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los Bageles en Flote y evitar los peligros y gastos de alijos y faenas á la jira etc. facilitando al propio tiempo sus armamentos, cargas y descargas con cuanta mas razon se deben establecer semejantes auxilios, en los que están descubiertos á una mar embravecida del mal tenedero y de poco fondo? Estas consideraciones parece que ocuparon siempre su debido lugar en el corazon de los Naturales de la Ciudad de San Sebastian pues de la fábrica de los distintos Muelles que forman los actuales Caños y de los Zimientos que se reconocen principiados por otros se infieren las distantes epocas en que han sido edificados pero como todos estan quasi en seco y a baja mar quedan varadas las embarcaciones, no producen las ventajosas utilidades, que resultarían si los Navíos Mercantes de qualquiera porte pudieran entrar salir y mantenerse á flote hasta en las Mareas vajas de conjunciones y oposiciones.

Para precaber un obstáculo tan perjudicial y facilitar el concurso de embarcaciones proporcionandoles asilo y seguridad se han formado varios proyectos entre los cuales mereció el debido aprecio uno que en cuatro de Junio de mil setecientos setenta y tres presentó el Arquitecto Hidráulico Don Pedro Ignacio de Lizardi y pasado á los pies del Rey por el Consulado para la aprobacion, tuvo por conveniente S. M. mandar que luego que yo acabase de establecer en Cartagena las Maquinas en que estaba entendiendo para agotar con fuego los Diques de carenar me trasladase á esta Ciudad á encargarme de la Dirección del Proyecto cuya orden que recibí por mano del Excmo. Sr. Don Julian de Arriaga Secretario de Estado y del Despacho Universal de Marina, tuvo cumplimiento, en ocho de Mayo de mil setecientos y setenta y quatro que llegué aquí y muy luego principié á instruirme en todo aquello que hacía relacion con mi Comision como Planos Dictamenes, Presupuestos, Situaciones Vientos Mareas fondo edificios Materiales trabajadores motivos de la empresa y caudales destinados para ella. Pedí y tuve una Junta con los Señores Comisionados del Consulado para oirles y que me oyeran, y entablar de acuerdo el sistema que llevo en mi nuevo plano y presupuestos y finalmente pasé con uno de dichos Señores Comisionados á reconocer los progresos de las obras Hidráulicas que se construyen para mejorar los Puertos de Bayona y de San Juan de Luz y habiendo hecho una exacta composicion puede decir que la ejecucion de los Muelles que se necesitan para formar esta Darsena es la obra más difícil y delicada de cuantas se han emprendido hasta aquí y que no obstante de haber visto trabajar en los principales Puertos de Francia

en los Canales de Olanda de contar treinta años de práctica y tener cuantos autores tratan de esta facultad la miro con el mayor respeto y aun no me avergonzaré de confesar que me pone miedo, porque á la vista de los Inteligentes no pueden ocultarse los obstaculos que trae consigo una obra, que se debe ejecutar al frente de la mar embravecida, que las murallas han de estar en la mayor parte apique con diez y ocho ó mas pies de fondo en las menores aguas que se ha de hacer este fondo primero que construirlas en Arena Sutil movible y delicada y que el caudal destinado para el efecto, es tan limitado, que solo pende de un fondo que debe buscar y tomar esta comunidad ó interés, sin mas arbitrio que el preciso para pagar sus reditos en cuanto no excedan de cinco millones de reales de vellon poco ó menos. Pero como ninguna de estas razones, ni otras que se le agregan de menor monta, llegan á constituir en la clase de imposible la ejecución del proyecto propondré los medios que me parecen más oportunos para conseguirlo y el curso que debe seguir la obra con sus detalles correspondientes.

