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que habia de resultar andando el tiempo la rica y armoniosa lengua casteHana? Creemos que los eruditos Aldrete, Pellicer, Poza, Mayans y Ciscar, Larramendi, Escolano, Sarmiento, Marina y otros ilustres españoles que han tra→ tado de propósito esta materia hubieran podido andar mas acordes en sus opiniones y sistemas, si algunos no se hubieran dejado llevar del apasionamiento hacia lo que se llama glorias de cada pais; flaqueza de que no suelen cximirse los escritores de mas ilustracion y criterio (1). No nos empeñaremos ahora nosotros en apurar la parte respectiva que en la formacion del nuevo idioma que lentamente se elaboraba pudo caber á cada uno de los elementos que entraron en su composicion: ni es de nuestro propósito, ni nos prometeriamos que de nuestro exámen saliera una opinion menos sujeta á controversia que las de los autores citados. Cúmplenos solo como historiadores considerar las circunstancias de tiempo y de lugar en que comenzó á obrarse. esta fusion de idiomas y la situacion relativa en que cada pueblo entonces se ballaba, para deducir cuáles de ellos pudieron ejercer mas influjo en la cons truccion de aquella nueva é imperfecta gramática, de que despues habia de resultar una de las mas variadas y armoniosas lenguas vulgares.

Reunidos al abrigo de unos riscos los restos del imperio godo-hispano, apiñados alli y en inmediato contacto emigrados é indígenas, obispos, clérigos, monges, nobles y pueblo de diferentes comarcas de España, asi habitantes del interior como moradores de aquellas montañas que mas habian resistido la influencia civilizadora de los pueblos dominadores; los unos con el influjo que les daba su mayor saber, los otros con el ascendiente del núme ro; viviendo todos en intimo trato y comunicacion; hablando el clero y los hombres mas ilustrados el latin heredado de los romanos, mas o menos alte rado ó puro, degenerado en las masas, y adulterado y confundido en los dialectos usuales de éstas con vocablos del primitivo idioma que siempre conservan los pueblos, y con los que en mas o menos copia dejan y trasmiten á cada pais las dominaciones que pasan, al modo de las arenas ó del limo que los rios desbordados van depositando en las comarcas que riegan: todos estos elementos, allí donde la necesidad, el peligro y el interés estrechaban

(1) Desconsuela ver la divergencia que en este punto se nota entre nuestros filólo gos. Mientras Larramendi hace la lengua euskara ó vascongada una de las mas influyentes en la adulteracion del latin y en la formacion del castellano, Mayans y Ciscar la coloca en el último lugar de las que entraron en su composicion. «Los etimologistas, dice el escritor valenciano, hallarán en el territorio

español mas etimologias en la longua latina que en la árabe, mas en la arábiga que enla griega, mas en la griega que en la bebrea, mas en la hebrea que en la céltica, mas en la céltica que en la gótica, mas en la gótica. que en la púnica, y mas en la púnica que en la vizcaina ó vascuence.» Origenes de la len gua castellana. tom. II. p. 67.

tanto á los hombres, debieron entrar en la refundicion del idioma que comenzó á obrarse. Por lo mismo no tenemos dificultad en conve..ir en que al latin, raiz principal y elemento dominante siempre, se agregarian voces célticas, euskaras, fenicias, púnicas, griegas y hebreas, y que alterando su sintaxis, y modificándole en sus casos, desi nencias é inflexiones, dieran nacimiento á la lengua mixta, que perfeccionada y enriquecida habia de ser la que despues habláran los españoles.

Siguiéronse luego las guerras con los árabes; las contínuas y recíprocas irrupciones; las conquistas y reconquistas, las treguas y alianzas. Comarcas enteras eran dominadas frecuente y alternativamente por españoles y sarracenos; árabes resentidos emigraban á territorio cristiano, cristianos habia en paises de continuo ocupados por los árabes; ejércitos árabes y españoles pe→ leaban juntos; cautivos musulmanes eran educados por los cristianos y los hacian sacerdotes, como los clérigos sacricantores de Alfonso el Casto; sacerdotes cristianos eran hechos cautivos por los sarracenos, y con sus predicaciones convertian después á los muslimes como San Victor (1); renegados de una y otra religion que se pasaban á los dominios contrarios; capitulaciones, cartas, embajadas, y por último enlaces matrimoniales entre súbditos y aun entre príncipes de ambos pueblos. Todas estas relaciones no podian menos de producir mezcla en los idiomas, y no estrañamos que Marina señale la lengua arábiga como una de las que se inocularon mas en la que hoy se habla en Castilla (2); ni que Escaligero dijera que eran tantas las voces arabigas que se encontraban en España, que podia hacerse de ellas un lexicon completo (3). Y aunque no carezca de razon un crítico moderno cuando dice que entrando en el exámen de la afinidad de las lenguas por el significado de ciertos vocablos y por el análisis, se entra en un laberinto y se prueban los mayores absurdos,» tales pueden ser las afinidades, y tan numerosas las voces y de tan clara procedencia, que no pueda ponerse en duda su origen, y no hay sino abrir el vocabulario español para hallar multitud de palabras cuya raiz, sabor y sonido arábigo es imposible desconocer.

