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un terreno húmedo, lo cual es causa de que se padezcan bastantes fiebres intermi¬ tentes.

-Y parece buena poblacion.

-Ya lo creo, se ha crecido á expensas de su vecina, la ciudad de Osma, que hoy apenas tiene significacion. Toda la importancia la ha absorvido el Burgo.

-¿Pero el obispo no es de Osma?

-Si señor, pero reside aquí.

-¿Qué distancia separa una poblacion de otra?
-Una media legua escasa, un paseo mejor dicho.

-¿A qué categoría pertenece el partido judicial?

-Es de entrada y depende de la Audiencia territorial de Búrgos.

Hablando de este modo, la diligencia en la cual iban nuestros viajeros, penetró en la villa, deteniéndose poco despues en un buen parador cuyo aspecto no pudo menos de satisfacer á Castro que ya estaba temiendo caer en las posadas de que tan ingratos recuerdos tenia en su expedicion por la provincia de Cuenca.

El Burgo se halla situado al O. de la provincia, en medio de sierras bastante elevadas.

Confina al N. con Salas de los Infantes; al S. con Atienza; al E. con Almazan y por el O. con Aranda y Riaza.

Las sierras que le rodean son las de Búrgos y Soria, subdividiéndose en distintos ramales que cruzan en todas direcciones el partido, y cuyos accidentes dan lugar á bastantes vegas y valles.

Extensos bosques de enebros, pinos y robles vénse en las montañas situadas al N. y E., donde tambien existen las ricas canteras de jaspe de Espejon y Cantalucia, mientras que las yerbas de pasto, y las canteras de granito quedan relegadas para el S. y el O. de su demarcacion.

El rio Duero es el mas importante que recorre el partido, prestando mas beneficio á la parte agrícola que á la industria, á la cual pudiera hacer muchísimo bien.

Además están el Ucero, el Avion, el Riosequillo, el Reja, el Pedro y el Adante que sirven en gran manera para fertilizar vastas porciones de terreno.

Este en lo general, es bastante fértil, debiendo, sin embargo, hacerse especial mencion de las cañadas y valles que se encuentran á las orillas del Duero, las cuales, están dedicadas á la siembra de cereales y al viñedo.

La produccion agrícola es bastante buena, consistiendo en trigo puro, ó de primera calidad, mas inferior, centeno, cebada, avena, guisantes, yeros, patatas, judías, lino y cañámo, vino, excelentes frutas, bellotas y leñas tanto de combustible como de carboneo.

La abundancia de pastos permite la cria de gran número de cabezas de ganado, así lanar como cabrio, vacuno, de cerda y mular, abundando tambien las yerbas aromáticas y medicinales, lo cual produce excelentes colmenas, cuya miel no desmerece de la famosa de la Alcarria.

Las mejores condiciones en que se hallan las vias de comunicacion, especialmente

en las cabezas de partidos judiciales, y las carreteras que cruzan por la provincia, pónenla en mejores condiciones que la de Cuenca para dar salida á sus productos, contribuyendo á prestarle mas animacion y vida que la existente en aquella otra provincia: No debemos terminar esta brevísima reseña sin hacernos cargo del carácter en general de los habitantes de este partido.

Las costumbres están menos corrompidas que en otros puntos. Los naturales sencillos y honrados, ni tienen grandes necesidades ni gustan de la holganza.

Visten con sencillez, usando generalmente las telas fabricadas en el país, y adviértese algo mas de educacion entre aquellos labriegos, que en los de la provincia de Cuenca, efecto indudablemente del mayor trato que tienen por las vias de comunicacion que hemos mencionado.

XVII.

Aspecto interior y exterior del Burgo de Osma. -Edificios notables.

Al dia siguiente de su llegada, nuestros viajeros, guiados por D. Cleto, dieron principio á su correría por el interior de la poblacion.

Su aspecto es bastante agradable. Las casas, por lo general, espaciosas y de buena apariencia, no carecen de ciertas comodidades.

Hay algunas que descuellan tanto por su arquitectura cuanto por su capacidad, sin que por esto podamos citar nada de notable artísticamente consideradas.

En la plaza Mayor están las Casas consistoriales, edificio bastante regular, y en la misma un hospital que merece nos detengamos en el siquiera sea por breves momentos. Débese la ereccion de tan suntuoso edificio, porque verdaderamente lo es, al ilustrísimo señor obispo de aquella diócesis, D. Fr. Sebastian de Arévalo y Torres.

La fachada es de piedra sillería, destacándose en el centro las estatuas de san Agustin, san Francisco y san Sebastian, y las armas del fundador. Dos torres le flanquean, y un atrio espacioso facilita la entrada á un oratorio y á un patio aclaustrado, en el cual se halla la sala de enfermos y habitaciones de los enfermeros.

