Imágenes de páginas
PDF
EPUB

PROPAGACION DEL CRISTIANISMO.

133

to de esta disertacion, asegura positivamente que no habia iglesia fundada en toda la Nueva-España, cuando llegaron los religiosos franciscanos en Junio de 1524 (1), que la que construyeron estos en Mégico en 1525 fué la primera en que hubo depósito, y que ella sirvió como de matriz y catedral de todos estos reinos: pero estos asertos se desvanecen constando. por el libro de cabildo de este ayuntamiento, que cuando los franciscanos vinieron, habia en esta capital una parroquia, de que era cura el padre Pedro de Villagran, al cual en el cabildo de 30 de Mayo de 1525 se le hizo merced de una suerte de tierra para una huerta, y en el acta en que se asentó esta concesion se le titula cura de la iglesia de esta ciudad; de donde resulta probado que habia iglesia parroquial ántes de la venida de los franciscanos, que necesariamente habia en ella depósito y que aquellos religiosos nunca administraron en esta capital como curas de los españoles. Consta tambien por el mismo libro de cabildo, que en Agosto de 1524 estaba ya fundado el hospital de Jesus, el cual tenia su iglesia, y estas dos son mas antiguas que San Francisco. La parroquia probablemente estaba en la plaza, dentro del recinto del templo de Huitzilopochtli y acaso en el sitio en que despues se construyó la antigua catedral, que como en su lugar veremos, estuvo en lo que ahora es cementerio de la actual, frente á la puerta principal de ésta. Por la carta cuarta de Cortés, fecha en Mégico á 15 de Octubre de 1524, se vé que tambien ha

(1) Libro V. capítulo XVI.

134

SEPTIMA DISERTACION.

bia parroquias, con sus curas, sacristanes y ornamentos en Veracruz y Medellin, y por lo mismo tampoco es cierto lo que Torquemada dice, que la iglesia de los franciscanos en Tezcuco fué la segunda que se fundó en la Nueva-España.

Es un hecho curioso que la publicacion de la famosa bula de Leon X, concediendo indulgencias á los que diesen limosna para la construccion de la basílica de San Pedro de Roma, bula que fué el orígen de la reforma de Lutero y de que se separasen tantas naciones de la iglesia romana, fuese uno de los primeros actos del establecimiento de la religion católica en Mégico. En el cabildo que se celebró en 13 de Mayo de 1524, se presentó esta bula al ayuntamiento por Hernando de Coruña en nombre de Juan Lopez de Calatayud, acompañada de las provisiones reales por las que se mandaba recibirla y el ayuntamiento acordó se obedeciesen.

La organizacion eclesiástica que Cortés pensaba se debia dar al pais que habia conquistado, era muy diversa de la que ha tenido, y se reducia á establecer en toda la Nueva-España lo que se ha hecho en las misiones de Californias. Primeramente habia pedido en union de los concejos establecidos en las villas que se habian fundado, por medio de los procuradores enviados á la corte Antonio de Quiñones y Alonso Dávila, que se proveyesen obispos y otros prelados para los oficios y culto divino, pero en la carta cuarta le dice al emperador,,que mirándolo bien, le ha parecido que se debe mandar proveer de otra manera, y

ha

es que V. M. mande que vengan á estas partes muchas personas religiosas, muy celosas de la conversion de estas gentes, y que de estos se hagan casas y monasterios por las provincias que acá nos pareciere que convienen, y que á estas se les dé de los diezmos para hacer sus casas y sostener sus vidas, y lo demas que restare de ellos, sea para las iglesias y ornamentos de los pueblos donde estuvieren los españoles y para clérigos que las sirvan, y que estos diezmos los cobren los oficiales de V. M., y tengan cuenta y razon de ellos, y provean de ellos á los dichos monasterios é iglesias, que bastará para todo, y aun sobra harto de que V. M. se pueda servir. Y porque para cer órdenes, y bendecir iglesias, y ornamentos, y oleo y crisma y otras cosas, no habiendo obispos, seria dificultoso ir á buscar el remedio de ellas á otras partes; V. M. debe suplicar á su Santidad, que conceda su poder y sean sus subdelegados en estas partes las dos personas principales de religiosos que á estas partes vinieren, uno de la órden de San Francisco, y otro de la órden de Santo Domingo, los cuales tengan los mas largos poderes que V. M. pudiere." Las razones en que funda Cortés la variacion de sus ideas, hacen formar un concepto muy poco ventajoso del estado de las costumbres del alto clero español en aquella época.