Mientras asi se formaba la lengua en el Norte de España, los cristianos del Mediodía de tal manera llegaron á arabizarse, que al decir del ilustre cordo

(1) Florez, Esp. Sagr. tom. 28: Apéndice H.-El mismo Florez, y Berganza en sus Antigüedades traen documentos de fundaciones religiosas, en los cuales se leen, entre los nombres de los firmantes, no pocos de presbíteros ó clérigos, ó con muy poca alteracion, ó completamente árabes, como Meliki presbiler, Mæruanus presb ter, Alay

trac presbiter, Ayub diaconus, Mohamudi diaconus, etc.

(2) Memoria sobre el origen y progresos de la lengua, y especialmente del romance castellano, inserta en el tomo IV. de las de la Academia de la Historia.

(3) Joseph. Escalig. Epistolæ: epist. 228 ad Isaacum Fontanum.

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bés Pablo Alvaro (1), å mediados del siglo IX. apenas se encontraba en aquella tierra quien supiese escribir bien una carta en latin, habiendo por el contrario muchísimos que hacian elegantes y muy correctos y limados versos en árabe. Y esto hubiera acontecido de todos modos con el trascurso de los tiempos, aun cuando el emir Hixem no hubiera prohibido, como prohibió, que se enseñase el latin en las escuelas de los cristianos, y ordenado el uso del árabe para todas las transacciones sociales.

Entretanto en el Oriente de España, en la Cataluña ó condado de Barcelona, formábase tambien otra lengua, nacida, como la castellana, del latin corrompido y modificado con los idiomas y dialectos de los pueblos de raza germánica que se establecieron en el Mediodía de la Francia, con quienes en tan inmediatas y tan largas relaciones estuvieron aquellas regiones españolas. Este idioma, construido tambien sobre las ruinas del romano, fué el provenzal ó lemosin, del que dijo nuestro historiador Gaspar Escolano: «La ter<cera lengua maestra de las de España es la lemosina, y mas general que toadas..... por ser la que se hablaba en Provenza, y toda la Guiayna, y la Franacia Gótica, y la que agora se habla en el principado de Cataluña, reino de «Valencia, Islas de Mallorca, Minorca, etc (2).» Y hablábase en efecto el lemosin en la larga zona comprendida desde las fronteras de Valencia y parte de Aragon, Cataluña, la Guiena, Languedoc, Provenza, y la Italia Septentrional hasta los Alpes: era la lengua de los célebres trovadores provenzales (3).

No insistimos ahora mas sobre este punto, porque la historia y los docu→ mentos nos irán mostrando cómo el idioma, siguiendo la misma marcha que ła nacion, se fué formando como ella sobre los fragmentos incoherentes y dispersos arrancados á anteriores dominaciones, que unidos con el tiempo babian de constituir una nacion y una lengua propia, abundante y rica.

(4) En su Indiculus luminosus.

zal, porque los catalanes en su famosa Pro(2) Hist. de Valencia, part. I., lib, 1. clamacion católica recuerdan al rey de Esap. 14.

(3) «Tal vez, añade un moderno escritor francés que suele hablar con acierto de las cosas de España, tal vez en Cataluña y Aragon tomó origen el uso de la lengua proven

paña, como uno de sus principales méritos, que los primeros padres de la poesia vulgar fueron los catalanes....» Viardot, Hist. de los. Arábes de España, part, II., cap. 2.

CAPITULO XIV.

ABDERRAHMAN III. EN CÓRDOBA:

DESDE GARCÍA HASTA ORDOÑO III. EN LEON.

De 913 á 950.

