bitantes prefieren el pastoreo y el aprovechamiento de las maderas, á las ventajas que les proporcionaria el poner algunos de esos terrenos en condiciones favorables para explotarlos agrícolamente.

-Pero es que esos terrenos deben ser de calidad muy inferior.

-Ya se ve que sí, mas pueden mejorarse por los medios que la experiencia y el arte enseñan; pero en este país, amigos mios, no se quiere trabajar la tierra porque son trabajos demasiado duros, y'se prefieren los del carboneo, la construccion de cucharas y artesones y la cria de ganados.

-Pero la ganadería tambien es un poderoso ramo de riqueza.

-¿Y quién lo niega? Mas tengan Vds. en cuenta que tambien la ganadería va muy en decadencia. Hubo una época en que las arrobas de lana que en esta provincia se recogian, contábanse por centenares de miles, hoy está muy lejos de aquel número.

—Bien, mas la causa de ese decaimiento no nacerá de hoy precisamente..

-¡Oh! no señor, viene de muy léjos; mas por lo mismo que en varias ocasiones, tanto por particulares, cuanto por el mismo Consejo de la Mesta, se llamó la atencion del Gobierno sobre semejante decadencia, debia haberse procurado evitarla.

-¿Qué causas han podido ó pueden influir para esa disminucion?

-La falta de pastos de invierno en la Mancha, Andalucía y Extremadura, muchas de cuyas dehesas se han roturado para la siembra de cereales; los arrompimientos que se hacen por esta misma sierra; el precio de la sal, que si es crecido, imposibilita que pueda dársele al ganado, siendo así que tan necesario le es, pues de no tenerla lame la tierra, y las partículas que traga la res la producen el mal llamado enteco, que la causa la muerte.

-Deplorable es semejante abandono.

-Miren Vds. Segun una relacion fechada en 1576, un pueblo solo de esta provincia, Huétamo, tenia setenta mil cabezas de ganado, hoy, apenas tiene nada comparado con aquello.

-Se contentan con lamentarse y nada mas. Y no crean Vds., la decadencia es en todo. En otro tiempo estaban estas sierras completamente pobladas de árboles, ya han tenido Vds. ocasion de juzgar como se encuentran hoy.

-Sin embargo, D. Cleto, hay mucho todavía.

-No se lo niego, mas no guarda proporcion con lo que habia antiguamente. ¿No ven Vds. que las talas se hacen la mayor parte de las veces sin que á ellas presida una buena direccion? ¿No ven Vds. que no se pone todo el cuidado que debiera en la repoblacion? ¿De qué sirve que los propios de Cuenca, segun tuve ocasion de saber hace pocos años, conservan veinte millones de pinos maderables, si hay otros puntos que cási tienen perdidos los que poseian?

-¡Caramba! ¿ Veinte millones ha dicho V.?

-Sí, señor.

-Pero eso es una riqueza inmensa.

-Sí que lo es.

-Y ya que de pinos hablamos, ¿son todos de una misma clase?

-¡Oh! no señor.

-Por eso lo pregunto—dijo Pravia que fue quien interrogó á D. Cleto,-me parecia haberle escuchado algunas veces clasificarles con distintos nombres.

-Así es. Conocemos cinco variedades.

-¿Cómo se denominan?

-Negral, Albar, Ródano, Carrasco y Doncel.

-Cada una de esas clases tendrá su propiedad ó su aplicacion especial, ¿no es así? -Justamente. La primera clase es la mas conveniente para maderámen. El albar, es mas blanco y mas flexible, y se presta para cierta clase de trabajos que exigen semejantes condiciones; el rodano es mas ligero todavía, pero tambien es menos duradero; el carrasco, por el contrario, es duro y fuerte, y el doncel es el que constituye los mas ricos y estimados pinares.

-Vamos; por mas que V. diga, todavía están muy poblados estos montes.

-No se lo niego; pero si Vds. los hubieran conocido como yo, y hubieran escuchado á mi padre, que en paz descanse, comprenderian la decadencia actual. A fines del pasado siglo, le oi contar muchas veces, que estos montes estaban tan poblados que apenas se podia dar un paso, y que el sol no podia penetrar á través de aquella espesura continua de ramaje. Vds. han visto ya algunos puntos donde no se ve ni un solo árbol, y todavía antes de salir de la provincia verán muchos mas. Pues bien, esos sitios que hemos de ver en ese estado yo los he conocido poblados por completo.

-¿Qué podrémos contestar á eso? Nada. Nosotros, que los vemos así, nos parece que están muy bien, mas comparándoles con el estado en que V. les alcanzó, comprendemos que tenga motivos para lamentarse de su decadencia.

