-Lo que no comprendo es la causa que pudo mediar para el derribo de esa parte de la muralla.

-El temor que el general Duran, jefe del ejército de operaciones de la provincia en 1813, tuvo de que los franceses ocupando la poblacion se fortificaran en ella.. -¿No es aquello un cementerio?-interrogó Castro á la sazon.

—Sí, y vamos á visitarle si Vds. no tienen inconveniente.

-Ninguno,-contestaron todos.

-Así de paso verán Vds. la ermita de San Roque que está á su entrada y le sirve de capilla.

Dirigiéronse en efecto á dicho sitio y pocos momentos despues penetraban en la mencionada ermita.

Es esta de piedra en su totalidad y tiene un altar con la imágen del santo tutelar, que se edificó despues de haber sido en 1833, restaurada del percance que sufrió en la guerra de la Independencia.

Poco de notable ofrece á la verdad y es indudable que el cementerio se halla en mejores condiciones relativas, pues es proporcionado á las necesidades de la poblacion y en cuanto á ventilacion nada tiene que envidiar á ningun otro; está construido con piedra al igual de la ermita.

Prosiguiendo su camino, luego que hubieron salido nuestros amigos, por la derecha de la puerta del Mercado, encontraron al S. O. un convento de monjas Claras en el que, como forasteros, demandaron y obtuvieron licencia para entrar; pudiendo en consecuencia recorrerlo todo á excepcion de las celdas de las siervas del señor.

La iglesia consta de una nave de bastante longitud y nada estrecha y un crucero de escasas dimensiones; tiene cuatro altares y dos coros: el situado en el piso bajo, bastante oscuro, y destinado á sepultura de las monjas de la comunidad y á la celebracion de las ceremonias de monjíos, profesiones y otras : es notable el segundo, situado encima, por su hermoso aspecto y por una buena sillería de nogal que la adorna.

En el convento propiamente dicho, hay habitaciones para treinta religiosas pero son muchas menos; tiene dos patios y un espacioso mirador por el cual pudieron perfectamente ver al Duero que desde el N. de la poblacion se dirige al O. y lame el edificio por este lado. Tambien se ofreció ante su vista la magnífica alameda formada de álamos, chopos y otros elevados árboles, que sirve de paseo á la poblacion y que si bien no descuidada hoy dia, carece del esmero empleado en ella en épocas anteriores.

Al salir se hicieron cargo del extenso patio que precede à la porteria y en el cual están situadas las habitaciones del vicario y la demandadera y la parte destinada á hospedería, que es de muy corta extension.

Ya otra vez en el campo y á continuacion del mencionado paseo pudieron observar un bosque bastante espeso, de robles y pinos que se continúa por otro de álamos y chopos de menor elevacion hasta cosa de un cuarto de legua; tanto uno como otro siguen la margen derecha del Duero y sus árboles están dispuestos sin órden ni concierto alguno.

A la derecha del segundo bosque se hallan situadas varias huertas muy regulares,

lo que en union de aquel, del primero y de la alameda forma un extenso paseo que seria delicioso sino se dejaran sentir en él las mareas del rio, en invierno y verano, poco despues de ponerse el sol.

En la parte N. E. de la poblacion se halla otro paseo denominado del Campo de san Francisco que, empezando en el extremo de la calle de la Merced, abraza una extension de terreno considerable.

Hállase en él un buen calvario de piedra, de cuyos pedestales se aprovechan los transeuntes para sentarse, y el monasterio que fue de religiosos franciscanos.

Este edificio es notable por su iglesia, cuya nave es verdaderamente colosal y proporcionadas á ella las rasgadas ventanas que en el cubo formado por la capilla mayor habia y que hoy se encuentran cerradas sin mas aberturas que las estrictamente ne'cesarias para dar luz a aquella parte: el coro, sostenido por un arco de bóveda es de regular extension y su sillería no despreciable. Sin embargo de estas buenas condicio nes, la desconcertada y desacertada disposicion de los altares, y lo descuidado de una capilla de san Bernardino que se halla hasta sin verja y forma un extraño contraste con otra de moderna construccion bajo la advocacion de san Antonio, en la que hay un altar bastante decente, dan al interior un aspecto feo y desagradable.

no

El convento, de no escasas dimensiones, está pésimamente distribuido y entre sus habitaciones con dificultad podrá hallarse una que merezca el nombre de regular, siendo tampoco mas digna de llamar la atencion, su escalera.

El edificio está construido en parte de piedra y en parte de ladrillo con algunos trozos de tapia y tiene cabida para unos treinta monjes si bien nunca han llegado à este número, ni aun cuando en él se estableció un colegio de filosofía.

Su antigüedad es cási la de la época en que floreció su santo tutelar y fue pertenencia primero de claustrales y despues de menores. Sobre la puerta principal están las armas de la casa del conde de Altamira, que un tiempo tuvo el convento bajo su patronato, en señal del cual daba á los monjes cierta cantidad anual de trigo.

