Colección de documentos inéditos para la historia de España [ed.] por M. Fernandez Navarrete [and others].

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Martín Fernández de Navarrete
1852
 

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Pasajes populares

Página 381 - ¿Quién contra la espantosa tanto pudo? El Señor, que mostró su fuerte mano por la fe de su príncipe cristiano y por el nombre santo de su gloria, a su España concede esta victoria.
Página 171 - Veinte y dos años ha que ando tras hallar el punto fijo, y aquí lo dejo, y allí lo tomo, y pareciéndome que ya lo he hallado y que no se me puede escapar en ninguna manera, cuando no me cato, me hallo tan lejos de él, que me admiro...
Página 376 - No conocen mis iras estas tierras, y de mis padres los ilustres hechos, o valieron sus pechos contra ellos con el húngaro medroso, y de Dalmacia y Rodas en las guerras...
Página 381 - Quién pensó á tu cabeza daño tanto? Dios, para convertir tu gloria en llanto, Y derribar tus ínclitos y fuertes, Te hizo perecer con tantas muertes. Llorad, naves del mar, que es destruida Vuestra...
Página 180 - VM guarde y prospere con acrecentamiento de mayores reinos y señoríos como los criados de VM deseamos. De Salamanca y octubre 28 de 1578 años — Humildes vasallos y criados de VM...
Página 376 - Y las manos aviva Al ministerio injusto de su estado, Derribó con los brazos suyos graves Los cedros más excelsos de la cima Y el árbol que más yerto se sublima Bebiendo ajenas aguas, y atrevido Pisando el bando nuestro y defendido.
Página 379 - Dios, como la rueda, como la arista queda al ímpetu del viento, a estos injustos, que mil huyendo de uno se pasmaron. Cual fuego abrasa selvas, cuya llama en las espesas cumbres se derrama, tal en tu ira y tempestad seguiste y su faz de ignominia convertiste.
Página 375 - Cantemos al Señor, que en la llanura Venció del ancho mar al Trace fiero. Tú, Dios de las batallas, tú eres diestra, Salud y gloria nuestra: Tú rompiste las fuerzas y la dura Frente de Faraón, feroz guerrero: Sus escogidos príncipes cubrieron Los abismos del mar, y descendieron Cual piedra en el profundo, y tu ira luego Los tragó como arista seca el fuego.
Página 381 - Los que vieron tus brazos quebrantados y de tus pinos ir el mar desnudo, que sus ondas turbaron y llanura, viendo tu muerte oscura, dirán, de tus estragos espantados: «¿Quién contra la espantosa tanto pudo?
Página 378 - Venid, dijeron ; y en el mar ondoso Hagamos de su sangre un grande lago: Deshagamos á estos de la gente, Y el nombre de su Cristo juntamente; Y dividiendo de ellos los despojos, Hártense en muerte suya nuestros ojos.

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