-Y diga V., D. Cleto, ¿qué mas utilidad produce el pino?

-Además de los aros y tornillos, cucharas y artesas, que de su madera se hacen, se extrae de él resina, trementina, aguarrás, pez griega, y brea y humo de imprenta. -¡Caramba! pues sabe V. que es un árbol inapreciable.

-En varios pueblos de la provincia, sacan ya del enebro tambien su aceite ó miera, y la goma que crea buen incienso.

-¿No nos habia V. hablado tambien, aun cuando en términos generales, de los minerales que se encerraban en las entrañas de estas sierras ?

—Sí, señores. El mineral mas abundante en toda la provincia es el hierro, del cual se extrae gran cantidad. Supónese que antiguamente debieron obtenerse grandes riquezas en las faldas de Rio-Ranera, en las ferrerías de Talayuelas, y en Aliaguilla y Henarejos. Hoy en este último punto está beneficiándose aquel metal.

-Y carbon, ¿existe tambien?

-Sí, señor, abunda mucho en Bascuñana, Poyatos, Cardenete y otros varios pueblos.

-Pues sabe V. que la provincia es rica por todos conceptos.

-Mucho, si señores, y todavía podria serlo mas. Tambien posee porcion de manantiales salinos.

52

T. I.

-Sí, por aquí creo que están las famosas minas de la Minglanilla, ¿no es cierto?—

dijo Azara.

-Si tal, y ya las visitarán Vds.; pero aparte de ellas cási toda la cuenca del rio Cabriel está llena de manantiales. En Tragacete, Salinas del Manzano y otros puntos, se hace la elaboracion de la sal por medio de la evaporacion al calor del sol.

-Así es. Además hay abundancia de caparrosa en Val y en Cardenete; en Uña y en Enguidanos hay asfalto en buena cantidad; ocre muy superior en Peñalen, y piedra especular en varios puntos.

-Pues, vaya V. diciendo.

-Tambien hay diversas canteras de variadas clases de mármoles, que apenas se explotan por la dificultad que hay de vias de comunicacion, y en resúmen, amigos mios, es esta una provincia en la cual, tal vez, mas que en otras lo que falta únicamente es que se la faciliten medios para crecer y desarrollar la poderosa riqueza que en sí se encierra.

XIX.

Cañete. Su poblacion. - Usos y costumbres.

Hablando de este modo, ocupándose de las especialidades que en sí pudiera encerrar la provincia, fueron entreteniendo el camino hasta que á la caida de la tarde dieron vista á la poblacion en que iban á descansar.

Cañete, cabeza del partido judicial de su nombre, villa con Ayuntamiento, distante ocho leguas de la capital de la provincia, se halla situada en un llano que tiene legua y media proximadamente de longitud por media de latitud.

Al fijarse las miradas de los viajeros en la poblacion en que iban á pernoctar, exclamó Sacanell:

-¡Ola! ya tenemos otra villa murada y con castillo.

-Si señor, repuso D. Cleto, aquí en la provincia son muy frecuentes. No ve V. que el terreno es muy á propósito para esas fortificaciones. En aquellos tiempos en que el derecho estribaba en la fuerza, lógico era que los señores buscasen lugares á propó-sito para resistir, bien á sus convecinos, bien al mismo monarca si contra él se levantaban. Por otra parte, las guerras entre moros y cristianos hacíanles necesarios tambien para proteger las poblaciones que á su pié se abrigaban.

-Parece bastante grande.

-Constitúyenle unas trescientas casas en las que se albergan sobre mil nuevecientas almas.

-Debe ser muy sano porque está bastante ventilado.

-Las aguas serán buenas tambien porque eso ya parece general en toda la provincia.

-Y muy abundantes. En este partido hay sierras de una altura extraordinaria.

Situado como está en los límites de los reinos de Valencia y Aragon participa de las grandes cordilleras que separan á Castilla la Nueva de Aragon.

-¿Cuáles son los puntos mas elevados?

-La sierra de Valdemeca, la de Tragacete, la de Mira y el pico llamado Ranera, desde cuya cumbre se ve perfectamente el mar por la parte del reino de Valencia. Además hay otra porcion de montes y picos que tienen sus denominaciones especiales. De aquí nace que haya puntos en que el terreno es tan escabroso, que ofrece mil peligros y dificultades para franquearlos y especialmente en Tragacete, hay un trozo que tendrá próximamente una legua y que en cuanto llueve un poco cási se emplea en ella una jornada.

-Es una friolera.

-Si señor, así está cási todo el partido.

Pero esos montes estarán bien poblados ¿eh?

-Desde luego; hay muchos pinares, sabinas, romeros, y gran cantidad de yerbas para pastos, por lo que existe bastante ganado.

