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Todavía más dudosa é incierta que la precedente, es la deidad Camal. Que fué una deidad céltica, lo ha demostrado Maury (1): que la veneraron los Lusitanos, claramente lo da á entender la frecuencia con que suena este vocablo como nombre de persona, Camalo, Camala, etc., en las lápidas lusitanas y gallegas. ¿Fué, por ventura, una Aphrodite lusitana, ú otra deidad relacionada con el culto fálico? (2) En las ruinas de Citania, donde hubo de existir un templo consagrado á este númen, á juzgar por la frecuencia relativa del nombre Camal ó Caam en sus inscripciones, se ha descubierto un grupo en relieve representando al parecer una lucha, y Cordeiro conjetura (3) que tal vez figura los amores del Dios-Sol y de la Diosa Luna. Más probable es, sin embargo, que simbolice el triunfo de Hércules sobre Theron (la figura del vencido parece agitar en la mano un martillo), y que Camal sea una nueva personificacion de SolMarte, semejante al Mavortio Camulo de Roma y al galo Marte Camulo de Rhynern (Orelli, 1977, 1978), equivalentes, sin duda alguna, del Marti Caturigi de Beckinga (Or. 1980), y que

goru, etc.; equivaliendo, por tanto, jorebe al latin creavit (fecit), sanscrit akarot (akaravat), perdida la t pronominal: tiene sus equivalentes célticos en el «jriba» (hizo) de una inscripcion de Galicia (Corpus, II, 2597) y acaso en el «djelu íbrive» de otra de Lugo (Ib. 2584), trasformado el juribe en ivribe é ibrive, como el Abelion de una lápida gala en el moderno Aulon ú Olon, Cabillonum en Challons, dobhar, dubrum, en dour, etc. Cf. Ardbinna dea (de Brambach). La desinencia verbal celto-hispana, reaparece en un verbo latino conjugado á la céltica: solve (Corpus, II, 420 de Caldas de Lafoens) por solvit: el jeuru de la inscripcion de Autun corresponde al pretérito reduplicado queure, goruc, a gueure, etc.: 3.o LOCITOI, vocablo indudablemente étnico, que recuerda la terminacion, étnica tambien, Cacilobricoi, de una inscripcion de Moledo, en lengua, al parecer, céltica (Corpus, II, 416): Loictoi, por Loctocoi, puede significar los de Loucotocia ó Lutecia. Si esta interpretacion resultara exacta, la piedra cobraria á nuestros ojos una importancia excepcional, porque descubriria un parentesco muy próximo entre la lengua de los galos y la de los galaicos y lusitanos.

(1) Croyences et legendes, cit. por Martins Sarmento.

(2) De la raiz sanscrita y céltica kam, amar, sanscrit kamya, amable, kamala, mujer graciosa, kâmalas, galanteador, celt. kaomh, amable, camhail (inglés comely), etc., que explica acaso el nombre de mujer Caam de Trujillo (Corpus, II, 625) y el Caam i Camal de las inscripciones de Citania.-Camuloris y Camloruigho se leen en inscripciones del país de Gales: Rhys, Lectures on welsh philology, n. 7.

(3) Citado por Hübner, Citania, p. 24.

han dado nombre á la ciudad de Camalodunum (altura del Dios Camalo). "Camulus se encuentra en Irlanda bajo la forma de Cumhal, padre de Finn, en las tradiciones osiánicas (1).„ La inscripcion de Caldas de Vizella "Medamus Camal Bormanico v. s. 1. m. (2), aproximaria en tal caso esta deidad á la de Hércules y Apolo, bajo cuya proteccion se suponian estar las fuentes termales, segun queda dicho (3). La identificacion de Camal con Cabar (fuente) que suena en una lápida de Vizeu, no nos parece probable: sin embargo, no estará de más apuntar que en las mitologías indias figura el mito de Câmadah ó Çabalâ, vaca de la abundancia, correspondiente á la vaca Sibilia, tambien maravillosa, que llevaba consigo el rey Eysteinn de Suecia, y á la cabra Amalthea, símbolo del agua fecundante, que por esto se hallaba consagrada al dios de los rios Acheloüs: su piel era la Egida, la nube tempestuosa que, sacudida por Júpiter, produce la lluvia. Y en un himno del Rig-Veda, dice Indra: "Yo he destruido de un solo golpe las 99 ciudades de Çambara," que alude á las nubes tempestuosas que interceptan la luz del sol y retienen las aguas superiores, ó de otro modo, á Vritra. Continuaremos la mitología.

JOAQUIN COSTA.

(1) H. Gaidoz, Esquisse cit., p. 10.

(2) Corpus, i. l., vol. II, 2402. Ordinariamente se lee Medamus Camal(i), entendiéndose Camal el nombre patronímico de Medamo, como en la 2445 de Braga, 2447 de Chaves y otras; pero en estas no falta la desinencia de caso: la forma de Camal como dativo, no es extraña ni inadmisible: compárese Cabar Suli de Vizeu. El nombre individual sin el patronímico puede verse en una lápida votiva de la misma region: Abrunus Luci divinae, etc., Corpus II, 676. (403), Coronicum (2745), etc.

(3) Es probable que el Borman de la inscripcion lusitana equivalga al Borvon de la francesa de Bourbonne-les-Bains (Henzen, 5880) y al Bormoni et Damonae de Bourvon-Lanci (Orelli, 1974: en Aix-en-Diois, segun Florian Vallentin, Borbano y Bormana: ésta tenia un santuario en Saint Vulbaz), en sentido de burga ó manantial de agua caliente (Fita, Restos etc., p. 10); pero no puede darse como enteramente seguro: Borman puede significar tambien heróico, campeador, barragan, lo mismo que Viriato (sanscrit vira, héroe, guerrero, y como adjetivo, fuerte, poderoso, de donde virya, viratâ, fuerza, vigor, heroismo, vâira, proeza, valor, etc. Cf. sanscrit vâraka, defensor, cymr. gwara, defender, gwawr, héroe, griego pws, etc.)

