Obras, Volumen2Domingo Ruiz, 1846 |
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Términos y frases comunes
acaso aceite ACHMET adora alegre alma altares altivos alto amigo amistad amor Andeca Anfriso Antioro Arnesto asturianos Asturias augusta Bermudo Bétis blando brazo busca Cantabria canto castillo Cefisa celo cielo Ciparis corazon corre cosechero cruel cuyo debe designios despues digno dolor DOSINDA dulce duque de Cantabria empero Enarda engaño entretanto envidia ESCENA escesiva escitar España esperanza estraccion estraño eterna Eymar fama Favila fiero fuego furia furor Galatea Gijon gloria godos halla hermano hondo honor horrendo horror humilde huye ilustre infame infiel ingrato INGUNDA inocente Jovino KERIN libertad llanto lleno llora mano mar Cantabro mira moros muerte mundo MUNUZA Musas ninfa noble nombre Numidia ojos oprimen pátria pecho Pelayo plectro Posidonio precio pudo pueblo real Rogundo ruegos ruina sangre santa sarracenas semblante sombra suelo sueño SUERO suerte susto tambien templo tierno tirano triste triunfo trono venga venganza ventura virtud vuelo yugo
Pasajes populares
Página 171 - Desde el oculto y venerable asilo, do la virtud austera y penitente vive ignorada, y del liviano mundo huida, en santa soledad se esconde, el triste Fabio al venturoso Anfriso salud en versos flébiles envía; salud le envía...
Página 174 - ... pensar en mi cruel destino. La grata soledad, la dulce sombra, el aire blando y el silencio mudo, mi desventura y mi dolor adulan.
Página 185 - Tal vez , saliendo dél mas deslumbrado, se arroja á alzar el temerario vuelo hasta el trono de Dios , y presuntuoso con débil luz escudriñar pretende lo que es inescrutable. Sondeando de la divina esencia el golfo inmenso surca ciego por el.
Página 164 - Betis, deleitosa! Siguen la voz, con incesante trote. Del duro mayoral tan insensible, O muy más que ellas, a mi amargo llanto Siguen su voz ; y en tanto el enojoso Sonar de las discordes campanillas, Del látigo el chasquido, del blasfemo Zagal el ronco amenazante grito, Y el confuso tropel con que las ruedas Sobre el carril pendiente y pedregoso. Raudas al eje redímante vuelven, Mi oído a un tiempo y corazón destrozan.
Página 220 - A saciar el hidrópico deseo, La ansiosa sed de vanidad y pompa. Todo lo agotan; cuesta un sombrerillo Lo que antes un estado, y se consume En un festín la dote de una infanta...
Página 159 - Éa, facundo Delio , tú, á quien siempre Minerva asiste al lado , sus : asocia tu musa á la moral filosofía, y canta las virtudes inocentes que hacen al hombre justo y le conducen á eterna bienandanza.
Página 222 - Grifo y león rampantes le sostienen : Ve aquí sus timbres. Pero sigue , sube , Entra y verás colgado en la antesala El árbol gentilicio, ahumado y roto En partes mil: empero de sus ramas, Cual suele el fruto en la pomposa higuera, Sombreros penden, mitras y bastones. En procesión aquí y allí caminan En sendos cuadros los ilustres deudos Por hábil brocha al vivo retratados.
Página 222 - Nácenle al pie las bombas y las balas Entre tambores, chuzos y banderas, Como en sombrío matorral los hongos. El águila imperial con...
Página 215 - Déjame Arnesto, déjame que llore los fieros males de mi patria ; deja que su ruina y perdición lamente ; y.
Página 173 - De afán y angustia el pecho traspasado, pido a la muda soledad consuelo y con dolientes quejas la importuno. Salgo al ameno valle, subo al monte, sigo del claro río las corrientes, busco la fresca y deleitosa sombra, corro por todas partes, y no encuentro en parte alguna la quietud perdida.