Toma Abderrahman el titulo de Califa y de Emir Almumenim.-Dedícase á pacificar la España musulmana.- Vence á Caleb ben Hafsûn.-Persigue y somete á los rebeldes de Sierra Elvira.-Breve reinado de García, primer rey de Leon.-Eleccion de Ordoño II.— Recobra Abderrahman á Zaragoza.-Muerte del famoso revolucionario Ben Hafsûn.Triunfo de Ordoño II. sobre los árabes en San Esteban de Gormaz.-Derrota de los reyes de Leon y Navarra en Valdejunquera: resultados de esta batalla.-Llega Ordoño II. hasta una jornada de Córdoba.-Prende y ejecuta á cuatro condes de Castilla.-Muerte de Ordoño II.-Efímero reinado de Fruela II.-Jueces de Castilla: Lain Calvo y Nuño Rasura.-Alfonso IV. de Leon.-Gloriosos triunfos de Abderrabman.-Apodérase de Toledo.-Ramiro II. de Leon.-Encierra en un calabozo à su hermano Alfonso y á sus tres primos, y hace sacarles los ojos.-Su primera campaña contra los sarracenos: toma y destruye á Madrid.-El conde Fernan Gonzalez.-Célebres batallas de Simancas y Zamora: triunfos de Ramiro II.-Tregua con Abderrahman.-Prision y libertad de Fernan Gonzalez.-Muerte de Ramiro II. y elevacion de Ordoño III.

Llegamos á uno de los reinados mas brillantes de la dominacion árabe en España; pero tambien comienza á complicarse la historia de esta nacion, abriéndose nuevos teatros á los sucesos.

Reinaba García en Leon; gobernaban sus dos hermanos Ordoño y Fruela la Galicia y Asturias, como condes ó señores, ó si se quiere con el titulo honorario de reyes; á Borrell I. habia sucedido Sunyer en el condado de Barcelona (1); y en Navarra seguia reinando Sancho García ó Garcés, cuando

(4) Y no Miron, como suponen casi todas Questras historias, inclusas las de Cataluña,

hasta que en la obra antes citada del archivero Bofarull se fijó la verdadera cronología

subió al trono de los Beny-Omeyas el nieto de Abdallah, el hijo de Mohammed el Asesinado, el jóven y aventajado príncipe que estaba siendo el encanto y las delicias de la córte de Córdoba, el mas hermoso de los muslimes, el de color sonrosado y ojos azules, el amable, el gentil, el erudito y prudente Abderrahman, de quien anunciamos habia de ser la gloria y el orgullo de los Ommiadas, de quien dijo Ahmed Almakari, «que Dios le habia dado la mano blanca de Moisés, aquella mano poderosa que hace brotar agua de las peñas, que hiende las olas del mar, la mano que domina, cuando Dios lo quiere, los elementos y la naturaleza entera, y con la que llevó el estandarte del islamismo mas lejos que ninguno de sus predecesores.» Todos los pueblos y todos los partidos recibieron con júbilo la proclamacion de aquel jóven de veinte y dos años, á quien conocian ya por su discrecion y sus virtudes. Los partidarios de Abdallah veian en él al predilecto de su abuelo; los muzlitas no recelaban de un príncipe cuyo padre habia sido sacrificado por su propia causa; y hasta los cristianos andaluces, despues de las persecuciones sufridas, miraban con aficion al primer soberano musulman por cuyas venas corria sangre cristiana, porque dla madre que le parió (dice la crónica árabe) se llamaba María, hija de padres cristianos (1).»

Fué el primer emir de Córdoba que tomó el título de Califa á imitacion de los de Bagdad, abusivamente dado por nuestros historiadores á los que le habian precedido. Y deseando honrarle los pueblos le dieron tambien otros como el de Imam, de Al-Nassir Ledin Allah (amparador de la ley de Dios), y de Emir Almumenin (príncipe de los fieles), de que los cristianos hicieron por corrupcion Miramamolin. Fué el primero tambien que hizo grabar su nombre y sus títulos en las monedas, que hasta entonces no se habian diferenciado de las de los califas de Oriente sino en la indicacion del año y lugar en que se acuñaban. En las de Abderrahman se leia de un lado esta frase sacramental: No hay mas Dios que Dios, único y sin compañero: cincundada de una orla que contenia estas palabras: En el nombre de Dios, este dirhem (ó

de los condes. Es estraño que habiéndose publicado esta obra en 1836, y habiendo dado á luz tres años despues el diligente Cárlos Romey el tomo III. de su Historia de España, baya incurrido en el mismo error cronológico, haciendo á Miron sucesor de Wifredo el Velloso, cuando mediaron entre los dos Borrell., Sunyer ó Suniario, y Borrell II. Acaso no conoceria aun los Condes de Bar

celona vindicados.

(4) Conde, cap. 68.-Segun un Mss. del Escorial á que se refiere Morales, Abderrahman III. era nieto de Abdallah y de lñiga, hija de García Iñiguez el de Navarra, la cual fué cautivada en la batalla de Aybar en que murió su padre. Mohammed, hijo de esta cristiana, se casó tambien con otra, llamada Maria, de quien naciò Abderrahman.

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