NUMERO 7.°

Debiera aquí seguir la relacion de las goletas Sutil y Mejicana, pero estando ya publicada la que con elegancia de estilo y riqueza de noticias escribió D. Dionisio Alcalá Galiano basta el extracto que damos en el texto. Apenas establecido el Depósito hidrográfico en 1797, D. José Espinosa y Tello, su director, recibió por medio del señor D. Juan de Lángara, secretario de Estado y del Despacho Universal de Marina, una Real órden concebida en estos términos: El Rey ha resuelto que pues están gravadas las cartas de los reconocimientos del estrecho de Juan de Fúca que hicieron los capitanes de navío D. Dionisio Alcalá Galiano y D. Cayetano Valdés, se estampen y publiquen con la posible brevedad para que los ingleses no se adelanten á dar á luz las mismas cartas formadas en la expedicion del capitan Wancouver; que se pida por V. á Galiano el derrotero diario y descripciones de aquella comision, para que sirva y acompañe al uso de las cartas, y que V. agregue todas las noticias que puedan ilustrar el asunto en beneficio de la navegacion y lucimiento de la marina." Para cumplir por su parte esta soberana resolucion, le pareció á Espinosa que lo mejor que podia hacer era insertar en el viaje la carta del N. O. de América y algunos planos de puertos cuyo trabajo encomendó al teniente de navío D. Felipe Bausá, destinado con él al Depósito, y él se dedicó á reunir y calcular toTOMO XV

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das las observaciones astronómicas que debian servir de base á la obra. Publicáronse pues en 1802 la relacion de Galiano y un Atlas con la introduccion sobre los viajes de los españoles al N.O., que para el efecto escribió el autor de esta Memoria. La obra de Galiano comprende en quince capítulos la descripcion del viaje y reconocimientos, y luego en siete la de la entrada é islas de Nutka, sus producciones terrestres y marítimas, y un exámen de las costumbres, gobierno é idioma de sus naturales. El Atlas comprende diez y siete láminas, nueve de cartas geográficas, y ocho de vistas y retratos. Debe advertirse aquí que urgiendo la publicacion de la obra no empleó Espinosa en ella mas que los primeros resultados del cálculo reservando para tiempos mas tranquilos su afinacion. Así lo ejecutó luego valiéndose de las observaciones que él mismo, D. Ciriaco Ceballos, D. Juan Gutierrez de la Concha y D. Juan Vernaci practicaron en las corbetas de S. M. Descubierta y Atrevida en el verano de 1791, desde la altura del monte de S. Elias por latitud de 60° hasta el puerto de Acapulco que está por la de 17, para fijar astronómicamente seis puntos principales de esta gran extension de costa; refiriendo á ellos por medio de los relojes marinos otros puntos intermedios á cuya vista observaron. Los seis lugares directamente situados son, Mulgrave, Nutka, Monterey, cabo de S. Lúcas, S. Blás y Acapulco. Publicó su resultado en 1805 por vía de apéndice al viaje; mas como fuése en un cuaderno que solo consta de veinte páginas, se pone esta advertencia porque es fácil que no tengan conocimiento de él los marinos y geógrafos.

NÚMERO 8.°

Expedicion de la corbeta Aránzazu al mando del teniente de navío D. Jacinto Caamaño á comprobar la relacion de Fonte.

Aunque no merecia mas crédito la relacion del viaje del almirante Fonte que la de Lorenzo Ferrer Maldonado, el conde de Revillagigedo, virey de Nueva-España, no quiso omitir diligencia alguna para que se disipase toda duda sobre la imposibilidad de hallar el paso abreviado del mar del sur al occéano atlántico; parece que conocia que hombres de imaginacion demasiado viva, habian de figurarse en el diario disparatado de Fonte, un hallazgo inapreciable, y un derrotero seguro para el indicado paso.

y

No podia el virey por las órdenes que recibia dudar de los deseos del Monarca para que se hiciesen todos los esfuerzos posibles á fin de completar el reconocimiento de las costas del N.O. de la América, que tantas fatigas dinero habian costado á la nacion española. Y así finalizada la comprobacion de la relacion de Ferrer Maldonado, y dispuesto el exámen de la entrada de Juan de Fúca, mandó preparar otra expedicion para reconocer lo interior del puerto de Bucareli y la costa comprendida entre este y el de Nutka.

Fué preciso echar mano de la corbeta Aránzazu, aunque por sus propiedades no era al propósito para la comision, y se dió el mando de ella al teniente de navío D. Jacinto Caamaño.

AÑO 1792.

Habiendo procedido este oficial con la mayor actividad á alistar su buque de lo mas necesario para el viaje salió del puerto de S. Blás el dia 20 de marzo y se dirijió al de Nutka, donde fondeó el dia 14 de mayo; habiendo experimentado buenos tiempos y ninguna cosa particular que merezca atencion.

MAYO.

El 16 recibió la órden del comandante de S. Blás, D. Juan de la Bodega, que se hallaba mandando en dicho puerto de Nutka, para que se dispusiese á emprender la comision que le estaba encargada, recomendándole pusiese el mayor esmero en cerciorarse si existia ó no el estrecho de Fonte.

Al paso que satisfacia á Caamaño la confianza que hacian de su zelo é inteligencia, fiándole una expedicion curiosa, que ofrecia muchos riesgos y exijia buenos conocimientos marineros, le molestaba no solo el haberla de hacer en una embarcacion pesada y de mucha cala, sino tambien la falta de auxilios para ejecutar los reconocimientos mas exactos, y en el poco tiempo que le quedaba de verano.

No se halló tan escaso de recursos para el ramo de Historia natural como para el de astronomía náutica. Se le proporcionó un delineador con nociones, aunque ligeras, de aquella ciencia, y un dibujante.

JUNIO.

Salió de Nutka el 13 de junio, y el 12 del siguiente llegó á Bucareli, no habiendo podido observar la latitud

mas que una sola vez por las continuas neblinas y lluque experimentó con los vientos del S., del S. E. y del S. O.

vias

La entrada de este puerto ensancha de siete millas con mucha agua: á un cable ó dos de sus orillas acantiladas se encuentran de seis á ocho brazas de fondo piedra, ó cascajo gordo. No tiene escollo ni bajo oculto, excepto en las cercanías de la punta de S. Bartolomé, de que salen como una milla al sur algunas piedras. Mirada esta punta á distancia de cuatro á seis leguas mar en fuera presenta la figura de tres islotes, y como si el de enmedio tuviese la de una meseta.

La punta de S. Felix es un morro cortado, y en cuyas cercanías no vió mas de una piedra como á media milla de ella. Pasadas las puntas de la entrada se ven diferentes brazos de mar é islas grandes y pequeñas, cubiertas de pinos de varias especies.

Luego se presenta la boca del puerto de Santa Cruz, que es bastante capaz y seguro, de fácil entrada y salida, atracándose á las orillas para librarse de la tierra anegada que está enmedio.

Siguiendo la costa para el N. se halla el de los Dolores, el del Refugio y el de la Estrella, todos buenos aunque inferiores al primero.

Todo el terreno de esta parte hasta punta delgada, es menos montuoso y mas feraz que el que hay desde ella para el O., cuyos elevados y escarpados cerros interrumpidos por varios canales no ofrecen en sus orillas ventaja alguna.

El 28 habiendo cesado las lluvias que le habian molestado en los dias inmediatos, despachó dos pilotos en la lancha y bote bien armados, con veinte dias de víveres,