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Pero no sucedió lo mismo seis años despues.

En 1363 presentáronse los castellanos al pié de sus muros, y viéndose faltos de socorros, no tuvieron mas remedio los valientes defensores, Berenguer Carros y Pedro Gimenez de San Per que rendirse, quedando prisioneros en el mismo castillo qué tan obstinadamente defendieron.

Tres años mas tarde, á la aproximacion de Beltran Duguesclin, abandonaron los castellanos la villa, penetrando aquel en ella, de la cual le hizo merced el rey D. Pedro IV, en Barcelona, erigiéndola en condado.

Mas tarde, en 1438, el rey D. Alfonso V erigió la villa en ciudad, comprándosela en 1443 por 20,000 florines de oro á la reina D. Violante; viuda de D. Juan I.

La misma suerte que Borja sufrió Magallon, pueblo cercano á ella, y que constantemente habia seguido su suerte próspera ó adversa.

La famosa guerra de sucesion, dejó su sangrienta huella en la ciudad que nos ocupa: mostróse fiel partidaria de Felipe V, y obtuvo de este en 16 de junio de 1708, en pago de lo mucho que por él sufriera, el título de Ilustre y siempre fidelísima, pudiendo añadir á su blason el leon y la flor de lis, con el lema: Saqueada por ser siempre fidelisima.

De igual manera la guerra de la Independencia y la posterior fratricida lucha de los siete años, llevaron el espanto y el terror por su comarca ; siguiendo desde entonces Borja la misma suerte que la mayoría de las poblaciones de España, ora conmoviéndose por efecto de las políticas disensiones, ora atravesando períodos bonancibles.

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Sobre la frontera de Navarra', cual avanzados centinelas, que en remotos tiempos mas de una vez resistieron impávidos las furiosas embestidas de los contrarios, álzánse cinco ilustres villas, todas célebres en la historia y ricas hoy tambien por la feracidad del terreno que ocupan.

Cabeza de ellas, con el título de Muy leal y vencedora villa, hizo en 1708 Felipe V, á Sos, en gracia de los padecimientos que sufriera por su causa.

Hállase situada al pié de la sierra, extendiendo por el declive de ella sus robustas murallas, abrazando en su interior el fuerte castillo que en el centro de la poblacion se asienta sobre la roca llamada Feliciana.

Fácil es de comprender, dada su situacion topográfica, que las calles han de ser empinadas, siguiendo todas las desigualdades del terreno; mas tambien debemos hacer constar que están empedradas, que el caserío es bastante regular, y que compensa la estrechez, tortuosidad y elevacion de las calles, las plazas del Mercado, Constitucion y

otras.

Conquista, segun se supone, de Sancho Abarca, reedificóla en 908, pues parece que de resultas de guerras anteriores hallábase derruida, siendo su castillo obra de aquel mismo siglo, así como el resto de la fortificacion.

Desde la separacion de los dos reinos de Aragon y Navarra, Sos fue el teatro mas de una vez, de las sangrientas contiendas de los dos Estados.

Visitada en distintas ocasiones por los reyes, bien para celebrar entrevistas, bien para ponerse al frente de las huestes, que recíprocamente habian de atravesar las fronteras, Sos debia á cada una de estas visitas un nuevo engrandecimiento.

En 10 de marzo de 1452 tuvo lugar en la villa un notable acontecimiento, que influyó de una manera poderosa mas tarde, en la suerte general del reino.

Allí vió la luz primera D. Fernando el Católico. Al dirigirse desde Sangüesa la reina D.' Juana Enriquez en busca de su esposo D. Juan, asaltáronla los dolores del parto en Sos, y en el edificio donde se aposentó, conservóse la estancia en que nació D. Fernando, marcándose hasta el sitio que habia ocupado el lecho.

Por un privilegio de fecha de 1458, dado por D. Juan II, fueron declarados infanzones, hijosdalgo, francos y libres, todos los vecinos de la villa.

Villa de gran importancia, con voto en Cortes al igual de las otras cuatro de que nos ocuparémos á su tiempo, figurando entre los caballeros y no entre las universidades, distintivo de su alta jerarquía, desde la reunion de las dos coronas, fue disminuyendo aquella.

En la famosa guerra de sucesion mostróse decidida partidaria de Felipe V, y esto en un país generalmente adicto al Archiduque de Austria, proporcionóle sérios disgustos, sin que los repetidos desastres que sobre ella se desplomaron fueran suficientes á quebrantar su fidelidad.

Por esta razon, como ya dejamos indicado, Felipe V mostróse agradecido y la dió la preeminencia sobre las restantes cuatro poblaciones fronterizas, poniendo en sus armas las columnas con el Plus Ultra y una flor de lis con el emblema indicado en otro lugar.