El recinto de la Darsena se formará vajando una perpendicular á la cara del Baluarte San Felipe desde el ángulo A hasta B que tenga treinta y seis varas de largo y poniendo desde el ángulo que forma la cortina C con el cay-buru (a) la distancia C. D. igual á cuarenta y ocho varas se tirará la línea B. D. que será la cara del muelle Interior. En el punto B. se hará el ángulo D B E de cuarenta y tres grados y la línea B E que tocará al cay de arriba en el punto E será la direccion del Muelle exterior. Cortese E F de ciento y diez varas y tirando la perpendicular F G sera esta la cara del primer Martillo que ha de servir de voca ó entrada para la Darsena. Pónganse desde F hasta H cincuenta varas y con la perpendicular H I larga de cuarenta varas se tendrá el segundo Martillo y por consecuencia determinada la entrada. Si á las referidas líneas se tiran otras paralelas que denoten el grueso de los Muelles y se cortan todos los ángulos con porciones circulares, resultará el cerco interior de la Darsena D J K I y su voca I H G F segun se manifiesta en el Plano. Por este medio se logra la gran ventaja de tener en las cabezas de estos Muelles y entrada de la Darsena un fondo natural de la cantidad de agua que se pretende mediante al avance que se ha dado á Cay de arriba acia la Concha y en su línea recta al nuevo Muelle para evitar el conjunto de las arenas que seguirían si este fondo fuese solo artificial.

Los muelles que al presente forman la Darsena ó por mejor decir los caños en que se abrigan las embarcaciones son las siguientes: G. D. L·

cay buru el cual se ha de demoler porque estando fundado al nivel de la vaja mar y debiendose hacer hasta veinte pies de fondo en aquella parte no puede de ningun modo subsistir S. T. torreco caya que se demolerá igualmente porque solo sirve de estorbo NE GM cay de arriba cuya cabeza G M se debe demoler para formar la nueva entrada y el resto unirlo con el Martillo F G para poder proporcionar comodamente hasta veinte pies de agua O P Cay mingancho: QR cay erdi: VXN cay mingancho del Norte los cuales subsistirán y pueden servir utilmente al uso de las embarcaciones menores y facilidad de las descargas. Tambien convendrá demoler el guarda mar que está delante de la muralla de la Ciudad comprendido entre los puntos Y Z respecto de que con la obra proyectada no pudiendola vatir el agua se dejará más abrigada y defendida que lo está en el día con la utilidad de emplear la piedra que de el resulte y la de los otros Muelles en la Fábrica de los nuevos.

La puerta y entrada principal del Arsenal se trasladará al punto Y de dicha muralla de modo que haga frente al Puyuelo y calle de la Pescadería pues donde de hoy se halla incomoda y escondida.

Como entre la muralla C Z A de la Ciudad y el muelle D J resultan un espacio considerable de terreno que se ha dejado porque al tiempo de construir dicho muelle, no padezca alguna degradación, la Muralla convida el mismo á que encima se fabriquen tres manzanas de grandes almacenes señaladas en el plano con la † que sobre las ventajas que proporcionaran al Comercio serviran de finca que aumente el caudal para la Empresa.

Los Muelles por todas frentes que miran á la mar, se haran de piedra labrada desde la solera hasta tres pies mas alto que la mayor marea, y luego se continuaran de buena mampostería, completando con una Banqueta y Parapeto, hasta doce pies de fábrica fuera de agua. En el interior de la Darsena, se labrarán los mismos muelles con mamposteria Real de piedras muy crecidas pues los muelles antiguos enseñan, que este genero de fábrica es solido y permanente; la alturu del Anden se dejará dos pies más elevada que la mayor marea, y terminando este con una hilada de cantería se volará el piso hasta la Banqueta de Piedras llanas y crecidas y para amarrar los Navíos se embutirá y sugetará solidamente un cañón excluido de artilleria en dicho piso á cada veinte varas de distancia, ó mas repetidos si conviniere. En los tres parages DJy K se dispondrán tres Rampas que faciliten las cargas, descargas y otras faenas de las embarcaciones, y en los intermedios se colocarán dos ó

mas escaleras embutidas en el grueso de las murallas para el propio fin y si se pusiesen algunas argollas de fierro y bronce entre unas y otras serian igualmente de utilidad y conveniencia.

