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bran danzar son por las siestas: en la de Concepcion à la una y media que cantan un Villancico, y acabado esté siguen con la misma música y concertadas voces danzas; pero con la mayor seriedad y compostura, de suerte que es una de las cosas mas singulares de esta Santa Iglesia, muy agena de irreverencia, antes muestra de un obsequio particular al Señor. No podemos explicarlo con palabras: merece verse, y solo el que lo vea comprehen derá como ello es. El bayle se repite á la hora de ocultar al Señor, aunque muy breve. Esta danza es la que ahora intentaba quitar el Arzobispo.

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2 El 29 de Noviembre volvió el mismo Don Marcos Perez a notificar un despacho del Nuncio ganado por el Fiscal general con agravatorias, término de tres dias y quinientos ducados de multa, á lo que respondió el Dean en nombre del Cabildo que obedecia el despacho con el respeto debido; y que en quanto á su cumplimiento, reconociendo que la carta órden de la Sagrada Congregacion que executaba el Nuncio era ganada con siniestra relacion, y solo por informe del Arzobispo, sin citacion ni audiencia del Cabildo, y contra la primera instancia reservada por el Santo Concilio de Trento; y que solo podia atribuirse el Nuncio el conocimiento ordinario, en que conforme á derecho debia ser oido el Cabildo sobre el principal fundamento de si era ó no abuso el Villancico y danza de los Seises, sobre que no habia sido oido el Cabildo en via ordinaria en que justificaria la posesion inmemorial, y la decencia con que se executaba para convencer que no era abuso, como se habia hecho presente á la Sagrada Congregacion por relacion que segun la censura canónica se debe justificar por qualquier Juez executor, aunque fuera relacion de una Bula Pontificia, por traer siempre la condicion virtual de que primero debe ser verificada la narrativa, y con mayor razon atendiendo á la cláusula de la órden pro sua dexteritate & prudentia, que dice conocimiento ordinario, y no executivo: y reconociendo los motivos y razones que judicial y extrajudicialmente se habian representado por el Cabildo á

la defensa de sus derechos, por excusar la nota que padeceria su crédito en materia de culto à Dios, y la novedad que causaria en esta gran Ciudad, apelaba como desde luego apeló del dicho despacho agravatorio para ante Su Santidad.

3 Nuestro Analista hace memoria en el tomo IV, pág. 259 de una Ermita dedicada á San Roque en la Par roquia de San Lorenzo, que habia sido Hospital en lo antiguo, y uno de los que se extinguieron quando se formáron los que subsisten ahora. Añade que despues en el año de la peste 1649, por los muchos milagros que se atribuyéron á una imágen de nuestra Señora que habia en esta Ermita con el título de la Estrella, era mas conocida por este nombre: es cierto que en el dia se conoce por la capiHa de nuestra Señora de la Estrella, en la qual habia por estos tiempos una Hermandad que se componia de varios sugetos de los mas ilustres de esta Ciudad, y de otros Ministros de los principales Tribunales de ella. Se encuentra noticia de que esta Iglesia se reedificó, y que en este año se estrenó, para lo qual se dispusiéron fiestas que tuvieron principio el dia de la Asuncion de esta Señora 15 de Agosto, la que celebró una diputacion del Cabildo de la Santa Iglesia compuesta del Maestrescuela Don Andres Ibarburu y Galdona, Don Pedro Alfaro, y Don Tomas Santos, ocupando el púlpito este dia Don Ambrosio de la Cuesta, Canónigo. Inferimos que desde entonces han continuado los cultos que en una solemne octava le hacen á esta Señora todos los años, que empieza el citado dia 15 de Agosto; y tambien creemos que la traza y disposicion que hoy se mira, es la que entonces se executó. La devocion que tuvo por estos tiempos se entibió, y los fieles no concurren como antes á esta capilla y aunque no lo puedo afirmar, me parece que los cultos que á esta Señora se hacen se deben á la casa de los Marqueses de las Torres, Condes de Casagalindo, los quales tienen su entierro en esta Ermita. Cuida de ella un Eclesiástico que habita en casa que hay competënte para ello.

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El Papa Inocencio XII falleció en Roma el 27 de Setiembre á los ochenta y cinco años, seis meses y catorce dias de edad, habiendo gobernado la Iglesia nueve años,, tres meses y veinte y dos dias. Esta noticia la recibió el Cabildo en 18 de Octubre, en cuyo dia se dixo el responso, y siguió el doble con todo lo demas que se acostumbra. Se celebráron las honras los dias 15 y 16 de Noviembre. Estuvo vacante la Silla de San Pedro hasta el 23 de Noviembre, que fue exâltado á la dignidad Pontificia el Eminentísimo Francisco Albani, Romano', y coronado el 8 de Diciembre, que tomó el nombre de Clemente XI. Don Gerónimo Bastan, Canónigo y Digni dad de la Santa Iglesia, y su Diputado en Madrid, dió el aviso á lesta Iglesia, y el 30 de Diciembre ordenó el Ca bildo se diesen repiques generales y se hicieran los demas obsequios segun está acordado para semejantes casos. Se celebró la exâltacion del nuevo Papa el 18 de Enero del siguiente año.

