Esto es, partir del principio de la libertad racional á la emancipacion universal. Esto es lo digno, lo práctico, lo que únicamente puede reconocerse y sancionarse por la razon. Lo demostrable, lo tangible, lo viable: lo demás es sueño, error, locura. IX ¿Habeis conocido y comprendido ya el laboratorio para hacer hombres, de que yo os hablaba valiéndome de una figura? ese laboratorio no hay que crearle: existe, es muy viejo, casi tan viejo como la humanidad; ese laboratorio lo encontrais en todos los libros que se ocupan de filosofía. Ese laboratorio es el racionalismo. Y el racionalismo, tendiendo á la equiparacion de todo por medio de la gestion de las relaciones, viene á dar en cuanto se mueve en lo antitético de todo lo que por necesidad y de una manera inmutable existe; porque el racionalismo limitado á lo tangible es antitético del espíritu infinito y misterioso que anima al ser humano, y determina su actividad pensante y consciente, que de lo infinito desconocido viene y á lo infinito desconocido va. El racionalismo es el arma impotente de los espíritus estrechos y hundidos: el fuego que no brilla, entre la sombra en que no se respira: la negacion de todo lo que es necesario para la vida espiritual: la aberracion de la soberbia ciega. X ¡Y qué consecuencias si la práctica de estos errores fuese posible! Libertad á la mujer de sus deberes, y la habreis destronado: la habreis destruido: habreis matado la esposa, la madre, la hija, la hermana: habrian logrado los racionalistas, lo que por lo mismo que no puede ser no se concibe. La mujer sería uno de los dos términos de la reproduccion: pero sobrevenida la union, probad la separacion; decid á los padres, singularmente á la madre: "Eso que vosotros amais, que mirais anhelantes inclinados sobre su cuna, porque os parece un sueño intranquilo, no es vuestro, no os pertenece, es un fruto natural..... y ni aún esto puede, decirse sin falsedad, porque la planta pertene á la tierra en que ha germinado, en que arraiga, en que se nutre en que se desarrolla, en que florece, en que fructifica á su vez, dando á la madre tierra el tributo de lo que de ella ha recibido: y el terreno del hombre es la familia: de ella viene, en ella arraiga, en ella se desarrolla, perteneciendo á ella; en ella florece y en ella, por la alianza con otra familia, fructifica, se continua, se dilata, constituye la raza, la nacionalidad, la pátria. ΧΙ Y esto nace del santo vínculo decretado en el misterio de la eternidad, del hombre y de la mujer: del amor de nosotros mismos, que se dilata en nuestros hijos que son sér de nuestro sér. Pues bien; viniendo á las absurdas teorías de libertad del racionalismo moderno, ó más bien, del materialismo al uso; en conclusion, del materialismo grosero que hunde ó pretende hundir al hombre más abajo de las bestias (inconscientemente, sin duda, y por aberracion); dada la suma de libertades absolutas que se pretenden, la mujer, verdaderamente dicho, en vez de ser emancipada, sería absorbida; en vez de ser honrada, humillada; reducida á su irrescatable debilidad, convertida en una moderna ilota, esclava del primer venido, hermoso sér convertido por una locura nauseabunda en la esclava de un apetito brutal, acom pañado de una degradacion insoportable. ¿Y qué sería del hombre sin amor, sin madre, sin hermanos, en una palabra, sin familia, y por consecuencia, sin pátria, sin objeto, sin otra vida que el contínuo trabajo en el aislamiento de una soberana y libre autonomía, sentenciado al perpétuo combate con todo, con la naturaleza y con sus semejantes, sin estímulo, sin consuelo? El racionalismo es la locura de los ignorantes soberbios, ó el crímen de los explotadores de ideas falsas y deletéreas que se arrojan á las masas feroces y corrompidas. Porque el racionalismo no es un todo: es una parte irrelacio nada con el universo, una consecuencia, no un principio: por lo mismo no es una fuerza predominante que no puede dejar de ser predominante; es un medio de armonía que se realiza por la contraposicion dentro de la relacion; el espiritualismo, el idealismo, el amor de nosotros mismos y de todo lo que de nosotros nismos proviene, ó por asimilacion en nosotros se refunde, determinan los universos que aceptamos en buen hora, y que relacionados entre sí por una ley inmutable que los refunde en el universo absoluto, constituyen la humanidad. ΧΙ Pero, ¿á dónde hemos venido á parar? ¿A qué confusiones, á qué contradicciones, á qué combates infecundos, si se trata de encontrar un mejoramiento, nos lleva la difusion de la filosofía en cerebros vulgares, estrechos y oscuros, topos de la inteligencia, que minan el cimiento social sin saber á dónde van? Pero vosotros, los pobres de espíritu, los sencillos, aquellos de quienes es