Rodean este edificio, célebre bajo el punto de vista histórico por haberse hospedado en él D. Pedro I el Cruel, una tapia ó cercado de piedra que abraza un buen espacio de terreno destinado cási en su totalidad á prado y el resto al cultivo de legumbres regadas con norias.

A pocos pasos de este, hállase un tercer convento tambien de frailes, pero de la órden de la Merced; es mucho mas reducido que el de franciscanos, aunque bien pueden en él acomodarse unos veinte monjes, y se compone de una luneta y claustros superiores de poca extension, pero con buena ventilacion é inmejorables luces; sus celdas sino muy desahogadas, disfrutan de bellas vistas pues unas dan á la espaciosa huerta aneja al edificio y otras al paseo que atraviesa el Duero à unos diez pasos del edificio.

La iglesia consta de tres naves separadas por delgadas pilastras y dos altares, pues otros tres mas que en ella habia han sido trasladados à distintos templos de la diócesis. ¡Lástima que todo el edificio se halle en un estado ruinoso deplorable!

No muy lejos de este convento se halla la capilla de Jesús Nazareno, cuya visita

suspendió D. Cleto aquella mañana, segun ya sabemos y que por lo tanto se apresuraron á examinar él y sus compañeros antes de que se hiciera mas tarde.

Encuéntrase esta capilla frente al puente que hay sobre el Duero por aquella parte, en un terraplen algo elevado sostenido por una pared de gran espesor y que si por la parte anterior forma una especie de pretil y deja el espacio suficiente para un patio, por la posterior, apenas si queda el necesario para poder dar vuelta á la capilla.

Esta ofrece desde luego un golpe de vista sumamente agradable: su solidez es grande, pues está construida con piedra y su forma la de un octógono de bastante elevacion; la puerta se halla en uno de sus lados y los otros siete corresponden á siete altares que hay en el interior.

Recibe luces por ocho arcos abiertos en su gran cimborrio y contribuye mucho al buen efecto que produce el conjunto, el ser de pizarra trabajada con bastante primor el tejado y todo el chapitel. En el sitio en que hoy se encuentra dicha capilla á cuyo tutelar profesan especial devocion los vecinos, se hallaba antes la parroquia de Santiago, agregada mas tarde como sabemos á la de Santa María del Campanario, á causa de haberse arruinado.

El puente que está próximo á esta capilla y cuya construccion se remonta á algunos siglos atrás sin que podamos precisar la fecha, es todo de piedra de sillería y consta de trece ojos de mas que regulares dimensiones, sobre todo los ocho centrales; su longitud total es de poco mas de ciento noventa y seis varas: su anchura de cinco, y de nueve su máxima elevacion sobre la superficie del agua: tiene una barandilla de cinco cuartas de altura.

La figura de dicho puente no es rigorosamente plana sino que por ambos lados va elevándose insensiblemente hasta llegar al centro, donde alcanza la elevacion que hemos citado. No obstante la solidez de los estribos y de toda la obra en general, la circunstancia de haber en sus inmediaciones algunas isletas en medio del rio le perjudica de una manera notable, pues dividiendo la corriente hace recaer toda la fuerza de esta sobre los arcos extremos que son precisamente los mas débiles; así es que á cada inundacion padece mucho no obstante su gran fortaleza.

Todas estas y otras varias particularidades menos importantes fueron notando nuestros infatigables viajeros hasta llegar á la puerta de Herreros, situada al S. E. de la poblacion, y por consiguiente, hasta haber dado cási por completo la vuelta á la poblacion.

Esta puerta sin tener las condiciones de arquitectura y fortaleza que recomiendan la del Mercado, no deja por eso de ser apreciable bajo ambos aspectos, sobre todo bajo el segundo; pues sus dos grandes cubos de igual altura que la muralla la dan un aspecto imponente, por mas que sean incapaces de compararse con los fortines que preceden á la última.

Durante el camino D. Cleto segun costumbre, les dió cuantos datos poseia respecto á Almazan; datos que completó al llegar á su casa con los apuntes que de veces anteriores tenia hechos y resultó de sus noticias que el término de la villa confina por el N. con Belacha, Matas de Súbias y Tardelcuende: por el E. con Perdices, la Milana,

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T. I.

Villalba y Baniel: por el S. con Almántiga, Balluncar, Miñoca y Bordejé, y por el O. con Matute, Cobarrubias y Ciadueñas.

Además del Duero, dos arroyos llamados Moron y Galin Gomez, tributarios suyos contribuyen á proporcionar agua potable y fertilizar el terreno; este por la parte N. y N. E. es bastante flojo y arenoso; pero por el S., E. y S. E. es fértil y apenas hay un palmo que no esté en cultivo.

Las principales producciones son: en el reino vegetal, trigo de diferentes calidades, avena, cebada, centeno, garbanzos, lentejas, lino, cáñamo y otros varios artículos en menor escala, además del aprovechamiento de la madera de los bosques : en el animal el ganado lanar y el cabrio, que en el invierno han de ir á pastar á Aragon ó la Alcarria, están sin embargo en mayoría; pero por eso no falta vacuno, caballar, asnal y mular, si bien en mucha desproporcion; el monte proporciona de caza mayor, lobos, venados y zorras, y de menor perdices, liebres y conejos, y el Duero suministra abundantes truchas y barbos de hasta seis y ocho libras, cuyo comer es exquisito.