5 Muy agitada se hallaba la Corte en este año dividida en opiniones: eran las causas la salud del Rey, ás quien veian cad adia mas doliente con inminente peligro de perderle, y carecer estos Reynos de heredero para la Corona. Unos seguian el partido de la casa de Austria, otros de la de Francia: esto pasaba en el Consejo de Estado mientras, las Cortes de Europa tenian puesta su atencion en la España. Luis XIV disimulaba sus intentos manteniéndose armado con poderoso exército, y sus esquadras en los puertos Españoles con varios pretextos. El Rey Carlos II hizo varias consultas sobre la sucesion de esta Monarquía consultó con el Papa Inocencio XII: este lo comunicó con los Cardenales Spada, Panciatici y Albanos, y del dictamen de estos fueron varios Ministros del Consejo Real de Castilla, y Teólogos. Quando le dieron entender que se le acercaba el último periodo de la vida, trató este asunto segun pedia la gravedad de la materia: habilitó de Notario á Don Antonio Uvilla, y otorgó su testamento cerrado con siete sellos el 3 de Octubre, dis poniendo de la sucesion de estos Reynos segun le habian,

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aconsejado, aunque esta resolucion era contraria á su voluntad mas inclinada á la casa de Austria que á la de Borbon. Siguió el mal, y faltándole las fuerzas, el 26 de Octubre pidió segunda vez los Santos Sacramentos, que recibió con la mayor ternura y devocion: se desprendió de todas las cosas humanas nombrando al Cardenal Por

tocarrero Gobernador de estos Reynos, así para lo político como para lo militar mientras le durase la vida, y se le entregáron los sellos, cuyas facultades se miráron como una confianza sin exemplar en vasallo, y no pasó sin murmuracion. Desde entonces solo cuidó de su alma; y descansó en paz el primero de Noviembre entre las dos y las tres de la tarde á los treinta y nueve años, menos cinco dias de edad, habiendo nacido el 6 del propio mes en 1661, acabándose con su muerte la sucesion de varon de la casa de Austria, que habia poseido el Trono de España desde Felipe I llamado el Hermoso por el espacio de ciento noventa y cinco años, y sucediendo en él la augusta casa de Borbon, que felizmente reyna.

16 Fue de un entendimiento claro, de un santo temor á Dios, y de una propension á lo mas piadoso y justo y sin embargo de poseer éstas admirables prendas (dice un Autor de aquel tiempo) se le veia siempre obrar contrario á lo que ellas le dictaban quando se veia estimulado á ello por no tener resolucion para resistir, Şu enfermedad le puso el semblante como si fuera un anciano de mucha edad, y los repetidos remedios le estragáron el vientre, resultándole una diarrea que puso fin á şu vida. Su cadáver fue sepultado en el Real Monasterio del Escorial el dia 6. Inmediatamente que espiró se abrió el testamento, en el qual se halló que por la cláusula trece Ilamaba á la sucesion de estos Reynos al Duque de An-i jou, hijo segundo del Delfin de Francia, y de Maria Ana Christina de Baviera, nieto de Luis XIV, y de Maria Teresa de Austria, Reyes Christianísimos de Francia, en çuya persona cesaba el inconveniente de la union de ambas Monarquías. En la misma noche de haber fallecido el Rey se despachó un correo con el aviso á la Corte de

París para el Rey y para el Duque de Anjou, el quat volvió el 21 del propio mes à Madrid. Veamos ahora to que sucedió en Sevilla.

7 ΕΙ 4 de Octubre tuvo el Cabildo y Ciudad el aviso de que el 28 de Setiembre habian sacramentado al Rey, y se acordó que desde el mismo dia se hicieran rogativas á Dios pidiendo por la importante salud de S. M. por nueve dias con el Santísimo manifiesto por mañana y tarde, haciendo estacion á la capilla de nuestra Señora de la 'Antigua. Como las noticias que se recibian eran de continuar S. M. en la misma gravedad y sin alivio, continuáron tambien las súplicas al Señor poniendo por intercesora á su Madre Santísima: por esta razon luego que se cumplieron los nueve dias primeros siguiéron otros tantos con estacion á la capilla de nuestra Señora de los Reyes: despues por el mismo tiempo á la capilla de San Laureano: acabados estos á la de San Isidoro; y últimamente á la de nuestra Señora del Pilar. El dia 8 de Noviembre llegó á Sevilla la noticia de haber muerto el Rey, y el 9 se dixo en la Santa Iglesia el responso rezado, y á la tarde despues de Completas se cantó otro responso con toda solemnidad. La Reyna Gobernadora y los Señores de la junta que habian quedado de Gobernadores del interreyno, mandáron cartas dando parte del fallecimiento de S. M. á ambos Cabildos: en el Eclesiástico se leyó la carta el dia 15, y la Ciudad pasó diputacion el 19 al Cabildo diciendo como habia tenido carta de la Reyna' viuda para que se hiciesen las exêquias segun la Pragmática publicada el año 1691, y pidió al mismo tiempo que el Cabildo facilitase el túmulo que se acostumbra poner en las honras de los Sumos Pontífices, y que señalase los dias en que se habian de celebrar estas. El Cabildo por medio de una diputacion avisó á la Ciudad los dias que habia señalado, y fueron el 1 y 2 de Diciembre, en los quales con asistencia del Ayuntamiento y demas Cuerpos que concurren á semejantes actos se celebráron las honras, y dixo la oracion fúnebre el Doctor Don Luis de Flores, Canónigo Lectoral. Así cumplió Sevilla con-las

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