Nuestros viajeros escucharon atentamente el breve relato histórico que les hacia don Cleto, mientras recorrian el espacio que separaba la casa de un pariente de Azara, donde se alojaban, de la plaza de la Constitucion.

-Buen edificio es el del Ayuntamiento,—dijo Pravia al desembocar en la plaza donde se halla indicado.

Como Vds. pueden ver, ocupa el centro de la poblacion, y esta fachada está en perfecta armonía con el interior del edificio que es de piedra de sillería todo él, y donde se halla establecida la cárcel.

-¿Y aquel otro edificio que se ve alli?-dijo Castro indicando un gran palacio. -Pertenece á los marqueses de Camporeal, y es una bella construccion gótica. En ese palacio nació el rey D. Fernando que mas tarde alcanzó el dictado de Católico, y en cuyo tiempo se verificó la unidad de España.

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-Hé ahí un edificio al que ese solo acontecimiento basta para dar una gran celebridad.

Tambien en la misma plaza hállase el colegio de Escuelas Pias, mereciendo especial mencion su artística fachada.

La iglesia parroquial bajo la advocacion de San Esteban, es un buen edificio de ór

den gótico, y por efecto de la especial situacion del terreno debajo de ella, existe otra iglesia subterránea, denominada de Nuestra Señora del Perdon, pasando por entre ambas una calle.

Contiene además otras varias parroquias y algunas ermitas, con la dotacion correspondiente de eclesiásticos para el servicio del culto.

Las escuelas, tanto del Ayuntamiento, cuanto particulares, obtienen bastante concurrencia.

Buenos paseos, aguas abundantes, ventilacion y gran fertilidad en el terreno, posee la villa de Sos, cabeza del partido judicial de su nombre, siendo las costumbres y el carácter general de sus moradores, sóbrio, franco y honrado.

Unas dos mil ochocientas almas constituyen su poblacion esencialmente agrícola, y su comercio está reducido á la exportacion del sobrante de sus productos que se lleva á Navarra, ó bien por el Ebro, á Zaragoza, y á la importacion de tejidos, algunos artículos de quincalla y géneros coloniales.

LXXVIII.

Un Castillo. -- Sádava.

Tres leguas separan á Sos, de Un Castillo, villa que debe su nombre al que en lo alto de un cerro domina al caserío que á su alrededor se agrupa.

Pertenece al partido judicial de Sos, y á su vez es cabeza del arciprestazgo de Val de Onsella.

Las quinientas casas que constituyen la poblacion, situadas entre los arroyos Riguel y Cárdenas, en un ameno valle, disfrutan de un clima saludable y de una posicion encantadora.

Sus soberbias ruinas pregonan su antiguo orígen. Restos de pórticos, derruidos lienzos de robustos muros, torreones, y sobre todo el alcázar que prestó su nombre á la villa, son razones que prestan apoyo á los que suponen su fundacion, romana ó gótica, y que Sancho Abarca no fue otra cosa que su restaurador.

En el empinado Castillo, en la llamada «Sala del Rey,» celebróse en 1363 el secreto tratado de los reyes de Aragon y Navarra, para combatir juntos al rey D. Pedro I de Castilla.

Ningun otro hecho notable nos guarda la historia referente á la mencionada villa. Posible es que aquellos muros, aquellos torreones, aquel altivo alcázar, presenciaran mas de un interesante drama, mas de una conmovedora escena en las revueltas. épocas porque atravesara el antiguo reino, mas tan cuidadosamente han conservado sus secretos, que nadie hasta hoy ha podido conocerlos.

Regulares y empedradas las calles, cómodo y agradable el caserío, con buenos templos, especialmente el Colegial de Santa María la Mayor, fundacion de D. Ramiro el Monje en 1135; con terrenos feraces y con la laboriosidad y amor al trabajo de sus naturales, Un Castillo es otra de las Cinco Villas, importantes todas, que en lejanos dias

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T. I.

atalayando las fronteras de Navarra, servian de vigía perenne y siempre atento, al poderoso reino de Aragon.

Sádava distante dos leguas de esta, es otra de las que remontan su orígen á la época romana, según graves historiadores aseguran.

Unas doscientas cincuenta casas, encerradas dentro de los fuertes muros en los que se abrian cuatro puertas, forman el casco de la poblacion, bastante limpia y no exenta de algunas comodidades.

A corta distancia vénse las ruinas del antiguo castillo, que ni guarda recuerdo histórico de importancia, ni para el artista reserva atractivo alguno entre sus ruinas.