La fabricacion de bayetas y paños del país: la alfarería y la fabricacion de tejas y ladrillos son la principal industria de Almazan, cuyo comercio al por mayor es muy reducido; pero el al por menor, se verifica en el mercado que tiene lugar un dia á la semana con gran concurrencia y grandes operaciones, especialmente en granos y ganado de cerda que viene de fuera.

Se celebran anualmente dos ferias y en la llamada de los Santos es tal la abundancia de ganado vacuno y de cerda que acude, que, á pesar de estar destinado contener el de estas y otras clases el extenso campo de San Francisco apenas si pueden coger en él.

Los puestos y mesas de otros objetos se colocan tanto en esta feria, que es la mas concurrida, como en la otra, en la plaza central y calles principales.

Respecto á caminos tiene Almazan dos carreteras, la de Madrid á Pamplona y la que de aquel punto se dirige á Logroño; hay además varios caminos carreteros, cuales son, el que de Aragon se dirige á Castilla la Vieja y llega hasta Berlanga; el que desde este pueblo va hasta Aranda por la orilla derecha del Duero; uno que llega hasta Algora donde se reune á la carretera de Madrid á Zaragoza y además el que conduce á Soria.

Tiene la poblacion estafeta de correos en la que se reunen las correspondencias de Berlanga, el Burgo, y toda la parte de Monteagudo y Seron. Las cartas se reciben tres veces por semana.

Sabidas ya por nuestros amigos las anteriores noticias, nada habia que pudiera detenerles en Almazan y por lo tanto decidieron dedicar un dia al descanso, y partirse luego para Calatañazor; mas, animados siempre por el deseo de aprender, adquirieron durante aquellas últimas veinte y cuatro horas, acerca de la historia de la poblacion que iban á abandonar, los datos que en el párrafo siguiente pueden ver nuestros lectores.

XXXII.

Orígen é historia de Almazan.

El origen de Almazan es bastante oscuro; algunos han querido hacerla ciudad romana, pero la etimología árabe de su nombre y los recuerdos que de esta denomina,cion ha conservado tales como su muralla y las dos iglesias de San Miguel y San Vicente Mártir, fuerzan atribuir su fundacion á los fanáticos creyentes del Coran.

¿Cuándo tuvo lugar este hecho? No podemos precisarlo; ni aun nos es dado consignar las vicisitudes porque pasó desde su fundacion hasta que, en 1098, Alfonso VI de Castilla apoderándose de ella y hallándola arruinada, realizó su repoblacion y restauracion.

A partir de este suceso ya la historia de Almazan larga é importante nos es bien conocida; así sabemos que poco despues de su repoblacion, Alfonso VII la ensanchó, y que en 1158 fue ya lugar donde celebraron una entrevista D. Sancho III y el rey de Navarra al objeto de pactar una alianza contra los árabes.

En 1196 y 1197 su comarca fue corrida y talada por el navarro Sancho IV apellidado el Fuerte, y al verificarse posteriormente el célebre triunfo de las Navas de Tolosa contra los almohades, contribuyó á él con su milicia. D. Sancho IV de Castilla estuvo en 1289 en Almazan disponiendo las tropas que habian de marchar contra el aragonés protector del infante D. Alonso; el mismo año este monarca la puso sitio, pero cuantos esfuerzos hizo por apoderarse de ella se estrellaron ante el teson y la constancia de sus moradores, así es que tuvo que regresar á Aragon sin haber conseguido su intento aunque no sin haber causado daños de gran consideracion en su campiña.

Año fue de acontecimientos para Almazan el de 1289, pues luego de verse ya libre de enemigos tuvo en ella un consejo D. Sancho al que asistieron todos los ricoshomes que allí se encontraban y en él se decidió la entrada en Aragon.

Mucho padeció la poblacion en estas luchas entre castellanos y aragoneses, pues en 1290, el soberano de estos Alfonso III llevando consigo á D. Diego Lopez de Haro y D. Juan Nuñez de Lara volvió á arrasar sus alrededores; y seis años mas tarde habiendo sucedido á este Jaime II, y á Sancho, Fernando IV el Emplazado, cincuenta mil soldados de Aragon invadieron el territorio de Castilla apoderándose de todas las ciudades que no apoyaban á D. Alonso de la Cerda.

Esto no obstante, Almazan logró sostenerse hasta 1298 en que el rebelde infante con ayuda de Jaime II y merced mas que todo á la inteligencia que con varios de los de dentro sostenia, consiguió al fin apoderarse de ella.

No tardaron en acudir á recobrarla las tropas de la regente pero no pudieron conseguirlo; ni fueron mas afortunados en 1301 los infantes D. Juan y D. Enrique, bien que esta vez el mal resultado de la empresa se debió á que obedeciendo ambos mas que á su deber á sus miras particulares, despidieron los soldados que llevaban y se retiraron á Ariza.