tía de sus reyes. Esto movió á San Vicente Ferrer á predicar al día siguiente un sermón ensalzando las cualidades y virtudes del príncipe castellano, haciendo la excelencia de sus prendas sobre las del conde de Urgel y los demás pretendientes, y exhortando al pueblo á que recibiese con buena voluntad y amase á un monarca tan digno de serlo. Nombrá ronse embajadores por el parlamento de Aragón y por las ciudades y universidades para que viniesen á hacer reverencia al nuevo soberano, y

FERNANDO I

también vinieron el Justicia de Aragón y don Berenguer de Bardají el fin de informarle del estado del reino y de sus leyes y costumbres parlamento de Cataluña despachó igualmente sus comisionados con e pecial encargo de suplicar al rey que tuviese á bien respetar sus ley estatutos, libertades y privilegios, y formar su consejo de naturales d tierra, y que no persiguiese á los que le habían disputado la corona, mendándole muy especialmente al conde de Urgel, á quien conserva siempre afición los catalanes. El rey aseguró á sus nuevos súbditos sabría respetar sus libertades; y provisto lo conveniente para el mejor bierno de Castilla, cuya regencia había desempeñado, en los términos dejamos expuestos en el capítulo precedente, se encaminó á sus nue

SAN VICENTE FERRER APACIGUANDO LOS BANDOS DE LOS CENTELLAS Y VILARAGUT EN LAS CALLES DE VALENCIA

Copia de un retablo de mediados del siglo XV que existía en la iglesia de Santo Domingo en Cervera