el infierno de la tierra y el reino de los cielos, no os espanteis de los mugidos de la fiera loca, ciega é impotente. Y vosotros los que al oir hablar de la emancipacion de la mujer, de esa nuestra bella y adorada mitad, de nuestra madre, de nuestra esposa, de nuestro hija, de nuestro sueño, de nuestra vida, la alegría de nuestra casa, el ornato de la sociedad, la augusta creadora del sér moral de nuestros hijos, sentís vuestra alma fria y aterrada viendo en lo que llaman libertad absoluta, autonomía del sér racional, la extincion de la familia y por consecuencia, la desaparicion de la mujer tal cual es y como debe de ser y será, no temais. Ese laboratorio racionalista no puede hacer otra cosa que disparates. El mundo de hoy es lo que fue el de ayer y lo que será el de mañana. La mujer y el hombre, es decir, el sér humano, llevan en su corazon y en sus entrañas la familia, la nacionalidad, la pátria; es decir, el universo viviente y pensante. MANUEL FERNANDEZ Y GONZALEZ, Paso a paso, aunque sin establecer un centro ó base jurisdiccional superior de unidad de accion, obrando en una libertad un tanto peligrosa para la idea que la institucion debia representar en el concepto de unidad y armonía jurídica que, cual representacion extricta de la ley, debia tener, no sólo fué respetado el órden fiscal durante la monarquía borbónica, sino que se desarrollaba y crecia en su elemento personal, con arreglo á la necesidad y aumento de los negocios en que intervenia, iniciándose una escala de graduacion y categoría, por medio de la que crearon Agentes Fiscales, con el carácter de Auxiliares de los Fiscales de las Chancillerías, Audiencias y Consejos Supremos, siendo unos y otros, si no de derecho, al menos de hecho, respetados y considerados como inamovibles, considerándolos y asimilándolos á su vez en su categoría y dotacion á los Oidores y Consejeros de los Tribunales en que informaban. La falta de jefe gerárquico y de un centro de accion comun, motivaron una accion individual en los representantes del Ministerio Fiscal, reñida con la esencia que determina el orígen y necesidad de las instituciones públicas en relacion con el criterio individual, cuando no se halla dirigido por la idea originaria de la unidad metafísica y formal que las instituciones determinan: de aquí que los Fiscales tuviesen libertad completa para formular la acusacion y para interponer y cuidar de la defensa, y libres tambien para entablar las demandas en nombre del Es tado, en vista de los datos y antecedentes, cuando no instrucciones que el Gobierno les remitia, para que en vista de su exámen procediesen con arreglo á derecho: más aun; á pesar de la idea social que representaban, no por ello se encargaban directamente de la persecucion de los delitos, que sólo se ejercia de oficio por el Juez ó á peticion de las partes, que era lo más general. Tal era el estado anormal y embrionario de la organizacion fiscal hasta las Córtes de 1812, en que, merced á aquella aurora brillante y progresiva de fortaleza y libertad, que se levantaba sobre los escombros y las ruinas, la podredumbre y la inaccion. del principio que sostuvo la mal llamada y peor dirigida "Union del Trono y el altar," bajo el hecho y la idea de la Inquisicion y el absolutismo, entró de lleno en el campo natural de su instituto. No obstante, por y sobre lo imperfecto é indefinido de dicha organizacion, era tal la fuerza expansiva y creadora que encerraba, que desde ella se dejaron ver como precursores y apóstoles de las ideas del nuevo derecho, del derecho del porvenir, á hombres que, como Campomanes, Floridablanca, Jovellanos, Lardizabal y otros, á la vez que prestaban grandes servicios prácticos á sa tiempo y á su pátria, echaban los cimientos de la obra sobre que iban pronto á destacarse y brillar los destellos progresivos y armónicos en que, por virtud de una nueva etapa histórica de revolucion y lucha crítica en el campo de las ideas y de los hechos, descansa y se desenvuelve hoy la última manifestacion de la justicia, en lo que conocemos y apellidamos derecho moderno. Han pasado los tiempos; y así como la sociedad antigua al matar á Jesús se mató á sí misma, cayendo envuelta en la túnica sangrienta del Hijo de Dios, pasando de la vida del derecho pagano al caos militar y guerrero de las invasiones primero y del feudalismo despues, traduciéndose todo en una organizacion forzada y anárquica, en que Emperadores, Reyes, grandes, vasallos, soberanos y feudatarios intentan emanciparse y dominar sobre todo y sobre todos, poniendo en lucha los poderes y las fuerzas de que disponen, sin que de ellas resulten para las masas y el pueblo, que representan á la humanidad, más que opresion, miseria, hambre y muerte; así de las filas de estas masas |