Las cocinas, botica y laboratorio se encuentran debajo, y un magnífico lavadero, la huerta y el cementerio, constituyen, por decirlo así, toda la planta baja.

El departamento de mujeres está en el piso superior, así como tambien las habitaciones del mayordomo y capellan.

El lugar destinado para los convalecientes se encuentra en la parte O. del edificio, donde hay una galería cubierta para su solaz y esparcimiento.

Toda esta parte construyóse con posterioridad al resto del edificio, y se debe al obispo de Osma, Fr. Joaquin Eleta, confesor que fue del rey Cárlos III.

La asistencia corre á cargo de los hermanos Obregones con la dotacion necesaria de médicos, cirujanos, practicantes y farmacéuticos, de modo que los enfermos se encuentran perfectamente atendidos.

Es de los mejores establecimientos que de su clase existen en España, y el edificio reune cuantas condiciones de salubridad é higiene son indispensables.

Nuestros amigos permanecieron buen espacio deteniéndose en observar escrupulosamente la asistencia y el trato que á los enfermos se daba, elogiando extremadamente una y otro.

Cuando de allí salieron, dijo Azara:

-¿Qué mas establecimientos de beneficencia hay en la poblacion?

-Un Hospicio é Inclusa que ya visitarémos, y que ha de llamarles la atencion. -Supongo que habiendo tanto cuidado aquí respecto á ese ramo, no estará descuidada tampoco la instruccion.

-No señor. Existen dos escuelas, una de niños y otra de niñas, costeadas por los fondos municipales, y varias particulares de uno y otro sexo; eso sin contar con el Seminario del cual tambien nos ocuparémos á su debido tiempo.

-¿Tienen buena asistencia?

-Si señor, se ven muy concurridas, y en general los alumnos son bastante aprovechados.

-Mas vale así.

-¡Otra fuente!-exclamó Pravia viendo una por el sitio que atravesaban,-Tres he visto ya, y de agua muy cristalina.

-Y muy buena tambien. El Burgo está dotado de excelentes aguas, y con gran abundancia.

-¡ Ola!—dijo á su vez Sacanell.-Esta será la catedral. -Así es ¿qué le parece á V.?

-Buena, si señor, no podré artísticamente analizarsela ni decirle en que consiste la belleza que le encuentro, pero me gusta, y creo que su arquitectura es notable. -Lo es, amigo mio, lo es.

-Desde luego esa fachada de piedra blanca hace buen efecto.

-Sí, es piedra sillería caliza, que tiene el color mas claro que la generalidad. -Me parece que esa torre es mas moderna que la catedral.

-Tiene V. razon Castro,-repuso D. Cleto.-La torre y el reloj se construyeron á principios de este siglo á expensas del Ilmo. Sr. Obispo D. Juan Dominguez.

Tres espaciosas naves con su elegante crucero constituyen el interior de la basílica, en la cual se hallan trece capillas siendo algunas de ellas dignas de llamar la atencion. Obra de Juan de Juni es el altar mayor, que resalta doblemente en su majestuosa capilla de esbeltas formas con varias ventanas formando semicírculo.

El delicado medallon de su altar, en cuyos siete cuadros el artista representó de bulto los misterios de la vida de la Vírgen, es notable por mas de un concepto.

Pureza en el estilo, elevacion en el pensamiento, y destreza y acierto en la ejecucion, recomiendan de una manera notable aquella.

Entre las figuras que como acompañamiento puso en el tránsito, el artista, se ve la del obispo D. Pedro Alvarez Acosta, á cuyas expensas se hizo la obra.

La capilla del venerable Palafox, es de figura ochavada construida con ricos jaspes

de Espejon y Cantalucia. Vénse en ella graciosos adornos de estuco hechos por Domingo Bril. Las pinturas al fresco, que la embellecen débense al pincel de Maella, así como las estatuas, que son muy recomendables, son obra de Gutierrez.

Construida en alto, facilitando acceso hasta el tabernáculo una rica gradería de jaspe de Espejon, ofrece una agradable perspectiva la capilla de san Pedro de Osma.

El cuerpo del santo se halla en una urna de jaspe cuyas piedras labradas ya, parece que estaban destinadas para el mausoleo de D. Alonso de Aragon, rey de Nápoles.

Su hijo D. Fernando costeaba dicha obra, mas hallábase tan lleno de deudas que se vió obligado á venderlas al dean de la catedral D. Antonio Melendez de Gumiel, el cual las dió el destino que hoy tienen.

Ocho grandes columnas de jaspe con embutidos de bronce, sostienen la real capilla de la Concepcion, digna tambien de ser visitada por el viajero.

la

La capilla de Santa Cruz, espaciosa y recomendable tambien por su arquitectura, es que sirve de parroquia, y está servida por un capellan de número, teniendo la categoría de curato de segundo ascenso, y un teniente nombrado por el cabildo.

