los movimientos del retraido y habiéndose este descuidado en salir fuera del sagrado, fué asaltado y preso por un alguacil llamado Juan Escudero, que murió ahorcado en Nueva-España por órden det mismo Cortés, por delitos que despues cometió. ΕΙ preso fué llevado con grillos á un buque que debia salir el dia siguiente para Santo Domingo, para ser allí juzgado. En la noche logró escaparse de nuevo, sacando los piés de los grillos con mucha dificultad y dolores, y subiendo sobre cubierta por el agujero de la bomba, tomó el bote que estaba atado al lado del buque, y con el mayor silencio que pudo se dirigió á la costa. Era fuerte la corriente al aproximarse á ella, y no podia vencerla con el bote, pero siendo buen nadador se echó al agua, atándose en la cabeza unos papeles que le interesaba conservar, y saliendo á tierra buscó asilo en la misma iglesia que antes le habia servido de sagrado. Esta facilidad en escapar de la prision por dos veces seguidas, ha hecho sospechar al Sr. Prescott que hubo para ello connivencia de los carceleros, á quienes sin duda ganaba Cortés con su afabilidad y con aquella superioridad de carácter que ya se manifestaba, y que mas adelante le hizo egercer un influjo tan señalado sobre el egército, que le obedeció casi solo por este predominio que adquiere un hombre superior sobre los que le rodean. Sea que el casamiento con Doña Catalina quitó el motivo que habia para la enemistad de Velazquez, ó que éste sorprendido por Cortés, armado en una ca sa de campo, como algunos autores cuentan con poca verosimilitud, se reconcilió con él, admitiéndole de nuevo á su familiaridad, hasta el punto de encontrarlos durmiendo en la misma cama el guarda que venia á dar parte de la salida de Cortés del sagrado en que estaba; el hecho es que Velazquez le dispensó de nuevo su favor y le dió tierras cerca de Santiago, de cuya villa fué nombrado alcalde. Cortés muy feliz con su esposa, de quien el Padre Casas refiere haberle dicho él mismo, „,que estaba tan contento con ella como si fuera hija de una duquesa:" se ocupaba en trabajar las minas ó placeres de oro con los indios de su repartimiento, y en el cultivo de sus campos, y parecia haber abandonado todo proyecto de mas rápido engrandecimiento por la via de las conquistas, pero el genio emprendedor de que despues dió tan repetidas pruebas, se dejaba nocer ya enmedio de estas tranquilas ocupaciones. Llevó á su propiedad diversas especies de ganados, y fué el primero que estableció la cria de ellos en aquella isla, así como despues en Nueva-España fué el introductor de varios ramos de labranza, que hoy son una parte muy principal de la riqueza pública, como en su lugar veremos. Por estos arbitrios habia logrado reunir un pequeño caudal, aunque segun el Padre Casas no sin usar los medios de opresion que empleaban los encomenderos, que fueron la causa de la extincion total de la poblacion indígena en las Antillas. En tales circunstancias el descubrimiento de la Nueva-España vino á despertar de nuevo la ambicion de Cortés, presentándole un teatro en que poder desplegar todos los recursos de su genio. En la segunda disertacion se ha dicho como fué nombrado por Velazquez capitan para aquella empresa, y la parte que tuvo en el armamento por sus propios recursos, por su crédito y por sus amigos, y en la misma y la siguiente se ha dado una idea general de toda la série de sucesos de la conquista, y de las disposiciones administrativas que tomó para la organizacion del gobierno en el pais conquistado. En todos los acontecimientos humanos la direccion que se les dá contribuye muy poderosamente á su éxito, pero en lo general se cuenta siempre con medios de egecucion adecuados al objeto. En la conquista de Mégico todo es obra de Cortés: la direccion y los medios, el plan y la egecucion, el intento y la obra. Sin mas autoridad que la que le confirió el ayuntamiento de Veracruz que él mismo habia creado; obrando en nombre de un soberano que ni aun siquiera sabia la existencia de un vasallo que tan inmensos servicios le prestaba; no solo sin esperar auxilios, sino temiendo las medidas que contra él tomasen las autorides españolas inmediatas, emprendió derrocar un imperio establecido y consolidado por muchos años de victorias, temido y respetado por todas las naciones circunvecinas. Por su trato afable, por su familiaridad con el soldado; por el egemplo que daba de ser el primero en las fatigas, el primero en los peligros, se concilió el respeto y la obediencia de una reunion de voluntarios que todos se creian con los mismos derechos y tenian iguales pretensiones, las que hacian valer siempre que les parecia que la autoridad que permitian se egerciese sobre ellos, excedia de los límites que le habian impuesto. Todos eramos hijosdalgo, dice con orgullo Bernal Diaz (1), y nos ilustramos mucho mas que de ántes con heróicos hechos y grandes hazañas que en la guerra hicimos, peleando de dia y de noche, estando tan apartados de Castilla, ni tener otro socorro ninguno, salvo el de nuestro Señor Jesucristo que es el socorro y ayuda verdadera." „Las mugeres en Castilla paren soldados,” le dijo una vez Cortés á uno de los suyos que se desmandaba, haciéndole entender que no le faltarian los que necesitase: ,,tambien paren, le contestó este con audacia, capitanes y gobernadores." Pero estos mismos hombres á quienes era menester convencer para poderles mandar, le seguian con resolucion en las mas atrevidas empresas, y sacrificaban su propia vida por salvar la de su capitan, como lo hizo Cristóbal de Olea, cuando desbaratada la columna que Cortés conducia por la calzada de Tacuba en el sitio de la capital, los megicanos vencedores le tenian cojido, herido en una pierna y le llevaban prisionero á una muerte segura, Olea le libró con la suya. de que Orgullosos con llamarse los soldados de Cortés, este nombre los inflamaba y les parecia superior á todo título y á todas las distinciones que ha inventado la (1) Capítulo CCVII. TOM. II.-3 ambicion para cubrir la mediocridad. Cincuenta años despues de la conquista, Bernal Diaz, no obstante sus continuas quejas contra Cortés por haberse aplicado toda la gloria de sus soldados y no haberlos premiado como merecian, cuando el entusiasmo que inspiran los sucesos recientes debia estar tan entibiado con el transcurso de tanto tiempo, queriendo dar razon del motivo porque en su historia no escribe,,,D. Hernando Cortés, ni otros títulos de Marques, ni capitan, salvo Cortés á boca llena” dice: „La causa de ello es porque él mismo se preciaba de que le llamasen solamente Cortés, porque este nombre era tan tenido y estimado en toda Castilla, como en tiemde los romanos solian tener á Julio César ó á Pompeyo, y en nuestros tiempos teniamos á Gonzalo Hernandez, por sobrenombre el Gran Capitan." po La ambicion de Cortés mudó de naturaleza cuando varió el campo en que habia de egercitarse. EI mismo que solo vino á buscar oro á la isla Española, no consideró el oro en Nueva-España sino como el medio de satisfacer miras mas altas, y lo que al principio no fué mas que codicia, se cambió en ambicion de gloria y de poder. Por esto en la distribucion del rico tesoro de Moctezuma abandonó á los soldados la parte que le tocó, para acallar el disgusto que la desigual reparticion causaba. Fundar en Mégico un grande imperio para su soberano; establecer en él la religion cristiana, ideas que iban unidas en el espíritu de los conquistadores y que eran las dominantes en aquel siglo; ampliar todavía mas este imperio con los |