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"¡Ah!... ¡Por fin!... ¡Yo me sentía morir!... ¡Creia que jamás volvería á ver ese pequeño pliego de papel que me trae tanta alegría!

No tengo ála, Clara: yo te juro, por nuestra alma, por cuanto yo tenga que perder en el mundo, por cuanto hay de grande y santo, por nuestro amor, que yo no vivo, que yo no soy más que para tí, que te consagro mi vida.

Yo sufro, pero no porque dude de tí, que sería ofenderte, sino porque me falta vida material para soportar mi dicha.

Tus palabras responden á mis pensamientos, ántes que éstos lleguen á tí; no parece sino que nuestro espíritu habla consigo mismo, venciendo la distancia!...

La humanidad no conoce todavía, ni mucho ni poco, las rela ciones del espíritu.

Dios ha permitido para nosotros una excepcion: si lo observas bien, si lo meditas, y lo habrás meditado, puesto que lo me dito yo, nuestra situacion es divina; una sola alma con dos actividades vivientes, para poderse unir de una manera completa;

porque, para mí, el sér se forma de espíritu y materia: la humanidad ha tenido la intuicion de esto que nos sucede y que nos hace dos elegidos de Dios. Parece que nos dictamos las cartas: al leer una de cualquiera de nosotros, se hace inútil leer la respuesta.

Yo tengo mi sér lleno de tí, y me siento alentado por algo sobrenatural. Yo creo ya en Dios, porque.Dios nos favorece. Puede ser que se hayan dado situaciones semejantes; pero serán muy pocos los que hayan tenida conciencia de ellas.

Yo no sé cómo se llama el sér dichoso que los dos formamos, eso lo sabe sólo Dios.

Soy feliz, y me hace sufrir de una manera insoportable lo inmenso de esta dicha.

Dime, luz mia; ¿tú has pensado en lo que sucederá cuando nos veamos? ¡Oh!... ¡para no morir vamos á necesitar el amparo de Dios!...

¡Oh! ¡no nos faltará! La obra de Dios es siempre más completa que la obra de los hombres. Él nos sostendrá en el vértigo de la dicha, como sostiene á la pobre avecilla que vuela sobre el torrente, al buscar confiada su nido en los escarpes de la roca! ¡Con qué alegría veo los detalles que completan la igualdad de nuestro sér!

En filosofía pensamos de la misma manera; porque tú, como yo, emites la filosofía de tu alma; tú crees, como yo, por sentimiento; en amor, como yo tambien, te habrias engañado, y lay una eternidad entre lo que creemos amor y lo que sentimos.

Adios, Clara; tengo que marchar hoy mismo á una arriesgada expedicion, que será breve; si no vuelvo, te enviarán esta carta tal como está, y ántes que ella llegará á tí mi espíritu, ansioso de vivir en tu vida; si vuelvo, y tal creo puesto que me proteje tu memoria, la continuaré.

Tuyo,

Nicolás.

Continuacion de la anterior.

"Héme aquí, Clara mia, en salvo por tu bendita influencía, que es ala del ángel que me preserva del mal. ¡Quién lo diria! Yo, tan desalentado hace poco, tan ansioso de morir, tan se

TOMO LXXVI.

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diento de horrores que me hiciesen olvidar otro horror, me apego hoy á la vida y espero en ella algo dulce y consolador, que me compense mis amarguras.

Es una trasformacion completa, Clara mia, de alma y de cuerpo, de creencias y de afectos.

Yo, que he dudado de todo al dudar de mí mismo; yo, que me he reido de la humanidad por sus abdicaciones miserables, sus adoraciones absurdas y sus ambiciones inútiles; yo, que he compadecido profundamente á los que sacrifican sus afectos en aras de un deber que no comprenden, me siento hoy confuso y sorprendido ante la fé que invade mi pensamiento y la esperanza que llena mi soledad.

Y es que el milagro se ha realizado; el ciego ha visto y el incrédulo ha tocado con su mano la realidad; la duda es imposible.

No sólo creo, sino que en mi sér se difunde, como el perfume de una esencia que se vierte, algo de místico, de augusto, de grande y santo en la fé, que me hace sentir dulzuras inefables. Somos dos elegidos de Dios... ¡Alabémosle y glorifiquémosle! Nuestro amor es su amor.

Somos hijos predilectos del espíritu de Dios; en nuestro amor hay santidad; somos el sér que siente la atraccion de Dios. Guardemos este misterio inexplicable; Dios no quiere que se revelen sus prodigios.

Ni yo estoy loco ni tú estás loca, y sin embargo, no podemos comprender lo extraordinario de nuestro sentimiento.

Nuestra union está realizada de una manera inmortal. ¡Quién sabe si la suprema voluntad que rige la vida se promete de esta union uno de esos hechos que cambian el modo de ser moral y social de la humanidad!

¡Qué sabemos nosotros, pobres piezas desordenadas de la gran máquina que agitan las generaciones al pasar, si la más pequeña, si la más inútil al parecer, es la que ha de regular sus ventajas y precisar su movimiento para la perfeccion absoluta!..... ¿Quién sabe?

Hay algo de eterno y sagrado en el lazo que nos une; los dos venimos de una primera raza del espíritu; somos hermanos de todos los grandes génios; vamos delante de nuestra época; vemos en lo oscuro del porvenir...

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