Pareció bien á Carlos V. el plan de Cortés, reducido como se vé á mandar misioneros, concediendo desemá los prelados las facultades necesarias para peñar, en todo lo que era indispensable, las funciones TOM. II.-18

episcopales, y en las circunstancias de aquellos tiempos parece que no podia adoptarse otro mejor, aunque despues vino á ser insuficiente, con el aumento de la poblacion española y con el que todas las cosas tuvieron; lo que dió motivo á la ereccion de catedrales, uniformándose la gerarquía y sistema de administracion eclesiástica con el de la iglesia de Granada, erigida por los reyes católicos.

Desde que se divulgó la fama de la conquista de Mégico, varios religiosos, movidos de fervoroso espíritu, quisieron venir á predicar el Evangelio, y en efecto vinieron, desde el año de 1523, tres franciscanos flamencos, Fr. Juan de Tecto, guardian del convento de Gante, Fr. Juan de Aaora, y el laico Fr. Pedro de Gante. El primero fué empleado por Cortés en encargos de mucha confianza, como se ha visto en las ordenanzas que hizo y se publicaron en el primer tomo de estas Disertaciones; en la expedicion á las Hibueras le acompañó, y murió de hambre al pié de un árbol. El segundo falleció en Tezcuco poco tiempo despues de su llegada, y del tercero habrá mucha ocasion de hablar en adelante. Con el mismo intento salieron de Roma, autorizados con bulas pontificias, otros dos franciscanos, Fr. Juan Clapion, tambien flamenco y confesor que habia sido del emperador, y Fr. Francisco de los Angeles, del apellido de Quiñones, hermano del conde de Luna: pero detenidos en España, adonde habian pasado con el fin de formar una mision mas numerosa, no pudieron ejecutar sus miras por haber fallecido el primero,

y haber sido elegido el segundo general de su órden, en el capítulo que se celebró en Búrgos en 1523. Con las facultades que este empleo le daba, dispuso Fr. Francisco de los Angeles hacer por otros lo que no habia podido efectuar por sí mismo, y á este fin nombró á Fr. Martin de Valencia, provincial que á la sazon era de la provincia de San Gabriel, con doce religiosos, cuyos nombres deben conservarse en la memoria y en la gratitud de los habitantes de estas regiones, y están sin duda escritos en el libro eterno de la vida: estos fueron Fr. Francisco de Soto, Fr. Martin y Fr. José de la Coruña, Fr. Juan Juarez, Fr. Antonio de Ciudad Rodrigo, Fr. Toribio de Benavente, Fr. García de Cisneros, Fr. Luis de Fuensalida, Fr. Juan de Rivas, y Fr. Francisco Jimenez, sacerdotes, y los legos Fr. Andres de Córdova, y Fr. Juan de Palos. Reunida la mision en el convento de Belvis, pasaron á Sevilla los religiosos que la componian, y habiéndose embarcado en San Lúcar de Barrameda el dia 25 de Enero de 1524, arribaron en diversos puntos de su travesía y llegaron á San Juan de Ulúa el 13 de Mayo del mismo año.

El celo que animaba á aquellos hombres apostóliCOS por la propagacion de la fé cristiana, el empeño con que se ofrecian á una vida de trabajos y de privaciones, y el ardor con que se consagraban á la conversion de los indios, era efecto de la reforma que la reina Doña Isabel habia hecho en las órdenes religiosas. Aquella princesa, cuyas providencias se dirigian á la mejora de las costumbres, y en todas las

« AnteriorContinuar »