res. Jesucristo nuestro Redentor, santo, inocente, y la misma santidad por esencia & merecia ¿ ser tratado como pecador, y que su mismo Padre lo desamparase cuando espiraba en la Cruz? No hermanos mios; pero lo decretó asi la divina y provida sabiduria para sacar de sus tormentos y muerte, la salud y vida de todo el mundo.

¡O Providencia de mi Dios sabia y misericordiosa! ¡Como por medios los mas despreciables á los ojos de la carne, miras siempre por mi bien! Yo, Señor, ignoro los altos fines que os habeis propuesto en cuanto obrais en el universo; pero por eso no dejaré de sellar mis labios, aun cuando experimente los mayores infortunios. Haré como David, que á vista de sus desgracias decía: Enmudecí, y no abrí mi boca, porque vos, Señor, lo habeis hecho. Tengo un Dios que me ama, un Padre que me cuida en todos mis pasos, un Salvador que no me ha sacade del diluvio de la culpa, para que pereciera en el puerto. Nada temo: vedme aqui rendido á vuestro beneplácito: estoy cierto que la mano que me hiere no quiere destruirme, y asi, aunque por caminos escabrosos á mi juicio, me va conduciendo al fin para que me crió su Providencia, que es la gloria eterna. Amen.

PLATICA TERCERA.

DOMINGO TERCERO DE ADVIENTO.

Sobre el alma racional, y estimacion que debe

Ει

el hombre hacer de ella.

1 Evangelio de este dia es del cap. 1o de S. Juan, y dice asi: Este es el testimonio que dió Juan cuando los judios le enviaron de Jerusalen sacerdotes, y levitas para preguntarle, ¿quién eres tú? Y confesó la verdad, y no la negó, y confesó: yo no soy el Cristo. ¿Que eres pues? le preguntaron ellos: ¿Eres tu Elias? y dijo no la soy. ¿Eres el profeta que esperamos? y respondió, no. Digéronle ellos; ¿ pues quien eres para llevar la respuesta á los que nos han enviado? ¿qué dices de tí mismo? Yo soy, les dijo, la voz del que clama en el desierto: preparad al Señor un camino recto, como dijo el profeta Isaías. Y los que habian sido enviados eran Fariseos. Y preguntáronle y le digeron; ¿por qué pues bautizas si no eres Cristo, ni Elias, ni el profeta? Respondióles Juan: yo bautizo en agua solamente; pero en medio de vosotros estuvo uno, á quien vosotros no conoceis, que los bautizará en el Espíritu Santo. Él mismo es quien ha de venir despues de mi, y que fué preferido á mi, de suerte que yo no soy digno de desatar la correa de sus zapatos. Estas cosas pasaron en un pueblo llamado

Bethania al lado del Jordan donde Juan bautizaba. Este es el Evangelio.

Qué instruccion tan útil nos da la pregun ta que á S. Juan hicieron los judios. ¿Tú quién eres? ¿qué dices de tí mismo? cristiano mio ¿quién eres? Dirás que un compuesto de cuerpo y alma racional. Dejemos para otra ocasion el cuerpo; ¿qué dices de ti mismo respecto de tu alma? Apenas habrá quien sepa responder la verdad á esta pregunta, como respondió S. Juan á los que le preguntaban, porque él se conocía bien á si mismo. ¿Te conoces tú? ¿Sabes lo que es tu alma? ¡Ha! si sería una grande ignorancia, decía la gran madre santa Teresa de Jesus (1), el que le preguntasen á uno quién es, y no lo supiera, ni quien fué su padre, ni su patria, mayor es no procurar saber lo que soqué cosa sea nuestra alma, qué bienes tiene, qué valor y que hermosura. Solo nos detene mos en atender al cuerpo, no siendo este mas que el engaste de esta joya. ¡Cuántos ignorantes hay sobre este punto! Dios como criador del cielo, y de la tierra, segun confesamos en el primer artículo del Credo, adornó de inumerables preciosidades el cielo, como que era el palacio de su magnificencia, y la eterna mansion de todos sus escogidos, en la tierra crió diversidad de plantas, árboles y animales: y asi como lo mas precioso que crió en los cielos fué el Angel, asi lo mas excelente que crió en la tierra (1) Morad.

mos,

fué nuestra alma. ¡Pero ha! el ignorar que cosa sea esta, y los altos fines para que la formó el hacedor es la causa de que los hombres no la den el honor, que manda el Eclesiástico que le tributemos, (1) haciéndole servir á los criminales deseos de nuestra carne corruptible. No te pregunten pues hermano mio en adelante & quién eres tu? ¿qué alma tienes? No: yo lo manifestaré en esta plática, como parte del primer artículo de nuestra creencia. ¿Qué ૐ cosa es alma? Lo diré doctrinalmente en la primera parte. Cuanto agravia á su grandeza, quien la hace servir á los apetitos de su cuerpo criminal. Lo diré en la segunda.

PRIMERA PARTE.

Qué cosa es alma? Pero pregunto primero.. ¿Cristiano tienes alma? La tienes, y yo te lo haré demonstrable. Mira un cadáver, y observarás que á semejanza de aquellos ídolos, obras muertas de las manos de los hombres, tienen ojos y no ven, orejas y no oyen, manos y no palpan, pies y no andan: ¿y por qué? porque no tienen alma que los vivifique, y ponga en movimiento aquella máquina. Mírate á ti mismo, y verás que ves, oyes, andas, tocas, creces; aun es mas (porque esto lo egecutan los brutos irracionales) conoces, te acuerdas, reflexionas, amas, aborreces, ¿qué es esto? esta es tu alma (1) Cap. 10.

racional: es una substancia espiritual que Dios crió; tuvo principio, pero no tendrá fin, es inmortal y eterna, imágen de Dios, heredera del cielo. Desentrañemos estos privilegios, que ennoblecen nuestro espíritu.

La alma racional es espiritual, no tiene cuerpo. Esto es lo que dió á entender Jesucristo á sus discípulos cuando despues de resucitado, les quiso comprobar que estaba vivo, y con su mismo cuerpo, y que no era solamente su alma como se figuraban. Tocad, les dijo, y ved; pues la alma, el espíritu no tiene carne y huesos como veis que yo tengo. ¡ Ha! que ignorante anduvo de su alma aquel rico que propone el Evangelio, que á vista de las riquezas de que abundaba su casa, decía una noche que le tenia desvelado su avaricia: Descansa, alma mia, come, bebe, y banquetea: (1) no haciendo distincion del cuerpo carnal á la alma que es solo espíritu como que es imágen de Dios.

Imágen de Dios, si hermanos mios; hagamos al hombre, dijo el Señor, cuando crió á este, á nuestra imágen y semejanza. Y es imágen de Dios no solo por haberla formado, como solemos decir: esta imágen es de tal artífice, por haber sido hechura suya, sino porque representa, y se asemeja al mismo Dios, ya por ser la mas excelente de todas las criaturas de la tierra, y ya porque está toda en todo el cuerpo, y toda en cada una de sus par(1) Luc. cap. 12.

TOM. I.

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