Sin embargo, el caudillo musulman habia recibido una porcion de heridas. Mientras le hacian la primera curacion en su tienda, dijo á los que le rodeaban que donde se hallaban sus mas valientes caudillos que no se presentaban á su vista, á lo cual hubieron de contestarle que unos habian muerto y otros se hallaban gravemente heridos. Esto le hizo comprender lo desesperado de la situacion de su ejército pues él herido y faltándole sus jefes de mayor confianza no era prudente permanecer en aquel sitio exponiéndose à una derrota segura. En su consecuencia dió órden para levantar el campo, y efectivamente, antes de amanecer pusiéronse en marcha y repasando el Duero abandonaron á los cristianos el laurel de la victoria. Era la primera vez que Almanzor huia ante el enemigo y el dolor que esto le causaba, la fatiga consiguiente á aquella marcha precipitada en lo mas rigoroso de la canícula, agravaron sus heridas de tal modo, que se vió obligado á descender del caballo siendo conducido en brazos de sus soldados hasta cerca de Medina Celim ó sea Medinaceli donde irémos mañana. En este sitio se reunió á él su hijo Abdelmelik el cual tomó el mando del ejército y recogió el último suspiro de su padre. -¿Con qué murió Almanzor? -Si señores. Indudablemente el bochorno de verse vencido, él que en cincuenta batallas se viera vencedor, debió influir de tal modo en su espíritu, que mas todavía que las heridas, debió contribuir aquel pesar para su muerte. -¿Y en qué año dijo V. que tuvo lugar ese hecho? -En 1002 y la muerte del valeroso caudillo musulman en 9 de agosto del mismo año (1). -Gran pérdida seria para el Califa, —obsrvó Azara. -Fue la señal de la disolucion del califato. Despues de su muerte, sin freno alguno que contuviera las ambiciones de los nobles muslimes, sin califas enérgicos y entendidos como los Abderrhaman y los Alhakem fue desmoronándose poco a poco hasta desaparecer por completo. -¿Y el cuerpo de Almanzor fue depositado en Medinaceli ó transportado á Córdoba? -Se enterró en Medinaceli cubriéndole con el polvo recogido en las cincuenta batallas poniéndose sobre su tumba escogidos epitafios (2). (1) Tres dias por andar de la luna de Ramazan año 392 de la egira, segun la cuenta árabe. (2) He aquí uno de estos epitafios que el orientalista Conde cita, traducido por su amigo D, Leandro Fernandez de Moratin: No existe ya, pero quedó en el orbe darán los siglos adalid segundo, que asi, venciendo en guerras, el imperio del pueblo de Ismael acrezca y guarde. Con la batalla de Calatañazor á la par que los musulmanes sufrieron una gran pérdida, reanimóse en gran manera el espíritu de los cristianos prestándoles aliento para acometer nuevas empresas. XXXIV. Camino de Medinaceli. Terminado su relato histórico, D. Cleto tomó algunos momentos de reposo, mientras los cuatro amigos cambiaban algunas frases y hacian comentarios sobre lo que acababan de escuchar. Próximos ya á Almazan dijo el anciano: --Se me olvidaba decir á Vds. respecto á Calatañazor que en la parte religiosa, la cual omiti cuando visitamos su iglesia, es arciprestazgo dependiente de la diócesis de Qsma. -Perfectamente D. Cleto-repuso Pravia no se olvida V. de ningun detalle. -Y mucho les estimaré que si algo dejo por referir, me lo pregunten Vds. porque no es fácil recordarlo todo.. -¿Qué tiempo permanecerémos ahora en Almazan? - Solamente esta noche. Mañana á primera hora partirémos para Medinaceli. -¿Está muy lejos? - Unas doce leguas. ¡Cáspita! supongo que no harémos la jornada en un dia á no ser que haya diligencia. -No señores. Tardarémos dos y aun así llegarémos bastante molidos porque el camino es fatal. Ahora si Vds. quieren que vayamos á Soria allí podrémos tomar la diligencia. -¡Ca! fo señor, por nuestra parte no hay inconveniente alguno en hacer el viaje á caballo. Ya nos vamos acostumbrando á la fatiga. -Como Vds. quieran. Efectivamente al inmediato dia provistos ya de cuanto les era indispensable para las dos jornadas que habian de hacer emprendieron su marcha en las primeras horas de la mañana. Áspero y quebrado el terreno avanzaban lentamente admirando las pintorescas perspectivas que por doquiera se les ofrecian á la vista. -¿Qué tal poblacion es Medinaceli?