Hállase situado el coro en la nave central entre dos enrejados de mucho mérito, siendo de admirar la sillería de nogal tallada, con dos órdenes de asientos.

Á la derecha hay uno ocupado por la efigie de Santo Domingo de Guzman.

Los dos órganos que contiene son bastante buenos y las cinco sacristías de que consta la basílica reunen las condiciones de capacidad y ornamentacion necesarias y especialmente la construida en 1540, contiene una cajonería con embutidos y adornos de bronce de gran mérito, cuadros muy notables, espejos, rico aguamanil de jaspe en figura de concha y frescos en la bóveda muy elogiados por los inteligentes.

Los claustros son espaciosos rodeando un jardin cerrado con verjas de hierro. El cabildo catedral está compuesto del Obispo, de las dignidades, canónigos, racioneros, capellanías de número y distintos sirvientes entre sacristanes, monaguillos é infantes ó infantejos para el coro con arreglo al último concordato.

Nuestros viajeros estuvieron observándolo todo y tomando sus notas y terminadas estas abandonaron la basílica.

—¿Dónde vamos ahora?-preguntó Pravia á su guia.

-Nos dirigirémos al Seminario,-repuso este.

-¿Y qué puede tener que admirar un edificio como ese? Ya hemos visto otros y me parece que como obra arquitectónica será como los demás.

-Está V. en un error, amigo Castro; el que vamos á ver está considerado como el mejor de España.

-Siendo así, ya será notable.

-¿De qué época data su fundacion?-preguntó Sacanell.

-Eso sí que no se lo puedo decir á Vds., solo sé que el actual no es el primitivo. Iba á replicar el catalan, cuando D. Cleto exhalando una exclamacion de alegre sorpresa al ver aproximarse un caballero anciano que iba en direccion opuesta á la que llevaban, detuvo las frases que iba á pronunciar.

-¡Caramba!-dijo D. Cleto,-precisamente aquí llega quien podrá dar á Vds. todas las noticias que deseen.

Y dirigiéndose al anciano prosiguió:

-Amigo Medina, ¿no me conoce V. ya?

El interrogado fijó sus ojos en el que le hablaba y al cabo de algunos segundos exclamó á su vez.

-¡D. Cleto! ¿V. por aquí?

-Si amigo, sí, á la vejez viruelas, como dice el refran; cuando ya me encuentro con un pié en este mundo y el otro dispuesto á abandonarle, se han despertado mis deseos de viajar y héteme aquí dispuesto á dar una vueltecita por España.

-Pues ahí es un grano de anís.

-Pero no es mia toda la culpa, han sido estos amigos, que tengo el gusto de presentarle, quienes me han sacado de mis casillas.

Los cuatro jóvenes á su vez saludaron al anciano, cambiaron recíprocamente algunos cumplidos y despues de haberse D. Cleto informado de la salud de la familia de su amigo, le dijo:

-Precisamente su encuentro me ha sido agradable por dos razones.

-V. dirá.

-La una, por haberle vuelto á ver al cabo de tantos años, y la otra porque V., conocedor de esta poblacion como hijo de ella que es, estudioso y amante de las glorias de su país, puede servirnos de mucho en nuestra artístico-científica expedicion.

-Ya sabe V. que puede contar conmigo para todo y especialmente lo que me inđica, lo haré con tanto mayor placer cuanto que con ello puedo complacerle. -Mil gracias.

-¿Han visto Vds. algo de lo que hay en el Burgo de notable?

-Generalidades, y la catedral de la cual salimos ahora.

-Pues si Vds. me permiten que entre en casa que está muy cerca, á la par que podré darles posesion de ella, descansarán un momento é inmediatamente me pondré á su disposicion.

Los viajeros aceptaron tan cortés invitacion y poco tiempo despues se hallaban en la casa de Medina, cuya familia les acogió con la mayor cordialidad.

No trascurrió mucho tiempo sin que se dirigiesen al Seminario, puesto que D. Cleto manifestó á su amigo que este era el punto donde se dirigian cuando le encontraron. -El edificio que van Vds. á ver-dijo Medina,-no es el primitivo.

-Eso mismo nos decia D. Cleto, precisamente en el momento de ver á V.-repuso Azara.

—Y añadí inmediatamente que V. podria darles mejores noticias que las mias por cuanto á mí me se han olvidado algunas con el transcurso de tantos años y con tanto como he corrido y he visto.

-Diré á Vds. cuanto sepa y les manifestaré lo poco de notable que aquí poseemos. -¿Qué se hizo el primitivo edificio?-preguntó Pravia.

-Desapareció para dejar libre el terreno á la construccion actual.

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