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Formada la Darsena con los muelles y límites que se han prescripto resulta que su capacidad será igual á cuarenta mil varas superficiales las cuales multiplicadas por cinco y media varas que es el término medio de la progresion de puntos que se han tomado para hacer el fondo producen doscientas y veinte mil varas cúbicas de escabación que á cuatro medio reales cada una costará novecientos noventa mil reales con corta diferencia. De otro lado supongo que de los trescientos sesenta y cinco dias que tiene el año se podrán trabajar solamente doscientos y diez. ocho restadas fiestas y dias en que el tiempo no lo permita: y si á esta faena se aplicase un Ponton que solo extrae setenta varas ó mil y quinientos quintales de arena al dia se necesitarian mas de catorce años para concluirla; De que se infiere que á proporcion del Número de Pontones que se aumenten será menor el de los años que se trabage, y así con tres de aquellos, podrán reducirse estos á cinco, bien entendido, que antes de darse principio á la excavacion de la Darsena se ha de tener muy adelantada la fábrica de los Muelles B H y E F que la resguardan. Para no hacer tan gravosa y difícil la construccion de los mismos muelles, se principiaron estos á la profundidad de diez y ocho pies contados de la maior baja mar y á veinte varas de distancia se puede ahondar hasta veinte y un pies toda la Darsena, sin riesgo de que se degraden, ni expongan á padecer el menor detrimento como lo he practicado en la Darsena del Ferrol.

CONSTRUCCION DE LOS MUELLES.

Cuanto se ha dicho hasta aqui, no es otra cosa que formar el Proyecto al modo de los Pintores, que figurando bultos en los superficies se detiene poco en la posibilidad ni en la existencia: así sucede á muchos planos; y para que el que presente no corra igual riesgo, voy á proponer los medios que parecen, mas adaptables á la cjecucion ó por mejor decir á hacer eleccion entre los que se conocen y estan experimentados de aquellos mas oportunos y acomodados á la concurrencia, de circunstancias que ha sido preciso tener presentes.

Cuando se quiere trabajar á la caballera y hacer semejantes obras con la mayor perfeccion no hay método tan seguro como el uso de los Malecones pues con ellos y el socorro de bombas y otras maquinas hi

draulicas se hace en seco cuanto se desea; pero si nos empeñasemos en construir el muelle exterior que cierra la Darsena en esta forma costarian los preparativos, dos veces tanto que la misma obra.

Que embarazos no se ofrecerian para clavar y manejar dos mil y quinientas estacas de á cuarenta y cinco pies de largo cada una? Que difícil no seria entablar y formar los cajones de un tamaño tan extraordinario? Y de donde traeríamos la tierra para rellenarlos. Y aunque tan formidables obstaculos se vencieran, quien asegurará en medio de la mar que no suceda alguna fractura capaz de ocasionar extragos irreparables? Así he pensado para no elegir los Malecones en esta ocasion. Sin embargo de que cuando se trabaje en el interior de la Darsena sea preciso usarlos de un modo mas exquisito que los ordinarios, sin necesidad de tierra y sin que las estacas excedan de veinte y cuatro pies de largo.

No debiendo perder de vista que la consignación de caudales que pueden destinarse á los fines de esta empresa es limitada propuse à la Junta, que los cimientos del referido muelle, haciendolos con escollera costarian menos serian seguros y su ejecución, no de las mas embarazozas, en lo cual convinieron con tal que los dos Martillos y mas cincuenta varas de muelle contiguas por dentro y fuera de cada lado de la entrada á la Darsena se hicieran á pique, hasta el fondo de los diez y ocho pies; por que al tiempo de entrar las embarcaciones acosadas de un temporal como es muy regular á concharse, no se maltraten ó padezcan algun descalabro. Y tambien que en el interior se pongan defensas y establezcan Puentes y volantes que faciliten sus descargas. Confieso que para una darsena, no de la mayor extension, y destinada al tráfico, de una marina comerciante es borron y estorbo la gran salida que hacen los faldones de la escollera iguales cada una á vez y media su altura pero por si el dinero no permite construir este muelle de otra forma, vease aquí el regimen que sea de observar en su fábrica.

En la cara del Baluarte San Fhelipe se pondrán dos marcas que determinen el grueso del Muelle segun la posicion que demuestra el plano y en el cay de arriba se pondrán otras dos iguales paque enfiladas con las primeras sirvan de direccion constante á ambas caras. Aunque suelen hacer el escarpe de las escolleras dos veces igual á su altura. Yo tengo experiencia de que con vez y medio es suficiente y siendo aquí de diez y ocho pies la altura se pondran á veinte y siete pies distante por fuera de las primeras Marcas otras que indiquen los términos de la escollera; de manera que la base de la hundación tendra veinte y nueve

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