—preguntó Pravia á D. Cleto en uno de aquellos momentos en que parecian haberse agotado todos los chistes con que trataban de amenizar el camino. -Bastante regular. -¿Es tambien cabeza de partido? -Es el quinto de los en que se halla dividida la provincia, segun les dije al ocuparnos de este asunto en Soria. -¿A qué categoría pertenece el juzgado? -Es de entrada y bastante extenso. -¿Ofrécele mucho trabajo el carácter de los habitantes y sus costumbres? -No señor. El carácter general de los indivíduos de todo el partido es bueno. Rara vez se oye hablar de uno de esos crímenes tan frecuentes, por desgracia en otros. -¿Qué situacion tiene? -Hállase á la parte S. de la provincia y sus límites son, por el N. el partido judicial de Almazan, por el E. el de Ateca que ya pertenece á la provincia de Zaragoza, y por el S. y O. los de Molina, Sigüenza y Atienza que todos pertenecen á la de Guadalajara. -Supongo que todo el terreno será tan quebrado como este, -dijo Sacanell. -Generalmente, sí señor; hay algunos trozos menos accidentados pero son pocos. -De modo que los montes constituirán una gran parte de su riqueza. --- Así ha sido y así tambien debia ser, pero aquí como en cási todos los puntos donde los hay, tenemos que deplorar la falta de cuidado en su repoblacion. Se hacen talas sin una direccion acertada y de aquí que se van limitando sin que nadie piense en el gran venero de utilidad que destruyen. -¿Cruza algun rio importante el territorio? —El único á quien tal nombre puede darse y que en esa categoría se halla, es el Jalon, que nace en Esteras. Tiene varios afluentes de menor importancia, que en mayor ó menor escala recorren y fertilizan el partido. -¿Y no hay minas ni canteras en las sierras? -En Velilla hay canteras de piedra que se emplea en la construccion y para ruedas de molino, siendo muy de notar, que tanto en este punto como en Barahona se han encontrado muy raras petrificaciones de hojas de árboles, mariscos, conchas y herizos marinos. Por todo el partido abundan las canteras de yeso, pero se elabora muy poco. -De caminos, á juzgar por el que llevamos, cási todos serán de herradura. -En su mayor parte. Atraviesa el partido la carretera de Madrid á Zaragoza y el ferro-carril tambien toca en algunos puntos; el camino real de Madrid á Soria tambien pasa por el partido y hay algunas otras carreteras de menor importancia. -El terreno es de mediana calidad y unido esto á la crudeza del clima no permite la produccion mas que de cereales, que son muy buenos y en varios pueblos, alguna fruta y legumbres. En cambio abundan los pastos con los que se cria mucho ganado así lanar como de cerda, existiendo tambien, aun cuando en menor escala, el vacuno, cabrio y mular. La caza es muy abundante y tanto en los rios como en las lagunas hay mucha pesca y ánades y otras aves acuáticas. -Lógico es que con semejantes condiciones la industria sea mas bien la agrícola que cualquier otra. -Si señor, esa, y la recriacion de ganados; pero tambien tanto en Medinaceli como en algunos otros pueblos del mismo partido, hay varios telares de bayetas, paños ordinarios y lienzos, pero en pequeña escala y mas para el consumo, que para la exportacion. 78 T. 1. Con la batalla de Calatañazor á la par que los musulmanes sufrieron una gran pérdida, reanimóse en gran manera el espíritu de los cristianos prestándoles aliento para acometer nuevas empresas. XXXIV. Camino de Medinaceli. Terminado su relato histórico, D. Cleto tomó algunos momentos de reposo, mientras los cuatro amigos cambiaban algunas frases y hacian comentarios sobre lo que acababan de escuchar. Próximos ya á Almazan dijo el anciano: --- Se me olvidaba decir à Vds. respecto á Calatañazor que en la parte religiosa, la cual omiti cuando visitamos su iglesia, es arciprestazgo dependiente de la diócesis de Qsma. -Perfectamente D. Cleto-repuso Pravia no se olvida V. de ningun detalle. -Y mucho les estimaré que si algo dejo por referir, me lo pregunten Vds. porque no es fácil recordarlo todo. -¿Qué