El teatro en EspañaGironés y Orduña, 1876 - 179 páginas |
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Términos y frases comunes
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Pasajes populares
Página 43 - Las comedias eran unos coloquios como églogas entre dos o tres pastores y alguna pastora; aderezábanlas y dilatábanlas con dos o tres entremeses, ya de negra, ya de rufián, ya de bobo y ya de vizcaíno: que todas estas cuatro figuras y otras muchas hacía el tal Lope con la mayor excelencia y propiedad que pudiera imaginarse.
Página 44 - Y porque yo no pretendo tratar de gente extranjera, sí de nuestros españoles, digo que Lope de Rueda, gracioso representante, y en su tiempo gran poeta, empezó a poner la farsa en buen uso y orden buena.
Página 70 - Sacábanse ya caballos A los teatros, grandeza Nunca vista hasta este tiempo, Que no fué la menor de ellas.
Página 43 - ... cuatro bancos en cuadro y cuatro o seis tablas encima, con que se levantaba del suelo cuatro palmos; ni menos bajaban del cielo nubes con ángeles o con almas. El adorno del teatro era una manta vieja, tirada con dos cordeles de una parte a otra, que hacía lo que llaman vestuario, detrás de la cual estaban los músicos cantando sin guitarra algún romance antiguo.
Página 52 - Toledo, el cual fue famoso en hacer la figura de un rufián cobarde ; éste levantó algún tanto más el adorno de las comedias y mudó el costal de vestidos en cofres y en baúles ; sacó la música, que antes cantaba detrás de la manta, al teatro público ; quitó las barbas de los farsantes, que hasta entonces ninguno representaba sin barba postiza...
Página 42 - Tratóse también de quién fue el primero que en España las sacó de mantillas y las puso en toldo y vistió de gala y apariencia ; yo, como el más viejo que allí estaba, dije que me acordaba de haber visto representar al gran Lope de Rueda, varón insigne en la representación y en el entendimiento.
Página 46 - Lope de Rueda fue en España ejemplo destos preceptos, y hoy se ven impresas sus comedias de prosa tan vulgares, que introduce mecánicos oficios y el amor de una hija de un herrero; de donde se ha quedado la costumbre de llamar entremeses las comedias antiguas, donde está en su fuerza el arte, siendo una acción y entre plebeya gente, porque entremés de rey jamás se ha visto.
Página 42 - Yo, como el más viejo que allí estaba, dije que me acordaba de haber visto representar al gran Lope de Rueda, varón insigne en la representación y en el entendimiento. Fué natural de Sevilla, y de oficio bati-hoja, que quiere decir de los que hacen panes de oro. Fué admirable en la poesía pastoril, y en este modo, ni entonces ni después acá, ninguno le ha llevado ventaja; y aunque por...
Página 61 - Sabios y críticos bancos, gradas bien intencionadas, piadosas barandillas, doctos desvanes del alma, aposentos, que callando sabéis suplir nuestras faltas; infantería española, porque ya es cosa muy rancia el llamaros mosqueteros; damas que en aquesa jaula nos dais con pitos y llaves por la tarde alboreada: a serviros he venido.
Página 43 - En el tiempo de este célebre español todos los aparatos de un autor de comedias se encerraban en un costal, y se cifraban en cuatro pellicos blancos guarnecidos de guadamecí dorado; y en cuatro barbas y cabelleras y cuatro cayados, poco más o menos.