Historia de Nicaragua desde los tiempos más remotos hasta el año de 1852, Volúmenes1-2

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Tipografía de "El Centro-americano,", 1882

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Pasajes populares

Página 356 - ... el oro es excelentísimo; del oro se hace tesoro, y con él, quien lo tiene, hace cuanto quiere en el mundo, y llega a que echa las ánimas al paraíso.
Página 329 - En el nombre de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, tres personas distintas y un solo Dios verdadero; y de la Santísima Virgen Nuestra Señora, hacemos esta compañía.
Página 351 - Las Indias, que son parte del mundo tan ricas, te las dio por tuyas; tú las repartiste adonde te plugo y te dio poder para ello.
Página 348 - É el mundo es poco: el enjuto de ello es seis partes, la séptima solamente cubierta de agua: la experiencia ya está vista, y la escribí por otras letras y con adornamiento de la Sacra Escriptura, con el sitio del paraíso terrenal, que la Santa Iglesia aprueba...
Página 368 - Obispo lo afirma, el filósofo era gentil, y está ardiendo en los infiernos, y por ende tanto se ha de usar de su doctrina, cuanto con nuestra Santa Fe y costumbres de la religión cristiana conviniere.
Página 351 - Mi hermano y la otra gente toda estaban en un navio que quedó adentro: yo muy solo de fuera en tan brava costa, con fuerte fiebre, en tanta fatiga: la esperanza de escapar era muerta: subí así trabajando lo mas alto, llamando á voz temerosa, llorando y muy aprisa, los maestros de la guerra de vuestras Altezas, á todos cuatro los vientos, por socorro; mas nunca me respondieron. Cansado, me dormecí gimiendo; una voz muy piadosa oí, diciendo: ¡O estulto y tardo á creer y á servir á tu Dios,...
Página 346 - Gran dolor era el mío, y mayor porque lo truje contra su grado, porque, por mi dicha, poco me han aprovechado veinte años de servicio que yo he servido con tantos trabajos y peligros, que hoy día no tengo en Castilla una teja; si quiero comer o dormir no tengo, salvo el mesón o taberna, y las más de las veces falta para pagar el escote.
Página 347 - Otra lástima me arrancaba el corazón por las espaldas, y era de D. Diego mi hijo, que yo dejé en España tan huérfano y desposesionado de mi honra é hacienda; bien que tenia por cierto que allá como justos y agradecidos Príncipes le restituirían con acrescentamiento en todo.
Página 367 - Y después que vuestra majestad vino, se lo he dado á entender, y estuviera remediado, si el gran canciller no muriera en Zaragoza. Trabajo ahora de nuevo en lo mismo , y no faltan ministros del enemigo de toda virtud y bien, que mueren porque no se remedie.

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