tiempo permanecerémos ahora en Almazan? -Solamente esta noche. Mañana á primera hora partirémos para Medinaceli. - Unas doce leguas. -¡Cáspita! supongo que no harémos la jornada en un dia á no ser que haya diligencia. -No señores. Tardarémos dos y aun así llegarémos bastante molidos porque el camino es fatal. Ahora si Vds. quieren que vayamos á Soria alli podrémos tomar la diligencia. -¡Ca! no señor, por nuestra parte no hay inconveniente alguno en hacer el viaje á caballo. Ya nos vamos acostumbrando á la fatiga. -Como Vds. quieran. Efectivamente al inmediato dia provistos ya de cuanto les era indispensable para las dos jornadas que habian de hacer emprendieron su marcha en las primeras horas de la mañana. Áspero y quebrado el terreno avanzaban lentamente admirando las pintorescas perspectivas que por doquiera se les ofrecian á la vista. -¿Qué tal poblacion es Medinaceli?-preguntó Pravia á D. Cleto en uno de aquellos momentos en que parecian haberse agotado todos los chistes con que trataban de amenizar el camino. -Bastante regular. -¿Es tambien cabeza de partido? -Es el quinto de los en que se halla dividida la provincia, segun les dije al ocuparnos de este asunto en Soria. -¿A qué categoría pertenece el juzgado? -Es de entrada y bastante extenso. -¿Ofrécele mucho trabajo el carácter de los habitantes y sus costumbres? -No señor. El carácter general de los indivíduos de todo el partido es bueno. Rara vez se oye hablar de uno de esos crímenes tan frecuentes, por desgracia en otros. -¿Qué situacion tiene? -Hállase á la parte S. de la provincia y sus límites son, por el N. el partido judicial de Almazan, por el E. el de Ateca que ya pertenece á la provincia de Zaragoza, y por el S. y O. los de Molina, Sigüenza y Atienza que todos pertenecen á la de Guadalajara. -Supongo que todo el terreno será tan quebrado como este,—dijo Sacanell. -Generalmente, si señor; hay algunos trozos menos accidentados pero son pocos. -De modo que los montes constituirán una gran parte de su riqueza. -Así ha sido y así tambien debia ser, pero aquí como en cási todos los puntos donde los hay, tenemos que deplorar la falta de cuidado en su repoblacion. Se hacen talas sin una direccion acertada y de aquí que se van limitando sin que nadie piense en el gran venero de utilidad que destruyen. -¿Cruza algun rio importante el territorio? -El único á quien tal nombre puede darse y que en esa categoría se halla, es el Jalon, que nace en Esteras. Tiene varios afluentes de menor importancia, que en mayor ó menor escala recorren y fertilizan el partido. -¿Y no hay minas ni canteras en las sierras? -En Velilla hay canteras de piedra que se emplea en la construccion y para ruedas de molino, siendo muy de notar, que tanto en este punto como en Barahona se han encontrado muy raras petrificaciones de hojas de árboles, mariscos, conchas y herizos marinos. Por todo el partido abundan las canteras de yeso, pero se elabora muy poco. -De caminos, á juzgar por el que llevamos, casi todos serán de herradura. -- -En su mayor parte. Atraviesa el partido la carretera de Madrid á Zaragoza y el ferro-carril tambien toca en algunos puntos; el camino real de Madrid á Soria tambien pasa por el partido y hay algunas otras carreteras de menor importancia. -¿Y la produccion? -El terreno es de mediana calidad y unido esto á la crudeza del clima no permite la produccion mas que de cereales, que son muy buenos y en varios pueblos, alguna fruta y legumbres. En cambio abundan los pastos con los que se cria mucho ganado así lanar como de cerda, existiendo tambien, aun cuando en menor escala, el vacuno, cabrío y mular. La caza es muy abundante y tanto en los rios como en las lagunas hay mucha pesca y ánades y otras aves acuáticas. -Lógico es que con semejantes condiciones la industria sea mas bien la agrícola que cualquier otra. -Si señor, esa, y la recriacion de ganados; pero tambien tanto en Medinaceli como en algunos otros pueblos del mismo partido, hay varios telares de bayetas, paños ordinarios y lienzos, pero en pequeña escala y mas para el consumo, que para la exportacion. 78 T. 1. |