La primitiva poblacion no existia en el lugar donde se encuentra la que visitamos. Su situacion era al pié del castillo, y la causa de su traslacion, la venta que en 1384 hizo de ella el rey D. Pedro IV por la cantidad de 7,000 florines á D. Francisco de Vilanova.

Incorporada hacia mas de un siglo la villa á la corona, no pudo soportar la servidumbre que se la imponia, y á sus expensas se redimió, absolviéndola al fin del vasallaje el rey D. Martin, reincorporándola de nuevo á la corona.

Entonces los naturales, deseando borrar todo recuerdo de su anterior servidumbre, trasladáronse á la orilla opuesta del Riguel, y allí se establecieron fundando la nueva poblacion.

Numerosos rebaños y excelentes vacadas, apacéntanse en sus campos, donde encuentran sabrosos y nutritivos pastos, siendo su vega fértil y abundante.

La carretera de Navarra sírvele en gran manera para la salida de sus productos, y por lo tanto Sádava, al igual que sus compañeras, es de las mas ricas poblaciones de Aragon.

LXXIX.

Egea de los Caballeros.

Frondosas alamedas, campiñas fértiles y lozanas rodean la antigua Setia de los vascones, arrebatada á los moros por el batallador Alfonso I en 1110.

Egea, muellemente reclinada en el declive suave de una montaña en la confluencia de los dos brazos del Arbas, es de las Cinco Villas la mas importante.

Villa con ayuntamiento, cabeza del partido judicial de su nombre, administracion subalterna de correos y loterías, encierra una poblacion de unas tres mil almas que se albergan en un caserío regular, en su mayor parte, que se subdivide en distintas calles llanas y espaciosas, y en varias plazas.

Fue poblacion murada, mas en el dia solo se conservan informes vestigios de aquellos muros intrépidamente asaltados por los soldados de Alfonso, auxiliados por los guerréros franceses.

La Casa consistorial y las cárceles nada de notable encierran.

Posee un buen hospital, y sus dos parroquias, en las cuales se conserva lo mismo

que en sus demás templos, el lábaro que demuestra su gran antigüedad, son notables, especialmente la de San Salvador, que es la colegiata.

Toda la fábrica es de canteria, y su arquería es sólida y esbelta á la par. En sus capillas enciérranse varios retablos de gran mérito.

La de Santa María ofrece gran semejanza con la del Salvador, guardándose en ella bastantes reliquias.

Otras varias parroquias tenia en pasados tiempos y buen número de monasterios, en su mayor parte dignos de llamar la atencion.

Las escuelas de ambos sexos que posee, tienen mucha concurrencia, y la asistencia que en el hospital obtienen los desvalidos que acuden al benéfico asilo, es esmerada y digna de elogio.

Recuerdos de los moros consérvanse en su derruido castillo, y la historia conserva los recuerdos de aquellas famosas Cortes de 1263 y 1270, de las cuales tan ingrata mencion guardar debiera D. Jaime el Conquistador.

La altivez y el poderío de sus orgullosos vasallos obligáronle en las mas á hacerles concesiones que prueban el poder de la nobleza frente al poder real, y en estas vése el fruto de las penosas y terribles discordias de sus hijos.

Como rey y como padre, en ambas épocas debió sufrir extraordinariamente.

Egea fue cabeza en aquella época, de una de las cinco juntas ó distritos en que se hallaba dividido el reino de Aragon.

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Bien claro demuestra el sobrenombre que lleva la clase á que pertenecian sus primeros pobladores, por cuya razon disfrutó de muchos privilegios.

Hoy solamente es Egea una poblacion agrícola cual sus otras hermanas de la frontera, y necesario es convenir que todavía, de las condiciones especiales de su terreno, pudiera sacar mucho mas partido y mas pingües beneficios de los que obtiene.

La industria, prescindiendo de aquellas mas indispensables para las necesidades de la poblacion, es completamente nula.

El comercio se reduce á los cambios del sobrante de sus productos por aquellos de que se carece.

. Posee en su término muy buenos pastos y el ganado que alimentan numeroso y bueno en su mayoría, es muy estimado.

LXXX.

Armas de fuego.

--

-Aprovechemos las cuatro leguas que nos separan de Tauste, dijo D. Cleto á sus amigos al abandonar á Egea,—á fin de completar las noticias que les he dado sobre las armas antiguas.

-Eso prueba que nos vamos aproximando á Zaragoza, → dijo Pravia, — y por lo visto trata de completar con este viaje, el estudio general sobre armas.

-Si señor, en lo que no estoy conforme es en que califique V. de estudio, esto que

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