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en el dia esta vigilancia en los padres de familias? ¿Se averigua á dónde va aquel hijo ૐ ó hija cuando sale de su casa? ¿Se exâmina qué hace aquel mancebo que está en secreto con la hija? Nada de esto. Por lo regular los padres, dice S. Gerónimo (1), son los últimos que saben los males de su casa, y ya está la vecindad contando los vicios de la muger y los hijos, y aun los ignoran ellos. El hijo va por donde gusta, la hija habla á solas con quien le place, y los padres lo ven y callan. Señor, dicen: este que está á solas con mi hija intenta casarse con ella. Bien, pues cuando se case que lo egecute. No permitirás que tome las ubas de tu viña uno que la ha de comprar el año siguiente: aplicad la compa

racion.

Egemplo. Los padres de nuestro siglo deben tener presente, que el primer licor que se pone en un cántaro, siempre conserva en él su olor, y asi, si es malo lo que ven los hijos hacer á sus padres en sus primeros años, eso regularmente egecutan toda la vida. Ya lo dijo el sábio: El jóven, decia, el jóven que fué por caminos malos, no se apartará de ellos aun cuando sea viejo. Segun esta regla: ¿Qué será en adelante el hijo de aquel caballero, que no ve en su padre, sino adhesion al dinero, mal uso de sus bienes, inflexibilidad en los pobres, y deudas agenas sin pagar? El niño lo verá, (1) Ad Fab.

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lo aprenderá y lo egecutará siempre. & El hijo de aquel comerciante, que al lado de su padre no ve mas que usuras, monopolios, peso y medida para dar, y otro para recibir, qué hará este niño? lo ve, lo aprende, y lo hará asi cuando grande. & El hijo de aquel jorna. ¿ lero, que no ve en su padre mas que una lengua de infierno, mal trato á su esposa, y que el dia de fiesta consume en embriagueces lo que ha ganado en la semana, qué hará este niño? lo verá, oirá, lo egecutará entonces, y despues toda su vida. & La hija de aquella mu៖ ger, que no ve en su madre mas que una cciosidad continua, una golosina animal, y estarse secreteando en un rincon con un hombre que no le ha dado la Iglesia, qué hará aqueHla niña? Baste decir con S. Ambrosio (1): ¿Qué ha de aprender una hija de una madre adúltera, sino el daño de su honestidad? Lo cierto es, que nosotros aprendemos la lengua castellana y no la griega, porque aquella es la que hemos oido hablar. Asi, si los hijos oyen juramentos, blasfemias, murmuraciones, si ven escándalos, hurtos, liviandades, eso se

rá lo que hablen y obren, y si nos quejamos de ellos, dirán sus padres con Quintiliano (2): Nosotros se lo hemos enseñado, de nosotros lo han aprendido.

¡Qué cargo padres de familias! ¡Qué cuenta tendreis que dar al justo Juez de nuestras (1) Lib. 3. de. Virg. (2) Lib. 1. cap. 3.

almas, de este depósito que confió á vuestro I cuidado! ¡Qué castigo podeis esperar por vuestro descuido, mala educacion y egemplo, cuando el Señor tiene ofrecido á los malos padres extender el azote de su rigor á ellos, y hasta su cuarta generacion! ¡Qué lamentos darán contra vosotros desde el abismo, á donde los habeis conducido por vuestra mala crianza, viéndose por ella en medio de los mayores tormentos! Aun en este mundo se quejarán de vosotros á vista de las calamidades que experimentan, originadas de una mala educacion. Cuenta S. Bernardo, que al tiempo que iban á ahorcar á un jóven romano, pidió á la justicia le permitieran despedirse de su padre, y padre, y concedido que le fué, al tiempo de abrazarle le arrancó de un bocado las narices, diciendo: Tú, padre, eres el que me ahorcas, tú me matas; pues por no haberme educado bien, y corregido mis delitos, he venido á parar por ellos en este suplicio afrentoso.

¡O Dios mio! Vos sois el único que puede remediar los funestos efectos de una educacion criminal, inspirando á los padres de familias el cumplimiento de sus respectivas obligaciones. Hacedles entender el agravio que hacen á los mismos hijos, conduciéndolos á la infelicidad, y aun al infierno. El que hacen á los Angeles privándoles de unos compañeros que hubieran tenido en la gloria: á María Santí sima, que habiéndolos adoptado por hijos suyos

se los vuelven á quitar, y á entregarlos al demonio; ¿y qué mas? Hacerles ver la injuria que cometen con la mala crianza de sus hijos, á vuestro mismo hijo Jesus, que habiendo padecido una muerte ignominiosa por haceros hijos vuestros, los padres vuelven á hacerlos hijos de Satanás. Dadles luz para que conozcan su yerro, gracia para corregirlo, y premio de su enmienda en la gloria. Amen.

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PLATICA DECIMANONA.

DOMINGO DE PASIO N.

Sobre el respeto al Templo.

1 Evangelio de hoy, que es del cap. 8. de S. Juan, dice de este modo: ¿Quién de vosotros (pregunta Jesus á los judíos) me convencerá de pecado? Si os digo la verdad, ¿por qué no me creeis? El que es de Dios oye sus palabras, por eso vosotros no las ois, porque no sois de Dios. Respondieron entonces los judíos, y le digeron: ૐ No decimos bien nosotros, que tu eres samaritano, y estás poseido del demonio? Respondió Jesus: Yo no estoy poseido del demonio, sino que doy el honor debido á mi Padre, y vosotros me habeis deshonrado á mi: Mas yo no busco en cuanto hombre mi gloria. Hay quien la busque y haga justicia. En verdad, en verdad os digo: Si alguno guarda mi palabra no verá

jamas la muerte. Ahora conocemos bien que estas poseido del demonio. Murió Abram, y murieron los profetas, y tu dicés: ¿ el que guarda mi palabra nunca gustará la muerte? ¿Por ventura, eres tu mayor que nuestro padre Abram, quien murió, y los profetas que tambien murieron? ¿Quién pretendes ser tu? Respondió Jesus: Si yo me glorifico á mí mismo, mi gloria es nada. Mi Padre es el que me glorifica, aquel que decís vosotros que es vuestro Dios, y no le conoceis: mas yo le conozco, y si dijese que no le conozco, sería mentiroso como vosotros. Pero le conozco, y guardo su palabra. Abram, vuestro padre, deseó con ansia ver mi dia, esto es, el dia que vine al mundo: lo vió con la fe, y fué colmado de gozo. Dijéronle los judíos: ¿aun no tienes cincuenta años, y has visto á Abram? Respondióles Jesus: En verdad, en verdad os digo: Antes que Abram existiese, existia yo. Entonces cogieron piedras para tirarle; y Jesus haciéndose invisible á sus ojos se salió del Templo. Este es el Evangelio.

¿Qué es esto, hemanos mios? ¿Piedras quieren tirar á Jesus en el Templo los judíos? Piedras, no solo materiales para herir su sacratísimo cuerpo, sino tambien espirituales injuriándole, blasfemando su nombre, y perdiendo la reverencia debida á Magestad tan suprema. Ojalá se hubieran acabado en los judíos los apedreadores del Santurio! El de Jerusalén, no hay duda, que era digno de respeto, por

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