... las ramazones, me pareció ver, aun á alguna distancia, no sé que cosa blanca, inmensa y temblorosa, como un monstruoso témpano en deshielo, que, silenciosamente, se movía. Pretendí sujetar — pero la yegua enardecida continuó su galope y ya... Geografía argentina: estudio histórico, físico, político, social y económico ... - Página 546por Carlos María Urien, Ezio Colombo - 1905 - 688 páginasVista completa - Acerca de este libro
| Manuel Bernárdez - 1901 - 132 páginas
...pero la yegua enardecida continuó su galope y ya no vi nada. ¿Será?... ¡Pero no puede! ¡ Cómo no iba á sentir ningún ruido ! Ignoraba que, según...sobre ellas. Lo oí de repente, tartáreo, abrumador, Sección central del doblo semicírculo de cauratas: gran peñón aplanado de basalto que limita la... | |
| Manuel Ugarte - 1906 - 376 páginas
...pero la yegua enardecida continuó su galope y ya no Vi nada. ¿Será?... ¡Pero no puede! ¡Cómo no iba á sentir ningún ruido! Ignoraba que, según...Dios! ¡Cómo es visible la obra de tu mano! Senté á la yegua sobre los jarretes de un bárbaro tirón y sentí 205120 que ante aquella belleza poderosa,... | |
| M. Ugarte - 1906 - 378 páginas
...pero la yegua enardecida continuó su galope y ya no vi nada. ¿Será?... ¡Pero no puede ! ¡ Cómo no iba á sentir ningún ruido ! Ignoraba que, según...Dios! ¡Cómo es visible la obra de tu mano! Senté á la yegua sobre los jarretes de un bárbaro tirón y sentí que ante aquella belleza poderosa, soberana,... | |
| Manuel Ugarte - 1906 - 408 páginas
...pero la yegua enardecida continuó su galope y ya no vi nada. ¿Será?... ¡Pero no puede! ¡Cómo no iba á sentir ningún ruido! Ignoraba que, según...las primeras cascadas. Un poco más : ¡ahí están! que ante aquella belleza poderosa, soberana, infinita, inesperada, ni sospechada siquiera á pesar... | |
| Carlos María Urien, Ezio Colombo - 1910 - 734 páginas
...continuó su galope, y ya no vi nada. ¿Será?... ¡Pero no puede! ¡Cómo no iba á sentir ningún mido! Ignoraba que, según el estado de la atmósfera, se oye el estruendo de las cataratas. Lo oí de repente, tartáreo, abrumador, tonitronante, y entrevi á la vez casi claramente entre los... | |
| Hugo David Barbagelata - 1924 - 510 páginas
...su galope y ya no vi ida. ¿Sera?... ¡Pero no puede! ¡Cómo no iba a sentir ningún ruido! noraba que, según el estado de la atmósfera, se oye el estruendo de s cataratas a gran distancia o no se oye hasta estar sobre ellas. Lo de repente, tartáreo, abrumador,... | |
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