Y de rios ¿cuáles son los principales que recorren al partido?

— El Cabriel, sobre el que hay varios puentes, y el que se llama Blanco en el país, Guadalaviar en Aragon y Turia en Valencia; estos son los mas importantes, que además existen una porcion de rios de menos caudal que van á confundir sus aguas con estos ó con otros, bien dentro, ó bien fuera del partido.

Pocas palabras mas cruzaron nuestros amigos.

Como quiera que iban ya cansados porque la jornada fue bastante larga y fatigoso el camino, lo que deseaban mas que todo, era llegar á la posada donde pudieran siquiera tomar algun reposo.

Para esto, espolearon á sus cabalgaduras y al cabo de breve espacio hallábanse en la cocina de la mejor posada del pueblo, sentados juntos al hogar, mientras les preparaban las habitaciones que habian pedido.

Al dia siguiente salieron á recorrer la villa, no quedando muy satisfechos de su

exámen.

Efectivamente, el interior de ella tiene bien poco de agradable.

Las calles son estrechas y malas sin que entre los edificios haya alguno digno de especial mencion.

Las Casas consistoriales están aisladas, hállase en ellas tambien comprendida la cárcel.

Hay un hospital y un colegio fundado en 1580 por el Dr. D. Miguel Navarro, quien le dotó convenientemente.

La iglesia parroquial está servida por un cura, un beneficiado y un teniente para la feligresía de la Huerguina. Extramuros de la poblacion existe una buena ermita, bajo la advocacion de Ntra. Sra. de la Zarza y otra dedicada á san Roque.

La industria está reducida á varios telares de tejidos ordinarios y las mas precisas para las primeras necesidades.

Las murallas son buenas, flanqueadas por robustos torreones. Tanto esta, como

el castillo de que hemos hecho mencion, fueron restaurados durante la guerra civil. Cañete, centro y cabeza del marquesado del mismo nombre, sufrió las vicisitudes consiguientes á los bandos, parcialidades y disturbios que tantos males produjeron durante la Edad Media, sin que la historia consigne ningun hecho notable ocurrido dentro de sus muros.

-¿Y qué papel jugó esta poblacion durante la guerra civil?-preguntó Pravia á D. Cleto que les estaba enseñando el castillo y los muros de la villa.

-En el año 1839, Cabrera hizo reedificar estas fortificaciones al abrigo de las cuales, existió durante algun tiempo una columna carlista que hacia varias correrías por la comarca.

- Contarian por aquí con muchos partidarios.

-Les diré á Vds., habia de todo, y prueba de ello que en ese mismo año, salió de la villa una columna compuesta de unos cuatrocientos hombres al mando de un tal Chambonet y saqueó varios pueblos de las riberas del Tajo, volviendo al cabo de algunos dias, conduciendo presos á sus alcaldes y trayendo consigo mas de seiscientas cabezas de ganado.

-De modo que Cañete, por lo visto, simpatizaria con los defensores de D. Carlos. -Si tal, y se consideraba á esta villa como al azote del país. Aquí habia reunidos grandes acopios de víveres y municiones para el caso de ser sitiados, y aquí fue otro de los puntos de la provincia donde con mayor entusiasmo se celebró el restablecimiento de Cabrera, allá por el año 1840.

¿Y se resistieron?

-Ca, no señor. En febrero de ese mismo año, el gobernador de esta plaza que era á la sazon D. Eliodoro Gil, envió una comunicacion á todos los Ayuntamientos de las cercanías, amenazándoles con pena de la vida sino le enviaban una lista de los vecinos que tenian parientes en las filas de la Reina, á fin de hacerles abandonar sus hogares, así como tambien se la imponia sino le daban conocimiento de los movimientos de sus contrarios.

-Lo cual no impediria que estos fuesen contra ellos ¿no es así?

-Justo, pero lo que sucedió fue que los carlistas no quisieron esperarles. El dia 10 de junio empezó la desercion por algunos jefes y bien pronto los seiscientos ó setecientos hombres que habia en el castillo le abandonaron, cayendo en poder de las tropas todas las provisiones, municiones y cañones que habian reunido los contrarios. -De modo que desde aquella fecha ya no habrán servido para nada ni las murallas, ni el castillo.

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-Para nada absolutamente.

-Segun eso, nada mas tiene V. que referirnos respecto á esta poblacion.

-No, señor; y si á ella hemos venido ha sido porque era camino para Moya y Cardenete, donde irémos cuando Vds. quieran.

- Estamos á su disposicion en todo, pero he hecho una observacion—dijo Pravia ―y quisiera que me diese V. alguna noticia sobre ella. ¿Qué tal es el carácter de los naturales de este país?