nuestra visita.

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